28 de febrero de 2010

Hallan cabeza gigante del faraón Amenhotep III

Una cabeza gigante de granito del faraón Amenhotep III (1390-1352 a.C.), uno de los más destacados reyes de la dinastía XVIII y padre de Akenatón, fue hallada en su templo funerario en la zona de Kom el Hitan en Luxor, en el sur de Egipto... Lee la noticia aquí

La teoría de los humores

En la época de Hipócrates los griegos habían desarrollado un sistema interpretativo del mecanismo de producción de las enfermedades, basado en la teoría de los cuatro humores orgánicos. Puede reconstruirse claramente el camino que llevó al pensamiento griego a este sistema médico: la idea de que el universo está formado por cuatro elementos básicos (agua, aire, fuego y tierra) cada uno de ellos caracterizado por una cualidad especifica (humedad, sequedad, calor, frío), y la teoría de los cuatro contrarios que sostenía que entre los elementos opuestos debe conservarse un equilibrio para mantener la armonía del cosmos y la salud en el microcosmos que es el hombre. El principio médico básico fue la teoría según la cual todos los fluidos orgánicos están compuestos, en proporción variable, por sangre (caliente y húmeda), flema (fría y húmeda), bilis amarilla (caliente y seca) y bilis negra (fría y seca). Si estos "humores" se encuentran en equilibrio el cuerpo goza de salud, pero en cambio el exceso o defecto de alguno de ellos produce la enfermedad. Existen tres etapas en toda enfermedad: el cambio en las proporciones humorales causado por factores externos o internos, la reacción del organismo ante esa alteración , y la crisis final en la que la alteración acaba con la eliminación del humor que está en exceso o con la muerte. La eliminación de los humores por el organismo puede observarse durante la enfermedad (sangre, flema o moco de la nariz, vómitos, materias fecales, orina, sudor), y la afección normalmente desaparece después de alcanzar la crisis con expulsión de uno de los humores. Además, según la proporción propia de los cuatro humores en cada individuo se clasificaba a estos en flemáticos, melancólicos, coléricos y sanguíneos.

27 de febrero de 2010

Afán de gloria (Luis del Val)

Siendo todavía un niño, Ignacio es enviado a la corte de los Reyes Católicos, donde sueña con emular las hazañas del Gran Capitán. Valiente, impetuoso y no muy casto, llama la atención de Germaine de Foix, casada con un Fernando el Católico a quien la edad y la enfermedad han dejado impotente. El muchacho pondrá su espada en contra de Carlos V y luego le servirá con lealtad, al punto de resultar gravemente herido en el sitio de Pamplona. Inservible por su cojera para la milicia, Ignacio encuentra en la religión un motivo que le ayudará a vivir con el mismo ardor con que antes luchaba. Ni Roma, la ciudad que más prostitutas alberga de toda Europa, ni las licenciosas costumbres de algunos Papas alteran los propósitos del fundador de la Compañía de Jesús, uno de los españoles más famosos en todo el mundo... y menos conocido.

Recuperan una carta robada de Descartes

Una carta de la colección de 72 misivas originales del filósofo y científico René Descartes (1596-1650) robada en Francia en el siglo XIX ha sido localizada en Haverford College, una pequeña universidad de Pensilvania (EE.UU.)... Lee la noticia aquí

26 de febrero de 2010

La religión azteca y sus dioses

La religión azteca mezcla elementos rituales, míticos y cósmicos. La religión azteca se desarrolló en el entorno de la ciudad de Tenochtitlán, capital del estado azteca, entre los siglos XIV y XVI. Esta civilización se preocupó por la predestinación, la inestabilidad humana y el deber cósmico de luchar contra las fuerzas de la muerte. La religión azteca es la que mejor conocemos de todas las precolombinas, ya que tenemos fuentes pictóricas, arqueológicas y escritos. Todo y que la conquista española eliminó muchos elementos de la civilización azteca, algunos diplomáticos y misioneros cristianos españoles recopilaron, organizaron y reprodujeron documentos indígenas, como fra Benardino de Sahagún. EL PANTEÓN AZTECA: El panteón azteca presenta más de sesenta nombres, ya que todos los aspectos de la existencia fueron sacralizados. Para ellos el poder sagrado se manifestaba en formas naturales (teotl), como el trueno, el árbol o la montaña, en personas importantes (reyes o guerreros) o en lugares caóticos y misteriosos. En general, la representación de los dioses era antropomórfica. Los dioses se comunicaban con la comunidad manifestando su voluntad a los teomamas o sacerdotes-chamanes, a través de sueños y visiones. Los teomamas eran una especie de hombres-dioses que guiaban y organizaban las tribus, sobre todo durante las migraciones. Lo primero que hacían al llegar a un nuevo lugar era levantar un altar para la divinidad tutelar de cada tribu. En el panteón azteca, Ometéotl es el andrógino celestial, el creador primordial del universo, el origen de todo, y entre sus cualidades figuran las de la omnisciencia, la omnipotencia y la omnipresencia. Su poder penetrante está representado en algunas fuentes mediante la unión con algunos de sus hijos. Los aspectos masculinos (Ometecuhtli y Tonacatecuhtli) y femeninos (Omecihuatl y Tonacacihuatl) se unieron con una serie de divinidades inferiores asociadas a cualidades masculinas y femeninas generativas y destructivas. El aspecto masculino se asoció al fuego y los dioses solares y del trigo, mientras que el femenino se relacionaba con los dioses de la fertilidad y la Tierra. Tezcatlipoca es la fuerza suprema creadora y activa. Asociada a la oscuridad, la noche, el jaguar y la magia. Xiuhtecuhtli es el antiguo dios del fuego, dotado del poder creador. Habitaba el corazón de los hombres y estructuraba los rituales diarios. El dios más antiguo de la fertilidad y de la lluvia fue Tlaloc (foto derecha), que vivía en las cimas más altas. Era la fuente de las aguas y de la vegetación. Las diosas de la fertilidad (regeneración agrícola) fueron las teteionman, las más conocidas de las cuales eran Tlazoltéotl, Xochiquetzal y Coatlicue, a esta última se la relaciona con los sacrificios del corazón. SACRIFICIOS HUMANOS: Respecto a los sacrificios humanos, los hacían para alimentar, renovar o apaciguar el sol o alguna otra divinidad para asegurar la estabilidad del universo. Estaban inspirados en el modelo mítico de la creación de un quinto sol, donde fueron sacrificados los mismos dioses; por ejemplo, la alimentación de Tonatiuh, la personificación de este dios dependía de la ofrenda de corazones humanos. Se llegó a hacer sacrificios en masa y las víctimas solían ser enemigos o esclavos que se habían fugado. Primero les preparaban un baño ritual y los vestían con adornos que correspondían a los atributos de la divinidad a la que iban a ser ofrecidos. A menudo se hacía rodar el cadáver (llamado hombre del águila) por la escalinata del templo. Al acabar el sacrificio, los sacerdotes celebraban una comida con sus familiares, donde cada comensal comía una pasta de trigo seco mezclada con un trozo de carne de la persona sacrificada. Por tanto, los aztecas practicaron el canibalismo.

25 de febrero de 2010

¿Por qué los piratas llevaban parche?

El pirata con el parche en el ojo forma parte de la iconografía popular. Los piratas, efectivamente, solían llevar un parche pero no porque hubiera una enorme prevalencia de tuertos entre la tripulación sino como arcaico sistema de “visión nocturna” durante las batallas: cuando los piratas asaltaban un barco el combate se iniciaba en la cubierta pero, eventualmente, continuaba en las tripas del barco. Dado que el ojo humano tarda entre 4 y 6 minutos en adaptarse a un brusco cambio de luz, si el pirata entraba en la parte inferior de la nave estaría vendido frente a los sables rivales. Los piratas experimentados saltaban a la cubierta del barco rival con el parche puesto (o esperaban en la bodega del suyo). Cuando tenían que entrar en la zona umbría se cambiaban el parche de ojo o se destapaban ambos, y empezaban a repartir mandobles, causando estragos en la tripulación rival. La contrapartida del “parche de visión nocturna” era una pérdida de profundidad en el campo de visión, aunque debía de estar sobradamente compensada por la ventaja de la adaptación sol/sombra.
Fuente consultada: lainformacion.com

