Todos los pueblos germánicos del norte de Europa usaban ropa similar. Si bien existían variaciones, durante toda la era vikinga y por las tierras nórdicas el estilo era parecido.
Los hombres llevaban una túnica ajustada a la cintura. Debajo estaban los pantalones, que podían ser sueltos o ajustados. Una larga capa proporcionaba calor y protección contra las inclemencias del tiempo.
La mayor parte de nuestros conocimientos de las prendas de vestir de los vikingos provienen de hallazgos arqueológicos, aunque algunos proceden de fuentes literarias y de las leyes escritas. La mayoría de los hallazgos de tela son de ajuar funerario. Como es sabido, la tela no se conserva muy bien enterrada bajo tierra, y para encontrar grandes cantidades de tejidos se requieren suelos que presenten unas condiciones inusuales. En ocasiones las huellas de los textiles se encuentran en la parte inferior de los objetos de joyería. A partir de pequeñas imágenes fantasma se puede determinar la trama y consistencia de los hilos.
Pero también se encuentran restos de prendas de vestir en otros lugares; los vikingos utilizaban la ropa gastada para muchos propósitos. A veces la cubrían con brea y la utilizaban para sellar grietas en el proceso de construcción naval. Estos tejidos han sobrevivido muy bien, y al menos se han encontrado unos pantalones enteros que fueron utilizados en el proceso de construcción de un buque.
La prenda exterior que cubría la parte superior del cuerpo de los hombres era una sobretúnica llamada kyrtill, hecha de lana y utilizando patrones sorprendentemente complicados, con muchas piezas que debían cortarse y coserse. La parte superior de la prenda era relativamente ajustada, pero las mangas estaban diseñadas para proporcionar libertad de movimientos.
Todas las túnicas, excepto las de los más pobres, estaban decoradas con lazos, al menos en la línea del cuello y los puños. Las túnicas de los más ricos también tenían el dobladillo de la falda decorado.
Se deduce que había una amplia gama de diseños de pantalones, cortos, holgados, de confección simple o más complicados. No existían los bolsillos en la época vikinga por lo que para transportar sus objetos cotidianos debían recurrir a otros sistemas, como llevarlos en una bolsita colgando del cinturón o del cuello. Los vikingos sujetaban sus pantalones con un simple cordón o un cinturón.




Pues a mí aún me parece poca ropa con el frío que hace por esos países nórdicos, con lo friolera que yo soy.:)
ResponderEliminarMadame, que delicia de texto!
ResponderEliminarPor un momento he cedido a la tentacion de imaginarme a los aguerridos vikingos desfilando en la pasarela Cibeles o similar!
Feliz tarde
Bisous
También a mi me parece poca ropa para pasar el invierno.
ResponderEliminarBueno, hay que tener en cuenta que estos eran auténticos "chicarrones del norte" jajajaja. Y supongo que además de estar muy acostumbrados al frío encima de las túnicas y las capas irían envueltos en mantas.
ResponderEliminarLa hidromiel ayudaría a combatír el frío...
ResponderEliminarPues a mí me gusta la túnica, qué queréis que os diga... Aunque eso sí, también soy friolera, como EriKa, así que espero que sea polar...
ResponderEliminarInteresante entrada sobre un aspecto poco tratado de la vida cotidiana.
ResponderEliminarResulta curiosa la costumbre esa de utilizar la ropa vieja para otras funciones, como pasa todavía en España en algunos lugares: sábanas blancas gastadas para hacer trapos para la limpieza doméstica.
Saludos.