Auténtico logotipo de la cultura faraónica, el "Padre del Terror", tal y como llaman los egipcios actuales a este león larguirucho, mantiene en silencio uno de los secretos mejor guardados de la civilización egipcia. Sus 73 metros de longitud, los casi 20 que tiene de altura y las 50 toneladas de algunos de sus bloques son la carta de presentación de este enigma en piedra, que aún hoy sigue fascinando a los visitantes de la meseta de Gizeh.
Aunque a ciencia cierta se desconozca la fecha de su construcción y por lo tanto a quién representa, suele vincularse, más mal que bien, con el faraón Kefrén de la IV dinastía, constructor de la segunda pirámide de Gizeh. La popularidad que siempre la rodeó ha motivado que tan ilustre monumento haya protagonizado las leyendas más bellas y, a la vez, los espectáculos luminotécnicos más horteras a los que uno puede asistir.
Interesantes y enigmáticos son los relieves que aparecen grabados sobre la luneta en su parte superior. En ella se ha representado una escena en la que aparece el faraón Tutmosis IV realizando una serie de ofrendas ante una esfinge. La estatua del león se muestra con todos los aditamentos decorativos que debió tener en la antigüedad y, lo más curioso de todo, reposa sobre una construcción arquitectónica.
La sospecha de que bajo la Esfinge exista algún tipo de construcción o túnel que la pueda vincular con la Gran Pirámide o con una supuesta biblioteca milenaria que pudiera estar bajo el león, es tan antigua como el propio monumento. Ya en la época clásica muchos autores parecían estar de acuerdo en la existencia de una serie de cámaras bajo este león de Gizeh; cámaras que todavía no han sido descubiertas. Testimonios como el de Plinio el Viejo (s. I d.C.), nos dan a conocer de qué manera la Esfinge fue considerada la tumba del faraón Horenheb o la de Armashis, y que bajo su cuerpo existía un corredor que unía este león con la Gran Pirámide. Jámblico, un siglo después que Plinio, mencionó que la Esfinge tenía una gran puerta con hojas de bronce y que en su interior se celebraban los ritos misteriosos de la diosa Isis, divinidad que estaba muy relacionada con la meseta de Gizeh. Más tarde, en el siglo X, los cronistas árabes mencionaban la existencia de unas puertas secretas que daban acceso a interminables galerías que a su vez llevaban a grandes cámaras repletas de tesoros.
Fuente consultada: Un viaje iniciático por los templos sagrados del antiguo Egipto - Nacho AresTúnel del interior de la Esfinge
Todas estas historias no hacen más que respaldar los estudios que se han realizado sobre el monumento en donde se han apreciado varias concavidades en diferentes partes de la estatua. En el año 1979 el estado de conservación de la Esfinge iba de mál en peor. Para salvarla, un grupo de arqueólogos egiocios y americanos diseñaron el llamado Sphinx Project. Tras las primeras campañas de la misión arqueológica egipcio-americana, un viejo obrero fellah que había trabajado de niño en el último desenterramiento de la Esfinge, comunicó al equipo de restauración la existencia de una pequeña abertura junto a la cola del león, que había sido olvidada hasta hoy.
Ante tan extraordinaria revelación, los arqueólogos no dudaron un instante en coger sus lámparas e introducirse en el cuerpo del león. Lo que descubrieron los arqueólogos no se parecía en nada a las legendarias galerías descritas por los cronistas antiguos. Todo lo contrario. Descubrieron un túnel-pozo formado por dos grutas muy estrechas cuya longitud total no superaba los 9 metros.
Las primeras discrepancias sobre la atribución de la Esfinge nacieron hace varias décadas. Se han realizado comparaciones estilísticas entre el rostro de la Esfinge y el de Kefrén, que concluyen contundentemente con la total desigualdad. Un curioso detalle es que las estatuas de Kefrén tienen todas la falsa barba de los dioses, mientras que la esfinge originariamente no la tuvo.
Entonces si no es del reinado de Kefrén y su pertenencia al de Keops también es discutible ¿a quién pertenece? Posiblemente nunca lo sepamos.
Valla, como me gustan estas curiosidades y pensar q pueda q muera y no logre saber nada de todo el misterio que le rodea...Muchas gracias por esta lectura :)
ResponderEliminarLa Esfinge es una auténtica maravilla, por más que se ha estudiado nunca se ha llegado a desentrañar su misterio. Quizá tengamos que esperar a que las nuevas tecnologías futuras nos faciliten su comprensión. O, como decís, quizá nunca sepamos quién nos mira tras ese enigmático rostro.
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog.
Un abrazo :)
Siempre me ha atraido todo lo que tenga que ver con Egipto, quizás por que hay muchos enigmas todavía y está rodeada de misterio, buena entrada.:)
ResponderEliminarLos egipcios eran una grandes estrategas, seguro que La Esfinge guarda más de una sorpresa en su interior ....
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