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11 de noviembre de 2016

Wu Zetian, la gran emperatriz de China

Wu Zetian, fue la única mujer en la historia de China que ocupó el trono imperial, llegando a proclamar su propia dinastía, a la que llamó Zhōu, Esta nueva dinastía interrumpió brevemente la dinastía Tang, que sería restaurada tras su abdicación forzada, meses antes de su muerte.

Wu Zetian
Nacida en el seno de una familia noble en la provincia de Shandong en el 625, durante la dinastía Tang (617-907), pasó a formar parte de las 122 mujeres que constituían el harén del emperador Taizong. Tras la muerte de éste en el 649, su hijo Gaozong (628-683) subió al trono y las concubinas —entre ellas Wu— fueron enviadas a un convento. El fin de la imagen pública de Wu estaba cerca si no hubiera sido porque el emperador Gaozong la trajo consigo a la corte imperial en el 654, lo que fue motivo de escándalo para los moralistas confucianos.

La consorte del nuevo emperador, la emperatriz Wang, apoyó a Wu Zetian para que ésta frenase a Xiao, otra ambiciosa concubina que pretendía medrar en la corte. La maniobra fue desastrosa. Wu aprovechó la oportunidad para alcanzar una situación de privilegio, logrando que el emperador Gaozong la tomara como esposa. En el 645 Wu tuvo una hija que apareció asesinada en extrañas circunstancias en las dependencias del harén. A raíz de aquel suceso, la emperatriz y la concubina Xiao fueron torturadas y ejecutadas.

A mediados del año 660, el emperador Gaozong enfermó gravemente a causa de un derrame cerebral y la emperatriz Wu comenzó a gobernar en la sombra, ordenando la ejecución de algunos ministros y nobles que cuestionaban su autoridad. También creó una fuerza secreta de policía para espiar a sus opositores. Al fallecer el emperador poco tiempo después, su sucesor fue su tercer hijo, Tang Zhongzong, pero pronto fue destituido por Wu, que ofreció el trono a su hijo Tang Ruizong. Tang Ruizong tampoco duró mucho como emperador, ya que su madre decidió que la solución idónea era que ella misma ocupara el trono imperial. En octubre del 690, la emperatriz acabó de un plumazo con la dinastía Tang, proclamando la suya propia. Por si fuera poco, asumió el título de “Huangdi” (emperador), lo que desató las iras de los confucianos más conservadores.

Wu Zetian decretó que el budismo fuera la religión oficial del Imperio. La religión budista era una importación llegada a través de la Ruta de la Seda, que ofrecía consuelo en el sufrimiento y la esperanza de una vida mejor en el próximo mundo. Hasta el 691 —año que Wu convirtió el budismo en religión oficial— la religión del estado chino seguía consistiendo en ceremonias de adoración a los ancestros. En el 664, el célebre monje budista Xuanzang, antes de morir, dirigió las últimas palabras a sus seguidores donde defendía el fin del mundo y la llegada del salvador de la humanidad, Maitreya, para impulsar una nueva era de paz. Estas palabras fueron redirigidas hacia la figura de la emperatriz cuando se descubrió que uno de los textos budistas —existen detractores que defienden la falsedad del documento— sugería que la próxima reencarnación de Buda tendría lugar en el cuerpo de una mujer. El sacerdote Huayi, afín a la emperatriz, era el principal artífice de esta creencia y partidario de que la reencarnación ya se estaba produciendo con Wu.

Con ochenta años de edad, un fatal golpe de Estado la hizo abdicar en su hijo Zhongzong, quien restauró la dinastía Tang. Cuando murió, sus restos fueron enterrados en el mausoleo Qian Ling, que alberga también los de su marido, el emperador Gaozong. La estela dedicada a Wu carece de inscripciones. Al parecer, la emperatriz quería que sus sucesores escribieran un epitafio que hiciera justicia a su reinado. Nadie se ocupó de ello.