24 de febrero de 2010

Sefarad (II): La vida en la aljama

La religión constituía un principio fundamental en el sistema de valores y de creencias de los judíos de época medieval, para quienes la religión no sólo era la principal referencia y guía de su actividad cotidiana sino que, además, actuaba como un importantísimo elemento de cohesión que les permitía conservar su identidad en el seno de la sociedad mayoritaria hispanocristiana, evitando su disolución como grupo social propio y diferenciado.
Miniatura en manuscrito sefardí, s. XIV
La familia En las comunidades hebreas medievales el núcleo básico de organización social era la familia. Desde la más remota antigüedad, la familia judía se organizaba según un estricto régimen patriarcal. Su cabeza era el varón de mayor edad y dignidad, a quien correspondía la suprema autoridad familiar, en tanto que el papel de la mujer se orientaba al cumplimiento de las obligaciones derivadas de su condición de esposa y madre, así como a la realización de las tareas domésticas. Los varones dedicaban la mayor parte del día a sus ocupaciones profesionales, las mujeres a sus tareas domésticas, y los jóvenes y los niños a sus estudios y juegos. Los momentos de ocio y reposo se ocupaban con el simple descanso y la conversación, o con diferentes juegos, como los dados, las tablas, la gresca, el ajedrez o los naipes. No obstante, las autoridades rabínicas condenaban severamente el juego por dinero, al que achacaban la ruina de los hogares. La familia era también centro de profundas relaciones afectivas entre sus integrantes. La fortaleza de los lazos que unían a padres e hijos se manifestaba en la vida diaria en multitud de ocasiones. Del mismo modo, la mujer se veía rodeada del respeto y el cariño de su marido y sus hijos. Uno de los acontecimientos más importantes en la vida de cualquier familia era el nacimiento de nuevos miembros. Por este motivo, todo nacimiento era acogido con júbilo, dando lugar en los días siguientes a diversas ceremonias religioso-familiares, que contribuían a reforzar los lazos de cohesión dentro del grupo. La alimentación La alimentación estaba basada en las complejas prescripciones fijadas por la religión judía, que se explicitan en las llamadas leyes kashrut, que tienen su fundamento en el Levítico y el Deuteronomio, así como en el Talmud y en otros diversos códigos de la Ley rabínica. Esta normativa establece una rígida separación entre los alimentos kasher, o aptos para su consumo por los judíos, y los no kasher (cuadrúpedos no rumiantes o sin pezuña hendida, animales marinos sin aletas o sin escamas, sangre, mezcla de productos cárnicos y lácteos, etc.). El menú cotidiano de los judíos españoles se componía, principalmente, de cereales, legumbres, verduras, ovolácteos, carne, pescado, aceite y vino.
Call de Barcelona Call de Girona
El vestido Los hábitos de vestir de los judíos hispanos se asemejaban mucho a los de sus contemporáneos cristianos. Por este motivo, y dentro de la oleada de creciente antisemitismo que marca la Baja Edad Media en toda la Europa occidental y central, diversas bulas pontificias, cánones conciliares y sinodales, ordenamientos reales y estatutos municipales obligaron a los judíos al uso de determinadas prendas de vestir o a colocar sobre sus vestimentas ciertas señales que permitieran su fácil identificación. En los niveles sociales inferiores la prenda de vestir común entre los varones era una saya o jubón, que cubría desde los hombros hasta las rodillas, y que se ajustaba a la cintura mediante un cordón. Entre los sectores más acomodados se utilizaba, normalmente, una saya más larga y más ancha, que cubría hasta los tobillos. La ropa interior consistía en una camisa de tela blanca, que llegaba hasta las rodillas, y en las bragas o calzón, que cubrían los muslos y que se sujetaban a la cintura mediante un cinto. Las mujeres vestían habitualmente una saya larga y lisa, que cubría desde el cuello hasta los pies, amplia en el busto y sujeta a la cintura mediante un cordón; las mangas eran largas. Estas sayas se solían combinar con unas faldas amplias. La vivienda Las viviendas de las juderías solían ser pequeñas; su fachada principal daba directamente a la calle, o a una pequeña plazuela interior que daba acceso a varias viviendas, y solía ser estrecha (de 5 a 7 metros), alargándose más en profundidad (de 7 a 10 metros) hacia un patio trasero. En altura disponían, generalmente, de una planta baja y otra superior, con un sótano que hacía las veces de almacén y bodega. El material constructivo más empleado era la arcilla, en forma de ladrillo cocido o de adobe, en tanto que la madera quedaba restringida a techos, vigas, puertas y ventanas. En las viviendas de los judíos no faltaba nunca la mezuzá; consiste en un pequeño trozo de pergamino en cuyo anverso están escritos dos pasajes del Deuteronomio (Deut. VI, 4-9, y XI, 13 21) en los que se exalta el poder absoluto de Dios, y en su reverso, en letras muy grandes, la palabra Shadday, uno de los nombres bíblicos de Dios. Este pergamino se coloca enrollado en una cajita alargada, con una abertura que deja leer la palabra Shadday; la cajita se fija en la jamba derecha de la puerta principal de la casa, y era costumbre al salir o entrar en la casa besar la mezuzá o tocarla con la mano derecha, acompañando este gesto con una bendición o con una invocación a la protección divina. Fuente consultada: Vida cotidiana de las aljamas judías en la Corona de Aragón y Castilla - Enrique Cantera Montenegro.

