31 de enero de 2011

El sueño del celta (Mario Vargas Llosa)

"Roger Casement fue uno de los primeros europeos en denunciar los horrores del colonialismo. De sus viajes al Congo Belga y a la Amazonía sudamericana quedaron dos informes memorables que conmocionaron a la sociedad de su tiempo. Estos dos viajes y lo que allí vio cambiarían a Casement para siempre, haciéndole emprender otra travesía, en este caso intelectual y cívica, tanto o más devastadora. La que lo llevó a enfrentarse a una Inglaterra a la que admiraba y a militar activamente en la causa del nacionalismo irlandés.


También en la intimidad, Roger Casement fue un personaje múltiple: la publicación de fragmentos de unos diarios, de veracidad dudosa, en los últimos días de su vida, airearon unas escabrosas aventuras sexuales que le valieron el desprecio de muchos compatriotas".

Un minucioso estudio el que hace Vargas Llosa en esta novela, sobre la existencia de este diplomático que quedó profundamente marcado por los horrores que presenció en el Congo y en la Amazonía.

Información relacionada: Biografía de Roger Casement

30 de enero de 2011

Instrumentos de tortura: La flauta del alborotador

La flauta del alborotador era un instrumento de tortura hecho con forma de trompeta, trombón, flauta, dulce, oboe.... están fabricados en madera, bronce o hierro. Probablemente, son de origen holandés, y se asocian sobre todo a los siglos XVII y XVIII, aunque se conocen algunos ejemplos anteriores.

El collar de hierro se cerraba por detrás del cuello de la víctima, y sus dedos colocados como los de un músico bajo los cortes de la mordaza eran apretados a voluntad del verdugo pudiendo llegar al aplastamiento de carne, huesos y articulaciones.

Ésta tortura era, sobre todo, una forma de la picota de exposición a la vergüenza pública, con todas las consecuencias habituales, dolorosa y a veces fatales, que marcaban la suerte de los así expuestos. Se imponía para castigar delitos menores: conflictividad, blasfemia en primer grado, palabrería soez, alteración del orden público, etc.

En Italia, según referencias de archivos romanos, napolitanos, parmesanos y boloñeses, a menudo se aplicaba a los que montaban juerga y provocaban alboroto delante de la iglesia durante las misas. En la República Veneciana, se aplicaban flautas pesadas de hierro a quienes abusaban de la denuncia anónima contra otros, "empujados por la malicia, enojo o envidia".

Fuente:
http://www.misteriosdelmal.com/2009/08/herramientas-y-metodos-de-tortura-v.html

29 de enero de 2011

El chacal en el Antiguo Egipto

Anubis
Entre las imágenes egipcias de la muerte destaca un animal parecido al perro, denominado Anubis. El término "chacal" es una traducción moderna, pero las imágenes egipcias fundían los rasgos característicos de los chacales, los perros y los zorros. Todos ellos merodeaban por las márgenes del desierto, solían ser nocturnos y en el pasado debieron de hallar morada en las necrópolis desérticas. Además, los chacales emiten un aullido sobrenatural.

Anubis era una figura central en la vida del "Más Allá" de los egipcios. Ayudaba a Osiris en la Sala del Juicio a la que eran conducidos los muertos. Presidía el proceso de momificación, y por ello se le llamaba también "El del lugar del embalsamamiento". Como estatua canina yacente, a veces pintada de negro, guardaba las tumbas.

Upuaut
Los egipcios estaban impresionados por las habilidades de orientación de los chacales para encontrar rutas en el desierto. En la mitología, un grupo de cuatro chacales remolcaba la barca celestial del dios Sol. La ciudad de Asiut era el centro de culto de otro dios canino llamado Upuaut, cuyo nombre significa "Abridor de caminos". En la fiesta más importante de Abido se realizaba una procesión a través del desierto desde el templo a la tumba de Osiris, encabezada por una imagen de Upuaut para "abrir el camino". La gente colocaba pequeñas piedras conmemorativas en el desierto adyacente, algunas de ellas con breves oraciones inscritas e incluso pequeñas ventanas, que expresaban el deseo de ver a Upuaut y su procesión.


Fuente: 100 jeroglíficos: introducción al mundo del antiguo Egipto - Barry J. Kemp

28 de enero de 2011

La guerra de los boers

El término bóer -voz holandesa que significa colono- se aplicó a los primeros colonizadores de las Provincias Unidas que se fueron estableciendo en el cabo de Buena Esperanza a partir de 1662, y a sus descendientes afincados en Orange y Transvaal durante el siglo XIX. Los primeros colonizadores tuvieron que enfrentarse al acoso de la Compañía de Comercio holandesa que, favorecida por el Estado y sostenida por el capital de la burguesía comercial, los trataba como a subordinados inferiores, y a la hostilidad de las poblaciones hotentotas y bosquimanas, que, expulsadas por los bóers de sus fértiles tierras, intentaron recuperarlas una y otra vez. Con el tiempo, la población bóer fue aumentando, así como sus rebaños, lo que originó su desplazamiento hacia el norte y el este y nuevos enfrentamientos con los nativos y con la propia Administración holandesa.

