El Origami o Papiroflexia, como se lo llama en los países de habla hispana, es un arte que se basa en la técnica del plegado de papel, para obtener figuras y formas decorativas.
El término Origami proviene de las palabras japonesas "ori" que significa plegado y "gami" que significa papel.
Es un arte milenario, que Japón desarrolló a partir de la adopción de la invención china del papiro, difundiéndose más tarde a la cultura árabe y posteriormente a toda Europa.
El origami, en su origen, tuvo en Japón un sentido religioso. Más tarde se desarrolló como un pasatiempo y posteriormente, como recurso pedagógico y terapeútico, atrayendo la atención de matemáticos y científicos.
Aunque en esencia el Origami puede parecer y de hecho es una técnica sencilla, el grado de complejidad que ha alcanzado en el transcurso del tiempo, hace que algunas de sus creaciones requieran días de trabajo.
Los plegados de papel tuvieron en principio, un significado ceremonial y religioso. Los noshi, como se los llamaba, eran ofrendas especiales para ciertas celebraciones, de donde se derivan las formas y diagramas básicos de las figuras de Origami. Sus técnicas se popularizaron y fueron transmitidas y recreadas, de generación en generación.
El papel empleado también se fue transformando. En sus orígenes, se fabricaba con fibras vegetales, luego se incorporaron los papeles de colores y más tarde se impuso la forma cuadrada como base para realizar las figuras.
La aplicación al campo de la educación fue realizada por el pedagogo alemán Fröbel, quien incorporó la técnica del Origami a la enseñanza en los jardines de niños.
Luego los matemáticos comenzaron a considerar esta técnica como un valioso recurso para el aprendizaje de la geometría.
El término Papiroflexia con el que se conoce el plegado de papel en los países de habla hispana, fue inventado a principios del siglo XX, por Vicente Solórzano Sagredo, un médico español, que vivió durante muchos años en Argentina.
En la década del cincuenta, Akira Yoshizawa creó un código internacional para unificar la representación de los dobleces de Origami. Más tarde, se comenzaron a explorar nuevos procedimientos para lograr figuras con movimiento, plegados modulares, plegados con billetes y con formas diferentes al cuadrado: triángulos, hexágonos, pentágonos y círculos.
Si bien el Origami tradicional no admite los cortes ni el uso de pegamentos, a partir de la exploración de estas nuevas aplicaciones, esto comenzó a ser cuestionado dando lugar a creaciones de dimensiones monumentales.
Fuente:
Innatia
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Todo un mundo fascinante este de la papiroflexia. Hay gente que hace auténticas maravillas. Los de mi generación no pasamos del barquito. Los más aventajados llegaron a la pajarita.
ResponderEliminarUn saludo.
Yo también me quedé en el barquito.
ResponderEliminarAdmito que yo tampoco he avanzado mucho en esta cuestión ¡e intentando hacer alguna vez la famosa grulla... sin éxito!
ResponderEliminarUn saludo.
El caballo que enseñas es impresionante.
ResponderEliminarTampoco yo sé hacer mucho. Lo más difícil una pajarita. Saludos.