Por lo general, los guerreros vikingos no utilizaban armaduras que por un lado resultaban demasiado caras para el nórdico medio y, por otro, miembros de una cultura que ponía gran énfasis en el coraje en el combate no valoraba demasiado este tipo de protecciones. Sin embargo, los vikingos con recursos o más precavidos podían llevar algunas formas de armadura. La más común y cómoda estaba hecha de pieles superpuestas. Un buen conjunto de pesadas pieles y cuero endurecido podía detener flechas e incluso tajos de dagas y, a la vez, servir contra el frío del norte.
Por otro lado, los vikingos de mejor posición económica podían llevar una byrnie o cota de malla hecha de anillos metálicos entrelazados. Mientras los soldados europeos las usaban desde los pies hasta la cabeza, los nórdicos la usaban como una camisa de manga corta.
Contrariamente a lo que se cree y divulgó en el cine, los vikingos no llevaban yelmos con cuernos. En realidad, aquellos que podían permitirse alguna protección metálica para la cabeza llevaban simples cascos con protección para los ojos y una banda metálica como protector nasal.
Los que portaban espadas y hachas llevaban por lo general escudos redondos hechos a partir de tablones de madera unidos por un borde metálico circular que iba remachado. Algunas veces, la parte frontal del escudo iba cubierta con cuero pesado como protección adicional. Otras veces los pintaban de vivos colores o con símbolos guerreros, especialmente de su familia. Un escudo redondo exigía el uso completo de uno de los brazos del guerrero, pues era muy pesado y algo inmanejable pero proporcionaba gran protección y un hombre habilidoso con el escudo era muy difícil de alcanzar. Además era relativamente barato, lo que hacía muy populares a los escudos entre los invasores vikingos de recursos limitados.
Entre los piratas vikingos la espada y el hacha eran las armas preferidas. A diferencia de los europeos, no prestaban atención al combate a caballo, por lo que las armas más importantes eran las utilizadas en la pelea cuerpo a cuerpo.
La daga de veinte a cincuenta centímetros de largo era una herramienta de trabajo y también un arma muy utilizada. Por su parte, las espadas eran sencillas y prácticas, con una hoja de doble filo, un pequeño travesaño y una empuñadura para usar con una mano. No estaban demasiado afiladas, pues se usaban para golpear las armaduras más que para cortar. Los herreros vikingos las forjaban con un procedimiento de diseño entrelazado con repetidas mezclas de hierro y acero.
La espada vikinga era un arma ligera de una mano usada para dar cortes y pegar tajos, casi siempre combinándose con saltos y esquives rápidos.
Los vikingos, admiradores de la fuerza, eran muy propensos al uso del hacha que servía como una útil herramienta de trabajo y como una temible y eficaz arma en la batalla. Acompañando al escudo y manejada con una sola mano, estaba fabricada con hierro, a veces con una delgada franja de acero en el filo. Su mango de más de un metro de largo permitía ejercer una gran fuerza en los golpes y fue aumentando de tamaño, peso y efectividad a lo largo de la historia. El hacha de batalla escandinava tenía un saliente al final de la hoja que era muy útil en el combate naval y servía como gancho para clavarla y trepar a las naves enemigas. Este particular saliente dio origen a la llamada "hacha de abordaje".
Las hachas arrojadizas no eran muy frecuentes debido a su costo y a la dificultad que entrañaba manejarlas con efectividad. Eran muy peligrosas y espectaculares, pero requerían de una gran fuerza y habilidad para ser lanzadas correctamente.
Por el contrario, la lanza era un arma muy habitual entre los nórdicos y tenía un gran valor en el combate naval. Usadas para la caza y la pesca tanto como para la batalla, eran básicamente armas arrojadizas o para clavarse en distancias cortas.
Otra arma muy común entre los vikingos era el poderoso martillo, debido a que requería un escaso mantenimiento y se podía fabricar a bajo costo. Al igual que el hacha, el martillo de guerra tenía una única cabeza golpeadora colocada sobre un mango de sesenta a noventa centímetros de longitud. Los nórdicos lo apreciaban por su contundencia a la hora de pulverizar los huesos de los oponentes, por mucha armadura que llevaran encima.
Los vikingos utilizaban el típico arco de caza aunque era una habilidad de combate secundaria pues, al no establecer formaciones, eran raros los grupos organizados de arqueros. Su uso estaba más extendido en el combate naval para atacar a un velero que se aproximara.
Fuente:
Breve historia de los piratas - Silvia Miguens
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
África
América
Antigüedad
Antiguo Egipto
Arqueología
Arquitectura
Arte
Aztecas
Barroco
Batallas
Bizancio
Blogs
Cartago
Castillos
Celtas
China
Ciencia
Colonización de América
Curiosidades
Edad Media
Edad Moderna
EEUU
El porqué de las cosas
Era Vikinga
Faraones
Fenicia
Filosofía
Franquismo
Godos
Grecia
Guerra Civil Española
Historia Contemporánea
Historia de Catalunya
Historia de España
Historia en imágenes
Hunos
I Guerra Mundial
Iberia
II Guerra Mundial
Imperio Mongol
Imperio Napoleónico
Imperio Otomano
Imperio Persa
Incas
Inventos
Japón
Las Cruzadas
Libros
Literatura
Mayas
Mesopotamia
Monumentos
Noticias
Novela Histórica
Oeste Americano
Oficios antiguos
Oriente
Personajes Históricos
Piratas
Prehistoria
Premios
Pueblos Indígenas
Religión
Renacimiento
Revolución Francesa
Roma
Vídeos
Paseando Por la Historia está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España.
La creencia común es que los vikingos llevaban cascos con cuernos. De ahí el chiste: "Bienaventurados los vikingos porque tienen los cuernos postizos."
ResponderEliminarUn saludo.
No quiero imaginar lo que se debía sentir al recibir un martillazo de una de aquellos brutos. Un saludo.
ResponderEliminarvos sos bruto, los vikingos somos re capos
Eliminarvos sos bruto, los vikingos somos re capos
Eliminarah
Eliminar