31 de mayo de 2011

Los tesoros perdidos

Para los piratas muchas veces era más fácil conseguir un abundante botín que lograr llevárselo consigo. La falta de espacio en sus barcos, el temor a caer en manos de los navíos de guerra y la lógica desconfianza en piratas de otra hermandad hacían muy complicado el trámite de guardar los tesoros.

Por lo general estas riquezas terminaban en manos de los taberneros o de las prostitutas o en el fondo del mar, después de algún naufragio. Han sido pocos los piratas que lograron retirarse a tiempo para gozar de los capitales adquiridos con sus numerosas andanzas.

Todo esto llevó a que numerosas islas del Pacífico y del Caribe tengan la reputación de contener formidables tesoros enterrados en sus playas o en recónditas cavernas. El archipiélago de las Galápagos, el archipiélago de Recilla-Gigedo, las islas de Malpedo, Clipperton, Bancs, o la isla de Cocos han sido escenario de numerosas búsquedas, de excavaciones y de dinamitaciones en procura de esos legendarios tesoros enterrados.

De esos supuestos tesoros enterrados siempre aparece un antiguo mapa que muestra el lugar exacto del entierro, el cual está marcado con una "X", pero la localización nunca es precisa y contiene direcciones ocultas que es necesario descifrar.

Muchos buscadores de tesoros han sido engañados con falsos mapas que aseguran tener la localización correcta para comenzar a excavar. De todos modos, la lista de supuestos tesoros enterrados y en las zonas en las que operaban estos ladrones del mar es larga y las leyendas al respecto empezaron a aparecer mucho antes de que se hicieran investigaciones científicas al respecto.

Hasta hoy los buscadores exploran concienzudamente las costas guiados por rumores, diarios de a bordo o declaraciones sumariales de marinos de los siglos XVII y XVIII. Pocos tesoros han sido desenterrados y, casi siempre, los gastos implicados se revelan demasiado elevados para proseguir con esas excavaciones.

En las costas de Carolina del Norte y Virginia se siguen buscando los tesoros escondidos de Barbanegra, aunque sólo se han recuperado algunos cañones de su mítico barco.

Uno de los tesoros más ambicionados es el de Francis Drake. Se dice que el mayor de sus botines fue enterrado por él en Coquimbo, Chile.

Se dice que Morgan, celoso de sus tesoros, no permitía que ninguno de sus hombres les pusiese la vista encima. Y cuentan crónicas lejanas que, habiendo reunido el fruto de sus años de rapiña en un inmenso cofre, lo había enterrado en una isla desierta que no figuraba en ningún mapa. Tiempo después, fue capturado y conducido hasta Inglaterra por haber saqueado Panamá después de que Inglaterra hubiese firmado un tratado con España. Pero el rey Carlos II, convencido de su lealtad, concedió a Morgan el título de sir y le nombró vicegobernador de Jamaica. Muchos dicen que tras este nombramiento Morgan regresó a su isla en busca de su tesoro. Hay leyendas que cuentan que lo trasladó a Jamaica donde sigue enterrado, y otros afirman que lo dilapidó.


Fuente:
Breve historia de los piratas - Silvia Miguens


30 de mayo de 2011

Perros bomba en la Segunda Guerra Mundial

Durante la Operación Barbarroja el ejército soviético sufría por la eficacia de las tropas alemanas. La solución llegó en forma de can. Se ideó atar bombas a los perros y enviarlos contra los carros blindados alemanes.

El origen de tan macabra idea está en el científico Pavlov, el creador de la psicología conductivista (o conductismo), cuyos experimentos se basan en el intento de modificar la conducta animal mediante estímulos que crean determinadas respuestas. De hecho a esta brigada de perros explosivos se les conoce históricamente como “los perros de Pavlov”.


Para adiestrar a los perros se les daba de comer bajo un tanque durante semanas para que asociaran la aparición de dicho elemento al hecho de que pudieran comer. Días antes de soltarlos en la batalla se les privaba de alimento y se les soltaba en el frente para que fueran directos hacia los tanques enemigos.

Los perros llevaban puesto un chaleco con explosivos y en cuanto pasaban bajo el tanque enemigo, donde el blindaje es más débil, un detonador consistente en una palanca, se doblaba haciendo estallar la carga, que si bien en la mayoría de los casos no mataba a los tripulantes, al menos anulaba el avance del tanque y su mortífero ataque.

Esta improvisada arma comenzó a suponer un problema para el avance alemán, hasta tal punto que el ejército tenía orden de disparar a cualquier perro que se cruzara en el frente, pero el tamaño y la rapidez con que se movían hacía difícil acertar, así que se optó por el uso de lanzallamas montados sobre los tanques para acabar con esta amenaza canina.

Fuentes soviéticas afirmaron haber destruido al menos 300 tanques de esta manera, pero también hay casos en que los propios animales retrocedían asustados causando el caos en el propio ejército que los lanzaba. Uno de estos efectos rebote sucedió a finales de 1942, cuando algunos de los animales dieron media vuelta y crearon el caos en las filas soviéticas, haciendo que una división entera se batiera en retirada.

Se tiene constancia de que algún ejército ha seguido con este entrenamiento de perros bomba hasta 1996.


Fuentes:
- Tejiendo el Mundo
- Los platos como ojos


29 de mayo de 2011

La guerra más corta de la historia

La guerra más corta de la historia probablemente fue la guerra Anglo-Zanzibariana, que duró 45 minutos.

Aunque parezca insólito, esta guerra duró tres cuartos de hora del día 27 de agosto de 1897.
La guerra se desencadenó después de la muerte del Sultán Hamad ibn Thuwaini el 25 de agosto, quien estaba dispuesto a cooperar con la administración colonial británica; su primo Khalid ibn Barghash tomó el poder mediante un golpe de estado.

Debido a que los británicos favorecían a otro candidato, Hamud ibn Muhammad, con quien creían que era más fácil colaborar, ordenaron a Bargash abdicar. Bargash rehusó y en cambio formó un ejército consistente en 2.800 hombres y el yate armado del anterior sultán, el H.H.S. Glasgow, que estaba en el puerto.

Mientras las tropas de Bargash estaban fortificando el palacio, la Marina Real reunió cinco naves de guerra en el puerto frente del palacio. Los británicos también desembarcaron algunas compañías de Marines Reales para asistir a los "leales" un ejército de Zanzíbar, en total juntaron 900 hombres en 2 batallones comandados por el General Lloyd Mathews, un antiguo teniente de la Marina Real.

A pesar de los esfuerzos de último minuto del sultán por negociar la paz a través del representante estadounidense en la isla, las naves de la Marina Real abrieron fuego contra el palacio en la mañana del 27 de agosto, después de que expirara el ultimátum británico a las 9 a.m. Con el palacio derrumbándose sobre él y con numerosas bajas, el sultán tuvo que hacer una retirada precipitada al consulado alemán, donde le fue otorgado asilo. El bombardeo se detuvo a los 45 minutos, cuando el Glasgow se hundió.


Fuente:
Culturizando


28 de mayo de 2011

Libros del mes de mayo

He pensado que pondré una vez al mes los libros que vayan llegando a mis manos y así quedan todos recopilados en el mismo post. Como ya estamos acabando mayo, esta es la selección de este mes.

La tristeza de la reina (Suzannah Dunn)

Rafael de Prado es un constructor de relojes de sol que trabaja para la corte de Felipe II. En un momento dado es enviado a Inglaterra con la misión de instalar uno de sus relojes en el palacio de María Tudor.

La novela relata los problemas que encuentra de Prado al llegar a Londres, y está muy bien, pero el libro es un engaño. Según el título y el resumen que facilitan del argumento, esta novela debía ser una especie de biografía de María Tudor, debería explicarnos el día a día de la reina desde el momento en que se casa con Felipe II. La realidad es que la reina sólo aparece en tres o cuatro páginas.

Pese a todo no está mal, aunque te deja la sensación de que te han dado gato por liebre.

La Universal (Toti Martínez de Lezea)

Durante los primeros años del siglo XX la vida en España no es fácil; hay hambre y miseria. Antón Ozaeta, su mujer Eulalia, y la madre de ésta, doña Fuensanta, viven en un piso grande del centro de Madrid. Antón regenta un pequeño taller de reparaciones en los bajos del edificio.