23 de febrero de 2010

Castillo de Trujillo

El castillo de Trujillo (Cáceres) fue construido por los árabes en la segunda mitad del siglo IX, en la zona más elevada del cerro rocoso denominado "Cabezo de Zorro". Desde sus murallas se domina toda la llanura de la tierra trujillana. Es un recinto hermético, rodeado por la cerca de murallas en un perímetro de 900 metros y el hecho de estar situado en lo más elevado de un terreno escarpado, lo hace inaccesible al ataque. Es un castillo hermético sin ventanas y con escasas saeteras. Está en relación íntima con la Alcazaba (conocida como Conventual) de Mérida, la fortificación islámica más antigua fechada en España (835 d.C.) El castillo fue construido con aparejo de sillares reaprovechados de construcciones romanas, alternando en sus muros y en sus veinte torres la mampostería. Esta reutilización de sillares romanos es fundamental para establecer la cimentación a cota militar, dispuestos en hiladas calzadas de trozos de ladrillos y de lajas fragmentadas de pizarra. Modo de construcción típico en otras alcazabas de la misma época en Mérida, Gormaz y Agreda en España; y el de Qasr Harani en Palestina. El castillo consta de dos partes: el Patio de Armas y la Albacara. La planta del castillo se nos ofrece así con dos grandes recintos geométricos adyacentes. Uno es el Patio de Armas, que se inscribe en un cuadrángulo levemente irregular de 52 m. S x 56,80 E. x 56 N. x 56,20 W., y el otro, conocido como Albacara, forma en planta un hexágono de 92 x 90,40 m. El acceso al primer recinto se realiza por una puerta que se abre en arco de herradura al mediodía, defendida por dos torres albarranas, esta puerta fue reformada en el siglo XVI, cuando el Concejo ordenó el 21 de abril de 1531 que entre las torres de la fortaleza se construyera una bóveda para colocar una imagen de granito que representara la Virgen de la Victoria. En el año 1952 el arquitecto restaurador D. José González Valcárcel, hizo un suplemento hacia el N. con el fin de levantar un cuerpo de edificación para construir un camarín a la Virgen. Por tanto, el lado N. de la puerta que actualmente se ve es falso y reciente, debiendo aceptarse sólo como auténtico el existente en el exterior, descubierto al retirar el antiguo camarín de la Virgen que se encontraba entre los dos cubos y detrás de la barbacana cristiana, destruída también al abrirse de nuevo la puerta. Con respecto a esta debemos hacer notar que en lo referente a su disposición los paralelos orientales son claros, como ocurre en Qasr Haraneh, Qasr al - Tuba Hirbat al mafyar y Qasr al - Hayr Al-Garbi paralelos que no se reducen a la puerta sino que atañen también al esquema de la planta de este primer recinto y otros aspectos. En el rincón N.E. del Patio de Armas se encuentran dos aljibes, sobreelevados respecto al suelo actual. Uno de ellos tiene planta regular y es geminado, con las claraboyas superiores como único modo de acceso. Está cubierto por bóveda de medio cañón, comunicándose de un lado al otro por dos arcos de medio punto apoyados en una columna. La longitud es de 9 m. y la anchura de cada nave es de 2,40 y 2,20m. La obra es de ladrillo y piedra. Las claraboyas carecen de derrame interior o exterior. El otro aljibe es de planta irregular, aprovechando el espacio que hay entre el exterior del aljibe citado y los muros N. y W. del interior del recinto principal. Tiene escalera de acceso desde el exterior, que da a un andén. Está dividido en ocho cámaras distribuidas en forma de "L", siendo las dos últimas de planta cuadrangular irregular. Cada uno de los compartimentos se comunica con el otro mediante un arco de medio punto de 2,10 m. de altura, con estribos para reforzar las paredes contra el empuje del agua. La longitud total del brazo más largo de este aljibe es de 12,50 m. y la del más corto es 11,50 m. de medida desde el quiebro. Las dimensiones del segundo aljibe son de 3,05 y 5,25 m. y las del tercer cuerpo son de 2,80 y 4,50 m. El último, separado por una nervadura en bóveda, tiene 6 m. de longitud y 2 m. de anchura en la nervadura. Por el lado de levante está la Albacara, que prolonga el conjunto macizo del castillo en forma de planta de hexágono irregular, por las características constructivas este espacio se adosó veinte años después al Patrio de Armas. En su interior se encuentra una pequeña ermita del siglo XVI dedicada a San Pablo para conmemorar el día que se reconquistó Trujillo, el 25 de enero de 1232, día de la conversión del santo. Junto a la ermita hay un pozo con brocal de piedra, para suministrar agua a los animales. La palabra "albacara" (del ár. Al-baqqara, la vaquería) define a un recinto murado en la parte exterior de una fortaleza, con entrada en la plaza y salida al campo, y en el cual se solía guardar ganado vacuno. Este edificio castrense se utilizó para albergue de la guarnición y se dedicó a los distintos servicios de mantenimiento de la tropa y almacén, por eso no existen dependencias, pues se realizarían con materiales más perecederos que la piedra. La Albacara está rodeada, en parte, por una barbacana de época cristiana. Realmente las fuentes árabes existentes sobre Trujillo son pocas y parcas. Sabemos que en el 881 hay una incursión de Alfonso III contra los Nafza, que ocupaban la zona, que en el 317 Héjira/929-30 d. C. se nombra gobernador militar de Trujillo a Ahmad Ibn Sakan. Ibn Jaldun la cita al igual que Al Idrisi y al Himyari y entre las crónicas cristianas que lo citan está la Primera Crónica General de Alfonso el Sabio y los Anales Toledanos II, que citan su Reconquista en 1232. Estos datos históricos avalan una fecha de construcción del castillo en la segunda mitad del siglo IX, posterior al modelo emeritense. Las torres albarranas son contemporáneas al resto de las obras, ya que estuvieron unidas con los cubos del castillo mediante arcos de los cuales quedan hoy restos del lugar de sus engarjes que se corresponden de lado a lado, y que son exactos a los exisntentes en la Alcazaba de Mérida, no solo en obra sino también en similitud de dimensiones y de aparejo. El castillo de Trujillo en tiempos de Pedro I fue elegido para que el tesorero del rey, el judío Samuel Leví, guardase las riquezas de la Corona, porque se la consideraba una de las fortalezas más seguras del reino. Aquí se refugió Juana "la Beltraneja" en su disputa con la reina Isabel I en una época de agitación familiar y social. Una vez entregado el castillo a la reina Católica, Juana tuvo que salir huyendo hacia Plasencia, donde se casó con Alfonso V de Portugal. Este recinto fortificado es muy visitado diariamente, aquí se venera la imagen de Ntra. Sra. de la Victoria, Patrona de la Ciudad. El concejo acordó desde 1531 que la imagen que en dicho año ejecutara el cantero Diego Durán, se colocase entre las dos torres del castillo, cumpliendo así con la venerable leyenda según la cual la Virgen se apareció con el Niño en sus brazos entre dos torres de la muralla, gracias a ella se reconquistó la ciudadela. Así se representa en el escudo de la Ciudad. En la ermita de la Virgen, la Hermandad de la Virgen de la Victoria con motivo de la celebración de sus Bodas de Oro, colocó un mosaico de azulejos relatando este acontecimiento histórico tan importante para Trujillo. Fuente consultada: José Antonio Ramos Rubio, cronista oficial de Trujillo y Doctor en Historia del Arte

22 de febrero de 2010

Sefarad (I): Los judíos en la España medieval

Según algunos autores judíos del siglo XV la presencia hebrea en España era anterior al cristianismo. Sostenían que los primeros judíos llegaron a la Península Ibérica tras la destrucción del Primer Templo de Jerusalén por el rey babilonio Nabucodonosor II en el año 587 a.C. y la consiguiente diáspora judía. También lo interpretaba así un versículo bíblico del profeta Abdías, en el que se hablaba de "los desterrados de Jerusalén que están en Sefarad". Lo cierto es que la Península Ibérica se convirtió en una verdadera patria para generaciones de judíos, hasta su expulsión por los Reyes Católicos en 1492. En el siglo VII sufrieron una creciente persecución por parte de los visigodos, especialmente con el rey Egica, quien ordenó la confiscación de todas las propiedades de los judíos y la retirada a los padres de la custodia de sus hijos para educarlos en el cristianismo. Esta persecución hizo que en el año 711 los judíos recibieran a los musulmanes como auténticos liberadores. Las comunidades judías conocieron un considerable desarrollo en Al-Ándalus, donde también se establecieron algunos grupos de judíos norteafricanos. En el siglo X las principales comunidades hebreas andalusíes eran las de Córdoba, Toledo, Lucena y Granada. La mayoría de los judíos se dedicaban a la agricultura, la artesanía y el pequeño comercio, y los más destacados representantes de las aljamas se ocupaban del comercio internacional, la medicina y oficios de corte. Tras la crisis del califato de Córdoba en el siglo XI, las comunidades hebreas resurgieron con los reinos de taifas, gracias a la labor desarrollada en las cortes de algunos de estos reinos por destacados personajes judíos. En los reinos cristianos la actitud hacia los judíos era también favorable. Desde el siglo X hay noticias sobre la presencia judía en Galicia, León, Burgos, La Rioja y Cataluña, pese a que su número debía ser aún muy reducido. Diversos fueros de los siglos XI y XII garantizaban la autonomía administrativa y judicial de los judíos, organizados en corporaciones llamadas aljamas. Tenían derecho a profesar libremente su religión y el reconocimiento de la plena propiedad de todos sus bienes, así como autonomía judicial en causas civiles y criminales. Sin embargo, al igual que ocurría en Al-Ándalus, las condiciones que disfrutaban los judíos no suponían la igualdad respecto a la población cristiana. Así, la legislación eclesiástica prohibía a los judíos hacer proselitismo, establecía estrictas limitaciones en sus relaciones de convivencia con los cristianos, y les prohibía ejercer oficios y cargos que llevaran aparejada jurisdicción sobre éstos. La reticencia popular hacia los judíos se incrementó en el siglo XII, lo que tiene que ver con el peso cada vez mayor de los judíos mercaderes y financieros.
Sinagoga de Sta. María la Blanca. Toledo

La fase de esplendor en la historia de los judíos hispanos no estuvo exenta de tensiones y traumas. Pese a la unidad que les confería la fe religiosa, en el seno de las comunidades hebreas surgió una progresiva diferenciación entre un sector aristocrático, formado por los grandes comerciantes y financieros al servicio de la monarquía, y un sector popular compuesto por agricultores, artesanos y pequeños mercaderes, más apegado a las tradiciones culturales y religiosas. El enfrentamiento interno por el control de las aljamas se generalizó desde finales del siglo XII. Las familias judías ricas se parecían en su forma de vida a la nobleza cristiana. Además obtuvieron de los reyes privilegios especiales, como no pagar impuestos. En cualquier caso, a lo largo del siglo XIII, el número de funcionarios y cortesanos judíos creció de forma considerable en los reinos de Castilla y Aragón. Pese a que estos judíos cortesanos podían acumular grandes riquezas, estaban expuestos al cambio de humor de los soberanos y de la aristocracia cristiana. Desde mediados del siglo XIII, el antijudaísmo avanzó en los reinos hispanos no sólo en el terreno doctrinal, sino también en el legislativo. En 1312, un concilio eclesiástico reunido en Zamora instaba a los regentes de Alfonso XI a poner en práctica las disposiciones relativas a los judíos adoptadas en el IV concilio de Letrán (1215), en las que se establecía que los judíos fueran recluidos en barrios aislados y llevaran sobre sus vestimentas ciertas señales identificativas. Este clima antijudío estalló de forma violenta en varias ocasiones a lo largo del siglo XIV, lo que tuvo su expresión más evidente en el asalto a las juderías. En definitiva, en la segunda mitad del siglo XIV el antijudaísmo era ya un fenómeno irreversible en los reinos hispánicos. Alcanzó sus más altas cotas en 1391, con las persecuciones que, iniciadas en el valle del Guadalquivir, se extendieron rápidamente por numerosas comarcas hispanas, provocando la ruina de alguna de las aljamas más importantes. Pese a los esfuerzos posteriores para restaurar las juderías, la comunidad judía nunca se recuperó. Además, el terror producido por los asaltos a las juderías hizo que muchos se convirtieran al cristianismo. Precisamente, los recelos de la mayoría cristiana respecto a estos "conversos" dieron lugar a un problema que perduró incluso más allá de la expulsión de los judíos en 1492. Continuará... Fuente consultada: Historia National Geographic - Enrique Cantera

