1 de septiembre de 2015

Batalla de Gaugamela

Macedonia, unificada por el Rey Filipo II, se había convertido en un territorio de gran importancia y peso en el mundo antiguo. Su eficacia militar, y su riqueza basada en el oro y el comercio, llevó a los macedonios a querer expandirse y a buscar un salida al mar para dominar el Mediterráneo. Tras la muerte de Filipo en el año 336 a.C. su hijo Alejandro asumió el trono. Alejandro a los 20 años ya era un respetado líder militar y siguió con la tendencia expansionista de su padre. Esto le llevó a entrar en guerra con el Imperio Persa, amparado en una unión de pueblos griegos denominada Liga de Corinto en la que tan solo faltaba Esparta, ya que las demás polis griegas estaban representadas. Alejandro acabaría siendo conocido como Alejandro Magno, siendo uno de los personajes más importantes de la historia. Esta guerra permitía a Macedonia poder expandirse hacia el este y a las demás polis griegas vengarse de los persas por invasiones anteriores.

En el 333 a.C., tras una aplastante derrota de los persas en Issos, las conquistas llevaron a Alejandro Magno a la costa del Mediterráneo, a Egipto y Siria. Cuando el macedonio fue abriéndose camino, le volvió a tentar la idea de derrotar a su mayor enemigo, el poderoso Imperio Persa. Sin embargo, Darío III, rey de Persia, no se había quedado de brazos cruzados durante los últimos dos años, había ido reclutando hombres hasta formar un ejército lo suficientemente grande como para detener el avance de Alejandro.

Darío, a pesar de tener un ejército mucho mayor, ya había sufrido una derrota a manos de Alejandro y quería evitar a toda costa el conflicto. Estaba dispuesto a ofrecerle la mitad del imperio persa con tal de que cesara su invasión. Alejandro rechazó la oferta. A Darío no le quedó otra opción que preparar sus tropas para la batalla. Darío escogió una amplia llanura para evitar el problema que había tenido en Issos, cuando el estrecho campo de batalla limitó el despliegue de sus muchos soldados. Con 200 carros armados con guadañas y 15 elefantes de guerra era de vital importancia un terreno llano, así que envió un contingente a lo que sería el campo de batalla para allanar el terreno. Alejandro había tomado prisioneros a varios jinetes persas y por ellos se enteró del lugar elegido por Darío para la batalla y de sus tácticas. Marchó con su ejército y montó el campamento a 11 kilómetros de donde se hallaban los persas.

Moneda con la imagen de Darío III
El 1 de octubre, Alejandro marchó a enfrentarse a su enemigo. El imponente ejército persa se alzaba a lo ancho de la explanada y en el centro se hallaba Darío, rodeado de los famosos Inmortales y de sus 15 elefantes de guerra. Los soldados de Alejandro, aunque menos numerosos, eran luchadores de élite dirigidos por un hombre que nunca había sido derrotado en el campo de batalla. Utilizando una estrategia única, el ejército macedonio fue capaz de romper la línea enemiga y lanzar un ataque devastador en el centro del debilitado ejército persa.


La batalla

Alejandro se sitúa con su caballería a la derecha de Parmenio, dejando a su general en el flanco izquierdo. Inicia la batalla con un brusco y repentino avance de sus hombres. Los hombres a su derecha se mueven oblicuamente hacia el ala izquierda. Lo que pretende Alejandro es atraer al ejército enemigo para abrir una brecha en su formación. Darío cae en la trampa y envía a su caballería contra el ejército macedonio.

Alejandro continúa su marcha, Darío envía sus carros armados y elefantes de guerra contra él, en un intento de mostrar su poder. Los carros cargan contra la infantería ligera macedonia, pero quedan detenidos por una lluvia de jabalinas para después ser atacados y destruidos por la caballería de Alejandro.

Alejandro envía 400 jinetes a contraatacar a la izquierda persa, pero quedan abrumados por la enorme tropa de Darío y retroceden. Viendo una oportunidad, Darío hace cabalgar a su caballería hasta alcanzar a Alejandro y detener su avance por la derecha. Sin embargo, Alejandro envía un contraataque mayor contra los persas. Se desanta una feroz y sangrienta batalla entre los hombres de Alejandro y lo que queda del ejército persa. Hay muchas bajas en ambos bandos, pero al final las fuerzas macedonias logran reducir a las persas.

Viendo lo rápido que se acercan los soldados de Alejandro, Bessos, situado a la izquierda de Darío, envía el resto de su caballería a la batalla. Tras otra sangrienta lucha, los soldados de Bessos también se retiran. La concentración de soldados persas a la derecha ha creado exactamente lo que esperaba Alejandro, una brecha en el centro de la formación de Darío. Alejandro coloca a sus hombres formando una cuña gigante y, con él en el centro, cabalgan hacia la brecha abierta en la línea persa por el avance de sus propia caballería. El ataque sorpresa se abre camino en el frente persa y la guardia real queda abatida. Darío se da cuenta de que todo está perdido y sale huyendo del campo de batalla.

Falange macedonia

Pero la batalla aún no ha terminado. El avance ha dejado abierta una brecha en la primera línea del frente macedonio y muchos soldados persas se abren paso. No saben que su líder ha huido, llegan al campamento de Alejandro y lo saquean. Este hecho supone perder la batalla para los persas. Conocedor de estos hechos, Alejandro regresa hacia el campamento con la caballería pesada y ataca a los persas, venciéndolos. Al mismo tiempo, la falange ataca el ala derecha persa que no ha conseguido abrir brecha.

Alejandro intentó capturar a Darío pero no pudo, ya que el rey persa fue asesinado por Bessos, su comandante, que codiciaba su poder. Su muerte marcó el fin del Imperio Persa y coronó a Alejandro como "Rey de Reyes". Hoy en día, las tácticas de Alejandro Magno siguen estudiándose en las escuelas militares.


Fuentes:
* Vive la Historia Nº 20.
* http://www.batallasdeguerra.com/2013/03/la-batalla-de-gaugamela.html
* http://igorgaratu.es/batalla-de-gaugamela-331-a-c
* https://latunicadeneso.wordpress.com/2008/10/01/la-batalla-de-gaugamela


5 comentarios :

  1. Un gran estratega el joven Alejandro, a pesar de contar con una edad moderada. Y una de las batallas más importantes de la antigüedad, muy bien descrita, por cierto.
    Un saludo.

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  2. He sentido los nervios de la batalla, la preocupación, la derrota, la victoria y la mucha sangre derramada.

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  3. Recuerde que si usted tiende a culpar a las circunstancias, condiciones y demás usted perderá el control sobre sí mismo. Bahaya Keringkan Pakaian Dalam Rumah

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  4. Vaya sorpresa, ya es casualidad. El anterior comentario que te han hecho es exactamente igual al que me ha dejado la misma persona en mi última entrada. Se ve que viene así de serie.

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  5. Sí Cayetano, hay algunos que solo entran a los blogs a hacer spam.

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