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11 de diciembre de 2015

La Catedral de Chartres


La Catedral de Notre-Dame de Chartes, ciudad cercana a París, se considera una de las mejores obras arquitectónicas del gótico. De sus portadas destaca el Pórtico Real, con bellísimas esculturas medievales sobre santos y profetas del Antiguo Testamento, aunque sin duda la figura más recordada es la del Cristo en Majestad del tímpano. Otra puerta famosa en el Pórtico de la Virgen, de la misma categoría artística. Un segundo foco de atención lo constituye el magnífico conjunto de vidrieras que adorna la nave central. Es uno de los escasos conjuntos medievales que han llegado íntegros y lo integran 173 ventanas. Con sus nueve portadas esculpidas, únicas en el mundo, sus 2.600 metros cuadrados de vidrieras de los Siglos XII y XIII, es una verdadera enciclopedia cristiana de piedra y cristal, hecha para una población que no sabía leer ni escribir.

En 1194 se comenzó la reconstrucción de la antigua catedral románica del siglo XI que había sido devastada por un incendio. El arquitecto de la nueva catedral, cuyo nombre desconocemos, decidió conservar el pórtico principal o fachada de occidente, realizado en 1140, y la cripta, lo que en cierta manera determinó todas las medidas básicas importantes de la nueva construcción, incluso en parte la localización de los pilares y de los tramos de la bóveda. La planta reúne elementos de la iglesia cruciforme de peregrinación románica, aunque con modificaciones que serán seguidas por las catedrales francesas del siglo XIII.

La catedral consta de un cuerpo longitudinal inicialmente de tres naves con estrechos tramos de bóveda cuatripartita, ampliado a cinco naves en la parte del coro. La fachada antigua, respetada por el incendio, impidió su prolongación. Posee una girola doble con cinco absidiolos y un transepto centrado y no muy sobresaliente de tres naves con fachadas y pórticos en ambas alas.

La cabecera junto con el transepto tenía por primera vez una amplitud de la que no se conocía otro ejemplo. En este inmenso presbiterio se podía sentir la majestad del Santo Sacrificio que celebraba el obispo rodeado de sus canónigos.

El espacio interno se define por el aumento de la verticalidad y la simplificación de los pisos. El alzado antiguo tenía cuatro pisos. Desaparecen las tribunas, con lo que el espacio vertical queda dividido sólo en tres pisos desiguales: la arcada de la nave lateral, un pequeño triforio sencillo y un gran ventanal. El primero y el tercero de los pisos son de las mismas dimensiones, mientras que el triforio es aproximadamente un tercio de los anteriores. La supresión de las tribunas representó dos ventajas: permitió elevar más las naves laterales y aumentó la iluminación al hacer mayores las ventanas.

La pared de la nave central se articula verticalmente a través del pilar y de las columnas adosadas del mismo que reciben los arcos de las ojivas diagonales de las bóvedas cuatripartitas y del arco fajón que compartimenta de tramo en tramo la bóveda central y al llegar al piso inferior los arcos formeros de la nave lateral. El pilar circular inferior sólo esta guarnecido por cuatro columnas adosadas desde la misma base que acentúan el movimiento ascendente.

Las ventanas del piso bajo son todavía abocinadas y dejando gran parte del muro. Sin embargo, las ventanas de la zona alta ocupan por primera vez toda la pared, desapareciendo el macizo en el piso superior. Posee dos grandes ventanas ojivales, separadas sólo por una jamba y un rosetón de ocho lóbulos por encima, rodeado de una corona de otros ocho intermedios y ocho pequeños, que dejan todavía mucha piedra al descubierto.

Todas las bóvedas que se levantan son de crucería cuatripartitas que llegan a los 37 metros de altura. El exterior muestra también gran claridad compositiva y austeridad decorativa. Todavía carece de la multitud de elementos decorativos góticos que tienen otras construcciones hechas a partir del siglo XIII.

Las tres fachadas de entrada se conciben de igual manera en horizontal que en vertical. Tres pisos claramente diferenciados: el de la puerta de entrada y el de los ventanales y el del rosetón superior. Tres calles verticales: la central más ancha que corresponde al espacio de la nave central, las laterales con sobresalientes contrafuertes donde levantar dos torres paralelas.

Las torres de la entrada del transepto, que están proyectadas en planta, no se llegaron a levantar posiblemente para no restar protagonismo a las de la entrada principal. Éstas, no obstante, se terminaron en épocas distintas y le dan un toque asimétrico que dota de originalidad a esta catedral. La del sur es la más antigua, se levantó entre 1140-70 en un estilo de transición entre románico y gótico. Se remató con un tejado cónico en forma de aguja, que potenció la intención vertical del gótico, hasta alcanzar los 105,5 metros. Este remate no es frecuente entre las catedrales de esta zona de Francia. La segunda torre, la norte, es de una complejidad decorativa plenamente gótica flamígera de comienzos del siglo XVI, obra de Jean de Beauce. El chapitel está perforado con una tracería de filigrana que alcanza algunos metros más que su compañera.

Los pórticos aún recuerdan la temática y los rasgos artísticos románicos. El de la fachada principal o Pórtico Real, de 1140, representa a Cristo Pantocrátor en el tímpano de la puerta, entre los tetramorfos de los evangelistas y en las jambas los apóstoles representados con gran rigidez como las típicas estatuas y columnas del románico. Sin embargo, las figuras de las arquivoltas se disponen a lo largo del arco, como en el gótico, y en las otras dos puertas se representan dos temas típicos del nuevo espíritu: la Ascensión del Señor y escenas de la vida de la Virgen. Los pórticos del crucero son también de puerta triple. Se encuentran bajo un tejadillo de gablete. Son ya del siglo XIII en estilo y temática.

En la catedral de Chartres encontramos por primera vez que el sistema de descarga exterior de las bóvedas se muestra al descubierto a través del sistema de arbotantes de doble arquería que transmiten el peso entre los contrafuertes de la nave central y el contrafuerte exterior, sin embargo aún no se ha inventado el pináculo que asiente el contrafuerte y le dote de decoración.



El laberinto

El laberinto del pavimento situado en la nave de la catedral siempre ha sido una parte muy particular de la catedral de Chartres. No es sorprendente que la información publicada acerca de este laberinto esté llena de confusión, suposiciones y fantasías, probablemente más que sobre cualquier otro laberinto.

En realidad nadie sabe cuándo fue construido, porque ningún documento de esa época contiene esa información, aunque varios autores han publicado las fechas de 1200, 1220 y 1235, incluso tan tarde como 1240, todos los dan como si se tratara de fechas comprobables de la instalación.

