Georges-Louis Leclerc de Buffon (1707-1788) fue un naturalista francés del siglo XVIII. Leclerc, más tarde conde de Buffon, nació en Borgoña el 7 de septiembre de 1707. Sus intereses científicos se centraron en principios de las matemáticas y de las ciencias físicas, aunque también realizó investigaciones en el sector forestal y sobre otros temas prácticos.
Buffon pertenecía a un círculo de científicos franceses que abogó por lo que entonces era la nueva ciencia newtoniana, una visión mecánica del mundo que sostenía que la materia en movimiento operado por fuerzas naturales como la gravedad, podría explicar todo lo que se observa en la naturaleza.
Buffon desarrolló su interés por la historia natural después de haber sido nombrado por Luis XV en 1739 director del Jardin du Roi de París. En el siglo XVIII, las principales colecciones a menudo tenían catálogos impresos, y Buffon se propuso producir uno para la Colección Real. Fue, sin embargo, ambicioso y transformó la tarea en la creación de una historia completa de todos los animales, plantas y minerales de la naturaleza. En 1749 se publicaron los tres primeros volúmenes de su famosa Historia Natural (Histoire naturelle, générale et particulière), que se compondría de treinta y seis, publicados a lo largo de 50 años.
La Historia Natural tuvo un enorme éxito y se convirtió en una de las obras más leídas del siglo. Gracias a ella Buffon fue considerado como una de las cuatro grandes figuras de la Ilustración francesa. Los tomos fueron encuadernados en piel, tenían cientos de grabados y estaban escritos en un hermoso estilo. Por desgracia, Buffon no vivió lo suficiente para completar su estudio sobre todos los elementos de la naturaleza. A su muerte, en 1788, había publicado volúmenes sobre la historia del planeta, la historia de los seres humanos y los correspondientes a todos los cuadrúpedos, aves y minerales. Posteriormente un equipo de especialistas completó la obra.
La gran obra de Buffon consistía principalmente en artículos sobre los animales individuales, en los que intentó recopilar toda la información conocida: anatomía interna, anatomía externa, etapas de la vida, comportamiento y hábitos de reproducción, distribución geográfica, variación geográfica, valor económico y un resumen de lo que los naturalistas habían escrito hasta entonces sobre cada animal. Buffon sostenía que sólo se podría discernir el orden en la naturaleza una vez estuviese compilada toda la información.
Buffon también realizó una serie de ensayos teóricos que fueron de gran importancia histórica para las ideas sobre la evolución y el concepto de especie. Especialmente importante fue su teoría sobre la generación. Sostenía que cada individuo tiene una "fuerza de moldeado interno" responsable de su forma y función. Esta fuerza se transforma en "moléculas orgánicas" que entran en el cuerpo mediante el proceso de nutrición. La reproducción tiene lugar cuando el exceso de moléculas orgánicas resultantes del apareamiento produce un embrión primitivo.
El conde también realizó experimentos de cría en su finca. Descubrió que algunos individuos de especies diferentes pero estrechamente relacionadas producían algunos híbridos fértiles: caballo-asno, perro-lobo. A partir de estos datos concluyó que animales morfológicamente similares eran descendientes de un tronco común.
Buffon no creía que el medio ambiente pudiese alterar las formas de moldeado interno: "las ranas no pueden convertirse en caballos". Los descendientes de los caballos primitivos se convertían en diferentes especies de caballos, así como en asnos o cebras. Los perros, lobos y zorros provenían todos de los lobos primitivos
Aunque Buffon fue uno de los primeros naturalistas que creyó que para entender la naturaleza debemos considerar un cambio a través del tiempo, no creía en la extensa evolución de la vida como Charles Darwin expuso posteriormente. Buffon tuvo una importancia decisiva, no obstante, al hacer hincapié en el argumento de que para entender la vida contemporánea es necesario entender su historia pasada.
Fuente:
science.jrank.org
Con lo serio que era el hombre no le iba nada el apellido. Ya lo creo que fue uno de los grandes nombres de la ilustracion, y todo un pionero.
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
Sí, el apellido tiene su gracia.
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