Pero fue la llegada de colonos ingleses lo que motivó grandes desplazamientos de boers y dio origen al conflicto. En 1805 los ingleses ocuparon Ciudad del Cabo y, diez años después, el Congreso de Viena les entregó este territorio. A partir de entonces, los boers vivieron bajo administración inglesa, lo que provocó agitaciones y problemas.

Los boers se desplazaron hacia el interior del continente cruzando los ríos Vaal y Orange. Fueron más de 10.000 familias las que efectuaron la "gran Trek" (emigración), en 1837. Como consecuencia de ello, los emigrantes crearon las repúblicas de Transvaal y Orange. Sin embargo, el expansionismo inglés, siguió avanzando y tomó el control de la ciudad de Natal. Entre 1852 y 1854, los ingleses admitieron la existencia de las dos repúblicas, interrumpiendo su agresiva penetración hacia los territorios del interior, hasta que se descubrieron riquezas diamantíferas en sus tierras.

Familia bóer
En 1877, la Gran Bretaña proclamó su soberanía sobre Transvaal, lo que provocó la resistencia de los colonos boers. Después de algunos combates adversos a los ingleses, terminaba la primera guerra boer con un nuevo reconocimiento de la independencia y soberanía de ambas repúblicas. Sin embargo, Inglaterra no cejará en su intento de ocupar aquellos territorios.

En 1884, cuando se descubrió oro en Transvaal, el imperio británico fomentó la entrada de aventureros sin escrúpulos que provocaron desórdenes en las repúblicas boers. La situación de tensión llegó a tal extremo que, en 1899, el Presidente de Transvaal, Paul Kruger, para mantener a raya las pretensiones inglesas, puso medidas restrictivas para la concesión de los permisos de explotación a los ingleses. La tensión aumentó a tal nivel, que la guerra no tardó en desencadenarse.
Los boers invadieron las colonias británicas de El Cabo y Natal, poniendo cerco a Ladysmith, Mafeking y Kimberley, donde derrotaron a una fuerza expedicionaria inglesa. Al mismo tiempo un pequeño ejército boer penetraba en la provincia de El Cabo derrotando a los ingleses en Stomberg.
Conmocionados por las derrotas, los ingleses comenzaron a acumular tropas y cañones. Para oponérseles, los boers apenas tenían artillería y estaban escasos de municiones. En tres frentes los ingleses iniciaron la ofensiva, sólo para sufrir una nueva derrota en Spionkob. Pero, en febrero de 1900, lograron su primera victoria en Paardeberg y ocuparon Orange. En junio de 1900 invadían Transvaal y derrotaban a los boers en Diamond Hill y Belfast.
Tras la ocupación de Orange y Transvaal los británicos ven la guerra ganada. Los bóers inician entonces una guerra de guerrillas a la que los británicos responden con expediciones contra las familias bóers. Queman las granjas y los campos, destruyen las cosechas e internan a las mujeres y a los niños. En 1902, 100.000 mujeres y niños bóers se hallan en campos de prisioneros, 30.000 hombres son prisioneros de guerra y han muerto 6.000 bóers y 22.000 británicos. En 1902 se reúne una asamblea de las repúblicas para establecer las condiciones de paz. Con 56 votos a favor y 4 en contra deciden el fin de la guerra. Renuncian a su independencia y reconocen el dominio de Gran Bretaña.
La de los boers presenta el triste antecedente de haber sido la primera guerra en que se utilizaron masivamente los campos de concentración para la población civil.

Campo de concentración para boers

Fuentes:
- Tripod.com
- mgar.net

27 de enero de 2011

El reino de Mitanni

Este reino, el primero en surgir en el Próximo Oriente y que fue el principal adversario de la XVIII Dinastía egipcia por el control de Siria, estaba compuesto mayoritariamente por población de origen hurrita, siendo conocido por sus contemporáneos como Naharina en las fuentes egipcias, Hanigalbat en las asirias y el País de los Hurritas en Hatti.

La presencia de población hurrita en la Alta Mesopotamia se conoce desde el III milenio a.C., apareciendo en los textos de la Baja Mesopotamia en relación con Subartu, término con el que se hacía referencia al norte. Las excavaciones de Urkesh, en Siria oriental, han confirmado la presencia de población hurrita, de un reino ya en el III milenio a.C. que desarrolló un modelo urbano alternativo al de la Baja Mesopotamia, basado más en aspectos étnicos. Un reino que estaba gobernado por reyes que tenían el título de endan, y que parecen haber establecido una alianza con los reyes acadios conservando así su independencia.

Pero lo verdaderamente importante es que ya en el III milenio a.C. existía una organización política hurrita, con sus dioses y cultura material, que posiblemente siguió recibiendo aportaciones externas con el paso del tiempo.

