29 de enero de 2009

Alí Bey, el espía catalán

Alí Bey En 1801, el catalán Domingo Badía propuso a Manuel de Godoy, primer ministro de Carlos IV, adentrarse en tierras del islam e incluso en La Meca. Era una temeridad ya que ningún europeo lo había conseguido, pero Godoy vislumbró la posibilidad de alcanzar acuerdos comerciales y, por qué no, expandirse económicamente por el norte de África y Oriente Próximo. Así, el proyecto del aventurero se convirtió en una misión de espionaje. Badía se tomó muy en serio su nueva función. Se circuncidó y adoptó la identidad falsa de Alí Bey, príncipe abasí e hijo de Otman Bey, pariente lejano de Mahoma. Tras conspirar con más pena que gloria en Marruecos, de donde fue expulsado, y recalar infructuosamente en Libia, Chipre y Egipto, en diciembre de 1806 decidió completar su odisea en La Meca, ciudad prohibida a los infieles, y por ello desconocida para occidente. Algunos autores argumentan que Alí Bey fue el primer europeo que logró colarse en La Meca. En todo caso, Alí Bey realizó las mejores descripciones de una ciudad legendaria. Dibujó mezquitas y edificios y explicó ritos y costumbres, un trabajo antropológico que inspiró a los aventureros que le sucedieron.

1 comentario :

  1. Muy interesante. Y hablando de espias... me encantaría que un día hablaras de Mata Hari, esa fascinante bailarina exótica convertida en espía durante la segunda guerra mundial.
    Besos Kassio.

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