24 de septiembre de 2012

La batalla de Agrigento

La de Agrigento fue la primera gran batalla de las Guerras Púnicas y tuvo lugar en el año 261 a.C. en Sicilia, enfrentando a Cartago y a la República de Roma.

Un año antes, en el 262 a.C., Roma había enviado 40.000 soldados a Sicilia, comandados por Lucio Postumo Megelio y Quinto Mamilio Vitulo. Dicho ejército se dirigió a Agrigento, lugar donde se hallaba Aníbal Giscón al frente de una guarnición local.

El cartaginés decidió refugiar a los habitantes de la ciudad tras las murallas con todos los víveres que pudieron conseguir y se prepararon para soportar un largo asedio. Al cabo de unos meses se empezaron a sentir los efectos del bloqueo y Aníbal Giscón solicitó ayuda urgente a Cartago. A comienzos del invierno de 262-261 a.C. llegaron 50.000 soldados de infantería, 6.000 de caballería y 60 elefantes de guerra bajo el mando de Hannón.

Hannón desplegó inmediatamente sus tropas en formación de batalla, pero los romanos se negaron a luchar en campo abierto. Por el contrario, fortificaron su línea de defensa exterior y, mientras mantenían el asedio sobre Agrigento, quedaron a su vez cercados por el ejército cartaginés de liberación.

Con Hannón acampado a las afueras de su propia base, la línea de suministros que abastecía a los romanos desde Siracusa dejó de estar disponible. Ante el riesgo de comenzar a sufrir el hambre, los cónsules eligieron ofrecer batalla. En este caso fue Hannón el que se negó al enfrentamiento, posiblemente con la intención de derrotar a los romanos por inanición. Mientras tanto, la situación dentro de Agrigento era ya desesperada tras más de seis meses de bloqueo. Aníbal Giscón, comunicándose con el ejército exterior mediante señales de humo, envió una solicitud urgente de ayuda tras la cual Hannón se vio obligado a ofrecer la batalla campal a los romanos.


Hannón desplegó la infantería cartaginesa en dos líneas, con los elefantes y los refuerzos en la segunda línea y la caballería probablemente en las alas. El plan de batalla de los romanos se desconoce, aunque probablemente se organizasen en la típica formación triplex acies. Las fuentes coinciden en afirmar que la batalla fue larga, y que los romanos fueron capaces de romper el frente cartaginés. Esto provocó el pánico en la retaguardia y las reservas cartaginesas huyeron del campo de batalla. También es posible que a los elefantes les entrara el pánico y que en su lucha desorganizasen la formación cartaginesa. En cualquier caso, los romanos resultaron victoriosos en la batalla. Su caballería logró atacar el campo cartaginés y capturar varios elefantes. En cualquier caso, la batalla no fue un éxito completo. Gran parte del ejército cartaginés huyó, y Aníbal Giscón, junto con la guarnición de Agrigento, fue también capaz de romper las líneas enemigas y escapar.

Tras la batalla los romanos ocuparon Agrigento y vendieron a la totalidad de su población como esclavos. Los dos cónsules resultaron victoriosos, pero no fueron recibidos con un triunfo en Roma; posiblemente por culpa de la huida del general enemigo. Después de 261 a. C., Roma controlaba la mayor parte de Sicilia, y se aseguró la cosecha de trigo de la isla para su propio uso.


Fuentes:
- El Talón de Aquiles
- La Factoría Histórica

Para saber más:
El Valle de los Templos - Historia de Agrigento: el periodo romano
Historia de Roma - La Primera Guerra Púnica


5 comentarios :

  1. En realidad esto de utilizar elefantes era una táctica psicológica: inducir el miedo a morir aplastado; y a veces no daba los resultados esperados, porque estos animales eran imprevisibles en sus reacciones y muchas veces se volvían contra los del propio bando.
    Un saludo.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Lo que pasa es que los elefantes son unos animales inteligentes y saben cuándo es que los están empleando como "carne de cañón", por eso Cayetano tiene razón. Un efecto sicológico y nada más. De todos modos hay que reconocer que el más grande militar de la Historia de la Humanidad -más que Alejandro- fue Aníbal el cartaginés que logró vencer a Roma en su propio patio. El segundo más grande de la Historia es el general Lee que no perdió ni una sola batalla, pero ambos perdieron la guerra.

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  4. Mis felicitaciones por este excelente y útil blog. Te acabo de votar en los premios Bitácoras y seguirte, para seguir degustando estas Historias.
    Saludos.
    Ramón

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