12 de abril de 2012

El sistema monetario romano

La moneda fue llevada por los etruscos a Roma cuando ésta se encontraba en sus inicios como ciudad. El pueblo etrusco, que provenía de Oriente Medio, se instaló en la parte central de la península itálica posiblemente como consecuencia de los desplazamientos que les ocasionaron invasiones de otros pueblos llevadas a cabo en su territorio de origen. Aportó la moneda que estaba ligada a su intensa actividad mercantil privada.

Una vez se consolidó el Imperio en Roma se impuso un sistema monetario propio, que llegaría a ser único en todo el territorio del mismo durante los siglos que duró, dando estabilidad y unidad monetaria desde el Océano Atlántico en el oeste, hasta los ríos Tigris y Éufrates al este. Desde los tupidos bosques del Rin al norte, a las zonas áridas del norte de África en el sur. Dicho sistema era trimetálico en cuanto las monedas se acuñaban en bronce, plata y oro, de tal modo que existían tres clases de monedas cuyo valor intrínseco dependía del metal en que habían sido fabricadas.


La moneda romana de plata es la citada en el Nuevo Testamento. Los antiguos reinos israelitas de Judea y Galilea, que habían tenido su propia moneda, se encontraban sometidos al Imperio Romano en calidad de provincias, de modo que la moneda que entonces circulaba era la de éste último.

A través de las distintas épocas, y en todo el mundo, la acuñación de monedas en oro, plata y bronce correspondió a un criterio de valor relacionado con el metal noble respectivo. Las monedas de oro, dado su alto valor monetario dependiente de la cantidad y finura del metal empleado, tenían curso exclusivamente para grandes transacciones de comercio exterior, o para pago de tributos a una potencia extranjera, o para el pago de rescates de soberanos caídos en manos del enemigo con ocasión de las guerras.

La moneda de plata sirvió para transacciones de valor alto y medio, con una mayor utilización. Las de bronce se empleaban en las transacciones corrientes de la vida diaria. La mayoría de las personas nunca tuvo en sus manos una moneda de oro y sus ahorros, cuando los tenían, se hacían en monedas de plata. Los niveles más bajos de la población, que constituían la mayor parte de la misma, sólo utilizaban monedas de bronce.

La moneda romana fue tomada como modelo por los pueblos bárbaros del norte y el occidente de Europa, estuvieran o no sometidos al dominio imperial. De esta manera se difundió el uso, la tecnología y el valor intrínseco propios del sistema monetario romano.


Fuente:
Derecho monetario - Néstor Ricardo Chacón

Para saber más:
Dra. Ana Mª Vázquez Hoys - La moneda romana

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