Situado en el Valle del Vinalopó (Alicante), el castillo de Sax fue construido en lo alto de una encrespada roca caliza de paredes verticales y escasa anchura que, en ocasiones, ha originado desprendimientos sobre el pueblo, extendido a la solana de la Peña.
Tiene una planta alargada con dos recintos diferenciados: del occidental apenas quedan restos, mientras que el oriental está delimitado por dos torres de planta cuadrangular. Todo el conjunto está trabajado en mampostería y tiene similitudes con los cercanos castillos de Villena, Almansa, Chinchilla y Belmonte. No en vano, todos pertenecieron a los Señores de la Villa y Castillo de Sax.
Durante el Señorío de los Pacheco, a mediados del siglo XV, el castillo experimentó una intensa actividad constructiva. De aquí la presencia de las armas nobiliarias del primer Marqués.
Durante la última restauración realizada en los años 1998 y 1999, se reconstruyó parte de las puertas de acceso. Las cerámicas documentadas en la ladera de la peña fechan el inicio de su construcción a finales del siglo X, siendo los árabes quienes realizaron las primeras construcciones aprovechando el promontorio montañoso donde todavía permanecen los aljibes y la Torre Oriental.
Los conflictos fronterizos entre Castilla y Aragón en la primera mitad del siglo XIV supusieron obras de reforma en la vieja fortaleza islámica sajeña. Se edificó una nueva torre maestra, creando dos espacios separados en la cresta de la Peña, uno inferior (a modo de albacar) y otro superior (donde se integra la torre de tapial). La Torre Maestra tiene tres plantas de sillería encadenadas por escaleras talladas en la roca, empinadas y angostas.
El Castillo de Sax es la pieza clave en la defensa del Valle del Vinalopó y último reducto con cierta autonomía logística y táctica de la zona. En su cara oeste se puede observar con nitidez cuatro impactos de proyectiles, de una bombarda de calibre medio, posiblemente de munición de piedra. Estos impactos tienen su origen en el asedio que sufrió la fortaleza por parte del Conde de Cocentaina en las Guerras del Marquesado. Allí se enfrentaron al Marqués de Villena, partidario de "Juana la Beltraneja", con las tropas que defendía a Isabel la Católica. Los disparos se dirigieron a los ángulos de la torre, con el fin de causar los mayores daños posibles, intentando provocar su derrumbe, táctica de ataque frecuente en la época, también documentada en el Castillo de la Atalaya de Villena. La efectividad fue nula, pues la torre resistió muy bien la embestida.
En el año 2001, obtuvo la declaración de Bien de Interés Cultural con rango de "monumento".
Fuente:
Alicantevivo.org
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