19 de febrero de 2010

El ojo de Nefertiti

El bello busto policromado de Nefertiti, esposa de Akenatón, fue descubierto el 6 de diciembre de 1912 por una expedición arqueológica alemana en las ruinas de Amarna (Ajet Atón), la capital del faraón. El equipo de arqueólogos trabajaba para la Sociedad Alemana de Oriente bajo la supervisión del Profesor Ludwig Borchardt de Berlín. Tenían la autorización del gobierno egipcio para excavar aquel lugar. El busto, de 3.400 años, apareció entre las ruinas del taller de Tutmés, escultor de la corte de Amarna. Borchardt supo desde el primer momento que se hallaba ante una obra maestra. Existen diferentes hipótesis para explicar la pérdida del iris del ojo izquierdo de la escultura. Una de ellas sostiene que estaba colocada en una repisa de madera en el taller del escultor. La repisa, deteriorada por las termitas, terminó rompiéndose. El busto dio una voltereta y cayó al suelo, pero lo hizo sobre la corona plana, lo que evitó su rotura, aunque con el impacto perdió el iris de ese ojo y sufrió desperfectos en la oreja. El equipo de arqueólogos alemán la encontró enterrada en la arena boca abajo, de manera que, en principio, la tesis podría ser aceptada. No obstante, el relato que se conserva de su descubrimiento y el exhaustivo estudio de la escultura hacen que la hipótesis deba ser rechazada. Al parecer la encontró Mohammed Ahmes Es-Senussi. Se encontraba excavando la sala 19 rejilla P-47 (el área se dividió en rejillas de 600 pies cuadrados) cuando los rayos del sol iluminaron el oro y colores azules de la escultura. El grito de Mohammed atrajo a todos. El Profesor Borchardt fue despertado de su siesta. La estatua se hallaba enterrada, cabeza abajo, en el cascote. Cuando la limpiaron observaron que estaba casi intacta. Los únicos desperfectos eran los astillados lóbulos de las orejas y la pérdida del iris del ojo izquierdo. La arena y la suciedad de la sala 19 (más de 30 pies cúbicos) se tamizó de forma exhaustiva en repetidas ocasiones con una malla cada vez más fina. Los pedazos de la oreja se encontraron pero el ojo nunca se recuperó. Un examen más minucioso de la escultura permitió comprobar que nunca llegó a colocarse el iris del ojo pues sobre el globo ocular izquierdo no se ve ninguna huella de manipulaciones. Se apuntó la posible pérdida del ojo izquierdo de Nefertiti en algún momento de su vida. Sin embargo, ningún relieve mural o escultura que reproduce a la reina muestra que tuviera este defecto. Incluso ha llegado a afirmarse que el escultor pudo enamorarse de la reina, que tenía fama de seductora, y que por despecho, al sentirse rechazado, se vengó desfigurando su rostro. Otra hipótesis sostenía que la escultura iba a situarse en una urna de perfil y, por tanto, sólo se requería un ojo perfecto. Para los iris de los ojos se empleaba cristal de roca, caro y difícil de conseguir, de modo que no se consideró necesario colocar los dos. También se afirma que el busto fue el modelo que utilizó Tutmés para otros retratos de la reina realizados en su taller, de manera que, teniendo en cuenta el valor de esas piezas de cristal, sólo se colocó el del ojo derecho, necesario para que el rostro no resultara inexpresivo.Es posible que, a pesar de su extrema perfección y belleza, el busto fuese considerado en la época como una escultura menor, de poca importancia, ya que nadie se preocupó de llevarla consigo cuando Amarna y el taller de Tutmés quedaron abandonados.
Fuente consultada: Ovejas Eléctricas

6 comentarios :

  1. ¡Qué interesante anécdota! No la conocía. Gracias.

    ResponderEliminar
  2. Egipto tiene misterios hasta en los ojos de las estatuas

    ResponderEliminar
  3. Interesante reseña, pero me temo que todo son conjeturas; es imposible saber las circunstancias exactas que rodearon a una pieza de miles de año de antigüedad. En casos como éste siempre he pensado que estaría bien prácticar la necromancia o una sesión de espiritismo para preguntar a los implicados directamente, jeje.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  4. Que curioso, madame. De modo que lo unico definitivo parece ser que nunca llegó a colocarse en el ojo. Resulta de lo mas misterioso.

    Feliz fin de semana

    Bisous

    ResponderEliminar
  5. Q cantidad de hipotesis, yo me kedo con la del golpe. Quizas anteriormente recibio otro y perdio el ojo, no creo q el busto originalmente fuese tuerto, saludoss.

    ResponderEliminar
  6. No conocía esta historia que añade un misterio más a la protagonista. Es muy interesante.

    ResponderEliminar

Gracias por tu comentario.

Creative Commons License
Paseando Por la Historia está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España.