10 de febrero de 2010

El castillo de Edimburgo

El castillo de Edimburgo está ubicado sobre el núcleo de un volcán extinto. Pese a que el castillo ya existía en el siglo VI, muy poco se sabe acerca de su rol. Es por lo tanto importante recordar que Edimburgo no fue la capital de Escocia hasta el final de la Edad Media, antes de esa época, la capital estaba en el lugar en donde el rey y su corte se encontraban. En el siglo XI el castillo se convierte en la residencia favorita de los reyes escoceses. Fue en este castillo en donde St. Margaret murió, poco después de enterarse de la muerte de su esposo, el Rey Malcolm III y su hijo mayor, en 1093. El edificio más viejo del castillo es la capilla y está dedicada a la memoria de St. Margaret, pese a que probablemente no fue construida hasta después de que su hijo menor, David I ascendiese al trono en 1124. Aparte de la capilla, nada se sabe acerca de las otras construcciones. Entre los años 1174 y 1186 el castillo fue tomado por una guarnición inglesa, a la que le siguió la captura del rey William El León en Alnwick y luego fue nuevamente tomado por los ingleses en 1296 e iba a cambiar de manos en varias ocasiones durante el transcurso de la lucha de Escocia por la independencia de la dominación inglesa. En 1313 los escoceses demuelen las defensas del castillo porque no querían que fuese nuevamente tomado en su contra por los ingleses. En 1356 cuando el Rey David II regresó a Escocia del cautiverio inglés, comenzó a reconstruir las paredes del castillo y comenzaron a tener la forma actual. David se concentró en construir una fuerte línea defensiva a lo largo del lado este, con una gran torre (después conocida como la Torre de David), para su residencia. Su sucesor Robert II continuó con este trabajo y agregó, en los pisos superiores, una torre de entrada en el extremo norte. Varios reyes mejoraron la residencia real dentro del castillo. Es muy posible que una sala que James I hizo construir para él, al sur de la torre de David en 1430, estuviese en el lugar del posterior palacio. En los primeros años del siglo XVI, James IV completó una magnífica Gran Sala la cual tuvo que construirse sobre una sólida subestructura a lo largo del lado sur del castillo y fue probablemente él quien comenzó a darle a la parte sur del palacio la forma que posee hoy. Fue durante este período que el rol del castillo comenzó a tomar más importancia ya que era la sede del gobierno. Alguna vez, el Castillo fue el principal almacén de la artillería real y en los años 1540s, fue un depósito para los registros estatales. En el año 1544 el Castillo de Edimburgo es atacado por los ingleses, pese a que no había sido seriamente amenazado, se decidió aumentar sus defensas inmediatamente y un ingeniero italiano fue el encargado de construir un bastión de artillería. El significado político y militar del castillo comenzaba a tener más peso que su función como residencia real, excepto en caso de emergencia, y por lo tanto una residencia más cómoda y amplia se encontró para la realeza en la Abadía de Holyrood. En 1566 Mary, Queen of Scots (María, Reina de los Escoceses) eligió dar a luz a su hijo en el castillo. En la segunda mitad del siglo XVI, Escocia estaba dividida por los grandes conflictos internos y el castillo estaba en el medio de muchos de ellos. En 1573 las paredes volaron en pedazos cuando Kirkcaldy of Grange trató de tomarlo para la Reina María y durante los próximos 15 años, las defensas del lado este fueron transformadas. Las ruinas de la Torre de David fueron completamente selladas por una pared maciza encabezada por una plataforma de artillería conocida como “La Batería Half Moon” y una pared transversal bastante reforzada cubierta por la batería “Forewall” se levantó a través de la roca. Se construyó una nueva torre de entrada conocida como “La Puerta Portcullis”. Durante 1615 y 1617 más trabajos se llevaron a cabo en anticipación al regreso de James VI a su hogar, después de haber sido coronado como James I de Inglaterra en 1603. Todos estos trabajos fueron meramente domésticos y comprendían la extensión del Palacio a fin de proveer un alojamiento apropiado para el rey. Después de 1647 el rol real del castillo casi desapareció. En 1650 las fuerzas de ocupación de Cromwell habían comenzado a convertir los edificios reales para su uso militar mediante la subdivisión de la gran sala para formar las barracas. Pese a que en 1672 parte del palacio fue condicionado como residencia oficial para el duque de Lauderdale como comisionado del parlamento escocés, la función principal del castillo era la de fuerte y barraca. La fosa que atraviesa el frente de la entrada se comenzó a construir en los años 1650s y en los años 1670s se hicieron importantes mejoras en las defensas. En los años 1720 y 1740 nuevamente se llevaron a cabo trabajos de reparación y reconstrucción de las paredes; y en 1742 una casa elegante se construyó para el gobernador al noroeste del complejo de edificios principales. Durante estos años, el Castillo sufrió varios ataques; en 1640 el General Leslie lo había sitiado y tomado para los garantes y en 1650 fue tomado por Cromwell. En 1689, el duque de Gordon intentó sin éxito defender el castillo para James VII contra la fuerzas de William y Mary y en 1715 los Jacobitas hicieron un intento de tomarlo para el viejo Pretendiente. El último vestigio de acción ocurrido en el castillo fue en 1745 cuando las fuerzas del Príncipe Charles hicieron otro intento desganado de tomarlo. Durante la segunda mitad del siglo XVIII, las defensas del castillo habían alcanzado la forma que tienen hoy y a partir de esta fecha, la principal actividad de construcción se concentró en las estructuras dentro de las paredes del castillo. En 1796 extensas y nuevas barracas se construyeron hacia el extremo sur para albergar a los soldados que luchaban en las guerras con Francia. A comienzos del siglo XIX el rol del castillo comienza a modificarse por una creciente conciencia de su importancia histórica y de sus asociaciones románticas. Sir Walter Scott estuvo estrechamente involucrado en este cambio de actitudes. En 1846 la capilla de St. Margaret fue redescubierta entre el abarrotado grupo de edificios posteriores y fue restaurada a la forma que se creía que tenía en el siglo XII. En 1858 comenzaron los trabajos de reconstrucción de algunas de las paredes occidentales pero posteriormente se abandonaron debido a la protesta pública. Los trabajos de restauración más significativos fueron los de la Gran Sala y la Puerta Portcullis que tuvieron lugar en los años 1880s; mientras que, al mismo tiempo una nueva entrada se construía en el lado este del castillo, con vista al malecón. La última y más importante operación fue la construcción en los años 20 del Monumento Nacional Escocés a los Caídos en la Guerra.
Fuente: Scotland in Argentina