En esas fechas (1906) se produce el atentado contra el rey Alfonso XIII el día de su boda con Victoria Eugenia de Battenberg. Un anarquista lanza a la carroza real un ramo de flores en el que había una bomba camuflada. Hay muchos muertos y heridos entre el público que contempla el desfile; allí se encuentran también Eulalia y doña Fuensanta. Esta última, de la impresión, se queda "en el limbo" para fallecer al cabo de poco tiempo.

Antón cada vez tiene menos trabajo el taller y la situación económica empieza a ser preocupante. Entonces se le ocurre una idea: como el piso en el que viven tiene varias habitaciones decide convertirlo en una pensión a la que llama "La Universal".

En La Universal se alojan diferentes personajes, a cuál más peculiar, entre ellos un joven abogado que lleva un caso entre manos, a cuya investigación se sumarán todos los demás. Entre todos ellos se establece un fuerte lazo de camaradería y como nadie tiene dinero, deciden montar un circo, descabellado proyecto en el que colaboran todos.

Es una novela muy entretenida y narrada con un sutil sentido del humor. Si la leéis seguro que os arranca más de una sonrisa.

La flor del norte (Espido Freire)

Kristina Hákonardóttir, fue una princesa noruega, hija del rey Hakoon IV. El rey de Castilla Alfonso X el Sabio envía una embajada a Noruega para pedir su mano, y así casarla con uno de sus hermanos, dejándola escoger al que prefiera de ellos. El apaño favorece al rey castellano, que podrá contar con la ayuda de los noruegos en su afán de apoderarse del trono del Sacro Imperio Romano Germánico, y también favorece a Noruega en su intento de establecer tratados comerciales con el sur.

Relatada en primera persona por la protagonista, La flor del norte nos cuenta la vida de la princesa noruega, su infancia y juventud en su tierra y su posterior viaje a Castilla, donde se casa con el infante don Felipe, hermano del rey Alfonso.

Imperator (Isabel San Sebastián)

A principios del siglo XIII, Braira, una joven cátara, se ve obligada a huir de Occitania junto a su hermano para escapar a la masacre perpetrada por la Iglesia contra los cátaros.

Además de ser cátara, Braira posee una extraña habilidad aprendida de su madre: sabe interpretar las cartas del tarot. Se refugia en Aragón, donde es acogida por un matrimonio amigo de la familia. Allí conoce a doña Constanza, hermana del rey Pedro de Aragón, quien inmediatamente se siente atraída por la habilidad de la joven con las cartas y la introduce en su séquito como dama de compañía.

Doña Constanza contrae matrimonio con Federico II, nieto de Barbarroja, y se desplaza a Sicilia con todo su séquito. A partir de ese momento, Braira vivirá una serie de aventuras y también tragedias en la corte de Federico, que es muy aficionado a la astrología y a lo esotérico, y también muestra un gran interés por el tarot de Braira.

Aunque Isabel San Sebastián no es santa de mi devoción, hay que reconocer que la novela está bastante bien.

Y esto es todo en cuanto a libros. El mes que viene, más.


27 de mayo de 2011

Aparecen 17 pirámides 'perdidas' en Egipto

El uso de satélites ha permitido descubrir nuevas pirámides en Egipto. Los científicos han conseguido descubrir más de 1.000 tumbas y 3.000 asentamientos antiguos desde las imágenes del satélite, imágenes infrarrojas que muestran edificios subterráneos.

Las excavaciones iniciales ya confirman algunos de los hallazgos, incluyendo a dos de las supuestas pirámides. La investigación fue realizada por un laboratorio estadounidense financiado por la NASA, la agencia espacial de Estados Unidos, ubicado en Birmigham, Alabama. "Excavar una pirámide es el sueño de todo arqueólogo", dijo Sarah Parcak, líder del pionero estudio, quien dice estar sorprendida por lo mucho que ella y su equipo han descubierto.

"Estuvimos realizando esta investigación de manera intensa durante más de un año. Pude ver los datos mientras surgían. Sin embargo, me sorprendí cuando fui capaz de ver desde afuera todo lo que habíamos encontrado. No podía creerlo", aseguró. El equipo analizó las imágenes de los satélites en órbita que se encontraban a 700 kilómetros por encima de la tierra, equipados con cámaras muy poderosas, capaces de identificar objetos de menos de un metro de diámetro en la superficie de la tierra. Todo gracias a infrarrojos superpotentes capaces de identificar distintos tipos de materiales bajo tierra.

Foto infrarroja que muestra calles y casas enterradas en la antigua ciudad de Tanis

Los antiguos egipcios construyeron sus casas y estructuras utilizando ladrillos de barro, un material que es mucho más denso que el suelo que lo rodea, por lo que es posible identificar las formas de las casas, templos y tumbas aunque se encuentren bajo tierra. "Simplemente muestra lo fácil que es subestimar el tamaño y la escala de los asentamientos humanos del pasado", dice Parcak. "Estos son sólo lugares cercanos a la superficie. Hay otros miles de sitios que el Nilo ha cubierto con sedimentos. Este es solo el comienzo de este tipo de trabajos".

Cámaras de la BBC siguieron a Parcak en su "nervioso" viaje a Egipto, cuando acudió a ver si las excavaciones podían respaldar lo que su tecnología identificó bajo la superficie. En el documental de la BBC Las ciudades perdidas de Egipto, visitan un área de Saqqara, en la que inicialmente las autoridades no estaban interesadas. Sin embargo, después de que Parcak aseguró haber visto dos potenciales pirámides allí, se realizaron las excavaciones de prueba. Ahora el lugar es considerado como uno de los sitios arqueológicos más importantes de Egipto.


Fuente:
El Periódico


26 de mayo de 2011

Espartaco

Espartaco (Tracia, 113 a. C. - Lucania, 71 a. C.) fue un esclavo tracio que, según fuentes romanas, dirigió la rebelión más importante contra la República romana en suelo itálico (conocida como III Guerra Servil, Guerra de los Esclavos o Guerra de los Gladiadores), hecho ocurrido entre los años 73 a. C. y 71 a. C.

De acuerdo con las vagas referencias de los historiadores romanos Apiano y Floro, Espartaco era originario de Tracia, en la actual Bulgaria. Militó en las auxilia, las tropas auxiliares de Roma, de las que desertó. Su corpulencia y aptitud para el combate le posibilitaron seguir vivo, dado que en ese siglo Roma disfrutaba con delirio del deporte nacional: las luchas de gladiadores. Espartaco cubría a la perfección ese perfil demandado por la plebe. Tres eran los principales tipos de hombres que eran alistados en cualquier escuela de gladiadores: reos de guerra, hombres libres buscadores de fortunas y, finalmente, convictos que lo eran por diferentes motivos. Lo llevaron a la escuela de gladiadores de Capua de Léntulo Batiato, lugar tradicional para los placeres y ampliamente difundido gracias a la estancia del general cartaginés Aníbal.

En la escuela de Léntulo Batiato, se entrenaba a los gladiadores en el brutal arte de sobrevivir a costa de la vida de sus rivales. Según Plutarco, que describió las condiciones de ésta escuela un siglo más tarde, decía que las condiciones eran especialmente duras, y se mantenía a los gladiadores en un estrecho confinamiento.Se describe a Espartaco como un hombre culto, inteligente y justo.

Con frecuencia, estos grupos de luchadores escogidos viajaban a la capital romana dispuestos a participar en los sangrientos eventos circenses. Según la leyenda, en uno de estos mortíferos desplazamientos, Espartaco reconoció entre la muchedumbre a su propia hermana convertida en vulgar prostituta al servicio de las legiones. Este doloroso trance terminó por enervar el ánimo del guerrero que, con gran determinación, comenzó a urdir un definitivo plan de rebelión.

En el año 73 a.C., con 40 años recién cumplidos, clamó por la justicia y la libertad; no quería ver cómo su brazo aniquilaba a más compañeros, ni tampoco quería morir divirtiendo al populacho. Fue así como, en un gesto sin precedentes similares en el mundo antiguo, inició un levantamiento en toda regla. Unos 74 hombres, encabezados por Espartaco, Crixo y Enomao (estos dos últimos de origen galo) huyeron de la ciudad armados con todo lo que encontraron. Se retiraron al monte Vesubio, desde donde empezaron a llevar a cabo acciones de pillaje contra las localidades vecinas.