Tumba de Wu Zetian, sin inscripciones

A pesar de su despiadado ascenso al poder, su gobierno fue benévolo. Redujo el tamaño del ejército, y reemplazó a los aristócratas del gobierno por especialistas. Fue justa con el campesinado, reduciendo los impuestos, aumentando la producción agrícola, y fortaleciendo los trabajos públicos. También hizo campaña para elevar el estatus de la mujer. Bajo su mandato, China se defendió de los ataques exteriores, experimentando unos años de gran estabilidad. La emperatriz también se ocupó de incrementar el rico patrimonio histórico chino.


Fuentes:
* http://www.viajesdechina.com/guia-de-viaje/cultura/wu-ze-tian.htm
* http://www.muyhistoria.es/edad-media/articulo/wu-ze-tian-la-emperatriz-emperador-611456215899
* http://www.temporamagazine.com/el-poder-de-una-mujer-wu-zetian-la-emperatriz-china-que-se-convirtio-en-un-dios-viviente


16 de noviembre de 2015

La flota del tesoro

A principios del siglo XV, China expandió su influencia y se estableció como una potencia mundial con lo que ha pasado a llamarse en la historia "los siete viajes de la flota del tesoro". De Java a Calcuta e, incluso, hasta lugares tan lejanos como África, el comandante Zheng He forjó nuevas rutas comerciales y regresó a China con barcos cargados de mercancías exóticas y grandes tributos.

La primera expedición tuvo lugar en 1405. Hasta el último viaje, en 1431, esos periplos dirigidos por Zheng He, expandieron la influencia del imperio chino a través del mundo desde Indonesia hasta África. El emperador Chiengzu creó la flota y le encomendó al eunuco Zheng He capitanear la primera de sus expediciones de ultramar.

Zheng He era un imponente capitán de 1,80 m. de altura que, tras haber sido hecho prisionero a los 10 años había obtenido el favor del emperador por su intachable servicio militar. Como persona de confianza del emperador, le fue dada la responsabilidad de crear una nueva ruta comercial que además sirviera para consolidar el estatus de China como gran superpotencia en Arabia y en el este de África.

La altura de Zheng He lo convertía en una figura imponente, pero lo que realmente impresionaba eran los barcos que comandaba. Los más grandes tenían 71 m. de eslora, aunque algunos dicen que había incluso mayores, de hasta 137 m., y que llevaban una tripulación de centenares de marinos. La flota partió primero a lo que hoy es Vietnam y siguió a Java, Malaca, Sumatra, las islas Andamán y Nicobar, Ceilán, Calcuta y de regreso a China. El primer viaje no estuvo exento de peligros, Zheng He tuvo que rodear Ceilán cuando se dio cuenta de que allí no eran bien recibidos. En el viaje de vuelta se enfrentó al pirata Chen Zuyi en Palembang (Indonesia). Zuyi fue capturado como rehén y Zheng He trajo además en ese viaje emisarios de todos los lugares en los que había estado. La flota partió de nuevo para enviar a los emisarios a sus países de origen dos años más tarde. Cuando Zheng He regresó en 1409, se le volvió a mandar que repitiera el primer viaje de dos años de duración. Luego tendría dos años más para descansar antes de emprender el que sería el más exigente de todos los periplos, programado para 1413.

Durante el cuarto viaje la flota llegaría a la península Arábiga y a África. Se detuvo en Ormuz, Adén, Mascate, Mogadiscio y Malindi. La flota traería a su regreso tesoros que nunca habían sido vistos en China, como por ejemplo jirafas. El emperador le ordenaría a Zheng He que repitiera ese mismo viaje dos veces más, realizando nuevas paradas en el camino.

Mientras la flota estaba en el mar, la guerra del emperador contra los mongoles le llevó a una campaña en la que perdió la vida. Los viajes de He eran muy costosos y el nuevo emperador, Hongxi, decidió que había que suprimirlos. Sin embargo, cuando su hijo subió al poder, se organizó una última y épica expedición.

En 1429 Zheng He estaba viejo y enfermo. En 1431 llevó a cabo su último viaje que duró tres años y atracó en 17 puertos. El valiente explorador murió en el viaje de vuelta y su cuerpo fue entregado al mar con honores.


