4 de noviembre de 2009

La Revolución Industrial II: liberalismo económico y capitalismo

Los principios económicos del liberalismo fueron elaborados a finales del siglo XVIII por un conjunto de pensadores británicos que constituyen lo que se conoce como la 'Escuela Clásica'. Adam Smith, considerado el fundador de la ciencia económica, defendía la supremacía del individuo frente a los estamentos o grupos organizados. La búsqueda del propio interés y que cada bien sea producido en la cantidad en que es demandado, lo que originaría la ley de la oferta y la demanda. Según Smith, el Estado debe abstenerse de cualquier intervención en la economía. Thomas Malthus señaló que el crecimiento de la población desequilibraría su relación con los recursos existentes, lo cual empeoraría el nivel de vida.
Un hombre nacido en un mundo ya ocupado, si no puede obtener de sus padres los medios de subsistencia que en justicia les puede pedir y si la sociedad no necesita su trabajo para nada, no tiene ni el más mínimo derecho a reclamar sustento y, en realidad, está de más. No hay ningún cubierto disponible para él en el gran banquete de la naturaleza: ésta le manda que se vaya y no tardará en ejecutar dicha orden, si el hombre no puede recurrir a la compasión de alguno de los invitados al banquete. Si éstos se aprietan un poco para dejarle sitio, pronto se presentarán otros intrusos reclamando los mismos favores. La noticia de que hay alimentos para todo el mundo llena la sala de numerosos postulantes. El orden y la armonía del festín se ven perturbados, la abundancia que reinaba anteriormente se convierte en escasez, y la alegría de los comensales se esfuma ante (...) la miseria y la penuria que se adueñan de todos los rincones de la sala, (...).
T.R. MALTHUS: Ensayo sobre el principio de la población, 1798.
El capitalismo es un sistema en el que los instrumentos de producción son propiedad privada, y se concentra en sólo una parte de la población denominada burguesía o capitalistas. Los asalariados o proletariado no poseen más que su capacidad para el trabajo, que alquilan a cambio de un salario. Es un sistema de iniciativa libre no planificado que tiene como objetivo la búsqueda del máximo beneficio individual. Los propietarios de los medios de producción pretenden maximizar el beneficio obtenido y los asalariados persiguen un salario más alto. Los desajustes entre oferta y demanda provocan crisis periódicas. Los productos no se venden, los precios caen, los beneficios bajan, las empresas cierran y el paro aumenta. Sólo los empresarios con mayores recursos sobreviven. Gran Bretaña se mostró partidaria del librecambio, es decir, la no intervención estatal en el comercio internacional. Para evitar la competencia de Gran Bretaña, los demás países aplicaron medidas proteccionistas, es decir, la imposición de aranceles a la entrada de productos extranjeros con el objetivo de encarecerlos. Se crearon sociedades mercantiles, como la sociedad anónima, consistente en la división del capital en participaciones que son adquiridas por diferentes accionistas. Las entidades bancarias se convirtieron en captadoras del ahorro privado por medio de depósitos a la vista y en suministradoras de capital para la industria. *Nuesto agradecimiento a Arobos por el estupendo post que nos dedica en su espacio.

3 de noviembre de 2009

El secreto del inquisidor (Catherine Jinks)

En el año 1321, Helié Bernier lleva una vida descansada como fabricante de pergaminos en la ciudad de Narbona, en el sur de Francia. Sin embargo, cuando ya menos se lo espera, su latente pasado le viene a visitar. Hace algunos años, Bernier, que ha conseguido ocultar su verdadera identidad, trabajó como ayudante del inquisidor de Tolosa, Bernard de Gui. Su función consistía en mezclarse con los sospechosos de herejía y denunciarlos ante las autoridades. De un lugar a otro, Helié pagaba así su pena por haber profesado, cuando tan sólo era un adolescente, la herejía. Ahora, transcurrido un tiempo, las circunstancias le obligarán a retomar su antigua actividad. Deberá averiguar el paradero de un agente de la Inquisición desaparecido cuando intentaba desenmascarar a un grupo de beguinos en Narbona. En sus pesquisas, se irá encontrando con pistas falsas y una trama que se complica y se torna más compleja y peligrosa con el paso de los días. Desde su condición de hombre racional en un mundo que parece enloquecido por la superstición y la irracionalidad, el protagonista deberá llevar a cabo la misión que se le ha encomendado, sin perder de vista su obligación moral de revelar la verdad.

