11 de junio de 2009

La Revolución Rusa

La Revolución Rusa forma parte junto a la Francesa y a la Industrial, de la trilogía revolucionaria más influyente de la época contemporánea. A mediados del siglo XIX, la Rusia zarista se encontraba en un estado de feudalismo agrario. Las ciudades estaban poco desarrolladas. El comercio era escaso y la industria prácticamente inexistente. La base de la economía era la agricultura de la que vivía el 95 % de la población. La tierra era propiedad del Estado y de los grandes terratenientes, y los campesinos sólo eran siervos de estos señores, los cuales poseían verdaderos feudos, heredados de sus antepasados o recibidos directamente del soberano como premio por los servicios prestados. El señor tenía derecho de vida y muerte sobre sus siervos, quienes además de trabajar podían ser vendidos, castigados y martirizados. Ya desde el siglo XVII los campesinos se sublevaban una y otra vez contra sus amos en numerosas revueltas locales. En 1905 Rusia pierde la guerra con Japón, y la oposición aprovecha la situación de debilidad política para organizar una revuelta en Petrogrado (San Petersburgo). El zar reacciona disparando a los manifestantes, matando a más de 100 hombres y mujeres. Sin embargo, el soberano acepta la creación de una especie de parlamento llamado Duma, aunque lo disolvió automáticamente al verse presionado. Ni el zar ni los nobles estaban dispuestos a ceder sus privilegios. Rusia entró en la I Guerra Mundial, y el resultado fue una gran escasez de comida y recursos. Los más perjudicados por esta situación eran los campesinos explotados, los soldados sin trabajo y los obreros con sueldos mínimos. Estos tres grupos se organizaron en toda la nación formando los soviets, para crear la primera revolución socialista del mundo en 1917.
Nicolás II
La revolución culminó con la caída de Nicolás II y la formación de un "gobierno provisional". Fue una revolución popular, espontánea y prácticamente incruenta, provocada por las huelgas, movilizaciones y amotinamientos civiles y militares. Una revolución de significación liberal, conservadora o socialista moderada, llevada a cabo con la idea de establecer en Rusia un régimen democrático. El gobierno provisional anunció la amnistía para los presos políticos, el reconocimiento del derecho a la huelga, la disolución de la policía zarista y la abolición de los privilegios en razón de religión o nacionalidad. Se convocó una Asamblea Constituyente por sufragio universal y elecciones democráticas para los consejos municipales. Pero aún así la revolución fue un fracaso. En octubre de 1917, el Partido Bolchevique dirigido por Lenin, tomó el poder y desvió la revolución hacia la dictadura y el totalitarismo. El gobierno provisional cayó. Se iniciaba una guerra civil que duraría 3 años. Se nacionalizaron los bancos, el transporte y las grandes empresas, y se obligó a los campesinos a entregar el excedente de su producción agrícola; de esta manera se aseguraba el pan a la población durante la guerra civil. La producción cayó, ya que los campesinos se negaron a producir de más.
Lenin
Terminada la guerra, como el país se encontraba en una difícil situación económica, Lenin aplica unas medidas para tratar de recomponer la economía: * Suspende la confiscación de grano. * Permite la venta de los excedentes de producción. * Cobra un nuevo impuesto en relación a la riqueza de cada campesino. * Permite que cualquier ciudadano instale una pequeña empresa, ya que las grandes siguen en manos del Estado. En pocos años la economía se recupera y algunos campesinos se enriquecen. En 1922 Lenin sufre un ataque de apoplejía y se ve obligado a abandonar el poder, lo que dio lugar a una lucha interna para reemplazarlo. Después vendría el régimen de Stalin, pero eso ya es otra historia...

4 comentarios :

  1. Y tanto que es otra historia, madame.
    El zar era un desastre el pobre. No sabia llevar el timon: tomaba decisiones, las cambiaba, se contradecia... Era muy indeciso, y lo que ocurrio durante aquella manifestacion termino de cavar su propia tumba.

    Buenas noches, madame

    Bisous

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  2. Como gobernante un desastre, sí. Pero ese régimen feudal en pleno siglo XX por algún lado tenía que explotar.

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  3. No me extraña que se produjese la revolución. La situación de la Rusia zarista era insostenible. Se vivía como la Edad Media y la gente se moría de hambre. Fue como una repetición de la Revolución Francesa pero en pleno siglo XX. Pero luego, como en la gala, la situación se les fue de las manos. De una ""democracia"" se pasó al comunismo, y de ahí al totalitarismo, un leve paso.

    Besos

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  4. De las revoluciones suelen obtenerse muchos sueños traicionados. Una situación feudal insostenible y un dirigente inepto... la mecha estaba encendida.

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