A lo largo de la historia, no sólo la sabiduría popular, sino los médicos han ideado anticonceptivos orales de dudosa o nula efectividad. Muchos contenían aceites, frutas, semillas, raíces y otras partes vegetales que de ningún modo evitaban la concepción.
El griego Soranus (138 -98 a.C.), uno de los médicos de la antigüedad más preocupados por la anticoncepción, fue el padre de algunos de los remedios más absurdos. Por ejemplo sugería a las mujeres que recogieran el agua que desechaban en las herrerías para enfriar el hierro candente y que se la bebieran tras el coito. Soranus también les recomendaba que dieran 7 saltos hacia atrás, para así expulsar el "licor masculino".
Fuente:
Culturizando
Beberse el agua de las herrerías no sé si será un buen método anticonceptivo, pero rico en hierro sí que es, como las lentejas.
ResponderEliminarLo que no inventen.
Un saludo.
Esto tiene que ser mano de santo, siete saltos hacia atrás y siete tragitos de ese brevaje, mejor sin respirar (esto está comprobado con el hipo), seguro que funciona, pero eso sí, nada más acabar el coito, no sirve para el día después.
ResponderEliminarSaludos.
Coincido con Cayetano... igual para la anemia no venía mal, jeje. En cuanto a los saltitos... de chiste. Abrazos,
ResponderEliminarEn Egipto se utilizaban excrementos de cocodrilo que luego se ha demostrado que pueden tener cierto poder espermicida por su alta alcalinidad.
ResponderEliminar