Esta batalla tuvo lugar el 25 de septiembre de 1066 entre los ingleses de Wessex y los noruegos comandados por Harald III. A pesar de su importancia, esta batalla no fue la única de este periodo, sino que forma parte de un conjunto de tensiones internas y luchas por el poder a nivel internacional, que pasando por aquí acaba por desembocar en la famosa Batalla de Hastings.
Todo este conflicto se originó tras la muerte, en enero de 1066, de Eduardo el Confesor, rey de Inglaterra, sin haber dejado ningún sucesor designado, lo que provocó que tres bandos distintos reclamasen su derecho al trono:
-Harold Godwinson, conde de Wessex, título que heredó de su padre Godwin, hombre de confianza del rey que incluso desposó a este con su hija Edith.
-Harald III o Harald Hardrada ("el Despiadado", "el de la mano dura").
-Guillermo el Bastardo, llamado así por ser hijo de Roberto I el Diablo y la aldeana Arlette de Falaise, fue duque de Normandía desde los ocho años, cuando su padre, el anterior duque, murió volviendo de su peregrinaje a Tierra Santa.
El día siguiente de la muerte del rey Eduardo, Harold Godwinson se autoproclamó rey de Inglaterra. Su ejército constaba de una tropa de élite llamada Housecarls y de soldados comunes denominados Fyrd. Harold Godwinson, esperando el ataque de Guillermo el Bastardo, mandó a todas sus tropas a defender la costa sur de Gran Bretaña, suponiendo que el ataque llegaría por el Canal de la Mancha. Pero Guillermo no atacó, y el 8 de septiembre se le acabaron los víveres y el dinero, debiendo mandar a sus tropas de vuelta a Londres. Harald decidió aprovechar la situación y atacar el norte de Inglaterra, en Yorkshire. Un hermano de Godwinson, Tostig, se unió a los vikingos.
Godwinson reunió a su ejército y marchó 200 millas, de Londres a York, en sólo cinco días. Su plan era emboscar a Harald, ya que éste no esperaba el ataque ni tenía protección. El ejército sajón estaba aproximándose al campamento de Hardrade, en la otra orilla del río Derwent, en Stamford Bridge. Harald divisó las tropas enemigas y mandó a un contingente de su ejército a combatirlas, mientras él y el resto de sus tropas tenían tiempo para formar filas.
Las tropas de Godwinson vencieron muy fácilmente a las de Hardrade; el plan de Harald había fracasado. Según la Crónica anglosajona, el puente fue defendido por un enorme y altísimo berserker noruego (temibles guerreros vikingos de más de 2 metros de altura, que combatían semidesnudos y en una especie de estado de trance, muy fieros y violentos), armado únicamente con un hacha. Aterrorizó al ejército anglosajón y defendió el puente durante una hora, hasta que un soldado sajón pudo cruzar el río gracias a un leño que encontró en la orilla y mató al berserker con su lanza, tras lo cual el ejército de Godwinson pudo cruzar el puente.
La defensa del berserker permitió que el ejército de Hardrade se recuperara y formara filas. Después de una breve tregua, Godwinson cargó de nuevo. Pero los housecarls no entraron en combate, sólo los fyrd, los cuales, tras un corto combate huyeron. Hardrade pensó que había ganado y rompió filas, abalanzándose sobre los sajones. Pero los fyrd dieron media vuelta y, junto con los housecarls que habían quedado con Harold, rodearon a los vikingos. Hardrade había caído en la trampa.
Se produjo un feroz combate donde Harald murió por un flechazo en la garganta. Un soldado le preguntó si estaba malherido y el rey vikingo respondió: "Es sólo una pequeña flecha, pero está cumpliendo su trabajo". Harald Hardrade murió y los vikingos fueron derrotados.
Esta batalla marcó el fin de las grandes invasiones vikingas, aunque aún hubo otra protagonizada por el rey de Dinamarca, Svein Strithsson en 1075. La acción de Harald Hardrade no puede considerarse en rigor un intento de invasión, sino de acceder al trono al que creía tener derecho.
Las consecuencias de esta batalla fueron una mayor estabilidad en Europa, pero también produjo un importante desgaste en las tropas sajonas, ya que después de esta batalla, Guillermo el Bastardo invadió Inglaterra, pasando a ser llamado Guillermo el Conquistador.
En la actualidad, en el pueblo de Stamford Bridge se eleva un monumento conmemorativo de la batalla.
Fuentes:
- artenordico.blogspot.com
- Halcones en la Historia
Luego, con el tiempo, los ímpetus se fueron apaciguando, hasta llegar a hoy donde nos encontramos a estas gentes entre las más pacíficas y civilizadas de toda Europa.
ResponderEliminarUn saludo.