26 de enero de 2013

Castillo de Peracense




El Castillo de Peracense está situado en la población aragonesa del mismo nombre, en la provincia de Teruel. Su construcción responde a la necesidad de vigilancia del desfiladero sobre el que se asienta, lugar de paso para las tropas invasoras de Castilla durante las frecuentes guerras entre los dos reinos. Las primeras noticias documentales de su existencia están en relación con la conquista de Albarracín, ya que fue una de las bases que utilizó Pedro III para tomar el señorío en poder de Pedro de Azagra.


Se sabe que de 1301 a 1317 fue su alcaide Juan Ximénez de Urrea, siendo una pieza clave en la defensa del Reino gracias a la situación estratégica en la divisoria de las cuencas del Ebro y Tajo. En 1370 era alcaide Gonzalo Fernández de León y en 1373 Pedro Martínez. En 1379 don Jimeno de Urrea lo ligó a la Comunidad de Daroca, que siguió nombrando sus alcaides hasta 1702. Esta fortaleza había sido la más importante levantada por la Corona aragonesa. En el siglo XIV fue reparada y guarnecida para utilizarse como base de aprovisionamiento de los ejércitos, por lo que intervino destacadamente en la guerra entre Pedro I de Castilla y Pedro IV el Ceremonioso. No sufrió ningún asedio, ya que la primera línea fronteriza quedaba defendida por el castillo de Ródenas.


Sirvió de cárcel en 1469 y tuvo que ponerse en estado de defensa en 1452. Tras la unión de Castilla y Aragón con el matrimonio de los Reyes Católicos, el castillo perdió impor­tancia cayendo en el olvido y posterior abandono. Recuperó su protagonismo bélico durante las guerras carlistas de 1840, cuando fue habilitado y vivió una gran actividad albergando entre sus muros un destacamento de soldados isa­belinos.

En 1987 se inició un proceso de restauración basado en el proyecto del arquitecto Pedro Ponce de León.


Fuente:
Castillos de Aragón

2 comentarios :

  1. Conozco el castillo. Estuve por aquellos pueblos de excurción hace unos años. Entonces estaban restaurando el castillo. La región está toda formada por piedra rodeno, de un intenso color rojo, el mismo que tienen el castillo y la mayoría de las casas del pueblo. La verdad es que es una zona paupérrima, que justifica plenamente el famoso grito de auxilio de "Teruel también existe".
    Un saludo.

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  2. No se que tienen los castillos que nos llaman tanto la atención, bueno si se algunas cosas como que los paisajes donde se asientan suelen ser espectaculares, no hay nada mas que ver donde está asentado este castillo.

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