31 de mayo de 2010

La cafetera, otro gran invento

Hace cosa de un año publicábamos una entrada sobre la historia del café. Pero hoy no podríamos degustar una deliciosa taza de café si no se hubiese inventado un artefacto: la cafetera.

Los granos de café fueron masticados durante 400 años, a partir del momento en que un pastor de cabras etíope, llamado Kaldi, descubrió las propiedades de la planta en el año 850 d.C. Sin embargo, el comercio no ofreció un modelo de cafetera para la infusión del café en polvo hasta la introducción de la cafetera francesa en el año 1800. Durante los siglos anteriores, en los muchos países que consumían ya enormes cantidades de café, éste se preparaba hirviendo los granos en agua y pasando la mezcla a través de un filtro diseñado al efecto.

La cafetera francesa, creada por el farmacéutico Descroisilles, consistía en dos esbeltos recipientes metálicos, que podían ser de estaño, cobre o peltre, separados por una placa agujereada que hacía de filtro. Alrededor del año 1850, los fabricantes franceses presentaron la primera cafetera esmaltada.


La primera adaptación norteamericana de esta cafetera fue patentada en el año 1873. El cilindro, de una sola cámara, contenía un filtro que se hacía avanzar presionándolo a través de la mezcla de granos de café y agua caliente, obligando con ello a los granos a depositarse en el fondo. Por desgracia, el diámetro de los filtros no siempre se ajustaba al del recipiente, y muchas veces el resultado era una bebida mal colada. Este problema exasperó a una mujer hasta el punto de impulsarla a inventar una cafetera que diera mejores resultados.

En el año 1907, la alemana Melitta Bentz empezó a experimentar con diferentes materiales aplicables entre las dos cámaras de una cafetera. Un disco de tela de algodón, colocado sobre el filtro del recipiente, funcionaba durante algún tiempo, pero la tela no tardaba en estropearse.


En el año 1908 descubrió un papel poroso, casi perfecto, al recortar un disco en una hoja de papel secante, y con ello el sistema de filtro Melitta inició su camino hacia la comercialización.

La búsqueda de la taza perfecta de café prosiguió incansable, y en el año 1940 nació la cafetera Chemex, fruto del ingenio de un químico alemán, el doctor Peter Schiumbohm, que emigró a los Estados Unidos en el año 1939, adaptó un material de propiedades bien ensayadas en los laboratorios científicos: el Pyrex, resistente al calor. Construyó un recipiente al que se limitó a añadir una parte superior cónica invertida que contenía el papel de filtro, y una medida de granos de café finamente molidos.

La Corning Grass, empresa distribuidora del Pyrex, accedió a producir la cafetera Chemex, pero en aquellos momentos se desarrollaba la segunda guerra mundial, y la compañía comunicó a Schiumbohm que no podían fabricar legalmente un nuevo producto sin previa autorización del Departamento de Producción de Guerra.

El inventor, sin desanimarse, escribió directamente al presidente Roosevelt, encabezando su carta con las palabras "Un rey no se preocupa por los detalles. Pero un presidente se preocupa incluso por los detalles". Roosevelt, amante del buen café, permitió que se iniciara la producción de la cafetera Chemex.

El doctor Schiumbohm, aunque presentó unas doscientas patentes para dispositivos tecnológicos durante su vida, ninguna conseguiría el éxito del más simple de sus inventos: la cafetera Chemex.


Fuente: Historia de la Gastronomía


30 de mayo de 2010

Las pastillas para la tos también tienen su historia

La tos es algo que existe desde el principio de los tiempos. Pero las pastillas para la tos no llegaron hasta el año 1000 a.C., en Egipto.

La tos surgió como manera de despejar el conducto del aire de materias extrañas inhaladas, irritantes químicos o, en el curso de un resfriado, el exceso de secreciones. La tos tiene un parte voluntaria y otra involuntaria.

Los medicamentos que reducen la frecuencia e intensidad de la tos reciben el nombre técnico de antitusígenos, y muchos de ellos, como la codeína, actúan en el cerebro para reducir la actividad de su centro de la tos, calmando con ello los accesos.

Las fórmulas más antiguas, sin embargo, estaban orientadas a aliviar y relajar los músculos de la garganta que intervienen en el mecanismo de la tos, como las que empleaban los antiguos egipcios.

Los egipcios elaboraban los primeros caramelos duros con miel, alterando su sabor con hierbas, especias y frutos cítricos. Se observó que la succión de estos caramelos aliviaba la tos, como ocurre hoy en día con los caramelos, cuyos ingredientes no se distinguen demasiado de aquéllos.

En otras culturas y épocas, el principio continuó siendo el mismo, y sólo se cambiaban los ingredientes: corteza de olmo, aceite de eucalipto, aceite de menta piperita, malvavisco, etc.

Habría que esperar hasta el siglo XIX para que se crearan los primeros compuestos que redujeran o eliminaran la tos actuando en el cerebro.

La morfina, un alcaloide del opio, que es el látex de las flores de adormidera, fue identificada en Alemania en 1805. A fines de siglos, en 1898, los químicos obtuvieron por vez primera la heroína (diacetil morfina), un derivado simple de la morfina. Ambos agentes adquirieron popularidad y, durante algún tiempo, fueron medicamentos antitusígenos cuya adquisición no presentaba dificultad. Un anuncio de 1903 presentaba la Glico-Heroin como el último descubrimiento médico en “sedantes respiratorios”.


Fuente: Genciencia


29 de mayo de 2010

Así se trabajaba en el siglo XIX

Según los defensores del liberalismo económico, el crecimiento de la producción tenía que aportar riqueza y bienestar para todos. Pero en realidad, mientras algunos se enriquecieron, los trabajadores fueron obligados, en los primeros tiempos de la industrialización, a vivir en situaciones muy precarias. Se necesitaría casi un siglo para que los trabajadores empezaran a participar de los beneficios de una transformación económica que en gran medida habían contribuido a crear.

Los asalariados eran simplemente fuerza de trabajo que se compraba, por su abundancia, a muy bajo precio. Los salarios sólo permitían la estricta subsistencia. Además, se cobraba por jornada trabajada o por trabajo a destajo: si no había trabajo o se hacía fiesta, no había salario, y en caso de enfermedad, accidente o vejez, nadie se hacía cargo del trabajador.

Las jornadas en las fábricas, o en las minas, eran muy largas (14-16 horas) y en condiciones ambientales muy deficientes.

La disciplina laboral era muy dura: los obreros podían ser despedidos en el momento que desease el empresario y los castigos y penalizaciones eran frecuentes. La moral burguesa veía a los trabajadores como perezosos e indolentes, consideraba el ocio como un vicio y exaltó como máximas virtudes la disciplina y el trabajo.

Niños trabajando en una fábrica. Grabado de 1856

Era un hecho corriente que niños y mujeres trabajasen en estas condiciones, tanto en las fábricas como en las minas. Sus sueldos eran inferiores a los de los hombres. En Inglaterra, el sueldo de un niño equivalía a un 10% del de un hombre, y el de una mujer, alrededor de un 40%.

Las condiciones de vida no eran mucho mejores. Las viviendas eran muy pequeñas e insalubres, la alimentación, escasa y poco variada. La fatiga, la desnutrición, las epidemias, reducían la esperanza de vida de las familias obreras. A los 40 ó 50 años ya se era anciano. En 1825, un médico francés describió esta situación diciendo: "para los obreros, vivir es no morir".