Tarragona recuperará la arena de los gladiadores

Tarragona volverá a tener un aspecto parecido al que tenía cuando en él combatían los gladiadores en el siglo II después de Cristo. El departamento de Patrimonio del ayuntamiento de la capital está trabajando en un proyecto que, entre otros detalles, permitirá volver pisar el escenario de uno de los monumentos declarados patrimonios de la humanidad por la UNESCO... Lee la noticia aquí

21 de febrero de 2010

La unificación de Alemania

Desde finales del siglo XVIII, los componentes culturales del nacionalismo alemán quedaron establecidos por los filósofos Herder y Fichte, y fueron reforzados con el romanticismo. La afirmación de la existencia de un ser propio del pueblo alemán convivió con la presencia de núcleos liberales y democráticos que reclamaban la construcción de una nación basada en la voluntad de los ciudadanos. Con estas bases ideológicas se inició un proceso que conduciría a la formación del Estado-nación alemán. El Congreso de Viena había establecido la Confederación germánica, que aglutinaba 39 estados, con la presencia de dos poderosas potencias, el reino de Prusia y el imperio austríaco. El primer paso hacia la unificación fue la creación del Zollverein o Unión Aduanera (1834), que estableció un mercado de libre circulación comercial formado por 26 millones de personas. En el Zollverein se integró Prusia, pero no Austria, y empezó a evidenciarse que sería Prusia el estado que dirigiría el proceso unificador. Durante la revolución de 1848, los sectores liberales y democráticos consiguieron formar un Parlamento en Frankfurt, con representantes de los distintos estados elegidos por sufragio universal, que ofreció la corona de la posible Alemania unificada al rey de Prusia, Federico Guillermo IV. Pero la monarquía prusiana rechazó la oferta y cualquier vía democrática hacia la unificación e impuso la estrategia del canciller Otto von Bismarck (1862): Prusia dirigiría la unificación a partir de su supremacía económica y militar. Esta estrategia comportó una primera guerra con Dinamarca (1864), por la que se anexionó los ducados de Schleswig y Holstein, y otra contra Austria, a la que derrotó en 1866. Por último, una guerra contra Francia (1870-1871) permitió cohesionar los estados germánicos contra un enemigo común, al que derrotó en Sedán. La victoria militar culminó con la proclamación del Segundo Reich y de Guillermo I como emperador (1871). La unidad se tradujo en una estructura confederal con el dominio de Prusia, que imprimió una ideología conservadora y militarista al nuevo estado. Asimismo, la unificación dejó por resolver dos importantes cuestiones: la dualidad religiosa entre el luteranismo del norte y el catolicismo del sur, y el carácter inacabado de la unificación al no integrar a los alemanes de Austria, frustrando la consecución de la Gran Alemania.

20 de febrero de 2010

Premio

Desde el blog Atlas Mnemosyne nos llega este premio. ¡Muchas gracias!

El oro del cielo (José Miguel Carrillo de Albornoz)

Un grupo de personajes liderados por el excéntrico conde Von Breslau se encuentran en Berlín durante una exposición de tesoros egipcios. Allí, y debido a una extraordinaria revelación, dará comienzo una aventura que les transportará al deslumbrabte Egipto faraónico de la XVIII Dinastía. La búsqueda de un misterioso tesoro, entrecruzada con la historia de Akhenatón -posiblemente el primer mesías de la humanidad- y su fascinante consorte, la bellísima Nefertiti, les llevará a un arriesgado viaje en el que el destino del mundo está en juego.

19 de febrero de 2010

El ojo de Nefertiti

El bello busto policromado de Nefertiti, esposa de Akenatón, fue descubierto el 6 de diciembre de 1912 por una expedición arqueológica alemana en las ruinas de Amarna (Ajet Atón), la capital del faraón. El equipo de arqueólogos trabajaba para la Sociedad Alemana de Oriente bajo la supervisión del Profesor Ludwig Borchardt de Berlín. Tenían la autorización del gobierno egipcio para excavar aquel lugar. El busto, de 3.400 años, apareció entre las ruinas del taller de Tutmés, escultor de la corte de Amarna. Borchardt supo desde el primer momento que se hallaba ante una obra maestra. Existen diferentes hipótesis para explicar la pérdida del iris del ojo izquierdo de la escultura. Una de ellas sostiene que estaba colocada en una repisa de madera en el taller del escultor. La repisa, deteriorada por las termitas, terminó rompiéndose. El busto dio una voltereta y cayó al suelo, pero lo hizo sobre la corona plana, lo que evitó su rotura, aunque con el impacto perdió el iris de ese ojo y sufrió desperfectos en la oreja. El equipo de arqueólogos alemán la encontró enterrada en la arena boca abajo, de manera que, en principio, la tesis podría ser aceptada. No obstante, el relato que se conserva de su descubrimiento y el exhaustivo estudio de la escultura hacen que la hipótesis deba ser rechazada. Al parecer la encontró Mohammed Ahmes Es-Senussi. Se encontraba excavando la sala 19 rejilla P-47 (el área se dividió en rejillas de 600 pies cuadrados) cuando los rayos del sol iluminaron el oro y colores azules de la escultura. El grito de Mohammed atrajo a todos. El Profesor Borchardt fue despertado de su siesta. La estatua se hallaba enterrada, cabeza abajo, en el cascote. Cuando la limpiaron observaron que estaba casi intacta. Los únicos desperfectos eran los astillados lóbulos de las orejas y la pérdida del iris del ojo izquierdo. La arena y la suciedad de la sala 19 (más de 30 pies cúbicos) se tamizó de forma exhaustiva en repetidas ocasiones con una malla cada vez más fina. Los pedazos de la oreja se encontraron pero el ojo nunca se recuperó. Un examen más minucioso de la escultura permitió comprobar que nunca llegó a colocarse el iris del ojo pues sobre el globo ocular izquierdo no se ve ninguna huella de manipulaciones. Se apuntó la posible pérdida del ojo izquierdo de Nefertiti en algún momento de su vida. Sin embargo, ningún relieve mural o escultura que reproduce a la reina muestra que tuviera este defecto. Incluso ha llegado a afirmarse que el escultor pudo enamorarse de la reina, que tenía fama de seductora, y que por despecho, al sentirse rechazado, se vengó desfigurando su rostro. Otra hipótesis sostenía que la escultura iba a situarse en una urna de perfil y, por tanto, sólo se requería un ojo perfecto. Para los iris de los ojos se empleaba cristal de roca, caro y difícil de conseguir, de modo que no se consideró necesario colocar los dos. También se afirma que el busto fue el modelo que utilizó Tutmés para otros retratos de la reina realizados en su taller, de manera que, teniendo en cuenta el valor de esas piezas de cristal, sólo se colocó el del ojo derecho, necesario para que el rostro no resultara inexpresivo.Es posible que, a pesar de su extrema perfección y belleza, el busto fuese considerado en la época como una escultura menor, de poca importancia, ya que nadie se preocupó de llevarla consigo cuando Amarna y el taller de Tutmés quedaron abandonados.
Fuente consultada: Ovejas Eléctricas

Hallan nuevas estatuas romanas en Torreparedones

Los trabajos arqueológicos que se han efectuado en la antigua ciudad romana de Torreparedones, situada entre los municipios de Baena y Castro del Río, en la provincia de Córdoba, han sacado a la luz dos notables estatuas de mármol... Lee la noticia aquí

