Fundadores del Temple
Como sede para la nueva orden, Balduino donó la mezquita de Al-Aqsa, en el Monte del Templo, algo un poco extraño ya que era un emplazamiento enorme y en un principio sólo eran nueve caballeros.
Otro aspecto que suscita misterio es el hecho de que estos caballeros no admitieron a nadie más en su recién creada orden; durante nueve años ellos fueron los únicos integrantes. Algunos dicen que esto fue debido a que realizaban excavaciones secretas en los sótanos del templo, donde habrían estado buscando el Arca de la Alianza, pero este hecho pertenece más a la leyenda que a la historia.
En 1127 el Maestre Hugo de Payns preparó un viaje a Roma para obtener la aprobación pontificia, y que de este modo el Temple se convirtiera en una Orden militar de pleno derecho. El rey Balduino escribió al abad cisterciense Bernardo de Claraval para que intercediese por los caballeros ante la Iglesia, y éste acogió la idea con entusiasmo convirtiéndose en el principal valedor de los Templarios ante el papa. En la primavera de 1228 se celebró un concilio extraordinario en Troyes donde Bernardo convenció a todos para establecer oficialmente la Orden del Temple. Fue el mismo abad el encargado de redactar una Regla original para los Templarios, que hasta entonces estaban siguiendo la Regla de San Agustín.
Lo que hizo Bernardo de Claraval fue adaptar la ya existente Regla del Císter, en base a la cual los Templarios organizaron su vida monacal. Debían pronunciar los votos de pobreza, castidad y obediencia como monjes que eran, más un cuarto voto de contribuir a la conquista y conservación de Tierra Santa, para lo cual darían su vida si fuese necesario.
Un siglo más tarde, el historiador Jacqes de Vitry describió lo que sería el origen del Temple:
“Ciertos caballeros amados por Dios y consagrados a su servicio, renunciaron al mundo y se consagraron a Cristo. Mediante votos solemnes pronunciados ante el Patriarca de Jerusalén, se comprometieron a defender a los peregrinos contra los grupos de bandoleros, a proteger los caminos y servir como caballería al soberano rey. Observaron la pobreza, la castidad y la obediencia según la regla de los canónigos regulares. Sus jefes eran dos hombres venerables, Hugo de Payns y Godofredo de Saint-Omer. Al principio no había más que nueve que tomasen tan santa decisión, y durante nueve años sirvieron en hábitos seculares y se vistieron con las limosnas que les daban los fieles.”
Templarios en combate en Jerusalén
Nosotras tan felices de que esta vez haya tocado tema medieval, ya sabes.
ResponderEliminarEl tema del Temple es sin duda uno de los mas atrayentes, por todo el misterio del que se ha visto rodeado desde aquel infausto proceso.
Habra, habra templarios en nuestra historia, por supuesto.
Un saludo
Diana de Méridor
Yo es que aunque me gusta la historia en general, mi época es la Edad Media. Es que me encanta todo lo que tenga que ver con esa etapa.
ResponderEliminarmuy bueno el post !!! la información es precisa, pero la imagen de la bandera Temple es un error muy común, las banderas eran blancas con el distintivo en NEGRO.
ResponderEliminarSiempre fui un interesado de la Historia Templaria, es una era Magica, como ellos mismos lo creian.
Saludos desde Argentina.