28 de mayo de 2010

Los sofistas y Sócrates

Entre los soglos VI y V a.C. se sitúa el Siglo de Oro de la filosofía griega. Es el periodo ateniense, que producirá, ademas de a Sócrates, a las dos figuras quizá más grandes de la filosofía de todos los tiempos: Platón y Aristóteles. Una característica fundamental señala el límite de su comienzo: el espíritu reflexiona sobre sí mismo, y abandona, por el momento, el estudio del mundo exterior. "¿Para qué conocer el mundo -se pregunta Sócrates- si no me conozco a mí mismo? ¿Qué soy yo mismo y qué mi razón, ese instrumento del que me valgo para conocer?" Tal es el problema para este periodo, que se ha llamado humanístico, de la filosofía griega.

En el inicio de esta época existe un fenómeno de carácter social, que es lo que se conoce en la historia con el nombre de sofística. Sofista quiere decir simplemente sabio o maestro de sabiduría, y así era empleada esta palabra en aquella época. El sentido peyorativo y hasta injurioso que hoy tiene procede de lo que realmente llegaron a ser los sofistas.

Grecia no tuvo unidad política hasta los tiempos de Alejandro. Se gobernaba por ciudades independientes (polis), con la espontánea democracia de los pequeños grupos sociales. En el ágora se administraba justicia y cada ciudadano defendía su propia causa. En estas condiciones puede comprenderse la inmensa importancia que para todos tenía el saber exponer brillantemente y convencer a los jueces. Pues bien, los sofistas fueron precisamente maestros dedicados a la enseñanza de retórica y dialéctica, esto es, del arte de exponer, defender y persuadir públicamente. Lo que hasta entonces había sido un ejercicio desinteresado de noble dedicación, se convirtió en una actividad mercantil. Este fue el primer sentido peyorativo que adquirió la palabra sofista: el que cobra por enseñar, o el que enseña por cobrar.

En el seno del movimiento sofístico surge una figura que conmovió profundamente aquel ambiente y que habrá de ser inspiradora de los más grandes filósofos griegos: Sócrates (469-399 a.C). Este filósofo no escribió nada, ni tuvo tampoco un círculo permanente donde expusiera y sistematizara su pensamiento. Él negaba su inclusión entre los sofistas porque "no cobraba por enseñar". Sócrates únicamente habló; con sus amigos, con sus conciudadanos, libremente, con la espontaneidad del diálogo. Por ello, de su personalidad y de su pensamiento sabemos muy poco de modo concluyente. Además, los discípulos que de él nos hablan -Jenofonte y Platón- fueron muy malos biógrafos.

Mayores sombras aún que las que envuelven su obra y personalidad cubren las causas de su muerte. Sabemos que fue condenado por el tribunal de Atenas a beber un vaso de cicuta, que los motivos oficiales fueron impiedad y corrupción de la juventud. Mártir, según muchos, de la claridad interna y de la lucha racional contra el mito.

La muerte de Sócrates (Jacques-Louis David, 1787)


Fuente: Historia sencilla de la filosofía - Rafael Gambra


27 de mayo de 2010

Hallan herramientas de hace más de 800.000 años en Cataluña

Las excavaciones realizadas durante el mes de mayo en el barranco de La Boella, en La Canonja (Tarragona), han permitido hallar utensilios de piedra tallados por humanos con una antigüedad mínima de 800.000 años, informó el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (Iphes), de la Universitat Rovira i Virgili (URV).

El descubrimiento se llevó a cabo en el yacimiento de La Mina, tras remover las capas de tierra más antiguas que se conocen en el lugar, explicó en un comunicado el responsable de la excavación e investigador del Iphes, Josep Vallverdú.

Las herramientas líticas están "poco elaboradas" y son propias de técnicas de talla muy arcaicas, aunque su hallazgo es importante porque permite aumentar el número de pruebas materiales que permitirán conocer mejor los aspectos relacionados con la historia natural de la cuenca del río Francolí.

Los datos conocidos hasta el momento, también procedentes de otras excavaciones del mismo curso fluvial, muestran que la población prehistórica ocupó en la zona un remoto y largo período entre el millón de años y los 800.000, además de otro alrededor de los 500.000 años. Los investigadores trabajan con la hipótesis de que correspondan a dos repoblaciones distintas, si bien no descartan una presencia continua en el tiempo.

En cualquier caso, las herramientas encontradas corresponden al momento de las primeras dispersiones humanas fuera de África, la cuna de la humanidad, por lo que los investigadores consideran que en los márgenes del Francolí pueden encontrarse evidencias de nuevos comportamientos y habilidades humanas, así como nuevas formas de organización del territorio ecosocial.

Al mismo tiempo, el Iphes informó también del descubrimiento de 500 nuevas herramientas de piedra de hace 400.000 años de antigüedad en el yacimiento de La Cansaladeta, también ubicado en el curso del río Francolí, que permitirán conocer mejor los procesos de elaboración de los instrumentos de sociedades cazadoras y recolectoras.

Los instrumentos corresponden a restos depositados durante un "breve periodo de tiempo" que fueron rápidamente fosilizados por los sedimentos procedentes de algún desbordamiento del río.

Los investigadores Andreu Ollé y Josep Maria Vergès explicaron que se trata de conjunto de materiales de "alta resolución", que en algunos casos permiten reconstruir parcialmente las secuencias de talla lítica.


Fuente: Europa Press


26 de mayo de 2010

Espiritualidad de los indios norteamericanos

Pese a haber sido cristianizados a partir del siglo XVII, han subsistido muchos elementos de las creencias originales indias, que eran muy ricas y variadas.

Los indios sentían un gran respeto por la naturaleza. Eran animistas y hacían ofrendas a la madre tierra. Los ritos y las ceremonias tenían que conciliarse con las fuerzas de la naturaleza, como la lluvia o el sol. En materia divina, aunque compartían una vaga idea genérica de un Dios Creador o "Gran Espíritu", al que cada tribu daba su propio nombre, cada pueblo tenía su propio punto de vista de la vida espiritual, que solía estar estrechamente ligado a su entorno.

Casi todos los pueblos compartían la creencia de que todas las cosas, incluso la tierra, tienen alma. En consecuencia, todo está unido y emparentado con lo sagrado. Para los indios norteamericanos, las fronteras entre el mundo real y el de los espíritus no estaban claramente definidas, pues les separaba un "tercer mundo" de transición. Por regla general, rehuían el contacto con ese mundo espiritual y sólo contactaban con él en casos de necesidad, por lo común a través de los sueños y las visiones.

Los indígenas americanos creían que el alma de los difuntos viajaba a otra parte del Universo, donde disfrutaba de una existencia placentera mientras desarrollaba las actividades cotidianas. El alma de las personas desdichadas o perversas vagaba por los alrededores de sus antiguas viviendas, provocando desgracias. Los antepasados que habitan en el reino de los espíritus habían dado su vida por los que ahora están vivos; por ese motivo, estos debían respetar a sus muertos y a sus parientes vivos, así como cuidarse mutuamente para poder sobrevivir.


Aunque había muchos mitos sobre el origen del mundo, el más común era el de una tortuga que extrajo barro de las profundidades. Sobre ese barro sopló un coyote, y lo modeló hasta darle la forma de la Tierra.