Al tener conocimiento del motín, los romanos, sin dar gran importancia a este incidente, enviaron desde Capua una pequeña brigada de soldados, que fue derrotada. Rápidamente los esclavos sustituyeron sus armas de gladiadores con verdaderas armaduras romanas. En consecuencia, los romanos se alarmaron y enviaron una unidad de 3.000 hombres al mando de Claudio Glabro.

Contrario a la doctrina militar romana, e infravalorando completamente a los esclavos, Claudio Glabro estableció su campamento al pie de la montaña, donde descendía el único camino proveniente de la cúspide, sin establecer una valla de protección. Al tener conocimiento de este hecho, Espartaco adoptó un brillante plan. Hizo descender a sus hombres por la parte más escarpada del volcán, atados por cuerdas a la cepa de una vid silvestre, cayendo por sorpresa sobre los soldados romanos, causándoles numerosas bajas y obligando a los supervivientes a darse a la fuga desordenadamente, dejando el campamento en manos de los esclavos. Era la primera gran victoria de Espartaco, la Batalla del Vesubio.

Después de diversas batallas, en el año 71 a. C., en Apulia, se libró la última batalla (llamada por algunos historiadores batalla del Río Silario). Antes de la misma le llevaron su caballo a Espartaco, y él lo mató con su espada, diciendo: "La victoria me dará bastantes caballos de entre los enemigos, y si soy derrotado, ya no lo necesitaré." Decidió combatir a pie con todos los demás. Los esclavos, impulsados por el ejemplo de Espartaco, dispuestos a vender cara su derrota y jamás volver a servir a los romanos, pelearon desesperadamente, pero no pudieron resistir la superioridad de las legiones romanas fogueadas en las campañas de Hispania. 60.000 esclavos, entre ellos Espartaco -quien, herido en una pierna durante la batalla, llegó a luchar de rodillas-, cayeron en la batalla; en cambio los romanos solo perdieron 1.000 hombres.

No se pudo localizar el cadáver de Espartaco. Los romanos hicieron 6.000 prisioneros, y decidieron dar al mundo una lección: todos los esclavos prisioneros fueron crucificados a lo largo del tramo de la Vía Apia entre Capua y Roma, separados uno del otro unos 10 m aproximadamente.

Varinia, mujer de Espartaco y su hijo, fueron capturados, pero decidieron liberarla y
enviarla a la Galia Transalpina, con una gran suma de dinero. Tras su muerte, Espartaco se convirtió en un símbolo de la lucha por la libertad, aunque nunca combatió la esclavitud como tal. Fue un gran guerrero y un líder carismático. La imagen de Espartaco como libertador de las masas oprimidas explica que, ya en el siglo XX, diera nombre al periódico de Karl Liebknecht y a la corriente comunista que éste lideró durante la revolución alemana de 1918-19 (los «espartaquistas»).

Fuentes:

-http://jlgarcia.galeon.com
-Artículo “Espartaco, el gladiador que se rebeló contra Roma”, de Juan Antonio Cebrián.
- Wikipedia


25 de mayo de 2011

Los polacos de Napoleón

Fueron muchos los soldados polacos que combatieron en los ejércitos de Napoleón Bonaparte. Especialmente famosos y reconocidos fueron los efectivos del Primer Regimiento de Caballería Ligera Polaca de la Guardia, más tarde Primer Regimiento de Lanceros Polacos de la Guardia, que se distinguieron por primera vez en la batalla de Eylau, pero que alcanzaron fama y gloria en la carga que realizaron en el madrileño puerto de Somosierra donde con un valor suicida, cargaron una y otra vez contra las baterías de artillería española, hasta que consiguieron tomar la posición y despejar el avance del ejército francés hacia Madrid. También fueron importantes las unidades de la llamada Legión del Vístula, tanto de caballería como de infantería, así como las tropas del Gran Ducado de Varsovia que como aliados de Napoleón combatieron en la "Grand Armee" siempre fieles al Emperador.

Esta relación especial, arranca de los hechos ocurridos a finales del siglo XVIII, cuando Catalina de Rusia, Francisco de Austria y Federico Guillermo de Prusia, firmaron en Octubre de 1.795 los tratados de San Petersburgo, forzando la abdicación de Estanislao II Poniatowsky, último rey de Polonia, repartiendo entre las tres potencias el territorio polaco.

Algunos patriotas entre ellos Kosciuszko, amigo del general Lafayette y héroe de la independencia americana vieron, primero en la Francia revolucionaria y republicana y después en el imperio, la posibilidad de encontrar un aliado, que les permitiera librarse del sometimiento en el que se encontraba su país. No es de extrañar que después de las victorias de Napoleón en Europa Central y en su avance hacia el Este, cuando la vanguardia del ejército francés entró en Varsovia comandada por Joaquín Murat, fueran aclamados por la población como libertadores. Muchos jóvenes, hijos de la nobleza polaca que habían perdido posición por la dominación de los imperios centroeuropeos, se pusieron enseguida a disposición del ejército francés.

En diciembre de 1.806, cuando Napoleón llega a Varsovia un grupo de estos jóvenes, forma una guardia de honor al mando del coronel Vincent Corvin Krasinsky; esta guardia sería el germen del regimiento de caballería polaca de la Guardia. Napoleón, sensible a los actos de gallardía y también de exotismo de los territorios que ocupaba, ordenó que se formara el regimiento y que se encuadrara dentro de la Guardia Imperial, al igual que anteriormente había hecho con los Mamelucos egipcios y después haría con los voluntarios lituanos, que no se sabe muy bien por qué, los denominó de una forma bastante pintoresca como Tártaros Lituanos de la Guardia.

Napoleón trasladó a Polonia durante algún tiempo su corte y con la formación del Gran Ducado de Varsovia, trasplantó los usos y costumbres liberales de la Francia Imperial, creó un Liceo de enseñanza y una Ópera a imagen de los de París; en Polonia conoce a una joven muy bella, (otra de las pasiones del emperador) llamada Maria Waleszka, con la que se supone que tuvo algún episodio galante.

Durante este tiempo, recuperado en parte el territorio del antiguo reino y teniendo una cierta soberanía, si bien tutelada por Francia, se organiza un ejército. Algunos de sus efectivos pasaron a formar parte del ejército imperial al mando del príncipe Poniatowsky heredero del anterior rey polaco. Entraron por primera vez en combate en la batalla de Eylau y con el inicio de la campaña en España fueron destinados a la Península, donde permanecieron hasta la retirada. Entonces fueron destinados al frente del este, donde permanecieron hasta la derrota del ejército francés.

Los lanceros de la Guardia Imperial acompañaron a Napoleón en su destierro en la isla de Elba y con la vuelta del Emperador participaron en la batalla de Waterloo. Con la restauración fueron lincenciados, muchos volvieron a Polonia, otros quedaron en Francia y algunas unidades pasaron al servicio del Zar ruso.


Fuente:
Alabarda - Humberto Garrido Martín


24 de mayo de 2011

"El Pípila", ejemplo de heroísmo

Estatua de "El Pípila"
En un acto de sobrado heroísmo en la historia de la independencia mexicana, el 28 de Septiembre de 1820 surge un ejemplo de creatividad y valor en batalla: "El Pípila". Durante la independencia de México, el cura Don Miguel Hidalgo e Ignacio Allende se toparon con una feroz resistencia que defendía la Alhóndiga de Granaditas, una fortaleza -almacén de grano-, donde se encontraban las autoridades de Guanajuato atrincheradas con las fuerzas realistas que tenía pequeñas rendijas desde donde era posible disparar desde dentro hacia afuera pero muy improbable acertar un tiro desde fuera hacia adentro, facilitando enormemente la labor de los defensores.

En semejantes circunstancias, el asedio de esa fortaleza era muy difícil para los Insurgentes y fue entonces cuando Juan José de los Reyes Martínez, alias "El Pípila", minero famoso por su fuerza, se ofreció a cargar en su espalda una gran placa de piedra que lo cubriera de los disparos de las fuerzas realistas y, arrastrándose, llegar a la entrada de la Alhóndiga de Granaditas para incendiarla y permitir el ingreso de las fuerzas insurgentes y tomar finalmente la casi inexpugnable fortaleza. Dicha acción le costó la vida al Pípila, pero es por eso que se le considera un héroe nacional y hay diversos monumentos erigidos en su nombre en el estado de Guanajuato, México.


