Está situada en la población de Camós (provincia de Girona) y descubierta en el año 1932, a raíz de la construcción de la carretera que se dirige a Pujarnol y excabada a partir de 1978.
Se considera que el nombre de Vilauba puede estar relacionado con el topónimo “Villa Alba” (villa blanca), que hace referencia a la masía más cercana al yacimiento, y que puede representar un elemento de continuidad en el tiempo.
Se considera que el nombre de Vilauba puede estar relacionado con el topónimo “Villa Alba” (villa blanca), que hace referencia a la masía más cercana al yacimiento, y que puede representar un elemento de continuidad en el tiempo.
A pesar de que se cree que extistía una ocupación anterior de época ibérica, los primeros vestigios del complejo son del siglo I a.C., con continuidad durante el Imperio romano hasta el siglo VII d.C., final del reino visigodo.
La villa estaba dividida en dos áreas bien definidas: un espacio residencial en la zona norte, en que destacan los restos de un triclinium y unas pequeñas termas y, estructuras relacionadas con la producción de vino y aceite, en la zona sur. En esta última se han recuperado una gran cisterna y un pozo, ya que se dedicaban al prensado de uva y aceitunas
Los resultados conseguidos, aunque preliminares, demuestran que el empleo de esta etapa era mucho más importante e intensa de lo que se podía imaginar hasta ahora. Los restos de paredes y otras estructuras descubiertas, en un buen estado de conservación, muestran una gran edificación integrada por tres unidades domésticas o familiares claramente diferenciadas e independientes y que siguen unas pautas muy similares.
Cada una de ellas se compone de un espacio destinado a vivienda, de un patio y de un ámbito anexo. La presencia de sendos hogares en algunas de las estancias, delimitadas por un círculo de piedras clavadas en el subsuelo y con señales de fuego en el interior, ha hecho posible identificar con claridad los espacios de uso residencial.
Las características constructivas de las edificaciones, modestas y sencillas, con muros hechos de piedras unidas con barro, con el pavimento de arcilla y probablemente con una cubierta de tipo vegetal, junto con las reducidas dimensiones del área de vivienda, en torno a los 30 metros cuadrados, hacen pensar en tres pequeños grupos familiares que se encargaban del cultivo y explotación de las tierras de los alrededores.
El descubrimiento de varias dependencias agrícolas durante las campañas iniciales de excavación de Vilauba, en los años 80, y pertenecientes a la misma fase del yacimiento, como una prensa de aceite y varios depósitos, hacen pensar que las instalaciones productivas podrían ser de uso común de las viviendas.
Todo el núcleo de hábitat se encontraba cubierto por un impresionante nivel de piedras que señalaba el fin de la edificación. La excavación de este estrato de derribo y los niveles inferiores permitió recuperar algunos objetos de hierro (cuchillos, hoces, cencerros, etc.), varias monedas y, sobre todo, fragmentos de piezas de cerámica que, una vez estudiados, nos ayudarán a conocer la cultura material de sus habitantes, a establecer la función de los espacios ya fijar la cronología del abandono final que, según todos los indicios, se produjo entrado el siglo VII dC.
http://www.arqueoxarxa.cat
http://www.museusdebanyoles.cat
Fotos: A veces hago fotos
Estoy de vuelta Azahara. Ya veo que tu no has perdido fuerza en ningún momento y sigues llevando tu blog de forma extraordinaria. Yo he retomado mi antiguo blog http://andresmj.blogspot.com.es/
ResponderEliminarPor cierto, ¿me recuerdas? bueno si no es así te invito a que te ves una vuelta por mi blog. Feliz Año y estamos en contacto
Verdad Rud ¿que para ese trabajo de arqueología hay que tener toda la paciencia del mundo?
ResponderEliminarInteresante, como todos los yacimientos arqueológicos. Muchas sorpresas nos pueden dar los nuevos descubrimientos.
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