Fuente:
* Los site viajes de la flota del tesoro. Vive la Historia Nº 22


10 de octubre de 2015

El Emperador Amarillo, padre de todos los chinos

Huang Ti, el Emparador Amarillo, habría reinado (según la leyenda) entre el 2697 y el 2597 a.C., nada menos que cien años. A pesar de no haber dejado rastro arqueológico alguno, la tradición considera al Emperador Amarillo como uno de los iniciadores de la civilización china, atribuyéndole posteriormente numerosas leyendas e historias extravagantes. De darles crédito, la civilización china le debería mucho a este mítico gobernante.

La leyenda dice que fue el inventor de muchas cosas tales como la confección de ropa, el arte de la fabricación de barcos (también del bote de remos) y vehículos terrestres (entre ellos el coche de caballos), la construcción de casas y palacios, el arco y las flechas, el compás, etc. La agricultura y la cría de animales se desarrollaron simultáneamente en los tiempos en que Huang Ti gobernó. También hay fuentes que aseguran que el emperador Huang Ti comenzó la industria de la confección de seda y cultivó la morera (cuyas hojas son el alimento preferido de los gusanos de seda) y el cáñamo. Y fue en su época cuando se inventó la escritura china. Entre otros grandes logros adicionales, se le atribuyen los principios de la medicina tradicional china: el Neijing o Canon Médico del Emperador Amarillo, el más importante libro sobre el trabajo con las energías humanas, que aún es un libro de texto para los estudiantes de medicina tradicional china, que redactó en colaboración con su médico, Qi Bo. Sin embargo, historiadores modernos consideran que fue compilado de fuentes antiguas por un estudioso que vivió entre las dinastías Zhou y Han, más de 2.000 años después.

Al Clásico de Medicina que hoy conocemos le falta aproximadamente la mitad del texto que tuvo originalmente. La parte perdida es la esotérica, las instrucciones para el trabajo con uno mismo que, no obstante, se ha ido conservando por tradición oral hasta hoy. En lo conservado se halla la primera referencia escrita de la práctica del ejercicio físico, ejecutado lentamente y a conciencia, como método para conservar la salud.

A Huang Ti también se le atribuye la descripción del uso de las posiciones coitales para prevención y terapia. El clásico La muchacha sencilla (Su Nu Ching) está escrito en forma de diálogos del Emperador Amarillo con Su Nu, la muchacha sencilla, Hsuan Nu, la muchacha misteriosa, y Tsai Nu, la muchacha arco iris, y en él se describen las técnicas taoístas para utilizar la energía sexual con el fin de favorecer la salud y aumentar la longevidad. En lo personal, se dice que el Emperador Amarillo mantenía un harén de más de 1.000 mujeres, con las que practicaba el yoga sexual.

Huang Ti fue, además, un gran estadista y supo rodearse de ministros de valía e inventiva, como Lun Ling (que inventó los instrumentos musicales), Da Nao (que recolectó los diez Tallos Celestiales y las doce Ramas Terrenales que se combinaban para designar años, meses, días y horas), Tsang Chieh (que inventó los caracteres chinos), Tai Mao y Li Shou (que desarrollaron la numeración sexagesimal y la aritmética correspondiente), etc. Las antiguas escrituras chinas confirman que también fue responsable de la invención de las operaciones militares y de la sistematización del arte de la guerra.

En el Liu Tao se menciona que Huang Ti "luchó 70 batallas y pacificó el Imperio". Además, instituyó el sistema feudal de príncipes vasallos (en principio cuatro), cada uno de los cuales tenía originalmente el título de emperador. Por si todo esto fuera poco, su supuesta victoria sobre las otras dos tribus predominantes en aquel momento en las cuencas media y baja del río Amarillo lo convertiría en el propulsor de la primera unificación de la "nación china". Por todo ello, los chinos se describen a sí mismos frecuentemente como descendientes directos de Huang Ti.


Fuente:
* Gregorio Doval. Breve Historia de la China Milenaria, Ed. Nowtilus, 2011.

