Vivir en la Edad Media no era fácil y perder la vida siendo joven era algo muy común.
Antes de que existieran las vacunas, antibióticos o siquiera el uso de medidas mínimas de higiene, cualquier enfermedad que hoy sería perfectamente tratable, como las infecciones más comunes, en la Edad Media podía ser una sentencia de muerte. Incluso una herida superficial podía matarte si se infectaba, no eran pocos los que perdían miembros o la vida producto de la gangrena.
La muerte de la madre durante el parto era muy común, ya que no solo se carecía de las medidas mínimas de higiene, sino que tampoco habían cuidados prenatales. Una de las causas más comunes era la llamada fiebre puerperal, una infección de los órganos reproductivos que casi siempre culminaba en la muerte. Eso si, era un fallecimiento democrático, no importaba la clase social ni cuantas riquezas se habían acumulado, todas podían fallecer en el parto.
Si bien las enfermedades infecciosas eran causa común de muerte en la Edad Media, hubo una que marcó récords. Se trataba de la llamada peste negra, que se estima provocó la muerte de entre un tercio y la mitad de los habitantes de Europa durante el medievo. Sistemas inmunológicos considerablemente débiles, mala higiene y una bacteria altamente contagiosa, fueron de gran ayuda para la pandemia más grande de la historia.
En la Edad Media se desarrollaron las llamadas Cruzadas, intentos por recuperar los lugares considerados santos por la Iglesia Católica y que habían caído en manos de los musulmanes. Miles y miles de caballeros emprendieron camino a recuperar estos sitios, asesinando de paso a los musulmanes que se encontraban en el camino, abusando de mujeres y exterminando diversas culturas.
Si bien los suicidios masivos se han dado en distintos momentos de la historia, el que ocurrió el 25 de febrero de 1336 fue un caso aparte. Cuatro mil personas que estaban defendiendo el Castillo Pilenai, en Lituania, se vieron rodeados y superados por sus enemigos. Antes de ser capturados y convertidos en esclavos, prendieron fuego al castillo para destruirlo y luego suicidarse en grupo.
Fuente:
Ojocurioso
Junto a las causas naturales, estaba lo que los demógrafos llaman la "supermortalidad", es decir las causas extraordinarias, las tres "parcas" de la Edad Media: hambre, guerras y epidemias. Vivir más de 40 años era un lujo al alcance de pocos.
ResponderEliminarPor eso, la muerte es un tema constante en aquella época y queda reflejado en el arte, en la literatura... La vida era corta y peligrosa.
Un saludo.
Muy buen blog
ResponderEliminarTampoco se podia desarrolar estrategias sanitarias o medicamentos porque sino la iglesia lo veía como blasfemia o hechozería, vaya que la vida si era peligrosa. Todas las guerras jamás han sido por motivos religiosos o divinos, sólo eran pretextos, ya que el verdadero motivo siempre ha sido la riqueza económica y geográfica.
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