Las especulaciones de que el laberinto actual sustituyó a un laberinto previo es totalmente infundada. Los laberintos con diseños medievales en el suelo usados como decoración aparecieron por primera vez en las iglesias y catedrales de Italia durante el siglo XII y parece que la idea no se extendió hacia el norte de Francia hasta la última década de ese siglo como muy pronto.


En las fuentes históricas, al laberinto de la catedral se le denomina “El Camino de Jerusalén”, ya que el acto de recorrer el laberinto de rodillas, recitando el Miserere, era considerado una penitencia que otorgaba indulgencias. El tiempo invertido en recorrerlo era aproximadamente una hora, justo lo que se tarda en caminar una legua (5 kms), que fue la distancia que recorrió Jesús hasta el Monte Calvario. Así, popularmente también es conocido este laberinto como “La legua”.


Fuentes:
* http://megaconstrucciones.net/?construccion=catedral-chartres
* http://www.labolab.net/historia/iglesias-y-catedrales/el_laberinto_de_chartres/
* http://losimprescindiblesdelarte.blogspot.com.es/2011/12/catedral-de-chartres.html
* http://www.viajeuniversal.com/francia/chartres/catedral/historiacatedralchartres.htm


3 de noviembre de 2014

Arquitectura gótica: Las catedrales

El arte gótico se desarrolló en Europa entre los siglos XII y XV. Este desarrollo comenzó en Francia y desde allí se expandió prácticamente por todo el continente. A la vez que surgía el arte gótico, Europa sufría grandes cambios, como la decadencia del Sacro Imperio Romano Germánico y del feudalismo en favor de las monarquías. El auge del comercio tras las cruzadas favoreció el desarrollo de las ciudades y apareció una nueva clase social burguesa. En el ámbito religioso también hubo cambios, la espiritualidad se volvió más humanizada y próxima a la naturaleza. La Orden del Císter, liderada por San Bernardo de Claraval fue la impulsora del desarrollo del gótico. El edificio más característico del estilo gótico fue la catedral.

Catedral de Saint Denis, cerca de París

La arquitectura gótica nació en París. La primera catedral construida fue la de Saint Denis, cuya construcción fue ordenada por el abad Suger. Pero la arquitectura gótica, no sólo se limitó a los edificios religiosos, poco a poco se introdujo en el mundo profano y se construyeron grandes palacios civiles.

La causa del surgimiento de este estilo, a parte del crecimiento de las ciudades –y por lo tanto una necesidad de iglesias más amplias– debe buscarse en la necesidad de plasmar el concepto teológico de la luz, que imperaba en la época. El abad Suger ordenó la construcción de su iglesia según su idea de la luz como elemento esencial de la simbología divina. Era la idea de la Ciudad Celestial o Nueva Jerusalén que aparece en el Apocalipsis de San Juan. Esta cosmovisión se pone de manifiesto en la altura de las catedrales y en sus grandes ventanales que las llenan de luz.

La catedral no es únicamente un lugar de culto. En ella también se discuten asuntos civiles, se celebran juicios y sus torres sirven como atalayas desde donde se ve venir a los ejércitos enemigos.

La construcción de una catedral gótica era una empresa colectiva muy compleja y muy costosa. Era necesario un alto grado de especialización técnica y una buena organización del trabajo.

El orgullo y entusiasmo de los habitantes de las ciudades, sobretodo de los nuevos burgueses, ayudaban a encontrar el dinero necesario para levantar las catedrales, desde la adquisición de los terrenos hasta el pago de los salarios, pasando por el transporte de los materiales. Se recibían donaciones y limosnas, y se utilizaba el dinero de multas y de la venta de indulgencias. Y cuando no había dinero los trabajos se interrumpían.

El maestro de obras era el arquitecto. Su nombre aparece con frecuencia en el pavimento de la nave, escrito en un laberinto como homenaje a Dédalo, arquitecto del rey Minos. El arquitecto debía poseer amplios conocimientos técnicos. En primer lugar elaboraba un plano del edificio, que presentaba a los promotores de la obra, clérigos, nobles o reyes. Una vez que el proyecto era aprobado, contrataba a los operarios que llevarían a cabo los trabajos. El trabajo debía estar muy bien coordinado para evitar que se retrasaran o interrumpieran las obras.

Había diferentes tipos de obreros con distintos niveles de cualificación. Los porteadores eran jornaleros y se les contrataba en el lugar. Los amasadores de mortero, en cambio, percibían una paga más elevada. En lo más alto del escalafón estaban los maestros y albañiles, encargados de dar forma a la piedra y de colocar cada sillar en su sitio.

Los canteros o maçons eran auténticos escultores. Tallaban figuras humanas o de animales y vegetales para decorar portadas y ventanas. Utilizaban escuadras y cartabones, entre otros instrumentos, que sólo ellos sabían usar, con los que tallaban perfectos sillares. Eran trabajadores libres o francos, de ahí el término francmaçon. Aunque una catedral gótica era la suma de todas las especialidades necesarias, la principal era la de los masones. Eran ellos quienes colocaban la primera piedra del edificio y la última.

Catedral gótica de Barcelona

La catedral gótica tiene las siguientes características:
  • Suele tener planta de cruz latina, dividiendo su sector longitudinal en 3 o 5 naves y en 3 naves el transepto.
  • El transepto se suele situar en el centro del edificio, alejándose de la cabecera.
  • Tiene girola sencilla o doble.
  • La cabecera es muy grande: rodeada de una corona de capillas radiales.
  • Se destaca el crucero con cimborrio.
  • Normalmente, en la nave central se sitúa el coro, sobretodo en las catedrales españolas.
  • Se destaca la fachada principal, aunque también tienen importancia las fachadas de los laterales del transepto.
  • En general, las fachadas tienen forma de H. Flanqueada por dos torres, generalmente  con 3 puertas, y en el centro el rosetón. Puede rematar en terraza (plana) o en torres apiramidadas o chapiteles.

Fuentes:
- Artecontacto
- www.selectividad.tv
- www.nationalgeographic.com.es
- Globedia
- Arteespaña

26 de mayo de 2014

Borobudur, el templo budista más grande del mundo

En medio de la isla indonesia de Java se encuentra el espléndido santuario de Borobudur, una maravilla que combina arquitectura, escultura y simbolismo, técnicas constructivas del hinduismo y enseñanzas del budismo para producir el más grande monumento en honor a Buda en el mundo.


Borobudur fue construido entre el 760 al 825 d.C. y fue misteriosamente abandonado en el siglo XIV durante la conversión de Indonesia al islam y el declive del budismo e hinduismo en este archipiélago.