10 de mayo de 2012

Descubren en China templo budista de más de 1.500 años de antigüedad

Arqueólogos chinos han descubierto un templo budista con más de 1.500 años de antigüedad en el desierto de Taklimakan, en la región de Xinjiang, uno de las primeras edificaciones levantadas tras la expansión del budismo desde India hacia China.

Una de las principales peculiaridades de este templo, levantado junto al oasis de Damago, es su salón principal, formado por tres naves cuadradas, una estructura poco frecuente, y un gran pedestal para una estatua de Buda perdida que mediría unos tres metros, ha explicado el arqueólogo Wu Xinhua, jefe de la excavación, en declaraciones a la agencia de noticias china Xinhua.

"El salón es el más grande de su categoría hallado en el desierto de Taklimakan desde que el primer arqueólogo vino a trabajar a la zona, en el siglo XX", ha indicado Wu, quien también dirige el equipo arqueológico en Xinjiang de la Academia China de las Ciencias Sociales.

El templo de Damago formaba parte del antiguo reino de Jotan, que dominó esta zona de la Ruta de la Seda entre el siglo III a.C. y el siglo XI d.C., cuando fue islamizado. Los artefactos y datos hallados en la excavación sitúan su construcción en el periodo de las Dinastías Norteñas y Sureñas (entre el 420 y el 589 d.C).

En los muros hay pinturas de animales y de Buda dibujados en el estilo greco-budista. También se han localizado varias estructuras utilizadas con fines residenciales, hornos y objetos como monedas.

Historiadores y arqueólogos aprovecharán este hallazgo para estudiar cómo el budismo entró en China desde India y su desarrollo en esta región, ha explicado Wu.

El explorador británico Marc Aurel Stein fue el primero que descubrió ruinas budistas en la Ruta de la Seda, en 1901, con el hallazgo de la ciudad de Niya. Desde entonces se han localizado hasta diez yacimientos arqueológicos en la zona.


Fuente:
Europa Press

18 de marzo de 2012

Batalla de los Acantilados Rojos

Sello con bajorrelieve sobre el
Acantilado Rojo. Dinastía
Ching (1644-1911)
La Batalla de los Acantilados Rojos ocurrió en China antes del período histórico llamado de los Tres Reinos. Fue a finales de la dinastía Han, en el invierno del 208 al 209 d.C, entre las tropas aliadas de los señores del sur Lui Beu y Sun Quan y las tropas del señor del norte, superiores en número, Cao Cao.

Aún siendo menos las tropas conjuntas de los señores del sur impidieron que Cao Cao conquistara más territorio al sur del río Yangtzé. Esta alianza terminó con la victoria conjunta en los Acantilados Rojos y formó una línea de defensa que permitió más tarde la creación de los reinos sureños de Wu y Shu Gan. Si bien los historiadores desconfían de muchos datos, entre ellos la real ubicación de la batalla, todos conjeturan que muy probablemente tuvo lugar en la orilla sureña del río.


La batalla se desarrolló en tres etapas: una escaramuza inicial en los Acantilados seguida de una retirada hacia los campos de batalla Wulin, en la orilla noroeste del río Yangtsé, una batalla naval decisiva y la desastrosa retirada de Cao Cao a lo largo del camino de Huarong.

La fuerza combinada de Sun y Liu navegó aguas arriba desde Xiakou o Fankou hasta los Acantilados Rojos, donde se encontraron con la fuerza de vanguardia de Cao Cao. Diezmados por las enfermedades y la baja moral debido a las marchas forzadas que habían emprendido para su larga campaña hacia el sur, los hombres de Cao Cao no pudieron obtener ventaja en la pequeña escaramuza en los acantilados y se tuvieron que retirar a Wulin, al norte del río Yangtsé, mientras que los aliados hicieron lo propio hacia el sur.