18 de febrero de 2010

Herón de Alejandría

Herón (o Hero) de Alejandría (10–70 d.C.) fue un ingeniero y matemático griego, que destacó en Alejandría (en la provincia romana de Egipto). Es considerado uno de los científicos e inventores más grandes de la antigüedad. En el siglo I d.C. los griegos no daban crédito a lo que veían sus ojos y es que en aquellos templos donde había trabajado Herón de Alenjadría, a quien algunos llamaban “El Mago“, resultaban ser residencia habitual de los dioses. Las pruebas de que las divinidades escogían aquellos templos como su morada eran claras y podía verlas cualquiera que por allí pasara. Las puertas se abrían solas y cuando entrabas se escuchaba música celestial. Una vez dentro, en uno de los altares, podías ver una esfera luminosa levitando como por arte de magia y en otro altar podías contemplar con tus propios ojos como los dioses danzaban a su alrededor. Lo que desconocían la mayoría de la gente de aquella época es que aquello no era más que simple ciencia. La creatividad de Herón de Alejandría llegó a tal extremo que casi se convirtió en un maestro de los efectos especiales. Para lograr que las grandes puertas se abrieran y cerraran solas usó el siguiente mecanismo: Image and video hosting by TinyPic El fuego calienta el aire que se expande aumentando la presión y empuja el agua llenando el contrapeso que acciona el mecanismo para abrir la puerta. Cuando el aire se vuelve a enfriar, la presión disminuye y el agua vuelve a ocupar su lugar, el contrapeso se vacía y las puertas se cierran. En algunos modelos se aprovechaba el aire que escapaba para hacer sonar algún instrumento. El visitante ofrecía una ofrenda encendiendo un fuego encima del altar, la base del altar se iluminaba y podía ver dentro a varios dioses que danzaban alegremente mientras dan vueltas: El altar estaba hecho de cristal y al encender el fuego se iluminaba su interior. Una serie de tubos y el aire caliente lograba que las figuras giraran. Se hacían unas libaciones (ritual religioso o ceremonia de la antigüedad que consistía en la aspersión de una bebida en ofrenda a un dios. Los líquidos ofrecidos en las libaciones eran variados, normalmente de vino sin mezclar, leche, miel, aceite y otros líquidos, incluso agua pura, que se vertían en el suelo.) a los dioses principales del templo. Según le explicaba el sacerdote al visitante, debía someterse a la prueba del cuerno. Con esta prueba sabrá que libación será de más agrado para los dioses, si la hecha con agua o con vino. El sacerdote saca un recipiente con forma de cuerno del que, según sea el capricho de los dioses, ha de brotar agua o vino. Lo que no sabía el pobre griego es que el recipiente tenía un mecanismo en el asa con el que se puede escanciar vino o agua a voluntad del sacerdote. Este invento también tuvo un uso doméstico pues el vino que se hacía entonces era muy fuerte y espeso y casi siempre había que rebajarlo con agua. Con sólo este recipiente podían servirse ambos. El sacerdote podía acompañar al orante hasta un recipiente y explicarle que el vino es más caro que el agua y le costará un dracma. El visitante introduce la moneda por una rendija. Al instante, mágicamente, el vino comienza a fluir de un grifo llenando el vaso de libaciones en su cantidad justa: La moneda se introducía por la parte superior y caía sobre la palanca R levantando el tapón que dejaba salir el líquido. La moneda iba resbalando hasta caer al fondo haciendo que la palanca volviera a su posición inicial dejando de echar. Sin duda es la primera máquina expendedora de la historia. Tendrán que pasar casi 2.000 años para volver a ver algo así. Fuente: http://historiasconhistoria.es/

17 de febrero de 2010

El "padre volador"

“He inventado una máquina por medio de la cual se puede caminar por el aire con mucha más rapidez que por tierra o por mar, pudiendo recorrer hasta doscientas leguas al día, y enviar despachos a los ejércitos y a los países lejanos. Con ella se podrán sacar de las plazas sitiadas a cuantas personas se juzgue conveniente sin que pueda estorbarlo el enemigo, y por medio de ella se podrán explorar también las regiones próximas a los polos”

De todos es sabido que los hermanos Montgolfier fueron los inventores del aerostato y que ellos mismos fueron los primeros en ascender a los cielos de un modo más o menos estable. En el año 1783, los célebres hermanos, hijos de un fabricante de papel demostraron su tecnología ante el público. Toda Europa aplaudió su genialidad, había nacido la aerostación y los Montgolfier se tornaron en héroes mundiales. Pero casi ocho décadas antes existió un personaje que ya había realizado la misma proeza, aunque por las causas y los azares de la vida, dicho personaje ha sido prácticamente borrado de la memoria histórica relegándolo a ocupar tan sólo un papel principal en algunas novelas de autores que todavía hoy en día, reivindican a Bartolomeu Lourenço de Gusmâo como el verdadero pionero de la aerostación. Bartolomeu nació en 1685 en Sâo Paulo, formando Brasil en aquella época parte del imperio Portugués. Ya desde muy pequeño destacó en sus estudios, sobre todo en el área de Ciencias y Matemáticas. Siendo todavía un adolescente fue enviado a Portugal a continuar sus estudios en la universidad de Coimbra, donde no tardaría en conseguir diversos cargos y donde se convirtió en sacerdote Jesuita. Concluidos sus estudios, viajó por todo el continente empapándose de todo el conocimiento que pudo alcanzar y mejorando técnicas e inventos allá por donde pasaba.

Al padre Bartolomeu Lourenço se le atribuyen entre otros, un sistema para cocinar gracias a la radiación solar y un juego de lentes, pero sin duda, su obsesión más grande fue la de poder surcar los cielos y ésta pasión fue también la que causa de su desgracia. El padre Lourenço, gran conocedor de las leyes físicas, observó como una pompa de jabón ascendía rápidamente al situarse sobre el aire calentado por una vela, y de este pequeño destello surgió en su mente su máquina voladora, o instrumento para andar por el aire, como él la bautizó. En 1709 logró un privilegio de invención del rey de Portugal, Juan V, y comenzó a experimentar con pequeños globos de papel que en breve fueron aumentando su tamaño y perfección, cambiando el papel por tela muy fina. Finalmente, el 8 de agosto del mismo año, Bartolomeu Lourenço de Gusmâo realizó una gran demostración pública de su invento ante el monarca, diplomáticos, religiosos y grandes dignatarios portugueses. Su enorme globo de aire caliente ascendió varios metros por encima del suelo del recinto de la Casa de las Indias de Lisboa. Desde aquel día fue conocido como el “padre volador”, mas su nave, bautizada como Passarola, no volvió a ser vista en público.

La gran desgracia del padre Lourenço quizás fue el estar demasiado adelantado a su época y paradójicamente, la Iglesia, a la que el pertenecía como Jesuita, fue la que hundió y enterró sus esperanzas de seguir adelante con su gran sueño. Primero el papa Inocencio XIII, que no tenía en muy buena estima a los Jesuitas, y más tarde incluso la Santa Inquisición, reprendieron al padre Lourenço por el manejo de sus globos, pues en sus enigmáticas ascensiones estos veían la mano oscura del diablo. Bartolomeu Lourenço de Gusmâo incluso se vio obligado a salir de Portugal y falleció en España, en el año 1724, enfermo y abatido y sin llegar a cumplir el gran sueño de su vida, surcar los cielos con su máquina voladora, su Passarola. Poco se conoce sobre el trabajo del Padre Lourenço, más allá de que para calentar el aire de sus globos usaba un sistema muy similar al de los quemadores que se usan hoy en día y de que disponía de diversos modelos perfeccionados y para diferentes usos, desde el militar hasta el transporte de pasajeros. La mítica ascensión de la Casa de las Indias fue muy sonada y quedó inscrita en diferentes libros y revistas de la época, es muy posible que incluso los mismos hermanos Montgolfier tuvieran conocimiento de la Passarola del Padre Lourenço y ella fuera su fuente de inspiración. Sea como sea, y como ocurre en la atribución de muchos inventos, la gloria siempre será para los Montgolfier aunque sin lugar a dudas, el pionero de la aerostación mundial fue el malogrado Padre Bartolomeu Lourenço de Gusmâo, el padre volador. Fuente consultada: Investigaciones Terroríficamente Macabras

Experimento bloguero

Queridos lectores, como ahora resulta que Blogger nos da la opción de añadir páginas adicionales a los blogs, y como lo mío con los blogs ya es puro vicio, se me ha ocurrido hacer este pequeño experimento. He creado una sección a la que he puesto por título "Noticiero histórico" que va en una página aparte, y en la que publicaremos lo que sean noticias relacionadas con la historia, como por ejemplo la que podéis ver en el post de más abajo que ha salido publicada en El Periódico. Como podéis ver, en estos posts pondremos una pequeña reseña de la noticia en cuestión y el enlace a la página de noticias donde se podrá leer completa. También desde la columna lateral se puede acceder directamente al contenido de la nueva sección. Por lo demás, el blog seguirá como siempre, no se van a sustituir los posts por noticias ni mucho menos, es simplemente un intento de hacerlo un poco más completo. Saludos y muchas gracias por leernos.

