Ramsés II |
A diferencia de muchos de sus predecesores, Ramsés II no era de origen real. Su familia pertenecía a la casta militar. Sin embargo, cuando nombraron visir del faraón Horenheb, que no tenía descendencia, a su abuelo Ramsés I, el joven Ramsés II entró en la línea de sucesión al trono. En el año 1306 a.C., Horenheb murió dejando el reino a Ramsés I; se iniciaba de esta manera la XIX Dinastía. Fue una época próspera en la historia de Egipto, y durante este periodo los gobernantes intentaron asegurarse una posición firme manteniendo la estabilidad de Egipto dentro y fuera de sus fronteras.
Egipto había sufrido varias agitaciones importantes a lo largo de los años, y una de las más devastadoras había sucedido durante la XVIII Dinastía; fue entonces cuando el aglutinador más poderoso de Egipto, la religión, experimentó un profundo cambio. El faraón conocido como Akhenatón había rechazado el culto a los antiguos dioses egipcios para adorar a un único dios: Atón. Los faraones que sucedieron a Akhenatón, incluido el ahora famoso Tutankhamón, intentaron reparar los daños causados por el faraón hereje. Volvieron al antiguo sistema de creencias restaurando el culto a todos los dioses que anteriormente habían regido la vida en el país. En 1306 a.C., Ramsés I, al igual que los faraones que le precedieron, empezó su reinado afianzando las antiguas creencias para ganarse la lealtad de sus súbditos. Mientras, su hijo Seti se entrenaba militarmente para ayudar a recuperar la posición que el país había perdido por culpa de actitudes negligentes.
Akhenatón |
Hacia el séptimo año del reinado de Seti, éste decidió otorgarle a Ramsés un nuevo título: a la edad aproximada de 14 años fue nombrado príncipe regente, uno de los cargos más importantes en el antiguo Egipto, solo inferior al de corregente. Seti se había propuesto afianzar la autoridad de su hijo ante el pueblo egipcio. A partir de entonces no hubo dudas sobre quién sucedería a Seti, y Ramsés viviría la vida de un rey entre cuyas prerrogativas se contaba la de disponer de su propio harén real.
Seti I |
Durante los 10 años del reinado de su padre, Ramsés ya había engendrado unos diez hijos y muchas hijas. Además de ser un padre joven, en ese periodo Ramsés tenía otras responsabilidades; se le inició en muchos de los asuntos del país. A la edad de 15 años acompañó a su padre a una campaña militar en Libia, y un año después libró una batalla en la frontera con Siria. A los 22 años Ramsés ya luchaba sin el apoyo de su padre. Las campañas solo duraban dos o tres meses al año. Durante los meses restantes Ramsés dedicaba parte de su tiempo a supervisar la extracción del material necesario para la construcción de algunos de los numerosos monumentos que han pasado a la historia como símbolo de la antigua civilización egipcia.
El interés de Ramsés II en la construcción tal vez naciera durante los años que pasó en Asuán. La construcción, la estrategia militar y la descendencia eran parte de los deberes de un faraón, y Ramsés parecía sobresalir en cada uno de ellos. Estaba más que preparado para asumir el poder cuando su padre murió en 1290 a.C. A partir de aquel momento, Egipto ya nunca sería igual.
Continuará...
Groucho Marx, viendo la afición que el joven Faraón tenía por amontonar posibles herederos, le habría hecho sin duda la siguiente pregunta: ¿Qué otros hobbies tiene usted?
ResponderEliminarUn saludo y feliz domingo.