Cao Cao había amarrado sus barcos de proa a popa, posiblemente con el objetivo de reducir el mareo de los hombres de su marina de guerra, procedentes del norte y poco acostumbrados a navegar. Al observar esto, el comandante de división Huang Gai envió una carta a Cao Cao simulando rendirse y preparó un escuadrón de buques capitales descritos como mengchong doujian. Los barcos habían sido convertidos en naves incendiarias llenándolos con haces de leña, cañas secas y aceite. Cuando el "rendido" escuadrón de Huang Gai llegó a mitad del río los marineros prendieron fuego a los barcos antes de huir en pequeños botes. Las naves incendiadas sin tripulantes, empujadas por viento del sureste, se dirigieron hasta la flota de Cao Cao y la incendiaron. En muy poco tiempo las llamas se extendieron y muchos hombres y caballos murieron quemados o ahogados.

Tras la conmoción inicial, Zhou Yu y los aliados condujeron el asalto con una fuerza ligeramente armada. El ejército norteño cayó en la confusión y fue totalmente derrotado. Al ver la desesperada situación, Cao Cao emitió la orden de retirada general y destruyó los barcos que le restaban antes de replegarse.

El Acantilado Rojo. Wu Yuanzhi (entre 1190 y 1196)

El ejército de Cao Cao intentó una retirada por el camino de Huarong, con un largo tramo que atravesaba las tierras pantanosas del norte del lago Dongting. Las fuertes lluvias habían convertido el camino en un espeso fango, muy traicionero para los soldados enfermos, que debían portar fardos de hierba a la espalda con la finalidad de extenderlos sobre el barro y permitir el paso de los jinetes. Muchos de estos soldados se ahogaron en el barro o fueron pisoteados hasta la muerte en el esfuerzo. Para mayor desgracia del ejército de Cao Cao, los aliados liderados por Zhou Yu y Liu Bei lo persiguieron por tierra y agua hasta que alcanzaron la Comandería de Nan, lo que unido al hambre y las enfermedades diezmó las fuerzas restantes de Cao Cao. Éste se retiró al norte a su base de Ye, dejando a Cao Ren y Xu Huang para proteger Jiangling, Yue Jin estacionado en Xiangyang y Man Chong en Dangyang.

El contraataque de los aliados podría haber vencido a Cao Cao y sus fuerzas por completo, pero su cruce del río Yangtsé se produjo en el caos y los ejércitos aliados que convergieron en sus orillas lucharon por un número limitado de trasbordadores. Para restablecer el orden, un destacamento dirigido por el general aliado Gan Ning creó una cabeza de puente al norte, en Yiling, mientras que sólo una firme dirección de Cao Ren en retaguardia previno nuevas catástrofes.


Fuentes:
- Absolut China
- Wikipedia

Para saber más:
Blog Los Tres Reinos de China
Rollos de bambú - La Batalla del Acantilado Rojo
Mundo Historia - Batalla de los Acantilados Rojos (Chi-Bi)

8 de julio de 2010

Aportes de la cultura china a la economía

A los chinos se les debe el desarrollo de algunos cereales como el arroz, aunque también cultivaron el trigo y la morera (en cuyas hojas se aloja el gusano de seda). En lo que se refiere a la domesticación, las familias chinas reprodujeron en cautiverio tanto a cerdos, como cabras y ganado vacuno. Por su accidentada situación geográfica, los chinos se aislaron del mundo exterior por algunos siglos.Al norte, tuvieron que sortear los eternos amagos de las tribus bárbaras, por lo que construyeron la famosa Gran Muralla. Al oeste, China está limitada por las altas montañas, y al sur por las selvas tropicales de Indochina. A pesar de ello, se sabe de un extenso tráfico comercial tanto con Mesopotamia como con la India y Egipto.

El desarrollo de las matemáticas a través del cálculo fue motivado por la compra y venta de mercaderías. Los chinos inventaron el ábaco para sus conversiones matemáticas, utilizando una serie de hileras de cuentas que representaban las centenas, las decenas y las unidades. Otros inventos
como la pólvora, la cual fue utilizado sólo en pirotecnia, la tinta, el papel y también la imprenta, fueron empleados mucho antes que en cualquier otra parte del mundo, aproximadamente en el siglo VI de nuestra era, utilizando tablillas de madera, arcilla o marfil en las que se grababan en relieve letras y signos.