La muerte de Tutankamón fue debida a una enfermedad ósea y a la malaria

Una enfermedad ósea y la malaria crónica causaron la precoz muerte del famoso faraón egipcio Tutankamón a los 19 años, según sugiere un estudio del Consejo Supremo de Antigüedades en el Cairo (Egipto) que se publica en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA). Los investigadores han utilizado varios métodos científicos, incluyendo ADN de las momias reales, y han identificado también a miembros de la familia real, incluyendo al padre y la madre del rey egipcio. Lee la noticia aquí

16 de febrero de 2010

La religiosidad maya

La religiosidad de los mayas es una de las más estudiadas del Nuevo Mundo, ya que han dejado abundante material arqueológico, desde ciudades-templo hasta misteriosas pirámides escalonadas y tumbas, pasando por una compleja escritura jeroglífica. Su civilización se repartió por México sur-oriental, Yucatán, Belice, Guatemala y hasta puntos de El Salvador y Honduras. De lo que se ha podido conocer, todo parece indicar, que la religión maya estaba orientada a asegurar la fertilidad de los cultivadores de maíz. También se sabe que existía un sacerdocio con grandes conocimientos de las matemáticas y astronomía, que logró desarrollar un calendario más exacto que el gregoriano. Los mayas creían que el universo tenía trece niveles superiores y nueve inferiores, y que existía un conflicto o lucha entre estos niveles superiores e inferiores. Los superiores estaban representados por las divinidades portadoras de la fertilidad, mientras que los inferiores eran los causantes de la muerte, la guerra y el hambre. Su deidad superior era Itzamna, pero también existían otros dioses como Chac, Ah Mun, Xamen Ek y un dios siniestro o portador de la muerte que se conocía como Cizin. Parte de la información sobre la religión maya ha llegado a través de un texto indígena de carácter sagrado escrito en época colonial y conocido como Popol Vuh. Este libro tradicional de los indios que habitaban la región del Quiché, relata el origen del mundo y la creación del hombre. Así como las hazañas de los héroes míticos Hunahpú e Ixbalanqué. Fuente consultada: Enciclopedia de las creencias y religiones - Jorge Blaschke

15 de febrero de 2010

Las Navas de Tolosa

El año 1031 el califato de Córdoba llegaba a su fin, y su territorio quedaba fragmentado en decenas de reinos de taifas incapaces de frenar el expansionismo de los reinos cristianos. Los almorávides, provenientes de tribus nómadas bereberes fueron llamados a socorrer a los soberanos islámicos. Eran intransigentes en la aplicación de las reglas coránicas y críticos con la relajación de costumbres en que, según ellos, habían incurrido los reinos de taifas. Llegaron a la Península Ibérica en 1086 y lograron detener a los cristianos y unificar de nuevo Al-Ándalus. Sin embargo, en la primera mitad del siglo XII el poder volvió a fragmentarse en la España musulmana, lo que aprovecharon los monarcas cristianos para reemprender el avance hacia el sur. En esta ocasión fueron los almohades, más radicales aún que sus predecesores, los que vinieron desde África a socorrer al islam. Hacia 1146, forzaron una progresiva unificación política bajo su cetro que obligó a los cristianos a retroceder. El nuevo imperio se extendía hasta la actual Libia y al frente del nuevo entramado político figuraba un califa que adoptó el título de Príncipe de los Creyentes, Amir ul-Muslimin, que los cristianos rebautizaron como Miramamolín.
Imperio almohade

De todos los reinos cristianos el más amenazado fue Castilla, pues estaba sumida en luchas fratricidas con el reino de León. Para frenar a los musulmanes, Castilla alentó las acciones militares de las órdenes de Calatrava, Santiago y Alcántara, pero fue en vano. La retirada cristiana alcanzó su apogeo en 1195 con la derrota de Alarcos, donde el rey castellano Alfonso VIII vio a su ejército casi aniquilado. El vencedor, el califa Yusuf II, adoptó el nombre de Al-Mansur, el Victorioso, y para conmemorar su triunfo mandó levantar la Giralda de Sevilla. En 1197 se pactó una tregua de diez años que alivió la situación de Castilla. Al finalizar la tregua volvieron las escaramuzas y se preveía una batalla de gran magnitud. Alfonso VIII estableció pactos con el resto de reinos cristianos pero eso no era garantía suficiente de no ser atacado. La solución llegó a través de la Iglesia: si el papa Inocencio III proclamaba una cruzada ningún reino cristiano le atacaría (eso habría significado la excomunión), y además estimularía a cristianos de toda Europa a sumarse a la campaña. El arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada, fue el encargado de las gestiones con Roma que se culminaron a principios de 1212. Se proclamaron con rapidez las indulgencias plenarias por toda Europa, causando especial efecto en Francia. Se agregaron a la empresa los obispos de Narbona, Burdeos y Nantes, así como numerosos caballeros francos. Por otro lado, árabes, turcos, senegaleses y bereberes, movidos por el principio de la guerra santa, cruzaron el estrecho en enero sumándose a las tropas de Al-Ándalus, dirigidas por Al-Nasir, hijo del vencedor de Alarcos. El 20 de junio de 1212 la expedición cristiana se ponía en marcha. Entre los cristianos pronto surgieron desavenencias. Los cruzados franceses querían botín y no estaban interesados en aplicar medidas que facilitasen la posterior ocupación, que era lo que pretendía el rey castellano. El 24 de junio los franceses asaltaron el castillo de Malagón, la primera fortaleza almohade que encontraron en su camino, pasando a cuchillo a todos sus moradores. Se produjo la ruptura y los cruzados franceses abandonaron el ejército en dirección a Francia sin dejar de asaltar todas las juderías que encontraron por el camino. Sólo unos pocos cientos de caballeros franceses permanecieron en la expedición. El tamaño del ejército musulmán fue enormemente exagerado por las crónicas cristianas, llegando a hablarse hasta de 400.000 hombres, si bien hoy en día se tiende a cifrar su número en algo más de 120.000. Ante la posición estratégica de los Almohades en Despeñaperros, el avance del ejército cristiano era una maniobra suicida. Entre las deliberaciones cristianas, el rey aragonés Pedro II 'El Católico' y el rey navarro Sancho VII 'El Fuerte' se inclinaban por hacer retroceder al ejército para buscar un paso más seguro. De otra parte, el rey castellano Alfonso VIII se negaba convencido de que una retirada causaría una deserción masiva en el ejército cristiano. Finalmente, se decidió avanzar a la desesperada hacia Despeñaperros. Las crónicas narran un suceso providencial, un pastor de la comarca se ofreció a guiar al ejército cristiano por un paso que los Almohades no podían atacar. El paso actualmente recibe el nombre de 'Paso del Rey', que desemboca en una gran explanada, entre las poblaciones de Miranda del Rey y Santa Elena. El ejército cristiano lo atravesó sin dificultad y acampó en la citada explanada. Se acordó que las tropas castellanas ocupasen la primera línea de avance, mientras que Sancho VII se encargaría del segundo cuerpo de ataque y el rey aragonés Pedro II se quedaría en la retaguardia al frente de la caballería catalano-aragonesa.