Fuente:
Vidas de fuego


23 de mayo de 2011

Técnicas de fabricación de la cerámica griega

Las cerámicas griegas se realizaban con torno y, técnicamente, estaban muy bien realizadas. A pesar de que las fuentes escritas rara vez hacen referencia al mundo artesanal, hay que señalar, no obstante, que existen fuentes de información muy buenas que permiten conocer el proceso de fabricación de los vasos griegos: una parte muy importante es la iconografía y, concretamente, las pínax (tablillas que se usaban para colgar, normalmente como ofrendas en los santuarios). En ellas se suele hacer referencia a la vida cotidiana.

Pínax

Así, sabemos que la arcilla se preparaba y después se torneaba. Este proceso se realizaba con arcilla bastante fresca para poder moldearla. Una vez moldeadas, estas piezas se transportaban hasta el lugar donde se ponían a secar y, cuando ya estaban secas, se podían manipular bien; era entonces cuando se aplicaba la decoración pintada. Finalmente, se introducían en el horno. Eran hornos muy evolucionados, con una cámara de combustión en la que se introducía la leña y una cámara de cocción donde se colocaban las piezas. Dichos hornos tenían un agujero con tapa para poder sacar el humo cuando era necesario. Además, tenían una abertura para controlar la evolución de la cocción.

Taller de alfarero, placa corintia de 575-550 a.C.

Hay que señalar, por otro lado, que el barniz negro con el que se decoran los vasos no es un barniz como los de hoy en día y tampoco es una pintura, sino que es la propia arcilla con la que se hacen los vasos a la que se han añadido grandes cantidades de agua. Es una arcilla muy diluida en la que se realizan los dibujos. Lo que hace que la arcilla sea rojiza o negra no tiene que ver con la arcilla misma sino con el ambiente en el que se realizó la cocción. Si el horno está abierto, el humo se escapa y hay una cocción oxidante. Si se tapa y el horno se llena de humo, se elimina el oxígeno y la cocción es llamada reductora. Con la cocción reductora, las cerámicas toman un color gris o negro, y con la cocción oxidante las piezas quedan rojizas.

Pelike de figuras rojas
Los vasos de figuras rojas con fondo negro necesitaban tres fases de cocción: una primera oxidante (800ºC), una segunda reductora (950-1.000ºC) y una tercera reoxidante (800ºC). El ceramista vigilaba cómo iban las piezas y cuando veía que estaban preparadas pasaba de la primera a la segunda fase cerrando la tapa del horno. Si se hace un vaso negro, el proceso acaba en la segunda fase, pero si se quiere conseguir la reoxidación de una parte del vaso, se pasa a la tercera fase.

Los colores añadidos se ponían antes de la cocción. Los dos más frecuentes eran el blanco y el morado. El blanco se obtenía de arcillas muy calcáreas y con componentes muy bajos en hierro. Se solían aplicar sobre el barniz. A veces se aplicaban directamente sobre la arcilla pero no aguantaban tan bien.

Los morados y ocres eran mezclas de la pintura roja (hecha por medio de óxidos y hierros) y la propia arcilla.


Fuente:
Historia Universal, Grecia (II) - E.A.


22 de mayo de 2011

La primera máquina expendedora


Las máquinas expendedoras podrían parecer un invento moderno que surgiera de las prisas y un efectivo aumento de la rentabilidad al eliminar uno de los factores más costosos en la producción, el humano. Pero la verdad es que tenemos que remontarnos hasta el siglo I d.C. para encontrar el primer ejemplo de una máquina expendedora.

El ingeniero griego Herón de Alejandría era apreciado en su época por la realización de artilugios mecánicos. Empleó gran parte de su intelecto en la elaboración de aparatos que adornasen las ceremonias religiosas en los templos.

Una de estas máquinas fue la que está considerada como la primera máquina expendedora de la Historia. Un aparato que, al introducir una moneda por su parte superior, soltaba una determinada cantidad de agua bendita.

El funcionamiento era bastante sencillo, la moneda caía sobre una pequeña palanca a la que estaba unido un péndulo que hacía las veces de válvula al caer la moneda. De esta forma la cantidad de agua que se dejaba pasar sería siempre la misma.


Fuente:
La cruzada del saber


21 de mayo de 2011

Los orígenes de Al-Andalus

La conquista de España por los musulmanes Tariq y Musa se realizó en un breve lapso de tiempo. Sobre la marcha, lo que en un principio parece haber sido una simple operación de saqueo, se fue convirtiendo en una operación de conquista sistemática. La resistencia fue mínima, y sólo se organizó en contadas localidades, como Córdoba, Sevilla o Mérida.

Por el contrario, poblaciones y nobles se apresuraron a establecer acuerdos con los vencedores. Conocemos uno de ellos, el firmado por el duque Teodomiro en la zona de Orihuela. A cambio de su sometimiento y del pago de una serie de tributos, los conquistadores respetaron la libertad personal y religiosa y las propiedades de los vencidos, quienes inclusive conservaron sus autoridades tradicionales. En otros casos hubo violencias, robos y matanzas colectivas. Pero, al parecer, predominó la primera forma de control del territorio.

La conquista árabe, sin embargo, provocó el desplazamiento hacia el norte de la península o la emigración a Francia de clérigos y nobles temerosos de sufrir las represalias de los vencedores. Sus tierras, las del Estado y las de la Iglesia, fueron repartidas entre los árabes y los bereberes que comenzaron a instalarse en los territorios conquistados.

Durante los años que siguieron a la entrada de los musulmanes en España, el gobierno del territorio estuvo en manos de una serie de gobernadores o valíes, designados unas veces por los emires de África y otras por los ejércitos conquistadores. La historia inicial de la España islámica fue confusa y agitada. Tras la derrota sufrida en Poitiers (732), al-Andalus se debatió en una crisis política interminable en la que se enfrentaron árabes contra bereberes y, una vez derrotado estos, árabes contra árabes. Esto permitió a los cristianos reorganizarse y continuar con éxito la resistencia iniciada en Asturias unos años antes.


Fuente:
Historia de la Edad Media - Salvador Claramunt / Manuel González Giménez


19 de mayo de 2011

Asesisato de una emperatriz

Ambos, el verdugo y la víctima, eran personajes literarios. Él, más vulgar, parecía salido de un folletón social de esos que contaban las innumerables desgracias de los pobres. Ella, mucho más compleja, era como la protagonista de una novela psicológica de las que diseccionan una personalidad atormentada.

Él se llamaba Luigi Lucheni y era el hijo sin padre conocido –quizá el señorito– de una pobre criada italiana. Para ocultar su vergüenza, su madre abandonó su ciudad y se fue al extranjero. Tuvo a su hijo en París y lo abandonó en un orfanato.

Fue por tanto un desarraigado desde su gestación. El orfanato le dio cierta instrucción, pero nunca pudo trabajar más que de jornalero, aunque lo hizo por media Europa. De forma natural abrazó la ideología internacionalista del anarquismo y asumió la militancia en la “propaganda por el hecho”. Dicho en claro, el asesinato indiscriminado de los poderosos que tenían explotados a los pobres.

Ella se llamaba Elizabeth von Wittelbasch, conocida por Sissi, y era emperatriz de Austria. Los Wittelbasch tenían un ramalazo de insania, su primo era el Rey Loco de Baviera. Sissi era tan desarraigada como Lucheni, jamás se había integrado en la Corte de Viena ni en la vida familiar con su conservador esposo, Francisco José de Austria.

Vagaba por el mundo presa de la melancolía. Decir que era anoréxica sería simplificar mucho, sometía a su cuerpo a una disciplina que más bien era un castigo, como si lo odiase. Tenía una belleza inquietante; ningún hombre podía escapar a su fascinación. Una tristeza infinita, justificada por las desgracias familiares; su único hijo varón se suicidó. Un carácter neurasténico y morboso; le gustaba visitar los manicomios.

El azar los unió en Ginebra un 10 de septiembre de 1898.

Lucheni trabajaba de peón en la construcción del edificio de Correos. Estaba fichado por la policía suiza, que sin embargo le consideraba “no peligroso”. Inmenso error. Un día se enteró de que estaba en Ginebra el duque de Orleans y decidió asesinarle.