Las prácticas religiosas no eran monopolio de un clero propiamente dicho. El chamán o hechicero estaba a cargo de la lectura e interpretación de los signos sobrenaturales contenidos en los sueños y visiones, conseguidos gracias a los ayunos y la ingesta de drogas, principalmente peyote, pero el contacto de los fieles con sus dioses era, por lo común, directo.

Los indios desconfiaban de los sacerdotes cristianos, raros personajes vestidos extrañamente de negro que hacían la promesa de vida eterna. Aunque el Dios cristiano era compatible con muchas creencias indias, no entendían cómo el cielo cristiano estaba tan lejos y era imposible internarse en él si no se moría, cosa que los indios podían hacer más fácilmente a través de visiones y sueños. Las enseñanzas cristianas se basaban en un libro que los nativos no entendían y con imágenes muy lejanas para ellos. Tampoco entendían cómo era posible que la religión cristiana dijese muy poco sobre la naturaleza. Al principio, los colonos obligaban a los indios a practicar la liturgia cristiana e, incluso, los indios de Nueva Inglaterra fueron perseguidos y matados por pescar y cazar los días de guardar, por utilizar medicina india o por casarse al margen de la Iglesia.

Sólo unos pocos pueblos, como los natchez, erigían templos permanentes. Casi todos los demás se limitaban a preparar un espacio sagrado o un altar donde hacían sus ofrendas. Estas, en forma de alguna sustancia u objeto precioso, las hacían casi todos los pueblos norteamericanos en agradecimiento por los grandes dones de la Tierra.


Fuente:
Breve historia de los indios norteamericanos - Gregorio Duval


25 de mayo de 2010

El tabaco en la Alemania nazi

"Hermano nacional socialista, ¿sabes que tu 'Führer' está en contra del hábito de fumar y piensa que cada alemán es responsable de sus actos y misiones frente a todas las personas, y que no tiene el derecho de dañar su cuerpo con drogas?". Este texto de una revista de la Alemania nazi muestra cómo los brazos de la dictadura de Hitler también aprisionaron el tabaco. Junto con el alcohol, los cigarrillos eran considerados un "veneno genético" que podría propiciar la degeneración de la 'raza alemana'. Como ocurrió con las personas que eran judías o las que tenían defectos físicos o mentales, esta sustancia era vista como un elemento a combatir dentro de la llamada "limpieza racial".

En 1939, y en Alemania, se llevó a cabo el primer estudio controlado sobre tabaquismo y cáncer de pulmón. Los resultados obtenidos pusieron en evidencia la relación entre el consumo elevado de cigarrillos y el desarrollo de este tipo de tumores. Entre las operaciones planeadas por el Gobierno en la lucha contra el tabaco, las juventudes hitlerianas y la liga de las chicas alemanas difundieron propaganda contra los cigarrillos y la federación de mujeres alemanas lanzó una campaña contra "el mal uso del tabaco y el alcohol".


Los militares tenían prohibido fumar en las calles, durante las marchas y los periodos de permiso y, en la escuela, los niños y los profesores tampoco podían consumir. Lo mismo les ocurría a los menores de 18 años.

El tabaco también estaba vetado en los trenes y autobuses urbanos, lugares de trabajo, edificios públicos, hospitales y residencias. Y casi en los coches, ya que los conductores que tuvieran un accidente mientras fumaban eran acusados de negligencia criminal.

La publicidad de esta sustancia estaba muy controlada y parece que incluso se llegó a debatir si los fumadores merecían los mismos cuidados sanitarios que el resto de las personas.
El tabaco no era el único objetivo de la política sanitaria, el gobierno también trató de impulsar el consumo de verduras y frutas, del pan integral y desaconsejó la nata montada.

"Madres, deben evitar absolutamente el alcohol y la nicotina durante el embarazo y cuando cuiden a los niños. Dificultan, dañan, trastornan el curso normal del embarazo. Beban zumo de frutas", reza uno de los manuales de salud de la época.


Fuente: Investigaciones Terroríficamente Macabras, del libro "El Reich de los mil años" de Jesús Hernández


24 de mayo de 2010

Castillo de Alnwick


El castillo de Alnwick está situado en Northumberland, Inglaterra, y es la residencia del duque del mismo nombre. Fue construido tras la conquista normanda y ha sido renovado y remodelado en varias ocasiones.

Yves de Vescy, barón de Alnwick, erigió la parte más antigua del castillo en 1096. Fue construido para defender la frontera norte de Inglaterra contra la invasión escocesa. El castillo fue asediado en 1172 y nuevamente en 1174 por Guillermo el León, rey de Ecocia, el cual fue finalmente capturado fuera de sus muros durante la batalla de Alnwick.

En 1309 el castillo fue comprado al obispo de Durham por Henry de Percy, que a partir de entonces se convirtió en duque de Northumberland. El primer señor Percy de Alnwick restauró el castillo y la Torre del Abad. En 1404 los Percy se rebelaron contra Enrique IV, quien sitió y tomó el castillo.

Desde esa época varias generaciones de la familia Percy han pasado por la fortaleza. En el siglo XVII el castillo entró en decadencia hasta que Elizabeth Seymur y su marido Hugh Smithson, convertidos posteriormente en duques de Northumberland, lo remodelaron dándole un ligero toque gótico a su arquitectura.

Desde principios del siglo XIX el castillo fue equipado con los adelantos más modernos de la época, siendo una de las primeras residencias del norte de Inglaterra en disponer de electricidad. En 1889 se instaló un sistema hidroeléctrico capaz de producir energía suficiente para encender 100 bombillas.

A partir de la Segunda Guerra Mundial, diferentes partes del castillo han sido utilizadas con fines educativos. En primer lugar fue una escuela para chicas, después se convirtió en un centro de formación para profesores, y finalmente formó parte del campus de la Saint Cloud State University.

Como curiosidad cabe destacar que recientemente se ha utilizado este castillo para realizar diversas tomas de "Hogwarts", en las películas de Harry Potter, aunque las imágenes panorámicas están hechas por ordenador. También aparece este castillo en Robin Hood: príncipe de los ladrones, y en la más nueva y recién estrenada Robin Hood de Ridley Scott.

Se encuentra abierto al público durante todo el verano, y tras el castillo de Windsor, es el segundo castillo habitado más grande de Inglaterra, ya que continúa siendo la residencia de los duques de Nothumberland.


Fuentes:
Alnwick Castle
Wikipedia


Un nuevo blog

Hago un pequeño paréntesis en la temática habitual del blog para informar de que ha nacido un nuevo proyecto. Se trata de un blog dedicado principalmente a las curiosidades que se pueden encontrar en nuestro planeta, tan grande, tan espléndido y a la vez tan desconocido. Os presento pues Una Ventana al Mundo.


El blog lleva online desde el sábado para ir haciendo los últimos ajustes. Los primeros posts están publicados sin demasiado miramiento, con informaciones extraídas de internet para hacer bulto. Esto es así porque como ya sabréis para que un blog empiece a aparecer en buscadores y poderlo inscribir en directorios tiene que tener por lo menos 10 entradas publicadas. Pero a partir de ahora la idea es ir haciendo posts más elaborados y con informaciones más interesantes y amenas.

También veréis que los posts aparecen publicados por "una ventana al mundo", pero quien está detrás soy yo. Esto es así porque decidí hacerlo en una nueva cuenta para no saturar más mi cuenta habitual de Blogger y no quedarme sin espacio para subir fotos.

Y con éste ya van cuatro. Veremos hasta dónde llegan mis fuerzas. De momento estáis todos invitados.