Triunfo de Santa Cruz en la batalla de las Navas de Tolosa. Marcelino SantaMaría, 1892

La batalla Los ejércitos cristianos llegan el viernes 13 de julio de 1212 a Navas de Tolosa, o llanos de La Losa, cercanas a la localidad de Santa Elena al noroeste de la provincia de Jaén, y se producen pequeñas escaramuzas durante el sábado y domingo siguientes. El lunes 16 de julio a primeras horas del día se inicia el combate. Tras una carga de la primera línea de las tropas cristianas, capitaneadas por el vizcaíno Diego López II de Haro, los Almohades, que doblaban ampliamente en número a los cristianos, realizan la misma táctica que años antes les había dado tanta gloria. Los voluntarios y arqueros de la vanguardia, mal equipados pero ligeros, simulan una retirada inicial frente a la carga para contraatacar luego con el grueso de sus fuerzas de élite en el centro. A su vez, los flancos de caballería ligera almohade, equipada con arco, tratan de envolver a los atacantes igual que en la batalla de Alarcos. Al verse rodeados por las fuerzas Almohades, acude la segunda línea de combate cristiana, pero es insuficiente, la batalla parece perdida. La desbandada cristiana comienza con las tropas de López de Haro que habían sufrido terribles bajas, sólo el capitán y su hijo, junto a Núñez de Lara y las Órdenes Militares resisten como pueden pero les queda poco tiempo. El miedo se apodera del ejército cristiano. Viendo lo que sucedía, los reyes cristianos al frente de sus caballeros e infantes inician una última carga con el resto de fuerzas cristianas. Este acto de los reyes y caballeros cristianos infunde ánimos que hacen renovar el brío contra los musulmanes. Los flancos de la milicia cargan contra los flancos del ejército almohade y los reyes marchan en una carga imparable. Según fuentes, el propio rey Sancho VII de Navarra aprovechó la ocasión y se dirigió directamente a la tienda de Al-Nasir. Los caballeros navarros, junto con parte de su flanco, atravesaron su última defensa: los im-esebelen, que sucumbió no sin antes provocar una gran matanza entre los cristianos. Al-Nasir se mantenía en el combate dentro del campamento. Después vino el desastre, el ejército almohade se hundió, e inició una retirada a la desesperada con Al-Nasir a la cabeza. La victoria estaba del lado del bando Cristiano.

Batalla de Las Navas de Tolosa. Van Halen

En el momento que los arqueros musulmanes no pudieron maniobrar ante las líneas tan juntas, su táctica se vino abajo pues la carga de la caballería pesada cristiana era imparable. Por eso, la última carga definitiva de los reyes cristianos con tropas de élite, caballeros, fue tan determinante justo en el momento en que los batallones cristianos iniciaban la retirada. Como consecuencia de esta batalla, el poder musulmán en la Península Ibérica comenzó su declive definitivo y la Reconquista tomó un nuevo impulso que produjo en los siguientes cuarenta años un avance significativo de los llamados reinos cristianos, que conquistaron casi todos los territorios del sur bajo poder musulmán. Consecuencia inmediata fue la toma de Baeza, que posteriormente retornó a manos almohades. La victoria habría sido mucho más efectiva y definitiva si no se hubiera desencadenado en aquellos mismos años una hambruna que hizo que se demorara el proceso de reconquista. La hambruna duró hasta el año 1225. Al-Nasir nunca se repuso del desastre de las Navas. Abdicó en su hijo, se encerró en su palacio de Marrakech y se entregó a los placeres y al vino. Murió, quizá envenenado a los dos años escasos de su derrota. Fuentes consultadas:

14 de febrero de 2010

Martín Lutero

Martín Lutero nació en Eisleben, Alemania, en 1483, en el seno de una familia de origen campesino pero dedicada a la minería de cobre. Asistió a la escuela latina en Mansfeld desde 1488, y posteriormente continuó sus estudios en Eisenach. En 1501 ingresó en la Universidad de Erfurt con la intención de hacerse abogado. En 1505, durante una tormenta eléctrica, un rayo cayó cerca de él. Aterrorizado, pidió ayuda a Santa Ana y prometió hacerse monje si salía con vida, lo cual sucedió, por lo que abandonó sus estudios de Derecho, vendió sus libros e ingresó en el monasterio agustino de Erfurt. Esa decisión, junto a la búsqueda de Dios, culminó en el desarrollo de la reforma de la Iglesia. Se empeñó en hacer buenas obras con el fin de complacer a Dios. Ayunaba, se flagelaba, dedicaba largas horas a la oración y se confesaba constantemente. En 1507, a los 24 años, fue ordenado sacerdote y tres años más tarde viajó a Roma, la capital de la cristiandad. Pero este viaje lejos de ayudarle en su búsqueda espiritual tuvo para él el efecto contrario, al percatarse de la frivolidad y mundanalidad en la que había caído la Iglesia. En 1512 se doctoró en Teología y comenzó a dar clases en la Universidad de Wittemberg. En 1517 aparece en escena un monje dominico, Tetzel, vendedor de indulgencias. Por medio de la compra de indulgencias, según la Iglesia, se libraba a las almas del purgatorio de los tormentos del mismo y también se podían comprar para uno mismo. El dinero obtenido por este medio iba a ser destinado a la construcción de la basílica de San Pedro en Roma. Lutero veía esto como una mentira que podía confundir a la gente haciéndola confiar únicamente en las indulgencias olvidando la confesión y la oración. Fue entonces cuando escribió y clavó en la puerta de la iglesia del castillo de Wittemberg sus 95 Tesis. Estas tesis condenaban la avaricia y el paganismo de la Iglesia. Este documento fue la chispa que puso en marcha todo un proceso cuyas consecuencias iban a tener muy largo alcance. Su crítica pública contra el abuso de la venta de indulgencias no sólo produjo la discusión deseada, sino que además causó la puesta en marcha del tribunal de la Inquisición que acabó excomulgándole. El 15 de junio de 1520, León X publicó una bula de aviso a Lutero titulada Exsurge Domine. Cuando Lutero la recibió, se dirigió al pudridero de la ciudad y, juntamente con el Derecho Canónico, la arrojó a las llamas. La ruptura estaba consumada. Un fraile había osado levantarse él solo contra todo un sistema religioso de más de mil años de antigüedad con el solo apoyo de la palabra de Dios. Durante ese mismo año Lutero escribió algunas de sus mejores obras: La Nobleza Alemana, El Cautiverio Babilónico y Libertad de un Cristiano. Finalmente el 3 de enero de 1521 fue publicada en Roma la bula papal, Decet Romanum Pontificem, por la que León X excomulgaba a Lutero. El emperador Carlos V inauguró la Dieta Imperial de Worms el 22 de enero. Lutero fue llamado a renunciar o reafirmar su doctrina y le fue otorgado un salvoconducto para garantizar su seguridad. Al preguntarle si se retractaba de sus escritos respondió:

"Que se me convenza mediante testimonios de la Escritura y claros argumentos de la razón —porque no le creo ni al Papa ni a los concilios, ya que está demostrado que a menudo han errado, contradiciéndose a sí mismos— por los textos de la Sagrada Escritura que he citado, estoy sometido a mi conciencia y ligado a la palabra de Dios. Por eso no puedo ni quiero retractarme de nada, porque hacer algo en contra de la conciencia no es seguro ni saludable". De acuerdo a la tradición, Lutero entonces dijo estas palabras: "¡No puedo hacer otra cosa; esta es mi postura! ¡Que Dios me ayude!"

La suerte estaba echada. Lutero se había enfrentado al poder religioso y ahora lo estaba haciendo al poder secular. Antes de que se tomase una decisión sobre su destino Lutero abandonó Worms y durante el camino de regreso a Wittenberg desapareció. Carlos V lo declaró prófugo y hereje y prohibió sus obras. Su desaparición había sido planeada por su protector Federico el Sabio. Fue llevado al castillo de Wartburg en Eisenach, donde permaneció cerca de un año. La ruptura mas evidente con los votos monásticos la realizó cuando se casó con Catarina de Bora, que había sido monja, en Junio de 1525. Tuvieron seis hijos. Lutero murió el 18 de febrero de 1546 en Eisleben, la ciudad donde nació. Fue enterrado en la Iglesia del Palacio de Wittenberg, cerca del púlpito desde el cual había transformado al cristianismo.

13 de febrero de 2010

Origen del carnaval

La celebración del Carnaval tiene probablemente su origen en fiestas paganas, como las que se realizaban en honor a Baco, el Dios del vino, las saturnales y las lupercales romanas, o las que se realizaban en honor del buey Apis en Egipto. Según algunos historiadores, los orígenes de las fiestas de Carnaval se remontan a las antiguas Sumeria y Egipto, hace más de 5.000 años, con celebraciones similares en la época del Imperio Romano, desde donde se difundió la costumbre por Europa, siendo exportado a América por los navegantes españoles y portugueses que la colonizaron a partir del siglo XV. Se supone que el término carnaval proviene del latín medieval "carnelevarium", que significaba "quitar la carne" y que se refería a la prohibición religiosa de consumo de carne durante los cuarenta días que dura la cuaresma. En la Edad media, tan inflexible en los ayunos, abstinencias y cuaresmas, y con persecuciones a quienes no respetaban las normas religiosas, sin embargo, renació el carnaval y se continuó la tradición hasta la actualidad en muchos lugares del mundo. En esta época, se celebraba con juegos, banquetes, bailes y diversiones en general, con mucha comida y mucha bebida, con el objeto de enfrentar la abstinencia con el cuerpo bien fortalecido y preparado. En la España de la época de la Conquista y la Colonia ya era costumbre durante el reinado de los Reyes Católicos disfrazarse en determinados días con el fin de gastar bromas en los lugares públicos. Más tarde, en 1523, Carlos I dictó una ley prohibiendo las máscaras y enmascarados. Del mismo modo, Felipe II también llevó a cabo una prohibición sobre máscaras. Fue Felipe IV quien restauró el esplendor de las máscaras. Fuente consultada: Turóbriga Digital - Carlos Gordillo.

