8 de marzo de 2010

Libros encuadernados con piel humana

Pese a lo repugnante que nos puede parecer en nuestros días, la “bibliopegia antropodérmica” o encuadernación de libros con piel humana, fue algo de lo más habitual desde el siglo XVII hasta hace relativamente poco. Cientos de estos libros se encuentran repartidos en bibliotecas, museos y colecciones privadas a lo ancho y largo de todo el mundo. Posiblemente, en la gran mayoría de ellos se desconozca esta cualidad porque a simple vista es imposible distinguir la piel humana a la de origen animal, y es necesaria una prueba de ADN para constatar su origen. A principios del siglo XIX, en el reino unido era una costumbre habitual usar la piel de los criminales ejecutados para encuadernar libros. La mayoría de estos ejemplares se usaban para escribir las fechorías de estos mismos criminales. En la revolución francesa, las pieles de los nobles guillotinados se usaban para encuadernar ejemplares de la constitución francesa o paradójicamente, ediciones completas de Rousseau, del que los nobles se reían por sus teorías. En la época Nazi, se sabe que la piel de muchos judíos acabaron como tapas de libros o incluso como pantallas de lámparas.

También existe constancia de muchos casos voluntarios, en los que el último deseo del fallecido era que se forrasen las tapas de algún libro en concreto con su piel, incluso algún escritor famoso recibió en su casa un paquete con la piel de una fan como regalo. Fuente consultada: Larevo.org

8 comentarios :

  1. Ay, por dios, madame, que desagradable! Seguramente de haberme tocado esa epoca no me hubiera aficionado tanto a la lectura, jiji. Es que eso de estar tocando la piel de un condenado cada vez que abres un libro...
    Increible, madame! Interesantisimo.

    Buenas noches

    Bisous

    ResponderEliminar
  2. A eso no se le llama reciclar?? Madre mía!!

    ResponderEliminar
  3. El caso de los judíos en los campos de concentración sí lo había oído, pero no los demás. Oye, lo del libro lo entiendo: es una manera de perpetuarse. A eso sí se le llama amor a los libros...

    Un saludo

    ResponderEliminar
  4. Pues te aseguro que es la primera vez que lo escucho. Muy curioso.
    un abrazo

    ResponderEliminar
  5. ¡Qué espantoso! ¡Qué horripilante! Me acaba de recordar algo que comenta la hija de Santiago Rusiñol en un libro que escribió sobre su padre y las personas con las que se había relacionado su familia, entre ellos Gala y Dalí. Al parecer Gala manifestó su deseo de poseer una encuadernación de este tipo, lo que obviamente para María Rusiñol -y para mí, obviamente- resultó chocantísimo. Pero yo pensé al leerlo que era tan solo una provocación de Gala.

    ResponderEliminar
  6. Macabro hallazgo. ¿Quién lo iba a pensar?
    Me parece más cruel que la costumbre de los asirios de tapizar las murallas con la piel de los enemigos, a los que desollaban vivos.
    La duda surge cuando pienso de qué zona será la piel. Me imagino que irá según especialidad. Si el libro trata sobre podología, la piel será de los pies; si es sobre quiromancia, de las manos; si es de sexología...
    Feliz día.

    ResponderEliminar
  7. Me parece un poco macabro.Hay gente que tiene la costumbre de pasarse por los labios el dedo para pasar página, menos mal que yo no soy de esas.:)

    ResponderEliminar
  8. Hay que ser retorcido de mente para encuadernar libros así

    ResponderEliminar

Gracias por tu comentario.

Creative Commons License
Paseando Por la Historia está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España.