Pitágoras |
Se ha contrapuesto muchas veces lo apolíneo y lo dionisíaco. Apolíneo es el espíritu griego: culto a la forma, a lo limitado, a la serena claridad de lo humano perfecto. Dionisíaco, el dominio de las fuerzas oscuras de la naturaleza, la intensidad de las pasiones profundas, el principio indeterminado, caótico, informe, que precedió y que rodea amenazante al orden limitado de lo humano. Los pitagóricos fueron los instructores de este nuevo culto verdaderamente religioso y atormentado, por oposición al humanismo con que en Grecia se concebía a la religión y al arte de que se la rodeaba. Los griegos suponían que bajo su inspiración se realizaban sacrificios crueles y orgías, prácticas inconcebibles para la mentalidad griega.
No es esta, sin embargo, la principal aportación de esta escuela en orden a la filosofía. Los pitagóricos fueron grandes cultivadores de las matemáticas y creyeron encontrar en los números el principio (arjé), que los milesios habían creído descubrir en los elementos naturales.
Ellos observaron que en la matemática es donde únicamente se puede tener la exactitud completa y la evidencia absoluta. Que el movimiento de los cuerpos celestes puede observarse matemáticamente y predecir así los eclipses y demás fenómenos. Que hasta en las bellas artes, la música está sometida a número y medida. Y fácil les fue concluir que el secreto del Universo está escrito en signos matemáticos, que ellos son el principio fundamental del que todo se deriva.
Pero, como participaban de la afición oriental a lo arcano y misterioso, envolvieron también esta teoría con el velo de un saber oculto, reservado sólo a los iniciados. Asignaron así a los números una significación cabalística y a algunos un simbolismo sagrado. De este modo creían poseer una clave para la interpretación del Universo. Todo para ellos se hallaba regido por el número y el orden; los cuerpos siderales, en su acompasado movimiento, interpretan una sinfonía musical, que no es percibida por el oído humano.
Este mismo concepto de orden universal hizo admitir otra aportación de la filosofía india: el eterno retorno, la pervivencia terrena de las almas que transmigran a otro cuerpo cuando sobreviene la muerte, repitiendo así la sinfonía infinita del Universo. Esta idea pasará a Platón, que recoge varios temas del pitagorismo.
Fuente:
Historia sencilla de la filosofía – Rafael Gambra
Información relacionada:
- Biografía de Pitágoras. http://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/pitagoras.htm
- Teorema de Pitágoras. http://roble.pntic.mec.es/jarran2/cabriweb/1triangulos/teoremapitagoras.htm
- Pitágoras y los pitagóricos. http://thales.cica.es/rd/Recursos/rd97/Biografias/12-1-b-pitagoras.html
Los griegos siempre serán un referente en nuestro pensamiento.
ResponderEliminarEn el fondo siempre nos movemos alrededor de un punto de equilibrio que está entre la razón absoluta y la pasión arrebatadora. A veces ese equilibrio se rompe a favor de una u otra fuerza. La época de la Ilustración es un ejemplo del predominio de la razón sobre la pasión; sin embargo, apenas medio siglo después, en la era de las revoluciones, sucedía todo lo contrario.
Un saludo.
Hola Kassiopea
ResponderEliminarEsta claro que el origen de nuestra cultura está en Grecia, el arte, deporte, filosofía, los números, etc. Nos ayudaron a ordenar la mente, la vida cotidiana y hasta la espiritual.
Muy interesante, bien detallado y dejando la miel en los labios para seguir investigando.
Un saludo.
Las matemáticas lo dominan todo, y de ellas los números. Con el par y el impar comenzó a pensarse en términos dualistas. En fin, supusieron una gran contribución a saber. No hay más que recordar su famoso teorema. Un saludo.
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