El duque era uno de los pretendientes al trono de Francia, es decir, nadie, desde el punto de vista político. Pero para los propagandistas por el hecho cualquier miembro de la realeza, la aristocracia o la gente rica es reo de muerte.

Lucheni no tenía detrás organización alguna, ni medios propios. Ni siquiera podía procurarse un arma. Afiló una delgada lezna, se la echó al bolsillo y salió a buscar al duque de Orleans.

La emperatriz estaba en Ginebra sin escolta ni séquito, como acostumbraba. Se hospedó en el Hotel Beau Rivage, y esa mañana quiso hacer una excursión por el lago Leman al balneario de Territet. Salió al muelle de Mont Blanc seguida por una solitaria dama de honor, la condesa Sztaray. Nadie la reconoció, Sissi era maestra en mantener el incógnito.

Nadie excepto Lucheni. Los terroristas anarquistas eran devoradores del equivalente a la prensa del corazón, las revistas ilustradas y los ecos de sociedad, pues había que conocer al enemigo. ¡La emperatriz de Austria a su alcance! Se olvidaba del duque, Sissi aseguraba mayores titulares. Simuló un tropezón y le clavó la lezna en el corazón. Nadie se dio cuenta.

Sissi cayó al suelo, pero fue levantada por la condesa. “No ha sido nada”, tranquilizó a su dama, y embarcaron. Al poco le dio un desmayo a bordo. “No es nada, sólo el susto”, insistió. Pero cuando ya surcaron las aguas del Leman sintió un dolor agudo en el pecho.

La condesa le desabrochó el vestido y vio una mancha de sangre pequeña como una moneda. La herida parecía insignificante, la lezna le había penetrado justo en el ventrículo izquierdo, provocando una hemorragia ligerísima, la sangre caía gota a gota en el pericardio, provocando una lenta parada del corazón.

Sólo entonces se identificó ante el capitán del barco, que inmediatamente regresó a Ginebra. La llevaron a su hotel y murió una hora después, sin una queja. La muerte fue quizá una liberación para ella.

Lucheni, que sería condenado a cadena perpetua, al conocer en el juicio la personalidad de su víctima, dijo consternado: “Y yo que creía haber matado a una persona que vivía en una felicidad insolente”.

Luego se suicidó.


Fuente:
Historiarte

17 de mayo de 2011

Revolución Francesa: Los Cahiers Doléances

Los Cahiers de doléances fueron unos memoriales o registros que las asambleas de cada circunscripción francesa encargada de elegir a los diputados en los Estados Generales rellenaban con peticiones y quejas. Aunque eran usados desde el Siglo XIV los más famosos son los de 1789.

La redacción de estos cuadernos se presentaba en los pueblos y parroquias urbanas con los "Cuadernos de Parroquias". Después se establecían en cada bailiaje los Cuadernos de bailiaje reducidos a doce "Cuadernos de Gobiernos". Estos mismos doce cuadernos eran compilados resultando tres "Cuadernos de quejas", uno de cada uno.

En 1789, los cuadernos de quejas sondearon la voluntad popular y un resumen de ellos fue leído ante la Asamblea constituyente el 27 de julio de 1789 por el conde de Toulouse. Sin embargo parte de las "quejas populares" anotadas en los cuadernos de parroquias no figuraron en los cuadernos de bailiaje. Esta censura se debe a que los intereses burgueses no eran los mismos intereses que los del pueblo llano.

Los cuadernos de 1789 son densos, extensos e incluso contradictorios. Aún así los cuadernos jamás escatimaron lealtad ni al rey ni a la propiedad, particularmente. Pero la noción central de la Revolución es identificada claramente en los Cuadernos: la Igualdad. Básicamente la Igualdad ante los impuestos y ante la ley, estas son reivindicaciones burguesas y serán las triunfadoras de la Revolución francesa.

Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Cuadernos_de_quejas

16 de mayo de 2011

La princesa que murió de pena

Kristina de Noruega (1234-1262) fue princesa noruega e infanta de Castilla. Era hija de los reyes Haakon IV de Noruega y Margarita Skulesdatter.

Debido a las alianzas castellanas y noruegas dentro del Sacro Imperio Romano Germánico se llevó a cabo el compromiso matrimonial en 1257 de la princesa con el infante Felipe de Castilla, hermano del rey Alfonso X el Sabio, porque dicho matrimonio era conveniente tanto para Alfonso X como para Haakon IV. Los reinos nórdicos deseaban abrirse cada vez más al resto de Europa y comerciar con ella, y Haakon había emprendido una activa política diplomática y de lazos culturales con otros países.

Kristina Haakonardóttir está rodeada por un halo de misterio y mito. Poco se sabe de los cuatro años que pasó en la corte del rey Alfonso X. Desposada con el infante Felipe de Castilla, por quien se vio ignorada, pasó sus últimos meses en el afixiante calor de Sevilla, tomando medicinas disueltas en vino contra un desconocida enfermedad.

Kristina murió en extrañas circunstancias. Unos dicen que murió de una infección de oído, otros dicen que murió de pena y otros que fue envenenada. Su marido, que antes de su matrimonio había sido abad de la Colegiata de San Cosme y San Damián de Covarrubias hasta la edad de 21 años y más tarde obispo de Sevilla, la hizo enterrar en el claustro de la colegiata de Covarrubias en un sepulcro gótico.


Fuentes:
- Wikipedia
- Periodista digital

15 de mayo de 2011

Castillo de Foix


Este castillo está localizado en la ciudad de Foix, Francia, en la cúspide de una roca calcárea que mide 60 metros de altura, y que ha sido un verdadero centro arqueológico, ya que posee diferentes grutas donde vivía el hombre en los tiempos primitivos.

Antes de la construcción de este castillo, había en su lugar un antiguo santuario pagano que estaba consagrado al dios Abelio, posteriormente fue sustituido por un Castrum, aproximadamente entre los siglos VII y VIII. No fue hasta el año 507, cuando se construyó el actual castillo, en el cual se edificó una abadía de estilo carolingio, en el siglo IX. Ahora bien, esta abadía no perduró por mucho tiempo, ya que en las guerras de religión de Francia estas fueron totalmente destruidas.

El Castillo de Foix, posee tres inmensas torres que hasta el año 1862 fueron utilizadas como prisión de civiles y políticos. Dos de ellas son cuadradas y fueron erigidas entre los siglos XIII y XIV, convirtiéndose hoy en día en la parte más antigua de la edificación. La torre redonda, que es la más reciente, fue construida en el siglo XV. Estas torres poseen una altura que oscila entre los 25 y los 30 metros, y están rematadas por almenas.


En la torre central se pueden apreciar tres salas que se caracterizan por su impresionante bóveda de crucería. La torre cuadrada, también conocida como Tour d´Arget, era utilizada para vigilar el valle del río Arget. Estas torres se unían por una muralla, por barbacanas y almenados que fueron erigidos en el siglo XII. La construcción de esta edificación se realizó en el punto de confluencia del los ríos Ariége y Arget. Después de varios siglos, en el siglo XIX, todas las estructuras de la edificación fueron restauradas, ya que su estilo medieval se estaba perdiendo.



Fuente:
Arqhys

14 de mayo de 2011

Historia del jabón

El nacimiento del primer jabón se pierde en la noche de los tiempos. Los egipcios ya utilizaban un producto jabonoso que consistía en una mezcla de agua, aceite y ceras vegetales o animales, fórmula que fue utilizada también por los griegos y los romanos. En el siglo I d.C., el historiador romano Plinio el Viejo describió las diversas formas de jabones duros y blandos que contenían colorantes, conocidos como rutilandis capillis, que utilizaban las mujeres para limpiar sus cabellos y teñirlos de colores brillantes.

En el siglo VII existía una potente industria en España e Italia y fue precisamente en la ciudad italiana de Savona donde se empezó a elaborar un jabón de aceite de oliva que también hacían los musulmanes.

En el siglo XV aparece el jabón de Marsella, el precursor de los jabones actuales, preparado con una mezcla de huesos (ricos en potasio) y grasas vegetales. La industria jabonera floreció en las ciudades costeras del Mediterráneo, favorecidas por la abundante presencia del aceite de oliva y la sosa natural. Hacia el año 1500, introdujeron sus descubrimientos en Inglaterra. Esta industria creció rápidamente en ese país y en 1622 el rey Jacobo I le concedió ciertos privilegios.

