24 de enero de 2016

La rebelión de Niká

Era el 13 de enero del año 532 y, como casi todos los días, había carrera de cuadrigas en el hipódromo de Constantinopla. Las carreras eran el gran espectáculo de la capital. Miles de personas las seguían con pasión e ímpetu. La vida giraba en torno al hipódromo que tenía capacidad para unas 40.000 personas y cuyo palco daba directamente a las estancias del palacio imperial. Ir a las carreras era todo un acontecimiento social y político, ya que también servía como válvula de escape para los diferentes conflictos internos que afectaban al imperio. En las carreras había cuatro facciones que se agrupaban en diferentes colores. No solamente animaban a sus respectivos equipos, sino que representaban también diferentes grupos sociales y religiosos. Los más importantes eran los azules y los verdes, que estaban compuestos por católicos ortodoxos (los azules) y por cristianos monofisitas (los verdes), las dos corrientes religiosas más importantes del imperio que estaban gravemente enfrentadas. El emperador Justiniano era un ‘azul’ y eran los azules los que controlaban gran parte del aparato burocrático estatal y judicial frente a la indefensión de los verdes.

Justiniano
Ese 13 de enero de 532, un día de carrera que parecía ser como cualquier otro, el líder de los verdes intentó pedir justicia al emperador por una serie de asesinatos de miembros de su grupo y que las autoridades no querían esclarecer. Justiniano, completamente confiado en su poder y en que ese día iba a ser como cualquier otro, le ignoró. Los verdes se enfadaron, y mucho. Salieron del hipódromo y se organizó una batalla campal contra los azules con muchos muertos y heridos. Esto suponía una provocación al poder imperial, por lo que se arrestó y ejecutó a los cabecillas de las dos facciones. Ese fue el error de Justiniano.

Con el arresto de sus jefes, verdes y azules dejaron de odiarse entre ellos. De repente ya no había verdes ni azules, ortodoxos ni monofisitas. Sólo había súbditos del emperador indignados por la arbitrariedad de Justiniano y por sus vidas precarias y humilladas por los poderosos. Ya no eran hinchas que gritaban por un equipo, se habían convertido en insurrectos, y su grito era ¡Niká!, victoria.

La revuelta se fue extendiendo por toda la ciudad, atacando y destruyendo edificios públicos como el Gran Palacio y la iglesia más importante de la ciudad, Santa Sofía (que más tarde debería ser reconstruida por Justiniano). Los rebeldes llegaron a nombrar hasta un nuevo emperador, Hipatio, que era sobrino del antiguo emperador Anastasio I. A punto estuvo de abdicar Justiniano,aunque por encima del temor de Justiniano se impuso la fría serenidad de Teodora, que le convenció de que sólo una represión ejemplar acabaría con esta y sucesivas rebeliones, con estas palabras: “Si la fuga fuese el único medio de salvarse, renunciaría a la salvación. El hombre ha nacido para morir y aquel que reina no debe conocer el miedo. César, escapa tú, si quieres: ahí está el mar, ahí las naves que te esperan y tienes bastante dinero. En lo que a mí respecta, acepto el viejo dicho de que la púrpura es la mejor de las mortajas”.

Hipódromo de Constantinopla
El emperador se quedó y mandó llamar a Belisario, su general más victorioso. Belisario, fingiendo negociar, rodeó a los rebeldes en el hipódromo y los masacró con sus soldados de élite. Se calcula que murieron cerca de 30.000 personas, una barbaridad si se tiene en cuenta que Constantinopla contaba entonces con alrededor de 600.000 habitantes. La ciudad quedaría totalmente destruida, pero el emperador tendría la excusa de reconstruirla con nuevos edificios, que curiosamente constituirían el núcleo principal de lo que se ha dado en llamar la Edad de Oro del arte bizantino, con ejemplos tan significados como la iglesia de Santa Sofía o la de San Sergio y San Baco, que se concluye también después de los disturbios. O la llamada Cisterna Basílica, construida bajo una stoa en forma de basílica que había construido Constantino, y que también sería ampliada por Justiniano después de la revuelta Niká.


Fuentes:
* https://unahistoriacuriosa.wordpress.com/2014/03/03/los-disturbios-de-nika-el-principio-de-una-masacre/
* http://vidayeltiempo.blogspot.com.es/2011/05/nika-la-rebelion-de-los-hinchas.html


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