(Éste, por supuesto, seguirá como siempre).

23 de mayo de 2010

Esclavos romanos, los más oprimidos

En los siglos II y I a.C. los romanos desarrollaron un tráfico de esclavos a escala masiva. Los generales victoriosos en las guerras que Roma condujo por todo el Mediterráneo hacían miles de prisioneros que vendían como esclavos en subastas públicas, a empresarios esclavistas. Éstos llevaban contingentes de esclavos a Roma y otras ciudades, donde los compraban los ciudadanos, no sólo los ricos. Se calcula que al final de la República los esclavos constituían un tercio de la población.

En el derecho romano de la República, los esclavos tenían la misma consideración que los animales de labor: eran propiedad absuluta de su dueño, que podía venderlos, castigarlos e incluso matarlos sin rendir cuentas a nadie. Los esclavos no podían tener propiedad ni formar una familia legal, aunque se permitía la cohabitación bajo el nombre de contubernio. Los niños nacidos de estas uniones, llamados vernae, solían recibir mejor trato de sus dueños, que les adjudicaban tareas de confianza.

Los esclavos enviados a trabajar a una granja, o villa, formaban la llamada familia rustica. Sus tareas iban desde las estrictamente agrícolas hasta textiles o de construcción. Algunas eran agotadoras y, de hecho, se ordenaban como castigo; por ejemplo accionar los molinos en sustitución de caballos o mulas o trabajar en las canteras. Todos estaban bajo la autoridad de un supervisor o vilicus, un esclavo que gozaba de la confianza del dueño.

El dueño proveía a los esclavos de comida y vestido, ambos reducidos a la mínima expresión: una túnica cada año, y un abrigo y un par de sandalias de madera cada dos años. A cambio, les podía inflingir todo tipo de castigos. Las villas tenían una prisión, el ergastulum, donde se mantenía encadenados a los esclavos indisciplinados y se les obligaba a trabajar. Si alguno agredía al amo y escapaba, eran castigados sus compañeros. En una ocasión fueron ejecutados 400, con la excusa de que no habían socorrido a un propietario a quien había asesinado uno de sus esclavos.

Los esclavos domésticos, comparados con los que trabajaban en el campo, tenían una vida más llevadera. Los ricachones romanos podían tener decenas de ellos, cada uno dedicado a una sola tarea a sus servicio o al de su esposa o hijos: maquilladores, peluqueras, nodrizas, pedagogos, portadores de litera, músicos, lectores... Aún así, consta que a veces a los porteros (ostiarii) se les encadenaba a la puerta como si fueran perros guardianes.

Cuando algún esclavo se escapaba, su dueño ponía todos los medios para recuperar su "propiedad". Contrataba a cazadores de esclavos profesionales y ponía anuncios con la descripción del huido. Si éste era capturado, lo azotaban hasta casi morir y lo condenaban al trabajo en las canteras. También se le marcaba en la frente la letra F, por fugitivus, y a veces se le colocaba un collar en el que podía leerse: "He huido. Cógeme. Si me devuelves a mi dueño, te recompensará".

Collar de esclavo


Fuente:  Historia National Geographic, núm. 77



22 de mayo de 2010

Las trobairitz

La poesía lírica de los trovadores provenzales, que nació en el mediodía de Francia y entre 1100 y 1290 se expandió por toda Europa, estuvo siempre estrechamente vinculada con la mujer, la mujer noble y casada, la domna. Esta relación se dio en tres aspectos: como destinataria de la dedicación literaria y amorosa del trovador, como patrocinadora de su actividad poética y como productora de poesías.

En la cansó de amor, el género trovadoresco por excelencia, el trovador reflexiona en tiempo presente sobre su amor, hacia una mujer que considera superior a él, a la que llama domna, señora, y que recibe el homenaje del vasallo, el trovador. Para expresar sus sentimientos el lenguaje de la relación vasallática pasa a convertirse en metáfora de la relación amorosa, mezclado con expresiones que proceden de Ovidio, de los goliardos y de otros poetas latinomedievales, y también de la poesía arábigo-andaluza. El análisis acerca de la naturaleza de la fin'amor, amor perfecto, se convirtió en una discusión poética que duró 200 años en la que fueron repitiéndose y, a la vez renovándose, unos deseos expresados a veces con ambigüedad por medio de particulares paradojas. El amor a la dama casada era considerado como norma de ética cortés, el gozo lo proporcionaba la lejanía social o física de la amada, se la alababa hiperbólicamente y se ocultaba su nombre bajo un senhal (pseudónimo); pero también concurría el deseo de besarla, abrazarla y poseerla expresado con un lenguaje de elevada sensualidad.

El duque de Aquitania, el primer trovador conocido, deja entrever unos deseos evidentemente eróticos en los gestos del homenaje feudal:

"Aún me acuerdo de la mañana en que pusimos fin a nuestra guerra y me dio un don tan grande: su amor y su anillo. ¡Que Dios me conceda tan larga vida que pueda tener mis manos bajo su manto!"

Si fueron más de 300 las damas cantadas por los trovadores, también algunas de ellas vieron en este movimiento poético elitista una ocasión para que su corte, y ellas mismas, destacaran. Garsenda de Folcalquier, condesa de Provenza, Ermengarda de Narbona, María, vizcondesa de Ventadorn, la condesa de Burlatz o Clara de Anduza, son algunas de estas patrocinadoras de trovadores, y los testimonios que nos aportan las Vidas y razós, biografías y comentarios sobre sus poesías escritos en el siglo XIII, nos permiten conocer con fidelidad el ambiente social y cultural en que se dio este importante movimiento poético.

Por el contrario, hubo otras mujeres en el mismo ambiente feudal occitano que compusieron canciones que seguían las pautas iniciadas por los trobadores y se convirtieron en trobairitz.


Entre los 2.500 textos poéticos de trovadores provenzales, existen unas 46 canciones que corresponden a una voz femenina que no se ha atribuido a ningún trovador. Estos textos se distribuyen entre 20 mujeres cuyos nombres aparecen en las rúbricas de los Cancioneros o en el interior del texto. Indudablemente hubo más trobairitz y, desde luego, canciones.

Las trobairitz pertenecían, pues, al mismo círculo familiar y social que se relacionó con los trovadores, que era el que podía acceder a la cultura, tanto hombres como mujeres. Y aprendieron una lengua que no hablaban y el lenguaje de la poética trovadoresca, a medir versos, a seleccionar rimas y a poner música a sus canciones, fijándose atentamente en la de sus colegas masculinos. Y se decidieron a divulgarlas, quizá cantándolas ellas mismas, como lo hacían muchos trovadores, o por medio de una juglaresa, y sin considerarse nunca como profesionales.

La iconografía representa muchas veces algunas mujeres con un instrumento musical en la mano o con actitud declamatoria, lo que apoya que la actuación femenina era considerada como un elemento no insólito en la vida cultural de la época.