Fue redescubierto en 1814 por el británico Sir Thomas Raffles, gobernador de Java, quien condujo algunas restauraciones. La principal restauración la llevaron a cabo el gobierno Indonesio y la UNESCO en 1975-82, después de lo cual Borobudur fue inscrita en la lista de Patrimonio Mundial.

El monumento consta de seis plataformas cuadradas coronadas por tres plataformas circulares, y está decorado por 2.672 paneles de relieve y 504 estatuas de Buda.


No hay evidencia escrita de quién construyó Borobudur, o de su propósito original. El período de construcción se estimó comparando los relieves esculpidos en la base del templo y las inscripciones utilizadas comunmente entre los siglos VIII y IX. Se cree que Borobudur fue fundado aproximadamente en el año 800. Esto corresponde al período entre los años 760 y 830 d.C., el apogeo de la dinastía Sailendra en Java Central, cuando estuvo bajo la influencia del imperio Srivijaya. Se estima que la construcción duró 75 años y que fue finalizada el año 825, durante el reinado de Samaratunga.

Borobudur está construido como una gran estupa, y  visto desde arriba toma la forma de un mándala budista, representando simultáneamente la cosmología budista y naturaleza de la mente. La base es un cuadrado, con una medida aproximada de 118 metros de lado. Tiene nueve plataformas, de las cuales las seis inferiores poseen forma de cuadrado y las restantes son circulares. Las plataformas superiores presentan 72 pequeñas estupas que rodean una más grande. Cada estupa tiene forma de campana y está decorada por distintos agujeros. Hay una estatua de Buda dentro de cada estupa.

Fueron utilizados aproximadamente 55.000 m³ de piedras, las cuales fueron extraídas de diversos ríos para construir el monumento. Las piedras fueron cortadas, transportadas y colocadas sin mortero. Fueron utilizadas hendiduras y protuberancias para poder ensamblar las piedras entre sí. Los relieves fueron creados in situ después de que el monumento fuese terminado. El monumento está equipado con un sistema de drenaje para combatir las precipitaciones presentes en la región. Para evitar inundaciones, se pusieron 100 caños en cada esquina, los cuales tienen gárgolas talladas.


Fuentes:
- Mi Moleskine arquitectónico
- Wikipedia

3 de junio de 2011

Altar de Zeus (Pérgamo)

El Altar de Pérgamo es un monumento religioso de la época helenística construido originalmente en la acrópolis de Pérgamo (Asia Menor), a principios del reinado de Eumenes II (197-159 a. C.). Sus frisos monumentales, que representan una Gigantomaquia y la historia de Telefo, son una de las obras maestras de la escultura griega antigua y representan la culminación del "barroco helenístico". Fue descubierto por el ingeniero alemán Carl Humann en 1871.

En la época de la cultura helenística, se pusieron de moda los grandes altares monumentales, dedicados a una gran deidad, por lo común a Zeus. Fue tanto una moda como una necesidad, a raíz de las nuevas tendencias filosóficas que seguían las enseñanzas de los estoicos. Había un gran interés por las ideas de Heráclito, por su idea de que el fuego es el elemento principal que combina y estructura los demás elementos. El Dios supremo se encuentra en todo, pero como fuego etéreo y creador que tiene la facultad de dar vida a todas las cosas. Entre los dioses griegos el que se acercaba casi con exactitud a este dios creador, era el ser supremo Zeus, dios del rayo y del fuego. Por tanto había que erigir a ese dios no ya un templo, sino un gran y colosal altar de sacrificios.

El altar es una construcción colosal alzada sobre una escalinata; estaba construida hacia el sur de la acrópolis de la ciudad. El gran friso de las esculturas no formaba parte del entablamento sino del podium del templo. Arriba se encontraba una columnata de orden jónico. La columnata central daba su espalda a un patio cuadrangular que era el espacio del altar para ofrendas donde se quemaba incienso y se hacían libaciones en honor de los dioses. Los animales eran sacrificados delante de la escalera y los pedazos reservados a los dioses se quemaban después en el altar.

Sobre el entablamento de las columnas se colocaron una serie de acróteras que representaban dioses, centauros, grifos y caballos.

En el podium o basamento se encontraba la decoración escultórica hecha en medios relieves con aproximadamente 2,30 m de altura y 120 m de longitud. Se trata de una Gigantomaquia, es decir la lucha de los dioses contra los gigantes. Las figuras y las escenas están tratadas con pathos (emoción), las escenas no están separadas sino que es un friso corrido que describe un momento de la batalla. Los detalles estilísticos de estas esculturas, pliegues de los mantos, los cabellos, los dibujos del calzado, las expresiones de los dioses y los gigantes, manifiestan las características de lo que se ha llamado "estilo Barroco" de la escultura Griega caracterizado por la expresión exagerada, los escorzos y las expresiones patéticas, así como la escultura de las ropas que ya no se ajusta a las formas anatómicas.

Los restos fueron hallados en época moderna por el ingeniero alemán Carl Humann en 1871. Las excavaciones alemanas comenzaron en 1878 y duraron hasta 1886. El acuerdo con el estado otomano establecía que una tercera parte de las obras de arte halladas serían para sus descubridores y el resto para la corte del Sultán. Pero debido a la relación de dependencia con el Imperio alemán, el Consejo del gran visir de Constantinopla asignó al gobierno alemán las dos terceras partes y, finalmente, renunció incluso al tercio restante a cambio del pago de veinte mil marcos y de una cantidad igual para las familias necesitadas de la región.

En total, la expedición de Humann sacó a la luz una colección de 132 paneles, 300 fragmentos, estatuas, inscripciones, bustos y otros materiales arquitectónicos. En 1930 se desmontó y se llevó al Museo de Pérgamo de Berlín, en el centro de la ciudad, un lugar que se ha dado en llamar de Isla de los Museos. Allí ha permanecido siempre, a excepción del periodo comprendido entre 1945 y 1959, cuando las tropas soviéticas lo desmantelaron y se lo llevaron como botín de guerra al Museo del Hermitage de Leningrado (hoy San Petersburgo).



Fuentes:
-http://enciclopedia.us.es
-Wikipedia


12 de abril de 2011

La primera gran basílica de Florencia


Santa María Novella es la primera gran basílica construida en Florencia y a la vez es la mayor iglesia que poseen los dominicos en dicha ciudad.

