27 de diciembre de 2015

La Primera Guerra Carlista

La Primera Guerra Carlista tiene un trasfondo político que se materializa en dos personas, con derecho al trono cada una de ellas, según sus partidarios.

Fernando VII (1784-1833), rey de España, se había casado en 1802 con María Antonia de Nápoles, la cual después de dos abortos murió sin descendencia. Después el rey desposó a Isabel de Braganza, sobrina suya, que dio a luz una niña que murió a los cuatro meses, falleciendo al poco tiempo la reina. La tercera esposa fue María Josefa Amalia de Sajonia, que tampoco dio hijos al trono español. Finalmente, en 1829, Fernando VII se casó con otra de sus sobrinas, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, teniendo al fin descendencia: Isabel (1830-1904) y Luisa Fernanda (1832-1897).

Antes del nacimiento de Isabel el heredero del trono era Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII. Cuando el rey tuvo descendencia femenina publicó la Pragmática Sanción de Carlos IV que cambiaba la ley en vigor, permitiendo a una mujer heredar el trono de España, recuperando una norma con siglos de historia. Esto dejaba fuera del acceso al trono a Carlos María Isidro.

Cuando murió Fernando VII en 1833, su hija era una niña de tres años y se estableció la regencia de la viuda, la reina María Cristina. Carlos María Isidro no reconoció la nueva situación y reclamó sus derechos dinásticos, no por él, según decía, sino por sus hijos y por aspectos religiosos y políticos.

Fernando VII
El lema del carlismo Dios, Patria, Rey y Jueces, articula toda la teoría oficial política. A esto se suma la defensa del foralismo particular de cada uno de los territorios, así como la defensa de la religión. Las intenciones centralizadoras y los ataques de los liberales al clero, sobre todo a partir de 1835 con la exclaustración y la desamortización, activaron la lucha.

La masa fundamental de seguidores del carlismo eran campesinos, especialmente de la región vasconavarra, de Cataluña y de la montaña levantina y del Bajo Aragón, aunque también se encuentran en menor proporción en el resto de la fachada cantábrica hasta Galicia, y en Castilla.

Carlos María Isidro
En la Primera Guerra Carlista se distinguen cuatro fases:

1. Desde el 1 de octubre de 1833, en que el infante D. Carlos toma el título de Rey de España, comienza el enfrentamiento. En principio son partidas rebeldes, con escasa estructura militar que el general Zumalacárregui organizará en un verdadero ejército, frente al ejército regular cristino. Esta fase finaliza con la muerte de Zumalacárregui el 23 de julio de 1835.

2. Desde el verano de 1835 hasta octubre de 1837, la guerra pasa del ámbito regional al nacional. Luis Fernández de Córdoba toma el mando del ejército cristino -posteriormente lo hará Espartero-. Las guerrillas carlistas no son fáciles de reducir y éstas obtienen una clara victoria en el Maestrazgo.

3. Desde octubre de 1837 a agosto de 1839, la contienda se decanta a favor de los gubernamentales. El 15 de octubre de 1837 D. Carlos se repliega y se produce una disensión interna en el carlismo entre los partidarios del pacto, dirigidos por el general Maroto, y los Apostólicos del general Cabrera. Los primeros firmaron con Espartero el Convenio de Vergara, en el que se reconocen los empleos y grados del ejército carlista y se recomienda al gobierno que proponga a las Cortes la modificación de los fueros.

4. D. Carlos no reconoce el acuerdo y la guerra continúa desde agosto de 1839 a julio de 1840, en los focos de resistencia de Lérida y Navarra. Los últimos leales carlistas acaudillados por el general Cabrera, llevan a cabo una guerra brutal, con escenas y acontecimientos terribles. Al fin, éstos serán derrotados.


Fuentes:
* http://www.artehistoria.com/v2/contextos/6979.htm
* http://queaprendemoshoy.com/como-comenzo-la-primera-guerra-carlista/


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