Fuente:
  • Breve historia feminista de la literatura española - Myriam Díaz-Diocaretz / Iris M. Zavala

21 de mayo de 2010

Historia del corset

La palabra corset proviene del antiguo francés “cors” que era un diminutivo de “cuerpo”. Los orígenes del corset se pierden en la antigüedad. Las mujeres de civilizaciones antiguas tales como Creta, Grecia, Roma, Egipto, Siria, usaban una especie de corset para levantar el busto, afinar la cintura o en ocasiones también para practicar ciertos deportes que requerían trajes de soporte o constrictores. Pero no fue sino hacia los siglos XVI y XVII que el uso del corset se difundió como una prenda usada por todas las mujeres, independientemente de su posición social. Como muestran los cuadros del Renacimiento, aquellos primeros corsés eran particularmente rígidos e incómodos, aunque su fin siempre fue el mismo (mantener una postura erguida, levantando o aplanando el busto, afinando la cintura) el esqueleto de la prenda se armaba con varillas de hierro o madera, también de hueso de ballena. Para entonces las mujeres ya hacían uso y “abuso” del corset: afinando sus cinturas a medidas extremas. La moda comenzó en España y Francia más a finales del Siglo XVII, aquí los corsets se volvieron más elaborados y fueron una parte esencial de la imagen con faldas voluminosas, pequeños abrigos y el aro entrelazado en el corset que empujaba el pecho hacia arriba, la imagen ideal y voluptuosa de una mujer en un evento social. En el siglo XVII la prenda ya era usada también por los hombres, los niños y niñas a partir de los 7 u 8 años, principalmente en las clases sociales más altas. La práctica de “tight lacing” (encordado ajustado) era en demasía popular, y continuó siéndolo en los años venideros. Las pinturas de la época dan cuenta gráficamente de las cinturas que aquellas damas esculpían tirando fuertemente de los cordones de sus corsés. A mediados del s. XVIII los corsés volvieron a ser el centro de la moda en tanto se hacía la transición hacia los famosos corsés victorianos. Contrario a las comunes concepciones acerca de los corsés victorianos, no todas las mujeres apretaban sus corsés al extremo y mucho menos a diario. Tampoco removían sus costillas quirúrgicamente, ni les provocaba tuberculosis, ni les dañaba la columna. Sin embargo, el continuo uso del corset extremadamente ajustado, les podía llegar a deformar la cavidad pulmonar, y provocar el desplazamiento de órganos. Las damas de la alta sociedad se reservaban el “tight lacing” para eventos formales tales como bailes o reuniones sociales. Y en estos momentos era cuando, si se excedían, les podría ocasionar desmayos (por la reducción de la caja torácica que privaba a los pulmones de recibir el aire necesario). La Revolución Francesa hizo caer la prenda en desuso pues, así lo dictaba el mandato de la academia de artes y ciencias: las mujeres bien vestidas de Francia no deben llevar zapatos, calcetas, corset o medias. Esta actitud no tuvo larga vida pues, la mujeres francesas buscando el ideal de belleza griega volvieron a retomar el corset para ayudarse en el empeño. Aunque Napoleón odiaba el corset, al que llamaba “El asesino de la raza humana”, sus dos esposas usaban la prenda. El motivo de los odios de Napoleón hacia el corset era político-militar pues él consideraba que la prenda tenía efectos negativos sobre la natalidad y sus intenciones militares necesitaban de nacimientos masivos para los futuros soldados de la patria. Después de la segunda guerra mundial, las mujeres reaccionaron unidas contra la exigencia de resaltar el busto y las caderas, la igualdad entre los sexos se convirtió en una demanda femenina pero el resultado fue que las damas se masculinizaron y hacían esfuerzos por parecerse más y más al hombre. El pelo se acortó, las formas se alisaron, las caderas se disimularon y toda protuberancia inquietante que pudiera interferir en la diferenciación se ocultaba. La moda duro poco y las damas retomaron de nuevo la costumbre de destacar sus formas en relación con la caída de una cantidad de tabúes sexuales. Fuentes consultadas: http://www.taringa.net/posts/apuntes-y-monografias/4189366/Historia-del-Cors%C3%83%C2%A9_.html http://www.elkiosko.com.mx/el_corset_inicio_y_evolucion.htm

20 de mayo de 2010

Nefertari, la esposa amada

Nefertari -Nefertari Merytmut o Mut Nefertari- (1300-1250 a.C.) fue la Gran Esposa Real de Ramsés el Grande. Es una de las reinas egipcias más conocidas junto a Cleopatra, Nefertiti y Hatshepsut. Su tumba, lujosamente decorada, es la mayor y más espectacular del Valle de las Reinas. Los orígenes de Nefertari son desconocidos, pero se cree que pertenecía a la nobleza. Mientras ella fue reina su hermano Amenmose ocupó el cargo de alcalde de Tebas. Nefertari se casó a los trece años con Ramsés, quince años antes de que éste ascendiera al trono, y fue la más importante de sus ocho esposas durante veinte años. Hacia el año 1240 a.C. su importancia parece menguar y sus imágenes al lado del faraón empiezan a escasear. Nefertari tuvo al menos cuatro hijos y dos hijas, pero ninguno de ellos ocupó el trono. El heredero de Ramsés fue el príncipe Merneptah, su hijo número 13 engendrado con otra esposa, Isetnofret. Ramsés engendró por lo menos 48 hijos durante su largo reinado. Nefertari murió en algún momento del año 25 del reinado de Ramsés, pasando Isetnofret a ocupar el puesto de esposa principal.

Ramsés y Nefertari

Nefertari fue probablemente la única reina egipcia que fue deificada en vida. Cerca del templo de Ramsés en Abu Simbel se encuentra uno más pequeño dedicado a Nefertari y a la diosa Hathor, algo inusual ya que los templos solían estar dedicados a las deidades, nunca a los mortales. Su estatus lo confirma el hecho de que era representada como parte de la comitiva de su marido incluso en los viajes importantes. También se la representaba con un tamaño igual al de Ramsés, lo que indica lo importante que era para el faraón. Su importancia se ve reforzada por los escritos que aparecen en unas tablillas pertenecientes a la ciudad hitita de Hattusas, que contienen la correspondencia mantenida por Nefertari con el rey Hattusilis y su esposa Pudukhepa. Ella parece haber sido fundamental en el mantenimiento de la paz entre egipcios e hititas. El inusual afecto de Ramsés por su esposa, descrito en las paredes de su tumba, demuestra que algunos matrimonios egipcios no eran meras cuestiones de conveniencia o medios para acumular más poder, sino que se basaban en el apego emocional. En algunas paredes de la cámara funeraria de Nefertari aparece el poema escrito por Ramsés a su esposa muerta: "mi amor es único, nadie puede rivalizar con ella, porque ella es la mujer más hermosa..." Ramsés se refería a su amada esposa como "la única para la que brilla el sol".

Tumba de Nefertari en el Valle de las Reinas

19 de mayo de 2010

El Motín de Esquilache

El Motín de Esquilache ocurrió en marzo de 1766, bajo el reinado de Carlos III. Básicamente fue la consecuencia del creciente descontento en Madrid a causa de la subida de los precios del pan y de otros productos de primera necesidad, y el detonante para que estallara el conflicto fueron las medidas relativas a ciertas prendas de vestir promulgadas por Leopoldo de Gregorio, Marqués de Esquilache, un napolitano favorecido por Carlos III.