12 de febrero de 2010

La estatua parlante de Roma

Pasquín (Pasquino en italiano) es la más famosa de todas las “estatuas parlantes” de Roma, situada en un ángulo del Palacio Braschi, a pocos metros de la Plaza Navona, ocupa esta posición desde 1501. Feo, mutilado y corroido se desconoce quién es su autor y a quién representa. Las especulaciones sobre lo primero mencionan a Agathon, Athenodoros y a Glykon. Respecto a cuál era su aspecto original algunos autores hablan de un gladiador, Hércules realizando uno de los siete trabajos, a un soldado de Alejandro Magno que lo sostiene cuando está desvanecido en el Cidno, a Ayax que transporta el cadáver de Aquiles o a Menelao con el cuerpo de Patroclo. También su nombre tiene varias paternidades, Aretino decía que Pasquín había nacido de los amores clandestinos de las musas con los poetas vagabundos pero la teoría más extendida hace de Pasquín un sastre. Pasquín sería un conocido sastre de la corte y la curia romana, por su posición estaba al tanto de de los secretos de la ciudad y por su franqueza, y sus poderosos amigos, se le permitía hablar libremente. Pronto su nombre se convirtió en maledicencia procedente de buena tinta (“lo ha dicho Pasquín”). Muerto el sastre, mientras se reparaba el adoquinado de cerca de su taller, se encontró la estatua despedazada que fue levantada y colocada ante la sastrería de Pasquín. Pronto el pueblo comenzó a denominarla con el nombre del sastre y en torno a ella el cardenal Oliviero Carafa, a principios del siglo XVI, desarrolló una fiesta anual todos los 25 de abril. En esta fiesta se vestía la estatua de divinidad clásica y se fijaban en ella epigramas latinos, academicistas y aduladores, que luego eran publicados en opúsculos. Pero con el correr del tiempo se sustituyeron los elogios por sátiras y el latín fue sustituido por el romanesco, el dialecto romano. Habían nacido las pasquinadas que ponían en su punto de mira al pontífice, a la curia romana, a las costumbres, los sucesos y los personajes de la ciudad. Hubo papas que atrajeron las pasquinadas, Alejandro VI y la familia Borgia en general, por ejemplo:

Alejandro vende las llaves, los altares. Cristo: con buen derecho puede vender lo que había comprado antes. De vicio en vicio, de la llama al incendio, Roma perece bajo el dominio español. Sexto Tarquinio, Sexto Nerón, Sexto también éste: siempre bajo los Sextos Roma fue arruinada.

También hubo pasquinadas para León X que se lo tomó con humor y protegió la estatua a lo cual respondió el mármol con agradecimiento y cubriéndose con uno de sus pocos versos favorables.

Sin embargo Adriano VI ya no simpatizó con las críticas y prohibió la fiesta. Cuentan que trató de hacer pedazos las estatua por maledicente para después arrojarla al Tíber, pero el poeta Torcuato Tasso le aconsejó que no lo hiciera: “porque de sus restos, de la orilla del río, nacerían infinitas ranas que croarían noche y día”. Aún en el fondo del río Pasquín no se habría callado. Decidieron actuar entonces contra los autores de las “pasquinadas”, en el siglo XVIII los que fueran descubiertos sufrirían la “pena de la vida, confiscación de bienes y perpetua infamia”. Durante algunos de los cónclaves que eligieron papas la estatua llegó a estar vigilada por unos centinelas permanentes. A veces la propia estatua se burlaba de las medidas, como cuando respondió a un riguroso edicto del papa Sixto V contra las pasquinadas apareciendo con el vientre hinchado y un letrero que decía: “Reviento por no poder hablar”. Como le ponían las cosas difíciles Pasquín tuvo intención de marcharse:

¡Roma, adiós! Te he visto y me basta. Cuando sea rufián, meretriz, bufón y mentiroso, volveré.

Pero no se decide a abandonar la ciudad y todavía hoy se siguen colocando pasquines en la estatua. Hubo épocas en que hacerlo era bastante más problemático, por ejemplo un audaz se arriesgó mucho al colocar un pasquín que criticaba la Roma enmascarada de cartón-piedra que recibía a Hitler:

Roma de travertino vestida de cartón, saluda a su encalador, su próximo patrón.

En sus denuncias Pasquín no estuvo solo. Aunque ninguno alcanzó su fama, había otras estatuas parlantes en la ciudad, como Madama Lucrecia, Marforio, Abad Luigi, Il Facchino o Babuino. Fuente consultada: Expamicron

11 de febrero de 2010

Kizhi

Kizhi es una de las muchas islas que salpican las aguas del Lago Onega, en Karelia, Rusia. Allí fue construido un complejo arquitectónico conocido como el Pogost de Kizhi, compuesto de dos iglesias de madera y una torre octogonal, las tres de madera, edificadas en 1862. Con apenas 7 kilómetros de largo y medio kilómetro de ancho, esta isla forma parte de un conjunto total de 5000 islas, muchas de ellas tanto o más pequeñas. En 1990, los monumentos de Kizhi fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Las investigaciones arqueológicas realizadas en la región dieron a conocer que estas tierras fueron habitadas por humanos a partir del siglo VI a.C. Por las islas que contiene el lago Onega se hallan huellas de pinturas rupestres con dibujos de animales míticos y escenas de caza. Pero entre los siglos X y XII llegaron varias oleadas de colonos venidos de Nóvgorod. Ellos impusieron su religión católica y sus métodos de cultivo que les permitieron desarrollarse y subsistir en esta región. Además de su cultura y trabajo, trajeron también su afamada habilidad para construir con madera; estos artesanos de la madera dejaron muchas muestras de su arte, pero el tiempo y la erosión no permitió que muchas de estas maravillas llegaran a conservarse. Finalmente casi todo lo que sobrevivió a través de las eras fue llevado a la isla de Kizhi, y es así como en la actualidad este lugar es considerado un museo al aire libre que conserva el aprecio estético de los anónimos constructores de estas maravillas en madera, llevando a alturas inigualables la edificación con este material. En el siglo XI colonos venidos de Nóvgorod iniciaron el viaje y posterior su asentamiento en esta isla y en algunas de las más de mil quinientas islas que contiene este enorme lago. Los habitantes de Kizhi se hicieron conocidos por su enorme habilidad para las construcciones y de esta fecha datan los edificios más impactantes que pueden ver en un recorrido por estas zonas. Así, mientras caminas por sus huellas de tierra, podrás ver molinos de viento, herrerías, pequeñas cabañas, graneros y templos monumentales que integran el “museo a cielo abierto” de la isla de Kizhi. Las iglesias: La iglesia de la Transfiguración es la edificación más importante de la isla. Terminada en el año 1714, tiene una altura aproximada de una torre de doce pisos y cuenta con 22 cúpulas que van ascendiendo al cielo apoyándose unas en otras y encastrando perfectamente entre sí. Esta obra de arte de la construcción fue realizada por unos hábiles artesanos en madera que con mucha maña se las ingeniaron para terminar el edificio sin utilizar ni un solo clavo. Además de este curioso dato, cabe mencionar que la iglesia funcionaba únicamente durante el verano, quedando cerrada el resto del año, por lo que pasó largos períodos sin ser habitada. Cuenta la leyenda que uno de los puntos destacados del contrato de construcción de este mítico templo indicaba que la altura sería decidida según la medida y la belleza que dictaran el entorno. Nada quedó librado al azar para los geniales carpinteros y artesanos que construyeron este fabuloso templo. Otras iglesias de la zona con la Iglesia de la Interseción, ubicada al lado de la iglesia de las 22 cúpulas, y la Iglesia de Lázaro, muy cerca también de allí. Este último templo, la Iglesia de la Interseción, es el monumento más antiguo de todo el conjunto, y fue trasladado íntegramente desde el monasterio de Murom, ubicado sobre la costa meridional del lago, en el año 1960. Se dice que estas estructuras de gran belleza son las iglesias más antiguas de Rusia.

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