2 de noviembre de 2009

La Marsellesa, el himno más famoso del mundo

Ni bien terminada la revolución, media Europa le declaró la guerra a Francia. La euforia popular había inflado de patriotismo al país que acababa de sacudirse de sus déspotas reyes. Mientras las tropas francesas eran preparadas por su mismo pueblo y nuevas autoridades, el alcalde de Estrasburgo encontró entre las tropas al Capitán de Ingenieros Rouget Lisle, conocido entre sus compañeros como poeta y compositor. El alcalde le pidió una canción de guerra para animar a los hombres que iban a combatir. Aceptado el compromiso Lisle se recluyó en su cuarto y, tras escuchar de la calle los gritos de victoria de la gente, compuso de una sola inspiración el 25 de abril de 1792 el himno más hermoso que se haya escrito. La Marseillaise (La Marsellesa en francés) es oficialmente el himno nacional de Francia desde el 14 de julio de 1795. Fue prohibido durante el Imperio de Napoleón y la Restauración. Volvió a ser el himno nacional en la III República; pero fue nuevamente prohibido durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial (1940-1944) por ser considerado un elemento de resistencia. Con Francia liberada, la Marsellesa volvió a ser el himno oficial, distinción que mantiene hasta hoy. (Fuente consultada: Mundo Errante)

1 de noviembre de 2009

Momias felinas egipcias

De todos es sabido la gran afición que los egipcios tenían por la momificación. A parte de faraones y personajes célebres, cualquier animal era susceptible de ser momificado en el antiguo Egipto. Animales domésticos o animales salvajes como gacelas, carneros, perros, reptiles, monos o incluso hipopótamos, acababan haciendo compañía a los faraones en sus viajes post mortem. Pero de todos ellos, sin duda los gatos fueron los que peor suerte corrieron. Según el autor Jaromir Malek, ya desde el año 1350 a.C., se enterraba ocasionalmente a los gatos junto a sus propietarios. Pasan los años y se modifican las creencias religiosas. Para el año 900 a.C., se piensa que algunos animales son la encarnación de ciertos dioses y diosas, así al gato le toca en suerte ser la encarnación de la diosa Bastet y se pone de moda el criar gatos alrededor de los templos dedicados a esta diosa. Cuando mueren, se les momifica y son enterrados en cementerios y tumbas comunales creadas a propósito.
Diosa Bastet
Corren los siglos y las momias de gatos se cuentan por decenas de miles. Entre los años 332 y 30 a.C., los egipcios comienzan a criar gatos con el único propósito de momificarlos y venderlos como ofrenda a las personas que visitan los templos. Pero claro, los gatos viven demasiados años para que sea rentable su crianza, de modo se sacrifican cuando tan solo cuentan con 2 a 4 meses de edad, Malek opina que es posible que también los momificaran a tan corta edad para que encajaran mejor en los contenedores que se usaban para tal fin. No se sabe cuántos gatos fueron momificados para estas prácticas, pero los investigadores dicen que existen millones de ellos. En los últimos siglos del milenio pasado, estos gatos se podían encontrar por centeneras en mercadillos y zocos de todo Egipto. Una pequeña parte se conserva en distintos museos e instituciones del mundo, pero la inmensa mayoría fueron usadas con los fines más dispares. Existe un dato significativo que cuenta que una compañía británica compró a finales del siglo XIX un cargamento de 17.000 kilos de gatos momificados, para pulverizarlos y emplearlos como fertilizantes en Inglaterra. En aquel barco se presume que viajaron unas 180.000 momias felinas.
Momias de gatos. British Museum
(Fuente consultada: Tejiendo el Mundo)

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