Marqués de Esquilache

Lo que pretendía Esquilache era sustituir las capas largas y los sombreros de ala ancha usados por los madrileños por capas cortas y sombreros de tres picos, en un intento de europeizar y modernizar España. Alegaba que las capas largas facilitaban el ocultamiento de las armas y los grandes sombreros eran una salvaguardia para los delincuentes, porque podían ocultar el rostro. Concebidas como una medida de seguridad pública, estas disposiciones en un principio no llamaron mucho la atención de la población, preocupada como estaba por otros problemas más acuciantes, como el aumento de los precios del pan, el aceite, el carbón y la carne seca, causado en parte por la liberalización del comercio del grano. Además, en un primer momento, las medidas relativas a la vestimenta sólo se aplicaron a la Casa Real y a su personal. Bajo amenaza de arresto, los funcionarios reales acataron la orden masivamente y sin protestar. Posteriormente, Esquilache la hizo extensiva a la población general pese a ser advertido por el Consejo de Castilla de que la prohibición de las capas y los sombreros causaría el descontento general entre la población. Esquilache siguió adelante con las medidas y el 10 de marzo de 1766 aparecieron en Madrid carteles prohibiendo el uso de estas prendas. La reacción popular fue inmediata: los carteles fueron arrancados de las paredes y las autoridades locales sufrieron ataques por parte de la población.

Carlos III de España

El domingo de Ramos, en torno a las 4 de la tarde, dos ciudadanos vestidos con las prendas prohibidas cruzaron provocativamente la plazuela de Antón Martín. Varios soldados les dieron el alto y les pidieron explicaciones. Fueron intercambiados varios insultos y los soldados trataron de detenerlos, cuando uno de los hombres sacó una espada y lanzó un silbido. Entonces apareció un grupo numeroso de gente armada y los soldados se vieron obligados a huir. Los amotinados asaltaron un cuartelillo que había en la misma plaza y se apoderaron de fusiles y sables. Una vez hecho esto, 2.000 manifestantes marcharon hasta la Plaza Mayor gritando insultos contra Esquilache. Por el camino se toparon con el Duque de Medinaceli a quien obligaron a transmitir al rey una serie de peticiones. El duque se dirigió al rey, quien mantuvo la calma en todo momento sin darse cuenta de la gravedad de la situación. Mientras tanto, los amotinados habían destruido las 5.000 farolas que habían sido instaladas por toda la ciudad. Un servidor de Esquilache fue apuñalado cuando los amotinados se dirigieron a la mansión del ministro, que saquearon. También atacaron los palacios de otros dos ministros italianos, Grimaldi y Sabatini, y esa misma noche un retrato de Esquilache fue quemado en la Plaza Mayor. El rey seguía sin hacer nada. El 24 de marzo la situación empeoró. Los amotinados, muy robustecidos en número y en confianza, marcharon hasta la residencia real, defendida por soldados españoles y por los odiados valones. Las tropas dispararon y mataron a una mujer, lo que hizo aumentar el número de manifestantes. Un sacerdote se erigió en representante de los manifestantes y logró abrirse camino hasta Carlos III y presentarle las peticiones. El discurso del cura fue tajante: o se satisfacían las demandas, o el palacio del rey quedaría reducido a escombros en menos de dos horas.

El Motín de Esquilache. Francisco de Goya

Las demandas eran: 1. Esquilache y toda su familia debían abandonar España. 2. El gobierno español debía ser ocupado por ministros españoles. 3. Disolución de la Guardia Valona. 4. Reducción del precio de los productos básicos. 5. Desaparición de la Junta de Abastos. 6. Los soldados debían retirarse a sus cuarteles 7. Debía permitirse el uso de la capa larga y del sombrero de ala ancha. 8. Su Majestad debía salir a la vista de todos para que puedan escuchar por boca suya la palabra de cumplir y satisfacer las peticiones. El rey se sentía inclinado a aceptar las peticiones a pesar de que varios de sus ministros se lo desaconsejaban. Se asomó al balcón del palacio y las aceptó. Esto calmó a la población, pero el rey, temiendo por su seguridad, cometió el error de huir a Aranjuez acompañado de toda su familia y de sus ministros. Esto despertó las iras de la población, que creyó que el rey había aceptado las demandas para calmarlos y posteriormente huir. Unas 30.000 personas se dedicaron entonces a saquear almacenes y cuarteles y a liberar a los presos. El rey entonces envió una carta donde se comprometía a satisfacer todas las demandas y la población se tranquilizó de nuevo. Esquilache fue destituido y enviado a Italia. Antes de partir dejó escrito: "yo he limpiado Madrid, le he empedrado, he hecho paseos y otras obras... que merecería que me hiciesen una estatua, y en lugar de esto me ha tratado tan indignamente". Curiosamente fue el conde de Aranda, que quedó a cargo del gobierno mientras el rey estaba en Aranjuez, quien convenció al pueblo de Madrid de cambiar las capas y los sombreros de la discordia por capas cortas y tricornios tal y como pretendía el marqués de Esquilache. Fuentes:

Espectacular hallazgo en Egipto

Un equipo de investigadores españoles ha encontrado más de 3.000 piezas, entre objetos y fragmentos, en la primera campaña de excavación en la mayor tumba inédita de la dinastía XVIII de la antigua ciudad de Tebas, en Luxor (Egipto). Momias, huesos humanos, cuentas de collar, lino, papiros y estatuillas son algunos de los restos hallados por el equipo que dirige Francisco Martín Valentín, del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto, que consiguió en 2009, tras dos años de negociaciones, un permiso para trabajar en esta tumba. 'Lo que hemos encontrado es una enormidad, una locura, y no sabemos lo que puede salir de esta tumba', ha relatado a Efe Martín Valentín, quien ha anunciado que en octubre de este año comenzarán la segunda campaña de excavaciones, que durará dos meses y medio. Los investigadores trabajaron y trabajarán en octubre en la tumba 28 que perteneció al visir de Amenhotep, Huy (del que prácticamente no se sabe nada), correspondiente al reinado de Amenhotep III (Imperio Nuevo, hacia 1360-1353 antes de cristo). Este período y, en concreto, el tiempo transcurrido entre los años 28 al 36 de este soberano constituye uno de los períodos más turbulentos del Imperio Nuevo egipcio, ha señalado Martín Valentín. Los investigadores encontraron el monumento totalmente cubierto de arena, lo que parece la causa de que hasta ahora la tumba no haya sido explorada por arqueólogos, según Martín Valentín. Lo primero que hizo el grupo de once expertos fue, además de despejar la zona de arena, limpiar los desechos. Después aclararon la zona del patio pegada a la puerta de la tumba o capilla y excavaron hasta los cuatro o cinco metros. Una vez dentro, los expertos lograron medir el monumento: cerca de mil metros cuadrados de superficie, entre el patio y la capilla, por una media de 5,5 metros de profundidad, ha detallado Martín. Ya en el patio (previo a la capilla) hallaron objetos, como las cuentas de collar de fayenza azul, los papiros con inscripciones y varios ushebtys, pequeñas figuras funerarias que los egipcios colocaban junto a las momias para 'que hicieran el trabajo del fallecido en el mundo de Osiris', según el director del proyecto. Entre las piezas halladas, la que más llamó la atención a Martín Valentín fue una estatuilla de mujer desnuda de 14 centímetros hecha de marfil de hipopótamo y que sitúa en el 1.100 antes de cristo. También en el patio, los expertos localizaron siete tumbas en las paredes, por lo que en este monumento hay dos necrópolis, una en el citado patio y otra en la capilla, en la tumba propiamente dicha. En la capilla, el grupo de científicos halló los restos de 28 columnas, que junto a las dos que aún están en pie, formaban parte de la decoración y estructura de esta parte del monumento. Además de los restos de esta época egipcia, los expertos descubrieron objetos de la época cristiana. En concreto, hallaron restos, los menos, de coptos que habitaron, como era habitual en esa época (siglo II-IV después de cristo) la tumba. 'Es inimaginable lo que puede encontrarse en este lugar', ha insistido Martín Valentín, quien ha explicado que aún quedan por explorar muchas cosas, como las propias cámaras funerarias, donde los expertos esperan descubrir más objetos que ayuden a la comunidad científica e histórica y al público a conocer mejor este período. Los más de 3.000 objetos hallados en esta primera excavación están clasificados, registrados y guardados en un almacén. Para la segunda campaña, ha añadido el director del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto de Madrid, se sumarán otros ocho investigadores españoles. El proyecto, que se lleva a cabo en cooperación con el Supreme Council of Antiquities de Egipto, recibe financiación del Ministerio de Cultura y de la Fundación Gaselec de Melilla. Fuente:

Descubren una tumba en una pirámide de México

Un equipo de arqueólogos ha descubierto en un valle del sur de México una tumba que podría tener hasta 2.700 años y que, en ese caso, sería la prueba más antigua en México y Centroamérica del uso de pirámides como recintos funerarios. El hallazgo se produjo durante unos trabajos de excavación dentro de una pirámide que debió alcanzar 7 metros de altura, en la zona arqueológica de Chiapa de Corzo. En la tumba, de cuatro por tres metros cuadrados, yacían los restos de tres personas. A juzgar por los adornos de jade, ámbar y perlas alrededor de los restos de uno de los esqueletos, perteneciente a un hombre de unos 50 años, los expertos sospechan que se trataba de un personaje de alto rango, como un sumo sacerdote o gobernante. Los restos de otros dos individuos que fueron hallados en la tumba pertenecen a un niño y un joven, que, posiblemente, fueron sacrificados. Además, en una cámara anexa a la tumba, se encontraron restos de una mujer de mediana edad. Los científicos sostienen que el presente descubrimiento evidencia que las pirámides se utilizaron como enterramientos mil años antes de que la civilización maya comenzara a levantar monumentos fúnebres. Chiapa de Corzo fue un antiguo centro ceremonial y administrativo, cuyo origen se remonta a casi 3,500 años, que sirvió como punto estratégico en las rutas de comercio entre el Golfo y el Pacífico. Ahora es una zona arqueológica abierta al público. El sitio fue habitado por los zoques, una etnia de los estados de Chiapas, Oaxaca y Tabasco, en el sureste del país. Pero algunas vasijas grabadas halladas en la tumba tienen elementos olmecas parecidos al sitio prehispánico de La Venta, en Tabasco, y considerado la parte nuclear de la zona olmeca, famosa por el hallazgo de grandes cabezas de piedra. Esto hace pensar a los arqueólogos que ambos sitios habrían sido fundados por los olmecas. Fuente:

18 de mayo de 2010

El incesto en la Edad Media

En la época medieval la Iglesia se enfrentaba a la tarea desalentadora y difícil de convencer a la sociedad de que el matrimonio, antes considerado un asunto familiar, debía ser verdaderamente monógamo y ajustarse a ciertas normas cristianas. Una de las normas que la Iglesia trató de imponer en la temprana Edad Media fue la exogamia o la prohibición del incesto. La ampliación del tabú del incesto incluso a parientes remotos es una característica única de la legislación cristiana de la alta Edad Media. No existía ningún precedente de una prohibición tan amplia en el derecho romano clásico que limitaba el tabú a parientes muy cercanos. La lucha contra el incesto se intensificó en el siglo VI. En la Galia, los concilios amenazaban a los incestuosos con la excomunión. También la legislación civil imponía esas prohibiciones; entre los visigodos la prohibición se extendía hasta el sexto grado. Al principio los merovingios fueron reacios a seguir a la Iglesia en esta cuestión -Clotario y Cariberto se casaron en segundas nupcias con sus cuñadas-, pero en el año 630 Dagoberto II castigó a los incestuosos con la confiscación de sus bienes. Las prohibiciones fueron sensiblemente ampliadas en el siglo VIII. El concilio de Roma del año 721 excluía a todos los parientes consanguíneos y a los "parientes espirituales", es decir a los padrinos. Bajo Carlomagno el número de concilios sobre este tema se multiplicó, y en el siglo IX la prohibición se amplió a los primos de sexto grado. ¿Por qué ponía la Iglesia tanto énfasis en estas prohibiciones que no tenían precedente ni siquiera en la Biblia? Algunos historiadores ven en esta lucha contra el incesto una verdadera confabulación de la Iglesia urdida para reducir el número de herederos y así multiplicar el número de casos en los que la herencia pudiese pasar a la Iglesia. Otros, por el contrario creen que la Iglesia no estaba lo suficientemente centralizada para poder imponer semejante política de forma unificada. También hay quien opina que el objetivo de estas prohibiciones era asegurar unas relaciones familiares y sociales armoniosas. Se podría añadir a esta explicación, que las prohibiciones de incesto son comparables a los numerosos tabúes relacionados con el sexo (y a veces con la sangre) que eran predicados por la Iglesia del Medievo temprano con la intención de reducir las ocasiones en que podía producirse el trato sexual, incluso entre las parejas casadas. Numerosos cánones prohibían las relaciones sexuales con mujeres menstruantes y condenaban el acto sexual en días festivos. La Iglesia logró convencer a la población cristiana de que respetase tales tabúes amenazando con castigos divinos como, por ejemplo, el nacimiento de un hijo deforme concebido en un acto sexual prohibido. Tales temores también se podían provocar agitando la bandera roja del incesto. Carlomagno, por ejemplo, que posiblemente había cometido incesto con su hermana, interpretaba la muerte de Roldán -que habría sido su hijo y sobrino- como un castigo por su pecado. Pero las autoridades civiles también tenían motivos que no eran eclesiásticos para cooperar en la lucha contra el incesto. La endogamia de la aristocracia constituía una amenaza para el Estado, porque la concentración de tierra y riqueza en manos de grandes grupos familiares podía debilitar la autoridad pública y amenazar la paz civil. La teoría legal que sustenta las prohibiciones de incesto fue perfeccionada en el siglo XII, en el contexto del desarrollo de una teoría coherente del matrimonio. La consanguinidad el parentesco espiritual se convirtieron en impedimentos para el matrimonio, y aunque dos personas estuviesen casadas el matrimonio era nulo y la pareja tenía que separarse. Fuente:

  • Historia de la pareja en la Edad Media: placer y amor - Leah Otis-Cour

Descubren en China ruinas de un templo taoísta

Un equipo de arqueólogos chinos ha descubierto las ruinas de un templo taoísta en la provincia oriental china de Jiangxi. Según los primeros cálculos, el templo tendría una historia de más de 800 años. Prácticamente colgadas de la cima del monte Xiangshan, en el distrito de Chongren, a una altura de 1.219 metros, las ruinas cubren un área de 5.538 metros cuadrados, dijo Yang Yuexiong, de la oficina distrital de la Administración del Patrimonio Cultural. Basándose en los vestigios descubiertos en el lugar y en documentos históricos, los arqueólogos calculan que la estructura fue construida antes de la dinastía Yuan (1206-1370), sostuvo Yang. Los expertos han calificado el complejo de edificaciones como "misterioso", pues las rocas con las que fue construido tienen formas irregulares y carecen de adobe, cal o cualquier otro material adhesivo entre ellas, añadió el funcionario. Adicionalmente, en diferentes rincones es posible apreciar enormes rocas que podrían pesar más de 500 kilogramos cada una, lo que ha llevado a los especialistas a preguntarse cómo lograron los obreros de entonces llevarlas hasta la cumbre de la montaña sin la ayuda de máquinaria moderna. "Estamos investigando para encontrar la respuesta a estos y otros interrogantes", dijo Yang. Fuente:

17 de mayo de 2010

La moneda andalusí

Dentro de todas las manifestaciones artísticas, culturales y económicas que el Islam desarrolló en al-Andalus, la moneda es una de las más importantes, no sólo por su valor como herramienta económica, sino por la abundante información de todo tipo que nos proporciona. Las leyendas indican el lugar de acuñación de las monedas, la fecha exacta y los nombres de los califas, primeros ministros, funcionarios de cierta importancia, etc. La transición al modelo monetario islámico en al-Andalus está estrechamente ligada a la dinastía omeya de Damasco, bajo la cual se inicia el proceso de conquista de la Península Ibérica. Una de las principales características de la moneda islámica es su radical diferencia con respecto a lo que existía en la Península Ibérica, rechazando cualquier adopción de los modelos locales en favor de los diseños y conceptos de una tradición numismática derivada de la bizantina, presente en el norte de África. En cuanto a los metales utilizados se vuelve al oro (dinar), plata (dirham) y cobre (fals). Esto hace patente la vinculación con los modelos monetarios bizantinos, al tiempo que muestra una profunda diferencia con el sistema monetario de época visigoda vigente en Hispania.

Dinar

La unidad real y constante es el dirham, sobre el que se articula toda la relación entre el Estado y su población. El oro, bajo la forma del dinar, se utilizará siempre como una medida de cuenta, canónica y obligada, con una emisión y una circulación menor, algo que es lógico en una sociedad religiosa como la andalusí. Sin embargo, en tiempos del Califato (s. X) y las Taifas (s. XI), el dinar se acuña con frecuencia como un complemento del sistema monetario, al tiempo que cumple sobre todo en la época del Califato con un papel que se corresponde con la dignidad e importancia de la nueva situación política creada.

Dirham

Por su parte el fals tiende a cumplir una misión complementaria dentro de la estructura del sistema monetario. Sin duda es el elemento que más problemas plantea para su estudio, ya que por su escaso o nulo valor intrínseco aparece de forma muy escasa en los hallazgos, o ha sido preservado en colecciones de forma parcial.

Fals
Fuente:
  • El Zoco: vida económica y artes tradicionales en al-Andalus y Marruecos - Francisco Vidal Castro

16 de mayo de 2010

El número de Dios (José Luis Corral)

En la Edad Media, el siglo XIII fue el siglo de la mujer y de las catedrales, una época de culto a la poesía, al amor y a la inteligencia que encuentra una de sus expresiones más acabadas en el arte gótico, que permite el maridaje entre la belleza artística y el homenaje a la deidad cristiana. Sun embargo, es también una época de persecuciones religiosas que obligan a la clandestinidad y al silencio a personajes como la protagonista de El número de Dios, Teresa Rendol. Hija de un maestro pintor y pintora ella misma desde muy joven, su azarosa historia la lleva a ser protagonista de la construcción de las catedrales de Burgos y León, y a entrar en contacto con uno de los secretos mejor guardados, transmitidos de generación en generación entre el gremio de arquitectos, el número de Dios, el secreto sobre el que se sustentan las catedrales del nuevo estilo importado de Francia. En su regreso al Medievo, José Luis Corral nos ofrece un detallado paisaje histórico de un momento clave en la evolución artística e ideológica de Europa, al tiempo que nos sumerge en un misterio de primera magnitud.

15 de mayo de 2010

El movimiento obrero: de artesanos a proletarios

Desde mediados del siglo XVIII fueron cambiando, sobre todo en Inglaterra, las condiciones de trabajo. Al implantarse la libertad de producción, que permitió la creación de nuevas manufacturas al margen de toda reglamentación gremial, los antiguos artesanos perdieron todos sus privilegios. Los proletarios fijaban las condiciones de la producción y de contratación laboral. Los trabajadores de las nuevas manufacturas eran campesinos que habían emigrado a la ciudad para conseguir trabajo, y también población urbana, en especial artesanos arruinados porque no podían competir con la introducción de las nuevas máquinas. Se transformaron en proletarios que, carentes de toda propiedad salvo su prole, necesitaban trabajo y eran contratados por el propietario del taller o la fábrica para cumplir la jornada laboral a cambio de un salario. El trabajo asalariado fue configurando una nueva clase obrera que se consolidaría sobre todo a partir de 1820, al iniciarse la era de la fábrica. Las fábricas, locales mayores que los talleres y con máquinas más potentes movidas por la energía del vapor o la hidráulica, afianzaron un nuevo orden laboral: jornadas de hasta 15 horas, un ritmo de trabajo constante y sin descanso también aplicado a mujeres y niños, una dura disciplina y unos salarios bajísimos. Además, en un primer momento, el proceso de mecanización condujo al paro a amplios sectores de trabajadores manuales, como los tejedores ingleses. De las 800.000 personas que en el año 1800 trabajaban en los telares manuales de Inglaterra, en el año 1834 sólo quedaban 200.000. El desempleo, los bajos salarios, las jornadas agotadoras y la dura disciplina laboral generaron una creciente conflictividad. Los trabajadores se hicieron muy pronto conscientes de la explotación a la que eran sometidos.

Los primeros conflictos y el ludismo En un primer momento, los cambios en el mundo del trabajo provocaron conflictos aislados e incluso motines. Empezaron a surgir asociaciones de trabajadores formadas sobre todo por oficiales artesanos en vías de proletarización. Primero se organizaron los trabajadores de un mismo oficio y a nivel local; posteriormente se fueron uniendo localidades diversas y distintos oficios. Ante la formación de sociedades obreras y las acciones colectivas, la intervención gubernamental adquirió un carácter represivo. Las asociaciones obreras acabaron siendo prohibidas tanto en Francia como en Inglaterra. En paralelo se desarrollaban movimientos radicales, herederos de la Revolución Francesa, que propugnaban reformas democráticas y reclamaban derechos y libertades. En las ciudades inglesas se impulsaron movilizaciones, marchas y concentraciones en las que participaron los trabajadores, en favor de la reforma política y la abolición de las leyes antiasociativas. En este contexto, cerca de Nottingham, el ejército reprimió en 1811 con violencia una manifestación de trabajadores que se quejaban de la anchura de los nuevos telares para la fabricación de medias, que les obligaba a trabajar más por el mismo salario. Por la noche, y como protesta, fueron incendiados más de 60 telares. La destrucción se asoció a un dirigente, el capitán Ned Ludd, que pronto adquirió una dimensión mítica. Su nombre fue utilizado para firmar las cartas de amenaza a los propietarios de máquinas. Los luditas consideraban que las máquinas agredían los intereses de los trabajadores porque provocaban el paro y la disminución de los salarios. Con sus acciones, los luditas pretendían forzar a los patronos a negociar las condiciones de trabajo. El ludismo se extendió a las regiones industrializadas de Inglaterra y en el continente europeo, desde la Bretaña hasta Alcoy (1820) y Barcelona (1835). Fue objeto de persecución gubernamental (en 1813 fueron ejecutados 18 luditas) y entró en declive a partir de 1817, si bien en la década de 1830 se reactivó en el campo inglés con ataques a las máquinas trilladoras.

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