La iglesia, el claustro contiguo y la sala capitular contienen grandes tesoros artísticos y de carácter funerario. Son especialmente famosos los frescos realizados por maestros del gótico y del Renacimiento temprano. Estas obras fueron financiadas gracias a la generosidad de las familias más importantes de Florencia, que de esta forma se aseguraban la sepultura en las diferentes capillas.


Esta iglesia fue llamada Novella (nueva) porque se construyó en el mismo sitio que un antiguo oratorio del siglo IX, Santa Maria delle Vigne. Cuando el lugar fue asignado a la orden dominicana en 1221 se decidió construir un nuevo templo y un claustro adyacente. La iglesia fue diseñada por dos frailes dominicos, Fray Sixto Fiorentino y Fray Ristoro da Campi. La construcción se inició alrededor de 1246 y se finalizó alrededor de 1360 bajo la supervisión de Fray Iacopo Talenti. En aquel momento sólo la parte inferior de la fachada gótica estuvo acabada. Los tres portales están atravesados por arcos de medio punto, mientras que al resto de la parte inferior de la fachada la atraviesan arcos ciegos, separados por pilastras. La iglesia fue consagrada en 1420.


Battista Alberti, famoso arquitecto del siglo XV, diseñó la parte superior de la fachada. Alberti intentó armonizar detalles clásicos con la fachada medieval ya existente. Introdujo las ventanas redondas y la vidriera.


29 de marzo de 2011

La pirámide escalonada de Zoser

La pirámide de Zoser es la primera gran construcción funeraria que se conserva del antiguo Egipto (2700 a.C), y está emplazada en Saqqarah, la necrópolis de los faraones de las primeras dinastías.


Fue construida por el arquitecto Imhotep. Además de arquitecto, Imhotep era médico, escritor y Gran Canciller. Fue el primer Visir que aparece con Zoser. Al mismo tiempo Imhotep era Gran Vidente del dios sol Ra y por tanto Sumo Sacerdote de On.

La gran obra sigue los planteamientos teológicos del propio Imhotep, que postulaban la creencia de que la forma escalonada de la construcción servía como acceso directo a través del cual el monarca podría alcanzar el reino de Ra. El arquitecto fue el primero en utilizar bloques de piedra tallados para este tipo de edificación, un sistema que ofrecía más garantías de perdurabilidad que el adobe.

Se trata de una edificación llevada a cabo en diversos períodos, tomando como base una mastaba inicial, que se supone obra del faraón Sanajt, último monarca de la II Dinastía. La arquitectura primigenia se erigía sobre una planta cuadrada que medía 63 m de lado por 9 m de altura.
Imhotep fue ampliando paulatinamente la estructura original del edificio, y dotó a la mastaba de una planta rectangular, para convertirla luego en la base de una pirámide de cuatro escalones. Posteriormente la amplió en sus lados norte y oeste, agregándole dos escalones más, con lo que el edificio adquirió su forma actual, alcanzando sus lados 121 y 109 m. Los estragos de la erosión no permiten establecer una medida exacta de su envergadura, pero se estima que en su origen la pirámide debió contar con más de 60 m de altura.


La obra de Imhotep forma parte de un complejo funerario de 8 km de largo por 1 km de ancho, dedicado íntegramente a la memoria del faraón Zoser. En torno a la pirámide se situaban las mansiones del Norte y del Sur, construcciones que evocaban el Alto y el Bajo Egipto. Cabe añadir que estas construcciones sólo eran escenográficas, pues no se podía acceder a su interior y su función era la de imitar la residencia del faraón en Menfis.

Entre otros elementos conviene destacar el templo funerario propiamente dicho, a través del cual se accedía a la tumba y a otras dependencias de la pirámide, mediante un corredor de unos 30 m de longitud. Este pasillo desembocaba en el pozo funerario donde se encontraba la tumba del rey, realizada en grandes bloques de granito de Asuán. Además de la cámara del sepulcro hay muchas otras estancias funerarias ricamente ornamentadas a imitación del palacio imperial de Zoser.


Fuentes:
Egipto eterno - José Ignacio Velasco
www.historiadelarte.us

3 de marzo de 2011

El Panteón de Agripa


En el año 27 a.C. Agripa levantó un Panteón que fue destruido por un incendio en el año 80 d. C. Adriano mandó construir, sobre los cimientos del templo arrasado por el fuego, y en nombre de Agripa, un nuevo templo de cuyo proyecto se encargó el gran arquitecto del siglo I Apolodoro de Damasco.
El templo esta formado por un gran pórtico clásico y una enorme cella cilíndrica. El pórtico cuenta con dieciséis columnas monolíticas realizadas en granito egipcio y mármol blanco en las basas, que dividen el espacio en tres naves.

El Panteón hizo época: con la luz de su óculo cenital, de 8,92 m de diámetro, consagró para siempre en arquitectura aquella luz apacible y difusa del atrio de la casa itálica ancestral, que acendraba su encanto en las horas de los crepúsculos. Su efecto tranquilizante recibe el apoyo de una singular armonía de proporciones, que el visitante percibe aun sin saber el secreto. Cuando se le dice que la altura a que la cúpula se encuentra es exactamente la misma que el diámetro de la rotonda (43,30 metros) empieza a percatarse de que tenían razón los griegos al considerar que el secreto de la belleza sensible estaba en el número.


El pesado casquete de la cúpula descansa en el muro cilíndrico de la rotonda, de seis metros de espesor y que encierra todo un festoneado de bóvedas y de arcos de ladrillo que trasladan el peso del hormigón, de la masa muraria, a los puntos de mayor resistencia. El muro, a su vez, está sostenido por un anillo de cimentación de 7,30 m. de espesor, que después de hecho hubo de ser incrementado, como los muros hubieron de ser entibados, por el este y por el sur, con edificios anejos, aún en vida de Adriano. Las tres líneas de imposta, visibles por el exterior del cilindro, delimitan los tres sectores superpuestos que constituyen el verdadero muro, y en ellos los materiales de relleno se van aligerando de abajo a arriba. La distribución de las cargas permite que en el interior del cilindro puedan abrirse ocho nichos, uno ocupado por la puerta y los otros siete en alternancia de rectángulos y semicírculos, éstos en los extremos de los ejes y aquellos de las diagonales. Dos columnas, de pavonazzetto en los nichos semicirculares y de giallo antico en los rectangulares, cierran los respectivos vanos.

