16 de octubre de 2009
La espada de William Wallace
La historia de William Wallace, ese mito escocés, guerrero que inmortalizó Mel Gibson en Braveheart, y que fue el símbolo de la eterna rebeldía a la sumisión contra el yugo inglés, es una de las más cautivadoras de la Historia de Escocia.
Aquel rebelde murió hace más de 700 años por la libertad y la independencia de su país, y su esfuerzo y su lucha encontró un final que, si bien fue trágico, le sirvió para ser elevado a los altares de la leyenda. Arrastrado por las calles de Londres mientras lo apedreaban y golpeaban, fue después colgado el tiempo justo para que no perdiera la consciencia; después le sacaron las entrañas estando aún vivo, lo decapitaron y, finalmente, lo descuartizaron. Su cabeza fue colgada del Puente de Londres, mientras que sus brazos y piernas fueron llevados por separado por toda Escocia como escarmiento.
Fue una barbarie, pero al mismo tiempo, un gran error de cálculo por parte de los ingleses que lo convirtieron así en mártir y además en héroe. Aquella muerte sirvió para unir al fin a los escoceses bajo las armas de Robert Bruce, antiguo amigo de Wallace, quien acabaría por conseguir la independencia de Escocia.
De William Wallace sólo se conserva su supuesta espada, la cual se halla expuesta desde el año 1888 en una gran urna de cristal en el National Wallace Monument, en Stirling, sobre un tartán del clan Wallace. Es un inmenso mandoble de 1,2 cms. de espesor, de 168 cms. de largo y una hoja de 132 cms. de longitud, del cual no se ha podido certificar su procedencia, pero al que las creencias populares guardan un profundo y reverente respeto.
A fin de cuentas, es la espada de un mito, como un día lo fuera Tizona, la espada del Cid. Es la espada de su héroe, del rebelde William Wallace, y protagonista del episodio más importante de la historia de todo un país, Escocia.
(Fuente consultada: Historia General - Javier Gómez)
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Pobre, no veas como se cebaron con él... No sabía que la espada pudiese visitarse, debe ser emocionante verla.
ResponderEliminarNo me extraña que los escoceses no quieran saber nada de los ingleses en ese Reino Unido, unido por narices.
ResponderEliminarSalutem pluriman.
Me ilustro cada vez que visito este blog. Sensacional.
ResponderEliminarNo solamente se conserva su espada; todavía sus raíces están dando fruto. Una muestra (quizás) soy yo, que desciendo de unos Wallace escoceses. Muy interesante todo lo que escribes en tu blog, te felicito.
ResponderEliminarMe encanta esa pelicula que menciona, madame, aunque hay que ver la de tonterias que hicieron con la historia verdadera. Pensar que él murió cuando Isabel de Francia era niña aun! Pero da igual, me diverti muchisimo con la pelicula.
ResponderEliminarFeliz dia
Bisous
Acabo de enterarme de su existencia. Como has dicho, lo ingleses cometieron un grave error al elevarlo a la categoría de mito.
ResponderEliminarLa espada tienes su valor simbólico.
Un abrazo