11 de febrero de 2010

Kizhi

Kizhi es una de las muchas islas que salpican las aguas del Lago Onega, en Karelia, Rusia. Allí fue construido un complejo arquitectónico conocido como el Pogost de Kizhi, compuesto de dos iglesias de madera y una torre octogonal, las tres de madera, edificadas en 1862. Con apenas 7 kilómetros de largo y medio kilómetro de ancho, esta isla forma parte de un conjunto total de 5000 islas, muchas de ellas tanto o más pequeñas. En 1990, los monumentos de Kizhi fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Las investigaciones arqueológicas realizadas en la región dieron a conocer que estas tierras fueron habitadas por humanos a partir del siglo VI a.C. Por las islas que contiene el lago Onega se hallan huellas de pinturas rupestres con dibujos de animales míticos y escenas de caza. Pero entre los siglos X y XII llegaron varias oleadas de colonos venidos de Nóvgorod. Ellos impusieron su religión católica y sus métodos de cultivo que les permitieron desarrollarse y subsistir en esta región. Además de su cultura y trabajo, trajeron también su afamada habilidad para construir con madera; estos artesanos de la madera dejaron muchas muestras de su arte, pero el tiempo y la erosión no permitió que muchas de estas maravillas llegaran a conservarse. Finalmente casi todo lo que sobrevivió a través de las eras fue llevado a la isla de Kizhi, y es así como en la actualidad este lugar es considerado un museo al aire libre que conserva el aprecio estético de los anónimos constructores de estas maravillas en madera, llevando a alturas inigualables la edificación con este material. En el siglo XI colonos venidos de Nóvgorod iniciaron el viaje y posterior su asentamiento en esta isla y en algunas de las más de mil quinientas islas que contiene este enorme lago. Los habitantes de Kizhi se hicieron conocidos por su enorme habilidad para las construcciones y de esta fecha datan los edificios más impactantes que pueden ver en un recorrido por estas zonas. Así, mientras caminas por sus huellas de tierra, podrás ver molinos de viento, herrerías, pequeñas cabañas, graneros y templos monumentales que integran el “museo a cielo abierto” de la isla de Kizhi. Las iglesias: La iglesia de la Transfiguración es la edificación más importante de la isla. Terminada en el año 1714, tiene una altura aproximada de una torre de doce pisos y cuenta con 22 cúpulas que van ascendiendo al cielo apoyándose unas en otras y encastrando perfectamente entre sí. Esta obra de arte de la construcción fue realizada por unos hábiles artesanos en madera que con mucha maña se las ingeniaron para terminar el edificio sin utilizar ni un solo clavo. Además de este curioso dato, cabe mencionar que la iglesia funcionaba únicamente durante el verano, quedando cerrada el resto del año, por lo que pasó largos períodos sin ser habitada. Cuenta la leyenda que uno de los puntos destacados del contrato de construcción de este mítico templo indicaba que la altura sería decidida según la medida y la belleza que dictaran el entorno. Nada quedó librado al azar para los geniales carpinteros y artesanos que construyeron este fabuloso templo. Otras iglesias de la zona con la Iglesia de la Interseción, ubicada al lado de la iglesia de las 22 cúpulas, y la Iglesia de Lázaro, muy cerca también de allí. Este último templo, la Iglesia de la Interseción, es el monumento más antiguo de todo el conjunto, y fue trasladado íntegramente desde el monasterio de Murom, ubicado sobre la costa meridional del lago, en el año 1960. Se dice que estas estructuras de gran belleza son las iglesias más antiguas de Rusia.

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