De cada una de las paredes de los macizos intermedios, revestidas de mármoles incrustados, de una fastuosa policromía, sobresalen edículas rematadas por frontones triangulares o de segmento de círculo. Entre este sector bajo el muro, y el arranque aparente de la cúpula, corría un ático con ventanas, que experimentó una sensible transformación en el siglo XVIII. Hace unos años se restableció, en un tramo de dos ventanas, el dispositivo original, conocido por dibujos, en el que las ventanas, cerradas por celosías, estaban separadas por cuatro pilastrillas que rellenaban el tramo intermedio. Cada ventana se encontraba en la vertical del eje del nicho o de la edícula correspondiente. Libres del entresuelo que hoy los cubre, los nichos llegaban entonces hasta cerca del arranque de la cúpula y recibían la luz indirecta que se filtraba por las ventanas. La pared era, pues, antiguamente mucho más diáfana que lo ha sido después, merced a esas ventanas superpuestas al zócalo de la franja intermedia.

Todo ello no pasaba de ser una fachada, bella e ingeniosamente concebida, con la doble función de ocultar todo el sistema de apoyos que mantenía en pie el edificio y de no romper con la tradición de la arquitectura arquitrabada: las columnas, las pilastras, las cornisas, todo, por superfluo que fuese (como superfluas son, pues nada sostienen, las hermosas columnas corintias de los vanos de los nichos) significaba continuidad y respeto al brillante pasado de la arquitectura, sobre todo de la flavia.



Fuentes:
- Arqhys
- Artehistoria

24 de enero de 2011

La Linterna de Lisícrates


La Linterna de Lisícrates , en Atenas, fue levantada en el 334 a.C. por el arquitecto homónimo, como homenaje al ganador de un prestigioso concurso teatral. El trípode se erige sobre una base arquitectónica que destaca por su riqueza decorativa y en la que podemos observar capiteles corintios, orden que normalmente se reserva para el interior de los templos. Su construcción se explica por la costumbre de sufragar la actuación de un coro en los certámenes de canto que se celebraban al compás de los Juegos Olímpicos. Al maestro del coro ganador se le concedía un trípode y su patrocinador levantaba un pequeño templo. La Linterna se levanta para festejar a un maestro de coro que mereció tal galardón en Olimpia. Pero al tiempo Lisícrates crea una planta igual desde todos los puntos del edificio que permite al espectador girar en su torno. Con esto prescinde de la frontalidad inherente al punto de vista favorable al hacer que la totalidad de los frentes posea un único punto de vista.

Bajo el techo hay un friso y un relieve que representa a Dionisos castigando a los piratas que le han atacado.



Fuentes:
- Arte e historia de Grecia y monte Atos – Casa Editrice Bonechi
- Historia y Genealogía

13 de diciembre de 2010

Los monasterios de Meteora


A 350 kilómetros de Atenas, en la región de Tesalia, norte de Grecia, hay una serie de construcciones que hacen justicia al adjetivo increíble. Al ver los Monasterios de Meteora por primera vez, el viajero se pregunta sorprendido cómo se las arreglaron sus constructores para levantarlos sobre atalayas de roca de hasta 613 metros de altura hace más de 600 años.

Los primeros eremitas que llegaron a la zona en el siglo XI se asentaron en las cuevas de la zona para estar más cerca de Dios. Según consta en los escritos que se conservan, las formaciones rocosas fueron “enviadas por el cielo a la tierra” para el retiro y la oración de los fieles.

Siglos después, el acoso de turcos y albaneses empujó a los cristianos ortodoxos que allí vivían a buscarse un refugio más inaccesible. A medios del siglo XIV, el monje San Atrasando inició las obras del Gran Meteoro, el primero de los 24 monasterios que formaban esta comunidad religiosa en su época de mayor auge.


La mayoría destruidos durante la Segunda Guerra Mundial, hoy sólo quedan seis monasterios activos, cuatro habitados por hombres y dos por mujeres: el ya mencionado Gran Meteoro, también conocido como Monasterio de la Transfiguración, el Monasterio de San Nicolás, el de San Esteban, el Monasterio de Rousanou, el de Varlaam y el Monasterio de la Santísima Trinidad.

La cercana ciudad de Kalambaka, una de las más antiguas de Tesalia, es la mejor opción para realizar una visita organizada a los templos, previo pago de dos euros por edificio. Afortunadamente, el acceso ya no es tan complicado como hace años, cuando los monjes tenían que subir hasta los claustros en cestas izadas con poleas. Una vez dentro, el visitante encontrará grabados, iconos, tapices y manuscritos de gran valor. Esta riqueza artística e histórica, unida a su singular ubicación, llevaron a la UNESCO a declarar al conjunto monástico Patrimonio de la Humanidad en 1988.


Fuente:
http://kassioblog.blogspot.com

27 de septiembre de 2010

La Domus Romana

La Domus Romana era la casa señorial urbana de familias acomodadas.
La Domus planteaba dos niveles en la vida social, la publica o profesional y la cotidiana o privada, la vida social abarcaba la casa hasta el primer patio (atrium) donde mantiene el impluvium y otro nivel menos publico, reservado para la vida cotidiana en la mayoria de las ocasiones en un segundo patio, de clara importación griega, con peristilo (rodeado de columnas), el cual, podía incorporarse a la parte anterior de la casa, si se colocaba un tabique móvil o una cortina en el fondo del tablinum. De esta manera el tablinum, que era la pieza más noble, se convertía en el espacio integrador en momentos festivos, cuando se deseaba incorporar el jardín.


Poseía el domo seis piezas o partes principales:

Vestibulum (vestíbulo): entrada, con la puerta de ingreso.

Atrium (atrio): con varias habitaciones que lo rodeaban. En su parte superior había una abertura que recibía la luz y la lluvia. Era el impluvium.

Compluvium (estanque): depósito que recogía las agua lluvias.

Tablinum o Tabulinum (galería): sala ornada con pinturas. Hacía el papel de oficina del padre de familia. Era el “archivo” del hogar.

Peristylum (peristilo= que tiene columnas alrededor): patio rodeado por un jardín con plantas y estatuas. Lo rodeaban, además, los dormitorios (cubicula), la sala de estar (oikos o eco), la cocina (culina), el comedor (triclinium) , el cuarto de baño (balneum).

Exedra : Sala de reunión para sentarse y conversar.

Algunas de estas grandes casas, podían tener una parte alta para los criados, y en ocasiones disponer de entrada directa desde la calle y estar alquiladas a otras familias.