4 comentarios :

  1. ¡Con la cantidad de tiempo que llevo en Edimburgo y aún no he visitado el castillo!

    Eso sí, desde fuera se ve fantástico, como el resto de la ciudad. Edimburgo es una de las ciudades más bonitas que conozco.

    Interesante entrada, un saludo.

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  2. Madame, que maravillosos recuerdos me ha traido hoy! En esos parajes he pasado momentos muy felices de mi vida.

    Lo de Alvaro es para matarlo, jiji, porque mire que es pequeño Edimburgo en realidad. Lo mas facil es acabar cualquier dia en el castillo. Y sí, es una ciudad preciosa y acogedora.

    Buenas noches, madame

    Bisous

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  3. ¡Qué buena entrada! Yo he estado en el Castillo de Edimburgo, en verano de 2008. Eso sí, hay que reconocer que la visita al castillo es un poco cara.

    La pena es que no vendían guías en español, pero, vamos, esta entrada es bastante buena. Felicidades.

    Una vista muy bonita del Castillo es desde la cafetería Starbucks en la calle "Princes Street", aunque los cafés son un poco caros para la escasa calidad de estos.

    El castillo, en mi opinión, es muy entretenido recorrerlo. Me gustó mucho las joyas de la corona que allí se encuentran, el cementerio de perros-héroes, la prisión, un museo sobre las guerras mundiales y, cómo no, las vistas.

    La capital de Escocia en la Edad Media fue Dumfermiline, una ciudad también muy bonita y tranquila.

    Y si os gustan los castillos en Stirling hay otro muy interesante. Allí, me tomé mi primer desayuno escocés, por fortuna ya era tarde (medio día) y lo consideré como mi almuerzo, jejeje.
    Stirling es famoso por el personaje histórico William Wallace.

    Si vais a Escocia, no olvidéis visitar su museo, el cementerio, y los pubs de la zona. Y, a tan sólo 11 km podéis ir a ver la Capilla de Rosslyn, en autobús se puede.

    Escocia y, en definitiva, Edimburgo es una ciudad preciosa, muy medieval.
    Lo mejor es ir en agosto que es cuando se celebra el mes de la cultura y hay teatros, canciones y espectáculos por la calle y, además, hace mejor tiempo, aunque puede llover, jejeje.

    Saludos.

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  4. Me encantaría ir a Escocia, en Mayo una amiga mía va a ir, y uno de los sitios que va ha visitar es este castillo,también algunos sitios que ha comentado Hispanus, le he dicho que me meta en su maleta, jijiji. besos.

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