En 1783, el químico sueco Carl Wilhelm Scheele simuló de forma accidental la reacción que se produce hoy en el proceso de hervido en la fabricación del jabón, cuando el aceite de oliva, hervido con óxido de plomo produce una sustancia de sabor dulce que él denominó Ölsüss, pero que hoy se conoce como glicerina. En 1791, el químico francés Nicolas Leblanc inventó un proceso para la obtención de carbonato de sodio o sosa, utilizando sal ordinaria, que revolucionó la fabricación del jabón.

En algunas zonas del continente americano, el jabón se hacía principalmente en el ámbito doméstico utilizando grasas animales derretidas. Sin embargo, hacia 1700, los habitantes de algunas zonas obtenían la mayor parte de sus ingresos de la exportación de cenizas y grasas empleadas en la fabricación del jabón.

Durante la II Guerra Mundial, los americanos desarrollaron un tipo de jabón que podía utilizarse con agua del mar, pensando en los marines destinados en el Pacífico: así nació el jabón dermatológico, el menos agresivo de todos los jabones.


Fuentes:
- www.saber.golwen.com.ar
- Mundo belleza

13 de mayo de 2011

Los sacerdotes egipcios

En el antiguo Egipto, ser sacerdote era un oficio como otro cualquiera, una manera de ganarse la vida y alcanzar prestigio en la comunidad. El régimen de Egipto era teocrático; el soberano político era también un dios. Como tal, detetentaba la responsabilidad última en cuanto al mantenimiento del orden divino en el país. Obviamente, el rey no podía estar presente en todas las ceremonias que se celebrasen en los numerosos templos de Egipto. Era preciso que delegase en unos representantes que pudiesen asumir las funciones de aquél en el lugar. Ese fue el origen de la clase sacerdotal.

No eran los sacerdotes egipcios un grupo humano que viviese apartado del resto de la comunidad en virtud de su vocación, lo cual significaba que se ocupaban de sus asuntos mundanos lo mismo que los laicos. Por ejemplo, era muy corriente que el oficio de sacerdote se transmitiese de padres a hijos. El padre que desempeñaba una determinada profesión dejaba ésta en herencia a su hijo, cualesquiera que fuesen las creencias y la conducta moral de éste.

Con el paso del tiempo los sacerdotes se constituyeron en una burocracia tremenda, que contaba con millares de hombres. Eran cientos los templos consagrados a los diferentes dioses, y cada uno de ellos gozaba de autonomía en cierta medida, con su propia jerarquía y su división del trabajo. En todos los templos, sin embargo, eran muy parecidos los oficios, con una especialización de servicios muy avanzada.

Una de las funciones tal vez más importantes de los sacerdotes era la custodia de las estatuas sagradas u "oráculos". De entre los sacerdotes, una minoría selecta tenía el privilegio de entrar en el "santísimo" de cada templo para atender al cuidado del oráculo. Aunque no hiciesen falta unas convicciones religiosas muy firmes para desempeñar el empleo, el sacerdote debía purificarse antes de entrar en contacto con la divinidad. Para ello era necesario que se afeitase todo el vello del cuerpo y los cabellos; los piojos eran una plaga común en Egipto y el afeitado evitaba su proliferación. Las abluciones constituían también una parte importante de la purificación. Los sacerdotes se bañaban cuatro veces al día y muchos templos poseían lagos sagrados dedicados a estos menesteres.

Lago sagrado del templo de Karnak

Además de lavarse y afeitarse los sacerdotes debían someterse a la circuncisión y abstenerse de comer ciertos alimentos. Los manjares prohibidos variaban de una comarca a otra. A veces se proscribía la carne de vaca, la de pichón o el ajo, pero la prohibición más extendida parece que fue la de comer pescado. Esta prohibición regía sólo para el clero, teniendo en cuenta que el pescado era uno de los alimentos básicos para el pueblo común.

Existían además prohibiciones relativas a la indumentaria. Los sacerdotes no podían vestir prendas de lana por ser esta fibra de origen animal. Usaban exclusivamente ropas finas de lino que se guardaban en un lugar especial de los templos custodiadas por otros sacerdotes.

Otra condición de la pureza del sacerdocio era la abstinencia sexual, que sólo estaban obligados a cumplirla mientras se hallasen en servicio. Todos los templos tenían un sistema de rotación por turnos, de manera que cada sacerdote servía durante sólo un mes, tres veces al año. Los meses en los que no estaba de servicio hacía vida normal en la comunidad laica.

En la cúspide de la jerarquía sacerdotal figuraba el pontífice, llamado sem. Sin duda era un hombre muy culto, uno de los ancianos del templo, dotado además de considerable capacidad administrativa y habilidad política. Estaba encargado del buen funcionamiento del templo y su patrimonio, y oficiaba todas las ceremonias solemnes. Esta autoridad normalmente se reclutaría de entre las propias filas del clero, aunque era prerrogativa del faraón el nombrar a quien prefiriese para estos cargos.


Fuente:
Los misterios del antiguo Egipto - Bob Brier

11 de mayo de 2011

Los primeros condados catalanes (2ª parte)

En el condado Urgel-Cerdaña encontramos en primer lugar a Borrell, seguramente hispanogodo, encargado de poner orden en el territorio de Urgel por orden de Tolosa.

Aznar Galíndez
Aznar Galíndez y su hijo Galindo serán los siguientes condes, también hispanos -aragoneses- hasta el año 834. A partir del 838 Urgel se unirá a la Cerdaña, que ya tenía conde propio en Sunifredo I desde el 835. Sunifredo era de Carcasona, hijo de Bellón, una familia no franca, pero sí muy afín a la política de Luis el Piadoso y Carlos el Calvo. Sunifredo, a la muerte de Bernardo de Septimania, había recibido también buena parte de sus dominios en la región homónima. Sunifredo I era el padre de Wifredo el Velloso. Pero a su muerte el condado pasó a manos de Salomón I, probablemente un hispanogodo, que al parecer gobernó el condado hasta que los hijos de Sunifredo fueron mayores de edad. Pero el nombramiento de condes, si bien entraba en el juego de la herencia, siempre era finalmente una decisión carolingia.

Pallars-Ribagorça fue conquistado directamente por los condes de Tolosa. No encontramos condes propios hasta Ramón II, que gobernó desde el 872 hasta el 920. A su muerte el condado se dividió, yendo Pallars y Ribagorça cada uno por su lado. En el siglo XI surgirían dos condados nuevos: el de Pallars Jussà y el de Pallars Sobirà. Ribagorça ya había iniciado su acercamiento a Aragón.

En el Rosellón ejercía de conde Gaucelmo, que también lo fue del condado de Ampurias. Adversario de Luis el Piadoso, acabó mal: fue decapitado en el año 834. En su lugar se promovió a los hermanos Suñer y Alarico, también de la casa de Carcasona, que gobernaron conjuntamente. Suñer gobernó solo a la muerte de Alarico y, hacia el 848, con su desaparición, los condados se separaron: Rosellón pasó a los condes francos, mientras que Ampurias fue entregado a los hijos de Suñer.

En el 878 el Rosellón fue entregado a Miró el Viejo, hermano de Wifredo el Velloso, y a su muerte volvería a unirse al condado de Ampurias bajo el poder de Suñer II.

Wifredo el Velloso
Como hemos visto, la mayoría de los primeros condes fueron francos, pero por otro lado apareció una familia, la de Carcasona, que fue colocando a sus miembros en puntos clave dentro de los condados catalanes. Esta dinastía fue la raíz de donde nacería el tronco de la dinastía propia catalana.

El condado de Carcasona estaba formado por la capital y el territorio circundante, dentro de la Septimania. Carlomagno confió el condado al conde Bellón, de ascendencia visigoda, probablemente del Conflent. De esta casa salieron Sunifredo I y Suñer I que eran hijos de Bellón.

Sunifredo I se casó con Ermesenda, con la cual tuvo a Wifredo el Velloso y a Miró el Viejo, que serán los condes que acabarán gobernando Barcelona, Gerona, Cerdaña, Urgel y Rosellón. De la rama de Suñer I y de su hijo Suñer II saldrían los condes de Ampurias. Excepto los condados de Pallars-Ribagorça, que seguían en la órbita de Tolosa, la mayor parte de la Cataluña condal estaba bajo el dominio de los descendientes de la casa de Carcasona, de clara raíz indígena o, si se prefiere, catalana.