Los chinos crearon una manera de escribir propia basada en una compleja combinación de pictogramas, ideogramas y signos que indican sonidos.
Su escritura tiene un signo determinado para cada palabra, lo que permite leerla a cualquiera aunque no sepa chino, pero es muy difícil puesto que es necesario conocer un mínimo de varios miles de signos.

En lo que se refiere al papel, los chinos lo utilizan desde el año 105 de nuestra era (la tinta mucho antes, alrededor del 1300 a.C.), pero lo mantuvieron en secreto durante 700 años hasta que fue difundido entre los musulmanes que invadieron Samarcanda allá por el 751.

Además de la brújula que les permitió orientarse en la navegación, los chinos tuvieron un adelanto considerable en la medicina con la utilización de la acupuntura, que aún hoy se sigue practicando.


Fuente:
En el nuevo milenio: una historia económica y social - Juan Andrade Torres


18 de mayo de 2010

Descubren en China ruinas de un templo taoísta

Un equipo de arqueólogos chinos ha descubierto las ruinas de un templo taoísta en la provincia oriental china de Jiangxi. Según los primeros cálculos, el templo tendría una historia de más de 800 años. Prácticamente colgadas de la cima del monte Xiangshan, en el distrito de Chongren, a una altura de 1.219 metros, las ruinas cubren un área de 5.538 metros cuadrados, dijo Yang Yuexiong, de la oficina distrital de la Administración del Patrimonio Cultural. Basándose en los vestigios descubiertos en el lugar y en documentos históricos, los arqueólogos calculan que la estructura fue construida antes de la dinastía Yuan (1206-1370), sostuvo Yang. Los expertos han calificado el complejo de edificaciones como "misterioso", pues las rocas con las que fue construido tienen formas irregulares y carecen de adobe, cal o cualquier otro material adhesivo entre ellas, añadió el funcionario. Adicionalmente, en diferentes rincones es posible apreciar enormes rocas que podrían pesar más de 500 kilogramos cada una, lo que ha llevado a los especialistas a preguntarse cómo lograron los obreros de entonces llevarlas hasta la cumbre de la montaña sin la ayuda de máquinaria moderna. "Estamos investigando para encontrar la respuesta a estos y otros interrogantes", dijo Yang. Fuente:

2 de febrero de 2010

El primer sismógrafo de la historia

La sala de exposiciones del Museo de Historia de China en Beijing es el hogar de un modelo restaurado del primer sismógrafo de la historia, el Houfeng Didong Yi, un instrumento inventado para medir los movimientos sísmicos y eólicos. Su inventor fue Zhang Heng (78-140 d.C.). Zhang Heng, nativo de Nanyang, en la provincial de Henan, fue un estudioso e inventor especializado en astronomía, matemáticas y calendarios. En el año 132 de nuestra era fabricó en Luoyang, que en aquel momento era la capital del imperio, un aparato capaz de determinar la direccionalidad de un terremoto. Contradiciendo la creencia popular de aquella época, Zhang Heng sostenía que los terremotos no eran señales de la cólera celeste, sino tan sólo desastres de origen natural. El sismógrafo, fabricado en cobre de alta calidad, tenía una forma similar a la de una urna con un péndulo central. El instrumento estaba modelado con el dibujo de ocho dragones en su superficie, que apuntaban con sus cabezas a las ocho direcciones y sostenían en sus bocas ocho bolas de cobre. Debajo de ellos, había ocho sapos con las cabezas levantadas y las bocas abiertas en sentido opuesto al de las bocas de los dragones. El interior del sismógrafo fue construido de una manera muy ingeniosa: durante un terremoto, el temblor hacía que el péndulo perdiera su estabilidad y de este modo se activaba en el interior una serie de palancas. Esto haría que uno de los ocho dragones exteriores liberase la bola de cobre que sostenía en su boca, que a su vez caería en la boca del sapo situado justo debajo del dragón, emitiendo un sonido que ayudaría a la gente a determinar en qué dirección había tenido lugar el terremoto. Un día, en 138 D.C., el dragón que apuntaba al oeste dejó caer su bola de cobre. Como el dragón anunció, un terremoto tuvo lugar aquel mismo día en Longxi, en lo que hoy es la provincia occidental de Gansu, a miles de kilómetros de distancia. Fue la primera vez que el ser humano fue capaz de detectar con antelación un terremoto. Tan sólo unos 1700 años más tarde, un instrumento similar vería la luz en Europa. Zhang Heng también fue el responsable de crear la primera esfera celeste conducida por agua para determinar la posición de los cuerpos celestes, que fue cincelada con imágenes de importantes fenómenos astronómicos. La gente pudo observar el movimiento del sol, la luna y las estrellas. Zhang Heng, que fue también un excelente ingeniero mecánico, fue el padre de otros inventos como un águila de madera voladora o una carretilla que permitía contar las distancias recorridas. La gente tenía en alta estima a este genial científico, y a menudo se ofrecían actividades conmemorativas en su honor. Incluso una cordillera lunar fue bautizada en su honor.
Fuente: Spanish.China.Org.Cn

