1 de marzo de 2011

Los Estatutos de limpieza de sangre

El Estatuto de limpieza de sangre era un instrumento jurídico, aprobado a veces por la Santa Sede o por los reyes, o por ambos a la vez, por el que durante los siglos XV al XIX se excluía de muchas corporaciones y territorios en España a los descendientes de judíos, moros y penitenciados de la Inquisición, por creerlos infames y no firmes en la fe.

La pureza de sangre se apoyaba en la idea de que la presencia biológica de sangre no cristiana en las venas de un individuo lo identificaba como tal. Por ello, la búsqueda de esa mancha podía y debía ir tan lejos como lo permitiese la documentación. La condición de limpieza de sangre pretendía eliminar la competencia y ascenso que significaba la promoción social de los conversos para los puestos más importantes y distinguidos de la sociedad. Con este instrumento se deslegitimaba al adversario, se le desproveía de sus derechos y se le excluía del nivel social y político que le correspondía. Los Estatutos van a nacer con el propósito de frenar el acceso de los conversos a las instituciones de honor.

Estos Estatutos fueron implantados especialmente en los cabildos eclesiásticos teniendo su origen en el Cabildo de Toledo. En la sociedad de la época, los conversos o cristianos nuevos tenían derecho a vivir en el seno de la Iglesia y a ser sacerdotes, pero se les privó del derecho a ser titulares o poseedores de beneficios eclesiásticos. La razón que se esgrimía era que estos eran premios que solamente debían darse a aquellos que los hubiesen merecido personalmente o heredado de sus padres, con tal que no fuesen infames. Y esto no podía aplicarse a los conversos porque se habían infamado para siempre cuando sus antepasados dieron muerte a Jesucristo. Esta infamia era transmitida por generación y dejaba en el converso una tendencia a negar la fe cristiana.

Para comprobar la pureza de sangre de una persona el Cabildo nombraba un comisario o informante a quien acompañaba un notario apostólico, que cumplía la función de secretario. Con un modelo de interrogatorio previo el informante se trasladaba a la población natal del aspirante, donde debía solicitar una copia de la partida bautismal, para comprobar la edad del pretendiente y otros datos familiares. Seguidamente, y tras oír a varios testigos tenía que averiguar, al menos, la naturaleza de sus padres y abuelos, desplazándose a las poblaciones que fuesen necesarias para tal comprobación.

Las diligencias eran rigurosamente secretas con el fin de garantizar la plena libertad de los testigos en sus declaraciones, e impedir que estuviesen alertados o aleccionados sobre lo que debían declarar. Por lo general testificaban ocho personas que debían declarar los datos que conociesen del aspirante y su familia.

El defecto radical de las pruebas estaba en que se basaban en declaraciones orales de testigos que no solían remitirse más que a la pública voz o fama. El punto grave estaba en la presunción de imparcialidad de los testigos, lo que si bien era posible en las ciudades, era bastante difícil de lograr en las poblaciones pequeñas donde todos se conocían y donde existían ya unas etiquetas de buena o mala fama familiar.

En el Archivo Capitular de Toledo se encuentra actualmente catalogado un rico fondo de más de 3.500 expedientes de limpieza de sangre.


Fuente:
Historia de la Iglesia en España. Edad Moderna - Ángel Fernández Collado

4 comentarios :

  1. Un elemento clva en la sociedad española de los Austrias, unido al tema del honor y la preeminencia social. Obtener un hábito de una de las órdenes militares, en las cuales no se podía entrar sin los necesarios exámenes de limpieza de sabgre, daba a entender al resto de la sociedad la preeminencia del individuo.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Pues sí Carolvs, pero si el individuo o alguien de su familia caía mal a alguno de los testigos lo tenía difícil.

    ResponderEliminar
  3. Lo más curioso de todo esto es que los conversos, los llamados "cristianos nuevos", con el fin de que les dejaran en paz, debían demostrar que eran más devotos que nadie. De ahí que en la puerta de muchas casas hubiera una mesa de matanza (la matanza del cerdo, una prueba de que allí se consumían sus productos) Curioso también que en las poblaciones donde más conversos había más se celebraran procesiones y otros ritos de religiosidad pública como Granada, Córdoba o Hervás.
    Hace tiempo hice una entrada sobre estas curiosidades y también sobre los apellidos judíos. ¿Eres descendiente de conversos?

    http://latinajadediogenes.blogspot.com/search/label/Jud%C3%ADos%20y%20conversos

    Por cierto en esa entrada cito y recomiendo otra entrada tuya sobre este tema.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Interesante esta cuestión de la limpieza de sangre.
    Fue enorme tambien la corrupción y el engaño que se creó alrededor de esta cuestión. Muchos fueron los que pagaron por crear pistas falsas.
    Otro aspecto importante de la limpieza de sangre, es que a la gente que no cumplía este requisito no podía emigrar a América, supuestamente, para no corromper la nueva sociedad que se estaba creando allí...

    ResponderEliminar

Gracias por tu comentario.

Creative Commons License
Paseando Por la Historia está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España.