Imperio de Palmira
La antigua ciudad de
Palmira estaba situada en un oasis al norte del desierto de Siria, a unos 240 km de Damasco. Según cuenta la tradición, fue fundada por el rey Salomón.
Gracias a la expansión comercial helénica y a las caravanas que venían de la India, China, Persia, Egipto y Fenicia, y que hacían un alto en este enclave, Palmira creció hasta convertirse en un gran centro comercial y cultural poblado por arameos y árabes de origen nabateo.
En el año 106 el Imperio Romano se anexionó Siria, y tras una visita el emperador Adriano otorgó a Palmira los derechos de ciudad libre.
En el siglo III la ciudad de Palmira estaba gobernada por Odenato, descendiente de una de las familias principales de la ciudad. Éste ayudó a Roma en su guerra contra los persas sasánidas y fue recompensado con una posición excepcional.
Aunque Odenato guardaba las apariencias ante el emperador de Roma, todo parece indicar que su objetivo era crear un imperio independiente. En el año 266 fue asesinado junto con su hijo mayor por su sobrino Marconius. Nada hace pensar que el asesinato fuese instigado por Roma, ya que Odenato jamás tuvo ningún conflicto con el Imperio.
A Odenato le sucedió en el trono su esposa
Zenobia en nombre de su hijo Vabalato. Zenobia se consideraba a sí misma descendiente de Cleopatra. Poseía una excepcional habilidad y una gran ambición, lo que la llevó a conquistar gran parte de Medio Oriente y a enfrentarse al ejército romano de Aureliano. En el 272 Zenobia fue derrotada y conducida a Roma, donde fue exhibida como prisionera en el desfile triunfal y sujeta con cadenas de oro. Aureliano, impresionado por su belleza y dignidad la liberó y le concedió una villa en Tibur (Italia), donde vivió hasta su muerte.
Zenobia
Zenobia fue una reina culta y durante su corto reinado fomentó las artes. Construyó en Palmira una avenida con grandes columnas y erigió estatuas de ella y de su esposo Odenato.
Palmira desapareció del mapa definitivamente en el año 1089 a causa de un terremoto. Permaneció oculta bajo las arenas del desierto hasta principios del siglo XX, cuando empezó a ser excavada y redescubierta.
Vista panorámica de Palmira
Templo de Bel
Si, tengo entendido que fue una mujer muy culta y amante del arte, ademas de ambiciosa.
ResponderEliminarUna personalidad muy interesante la de esta dama de la antiguedad.
Un saludo
Diana de Méridor
Es genial que gente como El Bosque Olvidado tenga ganas de conocer la cultura de Palmira y de Septimia Bathzabbai Zainib , más conocída como Zenobia... :)
ResponderEliminarGracias...