30 de noviembre de 2009

El arte de la arquitectura tradicional china

La arquitectura china se caracteriza por distribuir el espacio en unidades rectangulares que se unen para formar un todo. La forma rectangular también fue empleada en los templos griegos, pero el efecto era de austeridad. El estilo chino, por el contrario, combina rectángulos de diferentes tamaños y en diferentes posiciones de acuerdo con la importancia de la organización del conjunto. Se distinguen claramente los distintos niveles y elementos. El resultado es un aspecto exterior impresionante, pero al mismo tiempo dinámico y misterioso. En la arquitectura tradicional china, la distribución de las unidades espaciales se rige por los principios de equilibrio y simetría. El eje constituye la estructura principal. Las estructuras secundarias se sitúan a ambos lados del eje formando el patio central y las habitaciones principales. Tanto las viviendas como los edificios oficiales, templos y palacios se ajustan a este principio fundamental. En la distribución del espacio interior se reflejan los valores éticos y sociales de los chinos. En las viviendas tradicionales, por ejemplo, las habitaciones se asignan según la posición de cada persona en la jerarquía familiar. La cabeza de familia ocupa el cuarto principal, los miembros de mayor edad de la familia de éste viven en la parte de atrás y los más jóvenes, en las alas izquierda y derecha; los más mayores en la izquierda y los más jóvenes en la derecha. La arquitectura china se caracteriza también por el uso de una estructura de vigas y pilares de madera y un muro de adobe que rodea tres de los costados del edificio. La puerta y las ventanas principales se sitúan en el frente. Los chinos llevan usando la madera como uno de sus principales materiales de construcción desde hace miles de años. La madera representa la vida y ésta es la principal idea que la cultura china, en sus múltiples manifestaciones, trata de comunicar. Esta característica ha llegado hasta nuestros días. Estas edificaciones tradicionales de forma rectangular se dividen en habitaciones conforme a la estructura de las vigas y pilares de madera. Para poder rematar la construcción con un amplio tejado voladizo, los chinos inventaron un tipo especial de soporte denominado tou-kung, que se eleva nivel por nivel desde cada uno de los pilares. Dichos soportes tienen la función tanto constructiva como ornamental, con una forma atractiva y muy característica. Este estilo arquitectónico pasó posteriormente a Japón y Corea. El uso de la madera dio lugar a ciertos rasgos arquitectónicos característicos. En primer lugar, la anchura y profundidad del espacio interior vienen determinadas por la estructura de madera. En segundo lugar, se desarrollaron técnicas de lacado con el fin de conservarla. Estos lacados de colores vivos y brillantes se convirtieron en uno de los rasgos propios de la arquitectura tradicional china. Por último, existe la técnica de elevar la estructura sobre una plataforma a fin de evitar daños provocados por la humedad. La altura de la plataforma depende de la importancia del edificio. Una plataforma elevada añade fuerza, sofisticación y elegancia a los grandes edificios. Los murales policromados que aparecen en los edificios tradicionales, con su amplia variedad de motivos y temas, tienen un valor a la vez decorativo y simbólico. En ellos encontramos representados dragones, aves fénix, mitos, paisajes, motivos florales, pájaros,etc. Es de destacar el desarrollo que adquiere la talla en madera en la China meridional, especialmente en Taiwan. Estas esculturas, junto con los murales, constituyen una elegante y agradable decoración. Los tejados suelen ser a dos aguas en las casas tradicionales del sur de China, incluido Taiwan, su divisoria se adorna con cerámica, rompiendo así la continuidad de líneas de los edificios. La típica curva de los tejados chinos, tan admirada por muchos visitantes, simboliza el espíritu de la cultura china. Mientras que el resto del edificio es relativamente sencillo, el tejado introduce un elemento de sorpresa por medio de sus aleros levantados y divisoria curvada. Este rasgo se corresponde con el paralelismo entre las líneas de la arquitectura tradicional china y los trazos de su caligrafía. Desde la dinastía Han (206 a. de C.-220 d. de C.), la pintura y la decoración chinas han tendido al empleo de formas curvas, dinámicas, sueltas. Uno de los principios máximos del arte chino consiste en comunicar el "ritmo vital" (ch'i yün) a la obra de arte. En los templos chinos encontramos una amplia gama de estilos arquitectónicos. Las religiones a las que se hallan consagrados estos templos son, fundamentalmente, budismo, taoísmo y religiones ancestrales y tradicionales; pero todos ellos comparten una misma estructura. Debido a la rica tradición religiosa popular de Taiwan, encontramos multitud de templos en la isla. Este es uno de sus rasgos culturales más destacados. Un cálculo moderado del número de templos podría darnos una cifra de 5.000, muchos de ellos con valor arquitectónico. entre las muestras más famosas y llamativas de la arquitectura religiosa tradicional tenemos los templos de Lungshan y Tienhou en Lukang, el templo de Lungshan en Taipei y el de Chaotien en Peikang. El templo de Lungshan de la ciudad de Lukang destaca por su larga historia y su elevado valor artístico. (Fuente consultada: Antropos)