Fuentes:
Arquicity
Muy Interesante

14 de mayo de 2010

El Partenón

Aproximadamente en el mismo lugar donde fue construido el Partenón, anteriormente los atenienses comenzaron a levantar un edificio que fue quemado por los persas cuando todavía estaba en construcción, en el año 480 a.C. Probablemente iba a estar dedicado a Atenea, y después de su destrucción parte de sus ruinas fueron utilizadas en la construcción de las fortificaciones del extremo norte de la Acrópolis. El Partenón fue construido entre los años 447 y 432 a.C. y era el centro del complejo de edificios que formaban la Acrópolis. Los arquitectos fueron Ictinio y Calícrates, y estaba dedicado a la diosa Palas Atenea Partenos. La función principal del templo era ser el refugio de la estatua monumental de Atenea esculpida por Fidias en oro y marfil. El templo se consagró a la diosa en el año 438 a.C., aunque el trabajo en las esculturas de su frontón continuó hasta el 432. La construcción del Partenón costó al tesoro ateniense 469 talentos de plata. Si bien es casi imposible calcular el equivalente moderno a esa cantidad de dinero, es interesante saber que un talento era el costo de la construcción de un trirreme, el buque de guerra más avanzado de la época. El Partenón es un templo de orden dórico con 8 columnas en la fachada y 17 columnas en los flancos, que se ajusta a la proporción establecida de 9:4. Esta relación rige la horizontal y vertical de las proporciones del templo, así como muchas otras relaciones del edificio como el espaciamiento entre las columnas y su altura. La cella o nave principal era inusualmente grande, para acomodar la estatua de gran tamaño de Atenea, dejando para la parte delantera y el porche trasero un espacio mucho más pequeño que de costumbre. Detrás estaba la cámara que custodiaba el tesoro de Atenea, y cuyo techo se sostenía sobre 4 columnas jónicas. Aunque la integración de dórico y jónico en un mismo templo no era algo nuevo en la arquitectura griega, era raro, y le otorgó al Partenón un delicado equilibrio desde el punto de vista visual. Todos los templos en Grecia estaban diseñados para ser vistos sólo desde el exterior. Los espectadores nunca entraban y sólo podían vislumbrar el interior a través de las puertas abiertas. El Partenón fue concebido de manera que los elementos estéticos permitieran una transición suave entre el exterior y el interior. Parece ser que los arquitectos concibieron el Partenón como un evento teatral. Las esculturas monumentales del frontón y el friso coreografiaban las emociones de los visitantes, a fin de prepararlos para la visión final de la majestuosa Atenea Partenos en el interior de la nave y evitar que esta visión les inspirase temor. El Partenón es un templo grande, pero de ninguna manera es el más grande de Grecia. Su estética emana del perfeccionamiento de muchas de las normas establecidas en la arquitectura griega, y de la calidad de su decoración escultórica. El Partenón encarna todos los ideales del pensamiento griego durante el apogeo de la época clásica. El Partenón no presenta ningún avance en la ingeniería de la construcción. Sin embargo, sus convenciones estilísticas se han convertido en el paradigma de la arquitectura clásica, y su estilo ha influido en la arquitectura durante muchos siglos después de su construcción. Fuente:

6 de marzo de 2010

El palacio de Potala

El Palacio Potala se encuentra en el Monte Rojo, en el centro de la Ciudad de Lhasa. "Potala" es la adaptación fonética de "Putuo", que en sánscrito significa "isla donde vive el Buda de la Misericordia". Este imponente edifico empezó a construirse en el siglo VII, es decir, en la época del reino de Tubo. Por aquel entonces se llamaba Palacio del Monte Rojo. Cuando dicho reino entró en decadencia, el palacio sufrió grandes destrozos y poco a poco fue cayendo en el olvido. En el siglo XVII, el Quinto Dalai Lama lo reconstruyó y el majestuoso palacio pasó a ser el centro político y religioso del Tíbet. Con sus 13 pisos y 110 metros de altura, es la construcción antigua más elevada existente hoy en día en el Tíbet. Su estructura se levantó con piedra y madera; sus paredes, que alcanzan un grosor máximo de 5 metros, son de granito; los cimentos del palacio se hunden profundamente en el rocoso subsuelo. En la pared exterior, adornada con un techo y columnas de color dorado, se introdujo hierro fundido para aumentar la resistencia a los terremotos. Al mismo tiempo, con ello se resolvió ingeniosamente el problema de cómo proteger las construcciones antiguas contra los rayos. El palacio ha podido así sobrevivir a varios siglos de catástrofes naturales. El Palacio Potala está formado por el Palacio Blanco, donde residía el Dalai Lama, situado en la parte este; la Casa Roja, en la parte central, destinado a la recitación de los sutras; la sala donde se conservan los restos de los sucesivos Dalai Lama; y los dormitorios blancos de los bonzos, situados en la parte oeste. Delante del Palacio Rojo, hay un muro blanco sobre el que en las grandes festividades budista se extiende un gigantesco tapiz con el retrato de Buda. Este monumental conjunto arquitectónico fue erigido por etapas aprovechando la configuración del terreno con suma habilidad. El resultado fue un conjunto imponente y grandioso cuya armoniosa integración con el entorno le confiere un elevadísimo valor artístico. En el Palacio Rojo, que constituye la parte principal del Palacio Potala, hay varias stupas donde se conservan los restos de los Dalai Lamas, así como diversos tipos de salas budistas. La más conocida y mejor construida es la pagoda del Dalai Lama Quinto. De 15 metros de altura, se divide en tres partes: base cuadrada, cuerpo de la torre y cúpula. Los restos del Dalai Lama Quinto se conservan con perfume y cártamo en una jarra. El cuerpo de la pagoda está recubierto con 3.724 kilos de pan de oro y adornado con más de 15.000 diamantes, rubíes, esmeraldas, jadeítas, ágatas y otras piedras preciosas. En la base de la pagoda se exhiben diversos objetos empleados en las ceremonias religiosas, entre ellos instrumentos musicales y cálices. El Salón del Oeste, el mayor del Palacio Rojo, está dedicado a la memoria del Dalai Lama Quinto. Sus 48 grandes columnas de madera tienen más de 6 metros de alto. La estructura del Palacio Blanco se sostiene sobre arcos, sistema muy usual entre los han, la etnia china mayoritaria. En él hay gran cantidad de esculturas de Buda, así como de leones, elefantes y otros animales, todas ellas talladas en madera. En la reconstrucción y ampliación del palacio efectuada en el siglo XVII participaron destacados pintores provenientes de distintas regiones del Tíbet. Estos brillantes artistas decoraron con miles de elegantes y bellas pinturas las paredes de salas, vestíbulos, corredores y galerías. La temática de estos murales es muy rica, puesto que abarca relatos sobre figuras de la antigüedad, historias extraídas de los sutras, así como muestras de la arquitectura, las costumbres populares, los deportes y otras actividades recreativas. Estas obras constituyen un verdadero tesoro artístico. En el Palacio Potala se conservan asimismo cerca de 10.000 objetos de gran valor. Además de innumerables rollos de pintura, esculturas en piedra y en madera, figuras de arcilla y otros objetos artísticos, abundan las reliquias culturales, entre ellas sutras escritos sobre hojas de pattra, alfombras tibetanas, pendones con sutras, piezas de porcelana y de jade, así como diversas muestras de la artesanía tradicional. Todos ello no solo posee gran valor artístico, sino que es una plasmación de los lazos que unieron a los tibetanos con los han y otras etnias del país durante más de mil años, así como de los intercambios que mantuvieron con ellos. La Unesco incluyó el Palacio Potala en el Patrimonio Mundial en 1994. Fuente consultada: China ABC

