6 de octubre de 2018

Las momias más antiguas

En el árido desierto de Atacama, un grupo de pescadores, cazadores y recolectores convirtieron a sus muertos en obras de arte durante más de 3.500 años (entre el 6000 y el 1500 antes de Cristo). Tenían unos extraordinarios conocimientos de anatomía, química y biología, y lo hicieron 2.000 años antes que los egipcios. La civilización chinchorro, que habitó la costa entre la parte sur de Ilo, en Perú, y norte de Antofagasta, en Chile, no legó grandes edificios ni novedosos métodos de cultivo, pero sus momias —conservadas gracias a avanzadas técnicas de embalsamamiento— cuentan hoy al mundo contemporáneo cómo se vivía entonces, por qué momificaban a sus muertos y cómo lo hacían.


“Conservaban los cuerpos con propósitos mágico-rituales”, explica Sergio Medina, antropólogo y director de extensión de la Universidad de Tarapacá. “Y el medio ambiente natural aquí [caracterizado por la salinidad y aridez del desierto] es perfecto para preservar las momias durante miles de años”. Las primeras fueron descubiertas en esta zona en 1917, en la concurrida playa chilena de Chinchorro, por el arqueólogo alemán Max Uhle. En ese momento no se contaba con la tecnología del carbono-14 para datarlas y erróneamente se calculó su antigüedad en 2.000 años cuando era mucho mayor.

Los chinchorro fueron hábiles taxidermistas. Los vestigios se han encontrado sobre todo en las regiones de Arica y Parinacota, conocidas por su sol y playas, frutas exuberantes y una costa rocosa que sigue una línea extensa del océano Pacífico. Sus técnicas incluían la extracción de órganos, el corte de miembros, descueramiento, destazamiento de vísceras y el relleno de cavidades corporales. Después rearmaban los cuerpos para darles una existencia eterna. La mirada de los expertos intenta reconstruir el proceso de momificación para tratar de responder las preguntas centrales: ¿cuánto tiempo pasaba desde el momento de la muerte hasta el proceso de momificación?, ¿quiénes dentro del grupo tenían los conocimientos necesarios para estos procedimientos?, ¿cómo se explicaban la muerte?, ¿qué lugar daban al cuerpo muerto en su sistema de vida?

Hasta el momento han sido estudiadas 208 momias y se ha descubierto que las técnicas de embalsamamiento variaron a lo largo del tiempo y se fueron simplificando en las etapas tardías. Las primeras fueron momias naturales, que se formaban por el propio desecamiento del cadáver, facilitado por las características físicas del terreno. Más adelante comenzaron a intervenir en los cuerpos.

Al cuerpo le cortaban la cabeza y las extremidades, partes que luego eran expuestas al sol. A continuación, los órganos eran extraídos a través de incisiones, el cuerpo era despojado de la carne y las vísceras, y así quedaba un esqueleto limpio y seco. Por último, se extraía el cuero cabelludo y la piel del rostro, e intervenían el cráneo para sacarle el cerebro, en cuyo lugar, una vez seco, ponían cenizas, tierras, arcillas y pelos de animal. Para darle rigidez, se deslizaban maderos puntiagudos debajo de la dermis y las cavidades eran rellenadas. Luego se modelaba el rostro, ataban los miembros con varas y al final se pintaba y se le ponía vestimenta de tejido vegetal.


Fuente:
* https://elpais.com/elpais/2018/10/01/eps/1538404415_892915.html


2 comentarios :

  1. Me imagino que los que se dedicaran a tan espeluznante oficio, pondrían distancia entre ellos y el cadáver, manejándolo como si fuera de madera o de cartón para evitar el asco, la náusea y el vómito. Un conocido mío, médico forense, cuando le comentaba esto mismo me decía: son los mejores pacientes. De momento ninguno se me ha quejado del trato.
    Humor del más negro.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar

Gracias por tu comentario.

Creative Commons License
Paseando Por la Historia está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España.