13 de septiembre de 2009

¿De dónde vienen los celtas?

La primera vez que el término 'celta' fue acuñado con propiedad en algún anal escrito que haya sobrevivido hasta hoy fue por obra de Heródoto (siglo V a.C.), quien localizó el dominio inicial de los celtas en el Danubio. Además, los ubicó en la Península Ibérica, más allá de las columnas de Hércules; de hecho, se pudo designar a la parte sudoccidental de la Península Ibérica con el apelativo de keltike. Más adelante, Estrabón (siglo I a.C.) nos habla de un pueblo que se conoce en Grecia como keltoi, es decir, celtas, refiriéndose a ellos como el pueblo gálata, relacionado con el pueblo galo, llamado celtae por los antiguos. Sin haberse llevado a cabo estudios etnológicos concretos, hoy en día es difícil hablar de una raza celta única como tal; más bien parece que debiera hablarse de un mosaico de pueblos que a veces actuaban en régimen de federación y que compartían unos modos de vida similares en un momento histórico concreto. Parece probado que el origen de la cultura celta se situó en las riberas del alto Danubio, alrededor del primer milenio antes de Cristo, tal y como sugirió Heródoto. Los pueblos que ostentaban dichas particularidades culturales, características del mundo celta, se expandieron rápidamente hacia Centroeuropa, desde donde a lo largo de sucesivas migraciones, se fueron irradiando las constantes de la cultura céltica hacia el sur de Dinamarca, el oeste de Alemania, Bélgica, el centro y norte de Francia, la Península Ibérica y las islas Británicas. Dentro del ámbito de estas migraciones, hubo una muy importante que llevó a los gálatas hacia Oriente; concretamente, hasta la región del norte de Frigia (Asia Menor), territorio que ocuparon alrededor del siglo II a.C., donde continuaron manteniendo su lengua, cultura y costumbres hasta bien entrado el siglo IV a.C., de acuerdo con el testimonio de San Jerónimo. La aparición en Centroeuropa de la denominada 'cultura de los campos de urnas', entre los años 900 y 700 a.C. puede considerarse como un anticipo de la posterior eclosión de la cultura céltica en Europa, pues los hallazgos arqueológicos de restos de enterramientos crematorios asociados a objetos y armas diversas así inducen a pensar. Dos fueron las oleadas principales que jalonaron la cultura celta a lo largo de su historia: correspondieron, respectivamente, a la cultura de Hallstatt (650-500 a.C.), en Austria, y a la cultura de La Tène (400-100 a.C.) localizada en Francia. De esta última época data el saqueo de Roma por parte de los galos como muestra de poder. Sin embargo, dos siglos más tarde, los testimonios sobre el mundo celta como organización política y social de relevancia se apagan casi por completo, dejando paso a otros poderes emergentes: el romano y el teutón en el oeste de Europa, con los que siempre estuvo en conflicto, y el eslavo en el este europeo. (Fuente consultada: Historia breve de las islas británicas - Javier Romero Cambra)

5 comentarios :

  1. Ufff tema complejo donde los haya. Los especialistas no se acaban de poner de acuerdo sobre el origen exacto de este pueblo indoeuropeo y nuevas teorías como la conocida como "cul de sac" ha revolucionado nuestro conocimiento sobre este grupo en los últimos años incidiendo especialmente en la "periferia" de los territorios habitados por esta cultura.
    1 saludo

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  2. Muy interesante, madame. Los celtas son una de mis civilizaciones favoritas. Siguen teniendo un gran encanto. Me ha resultado muy interesante ver que habian llegado tan al sur en la peninsula, ya que siempre los asociamos solamente al norte. Su expansion por Europa fue mas que notable.

    Bisous

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  3. Muy interesante la entrada y el blog en general, tanto enlaces como las últimas entradas.
    Un saludo.

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