11 de febrero de 2010

Kizhi

Kizhi es una de las muchas islas que salpican las aguas del Lago Onega, en Karelia, Rusia. Allí fue construido un complejo arquitectónico conocido como el Pogost de Kizhi, compuesto de dos iglesias de madera y una torre octogonal, las tres de madera, edificadas en 1862. Con apenas 7 kilómetros de largo y medio kilómetro de ancho, esta isla forma parte de un conjunto total de 5000 islas, muchas de ellas tanto o más pequeñas. En 1990, los monumentos de Kizhi fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Las investigaciones arqueológicas realizadas en la región dieron a conocer que estas tierras fueron habitadas por humanos a partir del siglo VI a.C. Por las islas que contiene el lago Onega se hallan huellas de pinturas rupestres con dibujos de animales míticos y escenas de caza. Pero entre los siglos X y XII llegaron varias oleadas de colonos venidos de Nóvgorod. Ellos impusieron su religión católica y sus métodos de cultivo que les permitieron desarrollarse y subsistir en esta región. Además de su cultura y trabajo, trajeron también su afamada habilidad para construir con madera; estos artesanos de la madera dejaron muchas muestras de su arte, pero el tiempo y la erosión no permitió que muchas de estas maravillas llegaran a conservarse. Finalmente casi todo lo que sobrevivió a través de las eras fue llevado a la isla de Kizhi, y es así como en la actualidad este lugar es considerado un museo al aire libre que conserva el aprecio estético de los anónimos constructores de estas maravillas en madera, llevando a alturas inigualables la edificación con este material. En el siglo XI colonos venidos de Nóvgorod iniciaron el viaje y posterior su asentamiento en esta isla y en algunas de las más de mil quinientas islas que contiene este enorme lago. Los habitantes de Kizhi se hicieron conocidos por su enorme habilidad para las construcciones y de esta fecha datan los edificios más impactantes que pueden ver en un recorrido por estas zonas. Así, mientras caminas por sus huellas de tierra, podrás ver molinos de viento, herrerías, pequeñas cabañas, graneros y templos monumentales que integran el “museo a cielo abierto” de la isla de Kizhi. Las iglesias: La iglesia de la Transfiguración es la edificación más importante de la isla. Terminada en el año 1714, tiene una altura aproximada de una torre de doce pisos y cuenta con 22 cúpulas que van ascendiendo al cielo apoyándose unas en otras y encastrando perfectamente entre sí. Esta obra de arte de la construcción fue realizada por unos hábiles artesanos en madera que con mucha maña se las ingeniaron para terminar el edificio sin utilizar ni un solo clavo. Además de este curioso dato, cabe mencionar que la iglesia funcionaba únicamente durante el verano, quedando cerrada el resto del año, por lo que pasó largos períodos sin ser habitada. Cuenta la leyenda que uno de los puntos destacados del contrato de construcción de este mítico templo indicaba que la altura sería decidida según la medida y la belleza que dictaran el entorno. Nada quedó librado al azar para los geniales carpinteros y artesanos que construyeron este fabuloso templo. Otras iglesias de la zona con la Iglesia de la Interseción, ubicada al lado de la iglesia de las 22 cúpulas, y la Iglesia de Lázaro, muy cerca también de allí. Este último templo, la Iglesia de la Interseción, es el monumento más antiguo de todo el conjunto, y fue trasladado íntegramente desde el monasterio de Murom, ubicado sobre la costa meridional del lago, en el año 1960. Se dice que estas estructuras de gran belleza son las iglesias más antiguas de Rusia.

14 de enero de 2010

Las marcas de los canteros

A finales del siglo X y principios del XI se inició la costumbre de inscribir en los sillares de piedra de las construcciones curiosas marcas o signos. Estas marcas eran firmas personales de los canteros que, con frecuencia, se utilizaban para determinar el trabajo realizado y, de este modo, poder calcular cuál debía ser la cantidad que debían cobrar. Los signos podían también indicar al albañil cuál debía ser la posición de la piedra en la obra. Además, estas marcas eran el signo de identidad y la marca de honor de cada gremio de canteros. Cada gremio poseía sus conocimientos acerca del arte de la construcción, que guardaba en secreto. Los miembros de estos gremios viajaban de unos lugares a otros, participando en la construcción de diferentes edificaciones en las que dejaban su firma. Cuando un nuevo miembro solicitaba su ingreso en el gremio, una vez aceptado, recibía el signo, su marca de cantero, que debía reproducir en todas las obras en las que participase. Pero también las marcas en los sillares podían ser símbolos que los templarios dejaban inscritos en sus construcciones. Para algunos autores, como Juan Eslava Galán, se trataba de un código secreto templario. Entre las marcas de la Orden se encontraba el “ábacus”, un bastón de mango espiral usado tanto por el maestro del gremio de canteros como por el Gran Maestre del Temple.

Una determinada marca cruciforme sólo aparece en edificios templarios. Por ejemplo, en el Castillo-Convento del Temple en Tomar (Portugal), la Iglesia del Temple en Londres y la Rotonda del Santo Sepulcro en Pisa.

Una tercera marca templaria simbolizaba la torre en el juego del ajedrez. Esta marca aparece en la capilla del Convento de Tomar, en las Iglesias del Temple de Laon y Metz, en Francia, y en el Santo Sepulcro templario de Pisa.

Uno de los símbolos templarios más curiosos no era una marca sino un relieve que se encuentra en algunas construcciones. Se conoce con el nombre de Baphomet y se trata de una posible deidad que adoraban los caballeros templarios. Cuando los templarios fueron acusados de herejes, durante el proceso, algunos de ellos, sometidos a tortura, confesaron la adoración de este ídolo.

