En la época medieval la Iglesia se enfrentaba a la tarea desalentadora y difícil de convencer a la sociedad de que el matrimonio, antes considerado un asunto familiar, debía ser verdaderamente monógamo y ajustarse a ciertas normas cristianas. Una de las normas que la Iglesia trató de imponer en la temprana Edad Media fue la exogamia o la prohibición del incesto. La ampliación del tabú del incesto incluso a parientes remotos es una característica única de la legislación cristiana de la alta Edad Media. No existía ningún precedente de una prohibición tan amplia en el derecho romano clásico que limitaba el tabú a parientes muy cercanos. La lucha contra el incesto se intensificó en el siglo VI. En la Galia, los concilios amenazaban a los incestuosos con la excomunión. También la legislación civil imponía esas prohibiciones; entre los visigodos la prohibición se extendía hasta el sexto grado. Al principio los merovingios fueron reacios a seguir a la Iglesia en esta cuestión -Clotario y Cariberto se casaron en segundas nupcias con sus cuñadas-, pero en el año 630 Dagoberto II castigó a los incestuosos con la confiscación de sus bienes. Las prohibiciones fueron sensiblemente ampliadas en el siglo VIII. El concilio de Roma del año 721 excluía a todos los parientes consanguíneos y a los "parientes espirituales", es decir a los padrinos. Bajo Carlomagno el número de concilios sobre este tema se multiplicó, y en el siglo IX la prohibición se amplió a los primos de sexto grado. ¿Por qué ponía la Iglesia tanto énfasis en estas prohibiciones que no tenían precedente ni siquiera en la Biblia? Algunos historiadores ven en esta lucha contra el incesto una verdadera confabulación de la Iglesia urdida para reducir el número de herederos y así multiplicar el número de casos en los que la herencia pudiese pasar a la Iglesia. Otros, por el contrario creen que la Iglesia no estaba lo suficientemente centralizada para poder imponer semejante política de forma unificada. También hay quien opina que el objetivo de estas prohibiciones era asegurar unas relaciones familiares y sociales armoniosas. Se podría añadir a esta explicación, que las prohibiciones de incesto son comparables a los numerosos tabúes relacionados con el sexo (y a veces con la sangre) que eran predicados por la Iglesia del Medievo temprano con la intención de reducir las ocasiones en que podía producirse el trato sexual, incluso entre las parejas casadas. Numerosos cánones prohibían las relaciones sexuales con mujeres menstruantes y condenaban el acto sexual en días festivos. La Iglesia logró convencer a la población cristiana de que respetase tales tabúes amenazando con castigos divinos como, por ejemplo, el nacimiento de un hijo deforme concebido en un acto sexual prohibido. Tales temores también se podían provocar agitando la bandera roja del incesto. Carlomagno, por ejemplo, que posiblemente había cometido incesto con su hermana, interpretaba la muerte de Roldán -que habría sido su hijo y sobrino- como un castigo por su pecado. Pero las autoridades civiles también tenían motivos que no eran eclesiásticos para cooperar en la lucha contra el incesto. La endogamia de la aristocracia constituía una amenaza para el Estado, porque la concentración de tierra y riqueza en manos de grandes grupos familiares podía debilitar la autoridad pública y amenazar la paz civil. La teoría legal que sustenta las prohibiciones de incesto fue perfeccionada en el siglo XII, en el contexto del desarrollo de una teoría coherente del matrimonio. La consanguinidad el parentesco espiritual se convirtieron en impedimentos para el matrimonio, y aunque dos personas estuviesen casadas el matrimonio era nulo y la pareja tenía que separarse. Fuente:
- Historia de la pareja en la Edad Media: placer y amor - Leah Otis-Cour
Sin embargo los reyes siempre se arreglaban para obtener dispensa siendo primos mas o menos cercanos, y en algun caso hasta tio y sobrina. Y asi les lucio el pelo. Caras pagaron las consecuencias.
ResponderEliminarBuenas noches, madame
Bisous
Interesante entrada esta de hoy con el incesto y la Iglesia como loca por pillar "cacho" en las herencias...
ResponderEliminarComo dice Madame, Felipe IV, incestuoso y pedófilo, además de putero empedernido, se casó con su sobrina carnal Mariana de Austria y así le salió la cosa...
Saludos.
El incesto es una imposición social, es negar la existencia del amor dentro de las mismas familias.
ResponderEliminarMe gusto mucho el articulo...
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