La grave situación creada por las peleas entre los francos dejó a Wifredo el Velloso en una posición excepcional para iniciar una nueva dinastía. En el año 870 se le concedieron los condados de Urgel, Cerdaña y Conflent. Ocho años más tarde se sumaron los de Barcelona-Gerona. Tenía a mano todos los elementos para convertirse en el primer conde con dinastía propia, dominando un extenso territorio.

En la Gesta comitum se dice: "He aquí cómo el condado de Barcelona pasó de la potestad real a manos de nuestros condes barceloneses".

Wifredo el Velloso supo aprovechar la oportunidad.


Fuente:
Breu història de Catalunya - Jesús Mestre i Godes

10 de mayo de 2011

Los primeros condados catalanes (1ª parte)

Los francos pasaron revista al territorio catalán bajo su dominio, y le dieron el nombre, puramente geográfico, de Marca Hispánica, confirmando unas demarcaciones que llamarían condados, al frente de las cuales figurarían unos nobles, los condes, en su gran mayoría de procedencia franca. Lo que después se llamó la Cataluña Vieja entraba dentro de la órbita carolingia, formando una pieza más del rompecabezas imperial. La Marca, para ellos, era una frontera avanzada que debía parar los golpes que pudieran venir desde la Hispania islámica. El interés por este territorio derivaba únicamente de su situación estratégica.

Después de la liberación de Barcelona, Luis el Piadoso nombró a Bera conde de la ciudad y del territorio. Era hijo de Guillermo, conde de Tolosa, emparentado con la Casa Imperial. En el año 812 se hizo con el dominio del condado de Gerona. Si bien luchó contra los sarracenos, tenía inclinación a establecer treguas con ellos, y así generaba una actitud pacífica que no era del gusto de la cancillería carolingia. En el año 820 fue acusado de traición, destituido y enviado al exilio. Para sucederle se nombró a Rampón, un capitán de Carlomagno que murió en el año 825.

En el 826 encontramos a Bernardo de Septimania como señor de Barcelona-Gerona. Bernardo era hermanastro de Bera, y probablemente el que más había intrigado en su caída.

Luis el Piadoso
En cuanto Bernardo tomó posesión de los condados estalló una insurrección, dirigida por Aizón, un magnate partidario de Bera, a la cual se sumó el hijo de Bera, Guillemundo. Actuaron intensamente en la Plana de Vic y cuando los acontecimientos se torcieron pidieron ayuda a los musulmanes, pero Bernardo de Septimania les hizo frente y resolvió positivamente la revuelta. El resultado fue la devastación del territorio central catalán. Bernardo fue premiado: Luis el Piadoso le confió parte de la Septimania.

Pero Bernardo era un intrigante nato e interfirió en los problemas dinásticos francos sublevándose contra El Piadoso. Éste, le retiró sus privilegios, que pasaron a manos de Berenguer de Tolosa. Cambiando de camisa cuando le convenía, Bernardo ayudó al Piadoso, que lo rehabilitó coincidiendo con la muerte de Berenguer; no sólo le devolvió sus antiguos territorios, sino que además lo nombró señor de Tolosa. Pero Bernardo actuaba despóticamente y continuaba intrigando.

Carlos el Calvo
A la muerte de Luis el Piadoso, Carlos el Calvo recibió Aquitania y su primera acción fue contundente: apresó a Bernardo y lo mandó decapitar frente a la muralla de Tolosa en el año 844.

A partir de entonces, una serie de francos fueron condes de Barcelona-Gerona hasta el año 878: Odalrico, Unifredo y Bernardo de Gothia, que por su linaje estaban más interesados en la sucesión carolingia que en el gobierno de estos condados. Seguir la historia de los últimos condes francos de Barcelona-Gerona es internarse en una gran maraña de peleas entre los aspirantes al trono de Carlomagno. Bernardo de Gothia, especialmente, llevó a cabo una actividad delirante, cambiando de bando cuando le convenía, combatiendo contra los mismos a los que antes había ayudado.

Todo acabó en el año 878 cuando Luis el Tartamudo alejó del poder a Bernardo de Gothia. Fue el momento en el que el rey carolingio miró hacia la nobleza autóctona y atribuyó a Wifredo el Velloso los condados de Barcelona-Gerona.

En la decisión del rey Luis pesó mucho la influencia de los dos obispos, de Barcelona y Gerona, que en el concilio de Troyes del año 877 le aconsejaron en muchos asuntos, especialmente en los concernientes a la sucesión de los dos condados.

(Continuará)


Fuente:
Breu història de Catalunya - Jesús Mestre i Godes

9 de mayo de 2011

Los vikingos y el dinero

La visión tradicional del papel de los vikingos en la historia monetaria desde el siglo VIII al XI es el de saqueadores y extorsionadores que satisfacían su sed de plata asaltando sin misericordia la riqueza de sociedades financieramente más avanzadas.

Investigaciones recientes revelan actividades más positivas en este campo, en especial su contribución al desarrollo de pueblos y del comercio. En Europa occidental la recaudación de gelds (tributos) por parte de los vikingos estimuló el desarrollo de una economía monetaria entre sus víctimas, y la exacción de tributos no excluía las relaciones comerciales. Los vikingos fueron responsables del desarrollo de rutas comerciales a través del Báltico oriental con Kiev, Rusia y Asia Central, pero la mayor parte de su beneficio procedía de la venta de esclavos raptados durante sus asaltos.

Monedas vikingas

Una vez asentados en comunidades en las tierras conquistadas, los vikingos adoptaron los sistemas monetarios existentes, o los crearon de nuevo, como en Dublín, con frecuencia utilizando a expertos nativos o importados para manejarlos.

El ímpetu inicial pudo ser el prestigio o la necesidad de hacer regalos oficiales, pero enseguida surgió el uso de moneda para propósitos fiscales y comerciales.

En su patria, los vikingos se contentaban con usar dinero extranjero y tardaron mucho en introducir monedas exclusivamente nacionales porque llevó tiempo desarrollar las instituciones necesarias para manejar con éxito el sistema. Pero las economías sedentarias no apaciguaron la energía militar de los vikingos ni terminaron con su afán expansivo, de manera que sus herederos siguieron luchando por tierra y fortuna bajo el nombre más respetable de normandos.


Fuente:
Historia del dinero - Catherine Eagleton / Jonathan Williams

8 de mayo de 2011

Mar de fuego (Chufo Lloréns)

Mar de fuego recrea una época convulsa sometida a las tensiones de la corte donde se fragua la sangrienta sucesión del conde Ramón Berenguer I, el Viejo.

Entretanto, Martí Barbany, un próspero comerciante, se enfrenta a los amores de su hija marcados por la diferencia de clases, y a una venganza contra su vida que se urde en el submundo de la ciudad medieval: tratantes de esclavos, caballeros, prostitutas, amores entre nobles y plebeyos, árabes y cristianos, cortesanas y sirvientes.

Segunda batalla de Sedán

La Segunda Batalla de Sedán se inició el 10 de mayo de 1940, cuando las fuerzas alemanas avanzaban en Luxemburgo y Bélgica.

Al realizar su ataque principal a través del bosque de las Ardenas, los alemanes trataron de evitar la fuerza principal de los aliados e intentaron atravesar las débiles defensas a lo largo del río Mosa.

Elementos del Cuerpo XIX Panzer al mando del general Heinz Guderian alcanzaron el río Mosa cerca de Sedán en la tarde del 12 de mayo y, al día siguiente, después de intensos bombardeos aéreos, atacaron. Los alemanes cruzaron el Mosa por tres sitios y durante la mañana del 16 de mayo se rompieron las últimas defensas francesas.


Numerosos mitos rodearon la campaña de 1940. Cuando empezó la batalla los alemanes no tenían un concepto claro de lo que llegaría a ser conocido como "guerra relámpago". Sólo después de la exitosa campaña el potencial de la guerra moderna y mecanizada empezó a ser evidente para la mayoría de los líderes alemanes.

Gran parte de los combates claves en esta batalla fueron librados por la infantería, cuyas hábiles acciones posibilitaron a los tanques alemanes el cruce del río Mosa, y les ayudaron a seguir avanzando a pesar de la fuerte resistencia del enemigo en varios puntos al sur de Sedán.