En el antiguo monasterio de Santa María la Real se han encontrado más de 200 marcas de cantero. Sus formas son muy variadas: letras, cruces… pero sin duda la más curiosa es la que tiene forma de jirafa que, si no fuera porque procede de la época medieval, parecería más bien un diplodocus.

En la cabecera del edificio hay signos que se repiten en la cabecera de la Catedral de Santa María de Tudela (estrella de ocho puntas, cruces gamadas, marcas tipo caracol, etc.) y que ponen de manifiesto la participación en las dos edificaciones de las mismas cuadrillas de canteros. También en la iglesia de Santiago de Agüero existen numerosas marcas de cantero. Predomina entre ellas la que representa una llave. Pero hay otras muchas formas: estrellas, martillos, flechas, cruces, etc.

(Fuente: Ovejas Eléctricas)

3 de enero de 2010

Palacio de Catalina

El Palacio de Catalina es la residencia de verano rococó de los zares de Rusia, ubicada en la ciudad de Tsárskoye Seló (Pushkin), a 25 km al sureste de San Petersburgo, Rusia. Sin duda, es un monumento absolutamente fascinador de arquitectura y de jardinería del s XVIII. La residencia tiene su origen en el año 1717, cuando Catalina I de Rusia contrató al arquitecto alemán Johann-Friedrich Braunstein para construirle un palacio de verano para su distracción. La emperatriz Isabel, sin embargo, consideró que la residencia de su madre estaba pasada de moda y era incómoda y en mayo del año 1752 pidió a su arquitecto de corte, Bartolomeo Rastrelli que demoliera la antigua estructura y la reemplazara con un edificio mucho más grande en un llamativo estilo rococó. El edificio se articula en varios edificios, el mayor de los cuales tiene una longitud de 340 m. Sus fachadas están decoradas con profusión de atlantes, columnas y grandes ventanales ornamentales, para los que se recurrió al ya característico contraste de colores del barroco ruso: azul, blanco y dorado. Es un palacio diferente a lo que se está acostumbrado a ver en la Europa Occidental, quizás demasiado recargado, pero que no deja de ser espectacular en todos los sentidos. En vida de Isabel, el palacio ganó fama por su exterior obscenamente lujoso. Se usaron más de 100 kilos de oro para dorar la sofisticada fachada de estuco y numerosas estatuas erigidas sobre el tejado. Incluso se rumoreó que el tejado del palacio estaba construido enteramente de oro. Aunque los interiores neoclásicos de Stasov y Cameron son soberbias manifestaciones del gusto de finales del XVIII y principios del XIX, el palacio es conocido sobre todo por el gran conjunto de habitaciones formales de Ratrelli, conocidos como la Enfilada Dorada. Comienza en el espacioso y aéreo salón de baile, la «Gran Sala» o la «Sala de Luces», con un techo espectacularmente pintado, y comprende numerosas habitaciones menores distintivamente decoradas, incluyendo la reproducida Cámara de Ámbar. Entre las estancias del palacio destaca el gran Salón Dorado o Salón del Trono. La visita a este salón puede abrumar por la profusión de dorados que están presentes en cada minúsculo detalle de esta estancia, y que se multiplican hasta el infinito por la multitud de espejos. El Salón Dorado o Salón del Trono, llamada en el siglo XVIII Galería Ligera, es una estancia formal en el estilo barroco ruso diseñado por Bartolomeo Rastrelli entre 1752 y 1756. El Salón del Trono estaba pensado para albergar las recepciones más importantes como bailes, cenas de gala y mascaradas. El salón estaba pintado en dos colores y tiene una superficie aproximada de 1.000 m2. Por la tarde se encienden 696 bombillas sobre 12-15 candelabros ubicados cerca de los espejos. En el techo podemos ver el fabuloso plafón de Giuseppe Valeriani "El triunfo de Rusia" de 1755. Durante siglos este palacio fue la residencia oficial de los zares en verano, y fue aquí donde el último zar Nicolás II vivió arrestado hasta poco antes de su ejecución. Desafortunadamente, la Segunda Guerra Mundial hizo estragos en el palacio. Cuando las fuerzas del ejército alemán se retiraron del sitio de Leningrado, hicieron destruir la residencia intencionadamente, dejando solamente la concha vacía del palacio detrás de ellos. Antes de la SGM los archivistas rusos consiguieron trasladar una fracción de sus contenidos, que demostraron tener gran importancia al reconstruir el palacio. Aunque la mayor parte de la reconstrucción se acabó a tiempo de Tricentenario de San Petersburgo en 2003, aún se requiere mucho trabajo para restaurar el palacio a su anterior gloria. LA CÁMARA DE ÁMBAR Si hay algo sorprendente en este palacio sin duda es Sala de Ámbar, a la que se conoce como la octava maravilla del mundo. Se trata de una habitación completa, cubierta de paneles de ámbar, brillantes y reflejando la luz del sol. El rey alemán Friedrich Wilhelm I de Prusia obsequio la habitación como un regalo diplomático al zar Pedro el Grande, en 1717. Primeramente la habitación fue instalada en el Palacio de Invierno, pero en 1755 la Emperatriz Isabel (Elizabeth) ordeno trasladarla al Palacio de Catalina en Tsarskoye Selo. Los paneles individuales de ámbar fueron transportados desde San Petersburgo a Tsarskoye Selo por 76 soldados a cuestas durante 6 días. No había suficientes paneles para decorar toda la superficie de 100 metros del nuevo interior, por eso los mosaicos y los espejos fueron añadidos y la parte inferior de la sala fue pintada imitando el ámbar. Durante la Segunda Guerra Mundial las tropas nazis se llevaron los paneles de ámbar y existen muchas leyendas e historias sobre la suerte de la Sala de Ámbar, pero parece más real el hecho que los paneles fueron escondidos en una de las minas de la Costa Báltica o que se quemaron. Un equipo de maestros de ámbar de "Tsarskoselskaya Yantarnaya Masterskaya" ha trabajado desde 1972, para recuperar la magnifica sala. Su idea era no sólo recuperar los paneles, sino también encontrar y repetir la manera original de los autores de la sala. Mientras que su misteriosa desaparición durante la Segunda Guerra Mundial sigue excitando a los cazadores de tesoros de todo el mundo, la Cámara de Ámbar ya ha recobrado su antigua grandeza y esplendor gracias al trabajo de los restauradores contemporáneos. Fue inaugurada en el verano 2003 cuando San Petersburgo celebraba su 300 aniversario, al que asistieron grandes personalidades de todo el mundo. Como curiosidad, en la película de animación de 1997 “Anastasia”, el Palacio de Catalina está representado, erróneamente, como el hogar de la familia imperial.

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