24 de noviembre de 2009

Atapuerca, la evolución humana

Hace cinco millones de años aparecieron en África los primeros antepasados del género humano. Aunque sus predecesores vivieron en los árboles, para entonces ya habían dado el primer paso hacia la humanidad: caminaban erguidos. Durante millones de años vivieron allí, evolucionando y transformándose en especies diferentes. Sólo algunas de ellas aprendieron a fabricar utensilios de piedra mientras se extendían por toda África y se iban haciendo más “humanos”. Hace más de un millón de años, aquellas criaturas fueron capaces por primera vez de salir del continente africano para colonizar Asia y Europa. Desde ese momento su historia es un gran misterio. Apenas existen restos fósiles que nos permitan conocerlos. Hay un lugar donde ese millón de años ha quedado fielmente registrado: Atapuerca. Por una increíble acumulación de circunstancias, en tan sólo unos kilómetros se conserva una porción casi perdida de la historia humana. Aquí se han descubierto los restos humanos más antiguos del continente Europeo. Después de muchos años de trabajo, la tenacidad de un equipo de científicos está empezando a desvelar los secretos de un período muy poco conocido de la evolución humana. A lo largo de millones de años, el río Arlanzón ha desgastado la Sierra de Atapuerca. La sierra está situada en un punto donde confluyen varios ecosistemas diferentes, lo que la convierte en un auténtico tesoro natural. La abundancia de terrenos calizos, ha propiciado la formación de innumerables cuevas que reúnen las condiciones ideales para la conservación de restos fósiles. En estas cuevas se ha realizado uno de los descubrimientos más importantes sobre los hombres prehistóricos. A principios del siglo XX se construyó un ferrocarril minero atravesando la Sierra de Atapuerca. Al cortar la roca caliza se encontraron zonas de arcilla roja, que son cuevas rellenas de tierra, piedras y fósiles hace mucho tiempo. En 1976 se encontró un fósil humano en una cueva cercana, lo que dio lugar a una excavación sistemática. El primer yacimiento excavado fue llamado “Gran Dolina”, con 18 metros de rellenos ricos en fósiles. Hoy día, estos yacimientos son objeto de una intensa actividad, sobre todo la parte denominada “galería”. Las excavaciones revelan que nuestros antepasados entraban a la galería de vez en cuando, para despedazar y comer potros y ciervos, cuyos huesos tienen marcas hechas por herramientas de piedra. La galería actuó como una trampa natural, un agujero en el suelo de la tierra donde los animales caían y morían. Desde hace 400.000 años hasta algo menos de 200.000, los seres humanos entraban allí para despedazar los cuerpos de los animales muertos. Cientos de herramientas de piedra y fósiles de animales han aparecido en este yacimiento. Es difícil saber qué tipo de humanos vivió en Atapuerca, pero lo que sí sabemos es que la sierra debía ser uno de sus sitios favoritos, ya que volvían a ella una y otra vez. A 30 metros de la galería, está la “Dolina”, pero allí los humanos no comían animales sino que fabricaban herramientas, era su taller. A 300 metros de allí existe un tercer yacimiento: la “Sima de los Huesos”. La Sima de los Huesos es un yacimiento muy especial. Para excavarlo es necesaria una compleja organización, estar en buena forma física y el uso de equipos de espeleología. Para llegar a la Sima de los Huesos, situada a 54 metros de profundidad, hay que recorrer medio kilómetro de cueva. Durante siglos, las gentes de la zona visitaron esta cueva y dejaron sus mensajes en ella. También dañaron el yacimiento en busca de recuerdos. En una galería oculta de la cueva, recientemente se descubrió un santuario intacto de la Edad del Bronce.

3 comentarios :

  1. Una interesante entrada sobre un tema que es de gran actualidad.
    Saludos

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  2. La Prehistoria continuamente se está revisando en virtud de los nuevos hallazgos que tienen lugar.
    Atapuerca es una cantera, nunca mejor dicho, de sorpresas que sigue revolucionando el conocimiento sobre nuestro pasado más remoto.
    Muy interesante la entrada.
    Un saludo.

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