La esclavitud era un elemento estructural de la sociedad romana. Adoptaba numerosas formas, desde trabajadores agrícolas en las cadenas de presos de los latifundia, pasando por el servicio doméstico, hasta los esclavos cultos (a menudo griegos) que enseñaban a los hijos de los ricos. Los esclavos podían regentar negocios en nombre de su señor, y los sirvientes de la familia imperial podían ser responsabilizados de cuantiosas sumas de dinero y ejercer un poder considerable.
La imagen de grandes fincas cultivadas por esclavos es una imagen habitual del siglo I d.C. Pero la agricultura no estaba dominada necesariamente por los esclavos; en la mayoría de las fincas habría sido más barato mantener una plantilla limitada de esclavos y contratar mano de obra adicional en la época de la cosecha. La compra de esclavos resultaba cara, pues su precio representaba el trabajo que podían desarrollar por encima del coste de su subsistencia.
La mano de obra asalariada era tenida por muy poco y los esclavos y los artesanos libres podían trabajar juntos. Los pobres de las ciudades romanas formaban una gran reserva de mano de obra potencial y no especializada que necesitaba ingresos. En las provincias, a veces se utilizaba al ejército para las edificaciones civiles. Las autoridades municipales también podían exigir unos días al año de trabajo obligatorio.
La envergadura de la mano de obra creció progresivamente durante los dos últimos siglos a.C., a medida que el mundo romano ampliaba el territorio bajo su control y adquiría nuevos esclavos como cautivos de guerra. Esta tendencia se invirtió a partir de mediados del siglo II debido a la plaga antonina que tuvo un gran impacto demográfico. También se suele atribuir a la plaga el aparente abandono generalizado de las villas en Italia a finales del siglo II, aunque no existen pruebas fehacientes de ello.
Fuente:
Europa romana – Edward Bispham
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Yo pensaba que les salía mas baratito, pero si resultaba tan caro comprar esclavos al final no traía mucha cuenta.
ResponderEliminarFeliz domingo, madame
Bisous
Siempre que se habla de esclavos nos viene a la cabeza gente encadenada recibiendo latigazos. Nada más lejos de la realidad. En Roma, como comentas en la entrada había esclavos domésticos, muy apreciados por la familia a la que servían, incluso impartiendo clases a los hijos de la casa. Muchos pudieron comprar su libertad. Todo dependía de dónde tenía la suerte de caer dicho esclavo y en qué momento.
ResponderEliminarUn saludo.
Parece que incluso había subclases sociales entre los esclavos, no era lo mismo serlo del emperador y manejar dinero que de alguien menos adinerado, enseñar que limpiar o cultivar...poco tiene que ver creo con la esclavitud negra de los XVI, XVII y XVIII...
ResponderEliminarUn saludo.
Muchos lo fueron procedentes de las capturas realizadas sobre los pueblos vencidos. En cualquier caso, una forma de ver la vida, de superioridad, no orgánica ni jerárquica, sino esencial, de unos hombres sobre otros, que ha durado hasta el siglo XIX. Un saludo.
ResponderEliminarBueno, después de leer todos los comentarios me doy cuenta que no se debería de dejar comentar a nadie.
ResponderEliminarQuitando a alguien que ha dado alguna opinión referente al tema, el resto se ha centrado a molestar a la persona que se ha dedicado a recopilar y redactar la información para hacernos un poco mas "sabios".
Solo resta decir una cosa, Yugula, Yugula, yugula...!!!
Scarves Scarves
Llegando aquí por mi tarea, buena información¡ 💜
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