19 de octubre de 2009
“El Nacimiento de Venus”
“El nacimiento de Venus” es una pintura de Sandro Botticelli (1445 - 1510) y representa una de las obras cumbres del maestro italiano. Está ejecutada al temple sobre lienzo y mide 184,5 centímetros de alto por 285,5 cm de ancho. Fue pintada para un miembro de la familia Médici, para decorar uno de sus palacios de ocio en el campo y se conserva en la Galería de los Uffizi, Florencia.
Botticelli fue un pintor florentino de la segunda mitad del Quattrocento, que se preocupó más acerca de la representación de temas relacionados con el neoplatonismo predominante en la época, que por las búsquedas de la corriente denominada “científica”, centrada en resolver problemas de orden estrictamente formal.
El tema de la obra es mitológico: según cuenta la leyenda Venus, diosa del amor, nació de los genitales del dios Urano, cortados por su hijo Crono y luego arrojados al mar. El título de la obra no es, por lo tanto, exacto, ya que el cuadro no representa el momento del nacimiento de la diosa, sino que muestra la llegada de Venus, sobre una concha, a la playa de Chipre.
Sobre una enorme concha, aparece la blanquecina y esbelta figura de la diosa del amor con sus largos cabellos en dorados tirabuzones, mecidos por el viento. La mano izquierda recoge un bucle de pelo con el que tapa su pubis. El brazo y la mano derecha tratan de velar sus pechos. En la izquierda de la escena, aparecen fundidos en un cálido abrazo las figuras de Aura, diosa de la brisa y de Céfiro, dios del viento. En tierra, a la derecha, aparece una de las tres Horas, diosas griegas de las estaciones, concretamente la de la Primavera, con su vestido decorado con motivos florales. Pretende arropar a la diosa con un manto de púrpura también florido. Están representados los tres elementos esenciales de la materia: aire, tierra y agua.
El desnudo femenino considerado pecaminoso en el arte medieval cristiano, se recupera en el Renacimiento como símbolo de inmaterialidad. La Venus no representa amor carnal o placer sensual sino que se acerca más a ideal de inteligencia pura o suprema sabiduría.
Con todo, es una obra de incuestionable belleza, a pesar de un cierto primitivismo, de un autor como Botticelli, que de alguna forma, fue eclipsado por genios de la talla de Miguel Ángel o de Leonardo de Vinci.
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Es una obra preciosa y emblemática.
ResponderEliminarSaludos
Me gusta como representa elcabello arremolinado, como si el viento soplara. Siempre he tenido usado esta gran obra del Nacimiento de Venus,como símbolo pictórico del Renacimiento. Escultórico, el David de Miguel Ángel, y como dices, por él sería eclipsado. Pero bueno, Boticelli fue pionero.
ResponderEliminarEsta obra siempre será un referente válido del mito clásico de Afrodita, a pesar del carácter recatado y pudoroso con que se trata en el lienzo el tema.
ResponderEliminarUn saludo.
Madame, ha elegido usted uno de mis pintores favoritos y uno de mis cuadros favoritos, con el que me traslada a la dorada florencia de aquel tiempo.
ResponderEliminarUn deleite pasar por aqui.
Feliz martes
Bisous