De entre todos los objetos mágicos usados por los antiguos egipcios, los amuletos eran con mucho los más populares. A juzgar por el número de ellos que se han encontrado en las excavaciones, los llevaba prácticamente todo el mundo. Muchos amuletos estaban perforados para enhebrarlos en collares, pectorales, pulseras, anillos y casi cualquier tipo de adorno personal que usaran los egipcios.
Una de las palabras que tenían para designar los amuletos era "udjaou", que significaba también "redondo" o "completo"; a veces se empleaba tambiém la palabra "mekt" o "protector", lo cual sugiere en ambos casos la función de los amuletos.
Para fabricar los amuletos empleaban casi cualquier material disponible. Los mejores eran los de piedra: lapislázuli, carnalita, turquesa, feldespato, serpentina o esteatita. Y también eran apreciados los de metal, los de oro por supuesto, pero también los de cobre, bronce y hierro. Los tuvieron de madera y de hueso. Pero el material más empleado, con mucho, en la elaboración de amuletos fue la loza, que amasaban de cuarzo molido o arena con elevada proporción de cuarzo y cocían en hornos especiales para obtener la superficie vidriada.
Estos amuletos de loza se fabricaban a miles en talleres de todo Egipto. La primera fase de la producción en masa era la construcción del molde. Se elaboraba un prototipo de algún material duradero, como la piedra, y luego imprimían esta pieza sobre una pella de barro. Cocida al horno, ésta se endurecía y podía servir de molde para fabricar los amuletos. Por lo general se necesitaba que el amuleto tuviese un agujero para enhebrarlo. Para ello empapaban de masa de cuarzo un trozo de cuerda y atravesaban con éste la pieza puesta en el molde. Al cocer la pieza en el horno la cuerda se quemaba y dejaba el agujero.
La forma de los amuletos obedecía a tradiciones estrictas y seguramente los sacerdotes supervisaban la fabricación. El papiro McGregor da una lista de 75 amuletos con sus nombres y su utilidad. Este papiro forma parte del Libro de los Muertos y por tal razón especifica que los amuletos se hagan de oro, probablemente porque el metal precioso no se oxida y sería, en consecuencia, el más idóneo para proteger al difunto durante toda la eternidad.
El más abundante de los hallados en las excavaciones es el ojo de Horus, versión muy estilizada del ojo del dios halcón. El ojo de Horus era también un importante amuleto funerario.
Ojo de Horus
El amuleto en forma de ankh todavía goza de popularidad en nuestros días. Esta palabra significa, además de "vida", "espejo de mano". Tutankamón tenía un espejo en forma de ankh y cualquiera de sus contemporáneos habría entendido la alusión. Pese a su frecuente aparición en pinturas y esculturas, el ankh no fue en realidad muy usado como amuleto, siendo relativamente escasos los hallados en las excavaciones.
Ankh
Quizás la razón de que el ankh no fuese más popular como amuleto es que existía otro para la misma función: el escarabeo, labrado en forma de Scarabeus sacer, coleóptero que ha recibido su nombre de aquél. Los egipcios eran muy aficionados a los juegos de palabras y los jeroglíficos que designaban el escarabajo, que se pronunciaba kheper, también podían significar "existir", así que si uno llevaba un escarabeo podía estar seguro de que viviría mucho tiempo. Otro motivo de la especial consideración que merecía el escarabajo a los antiguos egipcios era la creencia de que procreaba sin la unión de macho y hembra. Este error se debía a que nunca los habían visto copular. Después de la fertilización la hembra pone los huevos en un poco de estiércol y lo echa a rodar hasta darle forma de pelota. De este modo se asegura la alimentación de la progenie, y como esa era la única parte del ciclo reproductivo que llegaron a observar los egipcios, creían que el escarabajo se asemejaba a su dios Atum en lo de tener hijos sin el concurso de una pareja femenina.
Los escarabeos se fabricaban de diferentes materiales, de los cuales los más comunes eran la loza y la piedra.
Escarabeo
Otro tipo de amuletos al que pocas veces se alude ya que nadie sabe a qué objetos representan ni cómo se usaban, son las bolas de barro conteniendo objetos mágicos. Estos curiosos fetiches se encuentran sólo en las sepulturas, por lo que se supone que servían a algún tipo de función protectora para el difunto, sin que se sepa exactamente cuál.
Fuente:
Los misterios del antiguo Egipto - Bob Brier
Muy interesante, además de cierto. Si viajas a Egipto siempre te quieren vender réplicas de los famosos amuletos egipcios. En mi mesilla de noche tengo un escarabajo sagrado. Te mando la foto por correo electrónico.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Cayetano.
ResponderEliminarQué bonito. Me encanta Egipto. Por eso estudié Historia.Ya sabes que me gusta leer... y de vez en cuando me "desintoxico" del trabajo leyendo sobre Egipto.
ResponderEliminarFeliz noche.
Me gustan mucho los amuletos pero me fascinan los provenientes de la Egipto. Sin lugar a dudas el significado de los amuletos egipcios resulta de los más interesantes de leer para mí. En mi casa conservo unos cuantos amuletos egipcios que adquirí en un viaje que realicé a ese país.
ResponderEliminar