25 de septiembre de 2009

La era del dirigible

En la segunda mitad del siglo XIX, pocas personas habían soñado con viajar a larga distancia por el aire. El aeroplano aún no era una realidad práctica. El único medio tangible de volar era el globo aerostático, pero no se podía controlar su rumbo. Aún así, algunos creyeron que habían hallado el modo de conquistar los cielos mediante los enormes dirigibles. En la primera mitad del siglo XX, el sueño de volar creó algunos de los aparatos más extraordinarios que se hayan visto. Antes del despegue del primer aeroplano, los dirigibles rígidos permitieron realizar viajes aéreos colectivos. Y un pequeño grupo de visionarios planeaba la construcción de la mayor aeronave de la historia; construirían la primera aerolínea del mundo; realizarían los primeros bombardeos aéreos sobre ciudades. Y durante algún tiempo pareció que el dirigible iba a conquistar los cielos. La historia del dirigible empieza en el lago Constanza, en la frontera entre Alemania, Suiza y Austria. Allí vivía el hombre cuyo apellido acabaría asociado a los dirigibles: el conde Ferdinand Von Zeppelin. Von Zeppelin lo arriesgó todo por la ilusión de poder cruzar los cielos, creando una aeronave que pudiese recorrer el mundo y ganar guerras. Zeppelin tomó parte en un vuelo en globo en 1866, lo que debió influir mucho en él. Le fascinaban todos los aspectos del vuelo y vio su utilidad tanto militar como civil. Invirtió mucho dinero en su proyecto pero la gente solía tomarlo por loco. Al final consiguió demostrar que tenía razón. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial en 1914, la flota Zeppelin sería la primera aerolínea del mundo y transportaría a 40.000 personas. Al principio los dirigibles tenían forma alargada, similar a un cigarro, y durante la Primera Guerra Mundial se les dio una forma más aerodinámica. El éxito de estas aeronaves hizo florecer en Alemania una gran industria dedicada a la fabricación de piezas. El dirigible era una estructura cilíndrica de aluminio con una cubierta de piel, fabricada exclusivamente con intestino de vaca, y en su interior tenía celdas de gas separadas. El gas utilizado era el hidrógeno, muy peligroso por ser altamente inflamable. Bajo la estructura había dos góndolas para la tripulación y una cabina para los pasajeros, que en tiempos de guerra se utilizaba para albergar las bombas. Los dos dirigibles más famosos por su tamaño e importancia fueron el Graf Zeppelin y el Hindenburg. Graf Zeppelin Construido en Alemania en 1928, el dirigible Graf Zeppelin tenía una longitud de 235 metros y contenía unos 105 millones de litros de gas. En sus nueve años de funcionamiento, cruzó el Atlántico 139 veces y realizó un vuelo alrededor del mundo. En 1940, la aeronave fue enviada al desguace y su imponente marco de aluminio reutilizado para construir aviones de combate que serían empleados durante la Segunda Guerra Mundial. Hindenburg Construido en Alemania en 1936, era más largo que tres Boeing 747 juntos. Tenía capacidad para 50 pasajeros y una tripulación de 61 personas. En un primer momento se pretendió llenarlo con helio, pero un embargo de los Estados Unidos sobre este elemento obligó a recurrir de nuevo al hidrógeno. Durante 1936 cruzó 17 veces el Atlántico. El régimen nazi se apropió de la imagen del Hindenburg como muestra del poderío alemán. El 6 de mayo de 1937, cuando estaba iniciando las maniobras de aterrizaje en la base aeronaval de Lakehurst (Nueva Jersey), se prendió fuego en la parte superior de la popa, que se extendió instantáneamente a todo el dirigible. Quedó completamente destruido en menos de 40 segundos, muriendo 35 personas. Aquí finalizó el sueño alemán de conquistar los cielos. Aún con todo, el Hindenburg sigue siendo la mayor aeronave que haya existido, y es una de las creaciones más sorprendentes de la historia de la aviación. Los americanos, por su parte, poseedores de grandes reservas de helio, continuaron fabricando dirigibles y mejorándolos, hasta el día de hoy, que si bien no se utilizan para transporte de pasajeros, sí son útiles para publicidad y como plataforma para cámaras de televisión en eventos deportivos. El más conocido es el Goodyear, del que existen tres unidades.

13 comentarios :

  1. Hay que ver el salto tan grande que dio la humanidad en poco más de un siglo.
    Saludos.

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  2. Eres una fuente inagotable de conocimientos. Gracias por ilustrarnos

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  3. Yo no, Mac. Ojalá tuviera tantos conocimientos.

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  4. Hace tiempo lei sobre una empresa que estaba intentando recuperar el dirigible para ofertarlo para viajes, tipo crucero. Combinar el atractivo del medio de transporte, viajar durante largo rato con vistas impresionantes y detenerse en sitios de interes para hacer turismo.

    Eran dirigibles de helio.

    Creo que era el Zeppelin NT de este link de la wikipedia.

    Me encantaria viajar en uno de estos.

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  5. Pues a mí no me inspiran confianza los dirigibles, aunque sean de helio (me imagino que hoy en día nadie está tan loco como para meterles hidrógeno). Prefiero viajar en avión.

    Gracias por tu visita Orayo.

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  6. Madre mía... si me da miedo el avión.. ahí no me meto yo ni loca!

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  7. Yo el dirigible no lo veo seguro. El avión sí.

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  8. Sólo veo una cosa mal: el título.

    Esto no es "la era del dirigible", sino, como mucho, "la era del dirigible rígido". El dirigible le inventó Alberto Santos-Dumont. El señor Zeppelin inventó el dirigible rígido.

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  9. Bueno, es que si nos ponemos a hilar fino, podría decirte que el dirigible fue inventado por Jean Pierre Blanchard en 1784. Este señor fue el primero en acoplar un propulsor a un globo aerostático.

    Zeppelin más que inventar lo que hizo fue revolucionar y perfeccionar el invento. Con él nació una etapa en la aviación conocida como "era del dirigible".

    Por supuesto que Santos-Dumont innovó y experimentó creando modelos de artefactos para volar, pero no fue quien inventó el dirigible.

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  10. ¡Hay muchachas! ¿y que me decís de la aportación que hizo el español, Leonardo Torres Quevedo?

    Este fue tan importante o incluso más que Ferdinand Von Zeppelin

    Yo también tengo una entrada hecha sobre los dirigibles:

    El dirigible, un barco en el aire.


    Saludos.

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