Pero la contribución más importante fue la de la aviación alemana que, aunque destruyó pocos objetivos, debilitó la voluntad de lucha de los defensores franceses a lo largo del Mosa.

La victoria en Sedán brindó a los alemanes la oportunidad de avanzar hacia el oeste, y facilitó la rápida caída de Francia. Pocas batallas han resultado tan decisivas como esta de Sedán.


Fuente:
History.com

7 de mayo de 2011

La batalla de los Castillejos (1 de enero de 1860)

Tras el toque de diana, las tropas acampadas en la línea exterior de Ceuta abaten las tiendas, desayunan, forman las columnas y se ponen en marcha. Las operaciones de las semanas anteriores habían frenado y alejado al enemigo moro de la ciudad española, si bien a costa de fuertes bajas propias; el territorio de Ceuta ha quedado asegurado, ampliándolo y destinando a su defensa nada menos que a todo un Cuerpo de Ejército, el I, mandado por el teniente general Rafael Echagüe.

Así empieza la gran ofensiva que pretende conquistar Tetuán, como objetivo del castigo que el Gobierno español pretende dar al del Sultán de Marruecos por los agravios inferidos continuadamente a España desde tiempo atrás.

La vanguardia está formada por la División de Reserva mandada por el General Juan Prim que ha recibido como refuerzos a 2 escuadrones de húsares del Regimiento de la Princesa y dos baterías de artillería. Por el mar, embarcaciones de la armada acompañan el avance de las tropas para apoyar con sus fuegos cuando sea necesario, retirar las bajas y aportar suministros.

Tras la vanguardia, está el resto del ejército expedicionario. Está mandado por el capitán general Leopoldo O'Donnell y cuenta, además de la vanguardia de Prim y del cuerpo de ejército que ha dejado atrás para proteger Ceuta, con otros dos cuerpos de ejército. En total, su fuerza alcanza los 35.000 hombres.

La vanguardia toma el camino paralelo a la costa avanzando hacia el sur, internándose en Marruecos. En el flanco derecho, las tropas moras, desde posiciones dominantes, tratan de frenar el avance español, lo que obliga a algunos batallones a intervenir en duros combates.

A unos 4 kilómetros de Ceuta, entrando en el valle de los Castillejos, los combates aumentan en extensión e intensidad, sobre todo en las inmediaciones de la casa de un morabito. Ante un repliegue moro y la aparición de una formación de su caballería, Prim manda cargar contra ella a los húsares que, en su impulso, llegan hasta el fondo del valle. Es en esta carga cuando el cabo Pedro Mur toma valientemente una bandera que se conserva en el Museo del Ejército. Ante los fuertes contraataques marroquíes, los húsares se repliegan. Los combates aumentan en todo el frente y más contraataques moros incluso llegan a causar importantes bajas entre los artilleros de la vanguardia.

La posesión de una cierta colina se convierte en clave para derrotar al otro. Los batallones de infantería española la conquistan y la pierden varias veces. Pelean a la bayoneta contra una numerosa y aguerrida infantería marroquí. Se ordena a los infantes del regimiento de Córdoba que dejen las mochilas para seguir el combate más ligeros pero en uno de los repliegues han de recular tanto que las mochilas quedan en terreno moro. La situación es grave, la moral flaquea. Los combates son muy duros y hay muchas bajas.

Prim, en la batalla de los Castillejos

Prim, ante lo crítico de la situación toma una arriesgada decisión: Toma la bandera del regimiento, arenga a las tropas y, espoleando su caballo, se lanza contra las filas marroquíes.

Las tropas reaccionan y, realizando un esfuerzo supremo, siguen a su general reforzados por nuevos batallones enviados por el general O'Donnell. Se traban nuevos combates que obligan a los moros a retirarse proporcionando la victoria a los españoles.

El resto del día se consume con tiroteos a distancia. El día siguiente, 2 de enero, el frente está en relativa calma y las tropas marroquíes se retiran en dirección a Tetuán.


Fuente:
Atenea digital

5 de mayo de 2011

Historia de la bicicleta

Los testimonios más antiguos sobre este, hoy popular, vehículo se remontan hasta las antiguas civilizaciones de Egipto, China e India.

En un apartado de la obra "Codez Atlanticus" de Leonardo da Vinci ya aparecía un dibujo de una bicicleta. Leonardo ya pensó en una transmisión de cadena como en las que se utilizan en la actualidad . Estos dibujos fueron dispersados por el tiempo y quedaron recopilados sin orden ni concierto en la biblioteca Ambrosiana de Milán.

Bicicleta de Leonardo

Vehículos toscos de dos ruedas propulsados por los pies eran corrientes en los primeros años de la segunda mitad del siglo XVII. En 1690, un francés, el Conde Mede de Sivrac inventó "el celífero" ("la célérifère"), que consistía en un bastidor de madera al que se añadían las ruedas. El vehículo no tenía manillar; el asiento era una almohadilla en el bastidor y se propulsaba y dirigía impulsando los pies contra el suelo.

En 1816, un noble alemán diseñó el primer vehículo de dos ruedas con dispositivo de dirección. Esta máquina, denominada draisiana (en honor a su inventor), tenía un manillar que pivotaba sobre el cuadro, permitiendo el giro de la rueda delantera. Después, inventores franceses, alemanes y británicos introdujeron mejoras. En Inglaterra, estos primeros modelos se conocieron como balancines; el nombre de dandy horse quedó para el vehículo inventado en 1818. El balancín era más ligero que la draisiana y tenía un asiento ajustable y un apoyo para el codo. Fue patentado en Estados Unidos en 1819, pero suscitó poco interés.

Celífero

En 1839, un herrero escocés, Kirkpatrick Macmillan, añadió las palancas de conducción y los pedales a una máquina del tipo de la draisiana. Estas innovaciones permitieron al ciclista impulsar la máquina con los pies sin tocar el suelo. El mecanismo de impulsión consistía en pedales cortos fijados al cubo de la rueda de atrás y conectados por barras de palancas largas, que se encajaban al cuadro en la parte superior de la máquina. Las barras de conexión se unían a las palancas a casi un tercio de su longitud desde los pedales. La máquina era impulsada por el empuje de los pies hacia abajo y hacia adelante

La usó para realizar un viaje de ida y vuelta hasta Glasgow de 226 km, cubriendo un tramo de 65 km a una velocidad media de 13 km/h.

Bicicleta de Macmillan

En 1861 , Ernest Michaux decidió dotar de unos pedales a la rueda delantera de una vieja draisiana. Aunque el descubrimiento fue de suma importancia , tropezó con un grave problema que durante cierto tiempo resultó infranqueable ; no había forma de mantener el equilibrio con el movimiento a pedales . Ernest se dio cuenta de que la máquina de dos ruedas sería estable siempre que fuera a una velocidad suficiente ; el lento aprendizaje resulto efectivo .

Se reconoce a Michaux como el precursor directo de la bicicleta aunque se deben citar nombres como Philip Moritx o Galloux que construyeron bicicletas a pedales para uso particular . Hay referencias más antiguas halladas en jeroglíficos egipcios en los que se describe a un hombre montado sobre un aparato formado por dos ruedas unidas a un potro . El inventó de Michaux , la "Michaulina" se empezó a producir en serie atrayendo la atención de las clases populares.

Este modelo se hizo muy popular en Francia. El cuadro y las ruedas se fabricaban en madera. Los neumáticos eran de hierro y los pedales estaban colocados en el cubo de la rueda delantera o del conductor, que era un poco más alta que la rueda de atrás.

En Gran Bretaña esta máquina se conoció como el 'quebrantahuesos', a causa de sus vibraciones cuando circulaba sobre carreteras pedregosas o en calles adoquinadas.

En 1869, en Gran Bretaña se introdujeron neumáticos de goma maciza montados en el acero, y el vehículo fue el primero en ser patentado con el nombre moderno de bicicleta.

En 1873, James Starley, un inventor inglés, produjo la primera máquina con casi todas las características de la famosa bicicleta común o de rueda alta. La rueda delantera de la máquina de Starley era tres veces más grande que la de atrás.

El 7 de enero de 1887, el norteamericano Thomas Stevens realiza el primer viaje en bicicleta alrededor del mundo. Partió de San Francisco y regresó a la misma ciudad después de pedalear durante más de tres años.


Fuente:
Bicicletos

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