Han pasado cien años desde que unos 750 hombres y mujeres levantaron barricadas y se apoderaron de los lugares clave en el centro de Dublín. Se les unirían otras 1.000 personas.
Irlanda fue la primera colonia inglesa y, tras setecientos años de ocupación, no estaba dispuesta a ser la última en descolonizarse. Así, mientras el ejército británico se encontraba enfrascado en la I Guerra Mundial, el Lunes de Pascua, 24 de abril de 1916, las milicias nacionalistas irlandesas (el Ejército Ciudadano y los Voluntarios Irlandeses, rebautizados como Ejército Republicano Irlandés, IRA) ocuparon la Oficina Central de Correos, considerado uno de los símbolos del poder inglés en Dublín. Siete hombres, Patrick Pearse, James Connolly, Thomas Clarke, Seán Mac Diarmada, Joseph Plunkett, Eamonn Ceannt y Thomas McDonagh, constituidos en Gobierno Provisional, proclamaron la República Irlandesa. Y un argentino hijo de irlandeses, Eamon Bulfin, tuvo el honor de izar la bandera republicana de Irlanda en el edificio de Correos, sobre el cielo de Dublín.
Texto de la proclama |
La rebelión, concebida básicamente como un acto heroico y testimonial, sin la preparación precisa y con escaso respaldo popular, estaba condenada al fracaso. Londres respondió con la ejecución de los líderes republicanos y con una ola de represión tan violenta que obtuvo un efecto no deseado: parte de la población, que no había respaldado la acción revolucionaria, se inclinó a favor del Sinn Féin.
En las elecciones generales británicas de diciembre de 1918, los candidatos de este partido obtuvieron 73 de los 106 escaños correspondientes a Irlanda en el Parlamento británico. Los diputados nacionalistas rehusaron trasladarse a Westminster para ocupar sus escaños; en claro desafío, constituyeron en Dublín la primera Asamblea Irlandesa (Dáil Éireann) y formaron un gobierno presidido por Eamon de Valera. La declaración de la independencia condujo al enfrentamiento armado entre 1919 y 1920. Los nacionalistas irlandeses recurrieron a la guerra de guerrillas y la represión de estas fuerzas quedó en manos de la policía irlandesa y las fuerzas militares enviadas por Londres.
El enfrentamiento acabó con la firma del Tratado Anglo-Irlandés. En el pacto, el Gobierno británico aceptó la creación de un Estado propio para la mayor parte de la isla, pero hubo seis condados de la provincia del Ulster que permanecieron bajo soberanía del Reino Unido. Allí se creó el Parlamento autónomo de Irlanda del Norte, que quedaría bajo control absoluto de la población unionista, que era mayoría en el territorio.
Con todo, la fundación del nuevo Estado irlandés no satisfizo a todo el mundo. La pérdida de los seis condados del Ulster y el hecho de que una de las cláusulas para la independencia fuera que Irlanda siguiera siendo súbdita de la Corona británica provocaron la división del país en dos. Entre 1922 y 1923, las divergencias provocaron el estallido de una guerra civil que enfrentó a una facción del IRA contraria a los acuerdos de independencia contra el nuevo Gobierno irlandés. Actualmente, a pesar de que ha pasado casi un siglo, los agravios de este pasado convulso todavía siguen latentes.
Fuentes:
* http://carpetashistoria.fahce.unlp.edu.ar/carpeta-2/notas/el-levantamiento-de-pascua-y-la-division-de-irlanda
* https://www.diagonalperiodico.net/saberes/30144-100-anos-del-alzamiento-pascua-pistoletazo-salida-para-la-independencia-irlanda.html
* http://www.sinpermiso.info/textos/una-terrible-belleza-la-rebelion-de-pascua-de-irlanda-en-1916
* https://innisfree1916.wordpress.com/2009/05/03/memoria-y-presente-del-levantamiento-de-pascua-de-1916/
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