10 de mayo de 2011

Los primeros condados catalanes (1ª parte)

Los francos pasaron revista al territorio catalán bajo su dominio, y le dieron el nombre, puramente geográfico, de Marca Hispánica, confirmando unas demarcaciones que llamarían condados, al frente de las cuales figurarían unos nobles, los condes, en su gran mayoría de procedencia franca. Lo que después se llamó la Cataluña Vieja entraba dentro de la órbita carolingia, formando una pieza más del rompecabezas imperial. La Marca, para ellos, era una frontera avanzada que debía parar los golpes que pudieran venir desde la Hispania islámica. El interés por este territorio derivaba únicamente de su situación estratégica.

Después de la liberación de Barcelona, Luis el Piadoso nombró a Bera conde de la ciudad y del territorio. Era hijo de Guillermo, conde de Tolosa, emparentado con la Casa Imperial. En el año 812 se hizo con el dominio del condado de Gerona. Si bien luchó contra los sarracenos, tenía inclinación a establecer treguas con ellos, y así generaba una actitud pacífica que no era del gusto de la cancillería carolingia. En el año 820 fue acusado de traición, destituido y enviado al exilio. Para sucederle se nombró a Rampón, un capitán de Carlomagno que murió en el año 825.

En el 826 encontramos a Bernardo de Septimania como señor de Barcelona-Gerona. Bernardo era hermanastro de Bera, y probablemente el que más había intrigado en su caída.

Luis el Piadoso
En cuanto Bernardo tomó posesión de los condados estalló una insurrección, dirigida por Aizón, un magnate partidario de Bera, a la cual se sumó el hijo de Bera, Guillemundo. Actuaron intensamente en la Plana de Vic y cuando los acontecimientos se torcieron pidieron ayuda a los musulmanes, pero Bernardo de Septimania les hizo frente y resolvió positivamente la revuelta. El resultado fue la devastación del territorio central catalán. Bernardo fue premiado: Luis el Piadoso le confió parte de la Septimania.

Pero Bernardo era un intrigante nato e interfirió en los problemas dinásticos francos sublevándose contra El Piadoso. Éste, le retiró sus privilegios, que pasaron a manos de Berenguer de Tolosa. Cambiando de camisa cuando le convenía, Bernardo ayudó al Piadoso, que lo rehabilitó coincidiendo con la muerte de Berenguer; no sólo le devolvió sus antiguos territorios, sino que además lo nombró señor de Tolosa. Pero Bernardo actuaba despóticamente y continuaba intrigando.

Carlos el Calvo
A la muerte de Luis el Piadoso, Carlos el Calvo recibió Aquitania y su primera acción fue contundente: apresó a Bernardo y lo mandó decapitar frente a la muralla de Tolosa en el año 844.

A partir de entonces, una serie de francos fueron condes de Barcelona-Gerona hasta el año 878: Odalrico, Unifredo y Bernardo de Gothia, que por su linaje estaban más interesados en la sucesión carolingia que en el gobierno de estos condados. Seguir la historia de los últimos condes francos de Barcelona-Gerona es internarse en una gran maraña de peleas entre los aspirantes al trono de Carlomagno. Bernardo de Gothia, especialmente, llevó a cabo una actividad delirante, cambiando de bando cuando le convenía, combatiendo contra los mismos a los que antes había ayudado.

Todo acabó en el año 878 cuando Luis el Tartamudo alejó del poder a Bernardo de Gothia. Fue el momento en el que el rey carolingio miró hacia la nobleza autóctona y atribuyó a Wifredo el Velloso los condados de Barcelona-Gerona.

En la decisión del rey Luis pesó mucho la influencia de los dos obispos, de Barcelona y Gerona, que en el concilio de Troyes del año 877 le aconsejaron en muchos asuntos, especialmente en los concernientes a la sucesión de los dos condados.

(Continuará)


Fuente:
Breu història de Catalunya - Jesús Mestre i Godes

1 comentario :

  1. Una historia que algunos desconocen: la vinculación catalana a Francia a través de la Marca Hispánica.
    Un saludo.

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