Una de las herejías que más problemas provocó a la Iglesia Católica durante la Edad Media fue el catarismo, que se extendió por buena parte de la Europa meridional, además de Alemania e incluso Inglaterra. A los cátaros se los suele relacionar casi exclusivamente con la zona del Languedoc en el sur de Francia, pero lo cierto es que otras partes de Europa también fueron refugio de los seguidores de dicha herejía. Una buena parte de la España medieval contó con importantes enclaves cátaros, lo que supuso un problema para las autoridades religiosas.
Cuando perseguidos por la Inquisición muchos cátaros optaron por dejar atrás sus hogares, los distintos reinos de la Península Ibérica fueron un importante destino por su proximidad a su lugar de procedencia.
Tras la caída de Montségur, principio del exterminio decretado por Inocencio III contra la herejía cátara, las cosas se pusieron mal, tanto por la acción de la cruzada anticátara como por los espías que acosaban a todo aquél sospechoso de ser cátaro. Surgió entonces la figura de los “pasadores” que primero por dinero y después por humanidad guiaban por los bosques del Pirineo a los que huían de la persecución en dirección a los reinos de la Península
Fuera de Francia donde hubo un mayor arraigo cátaro fue en Andorra principalmente debido al idioma, a intereses comerciales y a lazos familiares entre Cataluña, Aragón y Occitania, y a las alianzas entre los 'Perfectos' de Andorra y sus señores feudales que desafiaron el poder de la Iglesia de Roma.
Parece ser que también hubo asentamientos cátaros en Navarra, concretamente en Baztán, aunque no tuvieron la importancia de Occitania.
Desde Galicia penetraron corrientes cátaras hacia Asturias,Logroño y León. Otra vía importante cátara se fue desplazando desde Cataluña hasta Castellón,Valencia y Alicante, incluso pudieron penetrar en las Islas Baleares. Se sabe que un conocido cátaro llamado Roncelin de Fos, fue señor de un pequeño puerto, conocido hoy como el estanque, mar o laguna de Berre, al sur de Francia, entre la desembocadura del río Ródano y la ciudad de Marsella, siendo Roncelin vasallo de los reyes de Mallorca, que a su vez dependían del reino de Aragón en tiempos del rey Pedro II.
Algunos enclaves cátaros en la Península Ibérica |
Existían importantes comunidades cátaras en Ciurana, perteneciente a Girona, y se sabe de un famoso 'Perfecto' catalán llamado Guillén de Sant Melé, el cual junto con otros cátaros se reunía regularmente en la iglesia barcelonesa de Sant Pau del Camp, cuando aun no se producían fuertes persecuciones de herejes.
En Cataluña se daba la diferencia respecto a Occitania en lo referente al nombramiento de mujeres como 'Perfectas', no por discriminación misógina, sino que a diferencia del Languedoc en Cataluña no se encontraban damas que se ofrecieran para este cargo, ya que no contaban con la influencia de los trovadores, haciendo estos su aparición en tiempos posteriores, ya cuando las persecuciones arreciaron fuertemente.
En el interior de la Península, los cátaros tuvieron una presencia mucho más modesta, estableciendo pequeños núcleos en León, Burgos, Palencia, Astorga, Haro y puntos aislados de Asturias.
Tenían los cátaros en España un poderoso enemigo y perseguidor en Raimundo de Peñafort, al establecer la Inquisición una fuerte persecución por estas tierras. Otro acérrimo enemigo de los cátaros fue el rey Fernando III de Castilla y León, que encendió numerosas piras donde ardieron muchos cátaros.
Después de la definitiva derrota y extinción de los cátaros, quedaron en la Península grupos muy aislados y minoritarios, al igual que en el resto de Europa. Aún hoy en día existen asociaciones que siguen a su manera los ritos cátaros, pero sin ninguna significación política, religiosa ni social.
Fuentes:
- Los cátaros de España
- www.miguelaracil.com
Para saber más:
Planeta Sapiens - Cátaros en España
Curiosa entrada con la presencia de los cátaros en nuestra península. Una doctrina que con su teoría de la doble potestad creadora, dios y el demonio, soliviantaba a la Iglesia oficial.
ResponderEliminarAhora que viene el frío, vuelven los CATAROS a España.
Un saludo.
Cayetano, yo el 'cataro' no lo suelto en todo el invierno, siempre me pasa igual.
ResponderEliminar