16 de enero de 2009

Un lenguaje sólo para mujeres

En la provincia china de Hunan, existía una lengua muy curiosa llamada nushu, utilizada exclusivamente por mujeres. Se da la circunstancia de que la última persona que hablaba esta lengua falleció hace 4 años, por lo que oficialmente se ha extinguido. Según se cree, esta especie de código secreto fue creado hacia el siglo III de nuestra era y trasmitido desde entonces de generación en generación sólo a las mujeres. El nushu, que fue descubierto en 1998 por una profesora china, era el único lenguaje del mundo hablado exclusivamente por mujeres y casi no ha quedado documentación escrita, puesto que desde muy antiguo era costumbre quemar o enterrar con los muertos los manuscritos en nushu. ¿Por qué surgió? Hace 1.700 años, las mujeres chinas estaban privadas de una educación formal y vivían encerradas en las casas de sus padres o de sus maridos, sometidas a la autoridad masculina, sin posibilidades de aprender a leer y escribir el idioma de los hombres. Fue así como aquellas campesinas analfabetas inventaron un idioma propio, que está considerado por los lingüistas como un sistema de comunicación único porque no tiene ningún paralelo hablado. Nushu en chino quiere decir escritura de mujeres. En nushu las mujeres solían escribir las "Cartas del tercer día", unos folletos escritos sobre tela en los que trasmitían a sus hijas consejos sobre el matrimonio. Las "Cartas del tercer día", contenían también canciones compuestas en nushu que expresaban sueños, esperanzas y sentimientos de las mujeres, y eran enviadas a las novias el tercer día después de la boda. El ya desaparecido idioma de las mujeres contaba con unas 2.000 palabras, se escribía en columnas verticales, de izquierda a derecha y muchos de sus caracteres se inspiraron en los chinos, pero eran más estilizados, graciosos y personalizados. El lenguaje, que también se habló en otras zonas del sur de China, es una evolución de sistemas de escritura de hace más de 3 mil años utilizados por la civilización Yin, en la cuenca del río Yangtsé.

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