12 de febrero de 2009

La Orden del Temple: Orígenes

A finales del siglo X, controladas las invasiones musulmanas bien por vía militar o mediante asentamiento, comenzó en la Europa occidental una etapa expansiva. La autoridad religiosa había logrado introducir en el belicoso mundo medieval ideas como ”La paz de Dios” o la “Tregua de Dios”, dirigiendo el ideal de caballería hacia la defensa de los débiles. No obstante, no rechazaba el uso de la fuerza para la defensa de la Iglesia. “Ya el pontífice Juan VIII, a finales del siglo IX, había declarado que aquellos que murieran en el campo de batalla luchando contra el infiel, verían sus pecados perdonados, es más: se equipararían a los mártires por la fe”. Existía pues, un exacerbado sentimiento religioso que se manifestaba en las peregrinaciones a lugares santos, habituales en la época. Las tradicionales peregrinaciones a Roma fueron sustituidas paulatinamente a principios del siglo XI por Santiago de Compostela y Jerusalén. Estos nuevos destinos no estaban exentos de peligros, como salteadores de caminos o fuertes tributos de los señores locales, pero el sentimiento religioso, unido a la esperanza de encontrar aventuras y fabulosas riquezas orientales, arrastraron a muchos peregrinos, que al volver a Europa relataban sus penalidades. El pontífice Urbano II expuso en el Concilio de Clermont (1095) los peligros que amenazaban a los cristianos occidentales y las vejaciones a las que se veían sometidos los peregrinos que acudían a Jerusalén, y bajo el grito “Deus vult” (Dios lo quiere) convocó la I cruzada. La expedición militar predicada por Urbano pretendía rescatar Jerusalén de manos musulmanas. Las recompensas espirituales prometidas, junto con el ansia de riquezas, hicieron que príncipes y señores respondiesen pronto al llamamiento del pontífice. La Europa cristiana se movilizó. La cruzada culminó con la conquista de Jerusalén en 1099, donde Balduino I no tuvo inconveniente en asumir, ya en 1100, el título de rey. Una vez creado el reino de Jerusalén, algunos caballeros que habían participado en la cruzada decidieron quedarse para defender a los peregrinos que visitaban los Santos Lugares. En 1118 nueve caballeros con Hugo de Payns a la cabeza, decidieron fundar una nueva orden de caballería con el beneplácito del rey. Habían nacido los Templarios.
Fundadores del Temple
Como sede para la nueva orden, Balduino donó la mezquita de Al-Aqsa, en el Monte del Templo, algo un poco extraño ya que era un emplazamiento enorme y en un principio sólo eran nueve caballeros. Otro aspecto que suscita misterio es el hecho de que estos caballeros no admitieron a nadie más en su recién creada orden; durante nueve años ellos fueron los únicos integrantes. Algunos dicen que esto fue debido a que realizaban excavaciones secretas en los sótanos del templo, donde habrían estado buscando el Arca de la Alianza, pero este hecho pertenece más a la leyenda que a la historia. En 1127 el Maestre Hugo de Payns preparó un viaje a Roma para obtener la aprobación pontificia, y que de este modo el Temple se convirtiera en una Orden militar de pleno derecho. El rey Balduino escribió al abad cisterciense Bernardo de Claraval para que intercediese por los caballeros ante la Iglesia, y éste acogió la idea con entusiasmo convirtiéndose en el principal valedor de los Templarios ante el papa. En la primavera de 1228 se celebró un concilio extraordinario en Troyes donde Bernardo convenció a todos para establecer oficialmente la Orden del Temple. Fue el mismo abad el encargado de redactar una Regla original para los Templarios, que hasta entonces estaban siguiendo la Regla de San Agustín. Lo que hizo Bernardo de Claraval fue adaptar la ya existente Regla del Císter, en base a la cual los Templarios organizaron su vida monacal. Debían pronunciar los votos de pobreza, castidad y obediencia como monjes que eran, más un cuarto voto de contribuir a la conquista y conservación de Tierra Santa, para lo cual darían su vida si fuese necesario. Un siglo más tarde, el historiador Jacqes de Vitry describió lo que sería el origen del Temple: “Ciertos caballeros amados por Dios y consagrados a su servicio, renunciaron al mundo y se consagraron a Cristo. Mediante votos solemnes pronunciados ante el Patriarca de Jerusalén, se comprometieron a defender a los peregrinos contra los grupos de bandoleros, a proteger los caminos y servir como caballería al soberano rey. Observaron la pobreza, la castidad y la obediencia según la regla de los canónigos regulares. Sus jefes eran dos hombres venerables, Hugo de Payns y Godofredo de Saint-Omer. Al principio no había más que nueve que tomasen tan santa decisión, y durante nueve años sirvieron en hábitos seculares y se vistieron con las limosnas que les daban los fieles.”
Templarios en combate en Jerusalén

3 comentarios :

  1. Nosotras tan felices de que esta vez haya tocado tema medieval, ya sabes.

    El tema del Temple es sin duda uno de los mas atrayentes, por todo el misterio del que se ha visto rodeado desde aquel infausto proceso.

    Habra, habra templarios en nuestra historia, por supuesto.

    Un saludo

    Diana de Méridor

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  2. Yo es que aunque me gusta la historia en general, mi época es la Edad Media. Es que me encanta todo lo que tenga que ver con esa etapa.

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  3. muy bueno el post !!! la información es precisa, pero la imagen de la bandera Temple es un error muy común, las banderas eran blancas con el distintivo en NEGRO.
    Siempre fui un interesado de la Historia Templaria, es una era Magica, como ellos mismos lo creian.
    Saludos desde Argentina.

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