Nefertari -Nefertari Merytmut o Mut Nefertari- (1300-1250 a.C.) fue la Gran Esposa Real de Ramsés el Grande. Es una de las reinas egipcias más conocidas junto a Cleopatra, Nefertiti y Hatshepsut. Su tumba, lujosamente decorada, es la mayor y más espectacular del Valle de las Reinas. Los orígenes de Nefertari son desconocidos, pero se cree que pertenecía a la nobleza. Mientras ella fue reina su hermano Amenmose ocupó el cargo de alcalde de Tebas. Nefertari se casó a los trece años con Ramsés, quince años antes de que éste ascendiera al trono, y fue la más importante de sus ocho esposas durante veinte años. Hacia el año 1240 a.C. su importancia parece menguar y sus imágenes al lado del faraón empiezan a escasear. Nefertari tuvo al menos cuatro hijos y dos hijas, pero ninguno de ellos ocupó el trono. El heredero de Ramsés fue el príncipe Merneptah, su hijo número 13 engendrado con otra esposa, Isetnofret. Ramsés engendró por lo menos 48 hijos durante su largo reinado. Nefertari murió en algún momento del año 25 del reinado de Ramsés, pasando Isetnofret a ocupar el puesto de esposa principal.
Nefertari fue probablemente la única reina egipcia que fue deificada en vida. Cerca del templo de Ramsés en Abu Simbel se encuentra uno más pequeño dedicado a Nefertari y a la diosa Hathor, algo inusual ya que los templos solían estar dedicados a las deidades, nunca a los mortales. Su estatus lo confirma el hecho de que era representada como parte de la comitiva de su marido incluso en los viajes importantes. También se la representaba con un tamaño igual al de Ramsés, lo que indica lo importante que era para el faraón. Su importancia se ve reforzada por los escritos que aparecen en unas tablillas pertenecientes a la ciudad hitita de Hattusas, que contienen la correspondencia mantenida por Nefertari con el rey Hattusilis y su esposa Pudukhepa. Ella parece haber sido fundamental en el mantenimiento de la paz entre egipcios e hititas. El inusual afecto de Ramsés por su esposa, descrito en las paredes de su tumba, demuestra que algunos matrimonios egipcios no eran meras cuestiones de conveniencia o medios para acumular más poder, sino que se basaban en el apego emocional. En algunas paredes de la cámara funeraria de Nefertari aparece el poema escrito por Ramsés a su esposa muerta: "mi amor es único, nadie puede rivalizar con ella, porque ella es la mujer más hermosa..." Ramsés se refería a su amada esposa como "la única para la que brilla el sol".
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