En tiempos de la III Dinastía de Ur, ya se menciona la captura de prisioneros hurritas en el transcurso de una de sus campañas militares, una población que las fuentes asocian con ciudades y reinos que son considerados como una amenaza potencial, no por su poder o número sino por su participación en las incursiones que realizaban otros grupos de población.

Con el final de Ur y la posterior fragmentación política, encontramos menciones a hurritas en las tablillas de las colonias asirias y en el archivo de Mari, siempre en relación con pequeños reinos del norte de Siria. Son unas referencias escasas pero que confirman la existencia de grupos de población hurrita en la primera mitad del III milenio a.C., e incluso antes.

Durante mucho tiempo se pensó que los hurritas formaban parte de un movimiento migratorio que llegó al mundo mesopotámico coincidiendo con el final del Bronce Medio. Una población que se definió como guerrera al asociarla con la introducción del carro de combate de dos ruedas, un arma que les dotaría de una superioridad militar. Igualmente, los hiksos que dominaron Egipto durante el II Período Intermedio se relacionaron con los hurritas, lo que explicaría que cuando Egipto inició una expansión por Siria-Palestina su principal enemigo fuera Mitanni, un reino hurrita.

Los orígenes de Mitanni son oscuros pero deben relacionarse con los acontecimientos que tuvieron lugar a finales del Bronce Medio. El rey hitita Hattusili I tuvo que retornar apresuradamente de una campaña en Anatolia para contener una incursión hurrita que llegó a amenazar al corazón del reino, lo que revela la existencia de unos grupos que ya por entonces tenían una capacidad de organización y militar. Su sucesor, Mursili I, conquistó Babilonia, pero los problemas internos de la corte hitita impidieron que el dominio sobre el norte de Siria se prolongara en el tiempo, situación que fue aprovechada por la población hurrita. La misma tenía ya una organización política, ya que los textos hititas mencionan a un rey de las gentes de Hurri.

Es así como surge el reino de Mitanni, que por primera vez aglutinará a la población hurrita que había vivido en la región desde finales del III milenio, siendo esta también la razón por la que en ocasiones al rey de Mitanni se le ha considerado como un líder militar que dirigía los ejércitos del resto de señores.


Fuente:
Historia antigua de Egipto y del Próximo Oriente – Antonio Pérez Largacha

26 de enero de 2011

¿Porqué los piratas llevaban pendientes?

Durante el apogeo de las grandes aventuras por mar, en los siglos XVIII y XIX, los navegantes animados por el comercio con países exóticos y remotos alcanzaron casi todos los lugares del mundo en sus distintas embarcaciones de vela.

Muchos de estos viajes entrañaban serias dificultades y peligros, especialmente las rutas que pasaban obligatoriamente por el cabo de Hornos, conocido en aquella época como el cabo de las Tormentas, que está situado en el extremo meridional de América del Sur, en la isla de Hornos,. Drake, en 1578, fue el primero en doblarlo.

Escollos, bajíos, vientos huracanados, lluvias y nieve durante casi todo el año, y una espesa bruma cuando las tempestades calmaban, convertían el cabo de Hornos en un lugar impracticable, incluso para los más experimentados navegantes. Los naufragios estaban a la orden del día. De esta forma se convirtió en signo de suerte y valor entre la marinería haber logrado cruzar con vida aquel infierno. Orgullosos de ello, y para que la hazaña quedara reflejada de por vida, los marineros comerciantes, piratas y corsarios se colgaban de una de sus orejas un pendiente en forma de aro, preferiblemente de oro.

A este distintivo se podían unir otros dos, que simbolizaban el paso por el cabo de Buena Esperanza, al sur de África, y el de York, en Oceanía. Sin embargo, ninguno de estos dos pendientes se podía igualar con el del cabo de Hornos. La costumbre, que se extendió con rapidez como símbolo de valor y temeridad, fue también adoptada por los piratas que asolaras las costas del Caribe durante el siglo pasado. Estos sólo tenían que enseñar la oreja para acobardar a sus víctimas.

Fuente:
http://autorneto.com/recreacion/curiosidades/por-que-los-piratas-llevaban-pendientes

25 de enero de 2011

Las impresiones maternas a lo largo de la historia

Desde tiempos inmemoriales ha existido la creencia de que el aspecto de un recién nacido o incluso algunas malformaciones congénitas, tenían su origen en las cosas que miraba o pensaba la madre durante el embarazo. A esto se le llamó “impresiones maternas”.

Algunos autores cuentan el relato de una dama de alta alcurnia de la antigua Grecia que fue acusada de adulterio. La prueba para su enjuiciamiento parecía irrefutable. Ella era blanca, al igual que su esposo, y había dado a luz a un niño de piel oscura. Cuando la infeliz mujer iba a ser sentenciada, Hipócrates apareció ante los jueces por iniciativa propia. El sabio señaló que ella tenía en su habitación el retrato de un moro y que el niño tenía un parecido fatal con el hombre retratado en la pintura. Debido a que la dama había pasado mucho tiempo en su cámara mirando ese retrato con frecuencia durante su embarazo, recibió una “impresión materna” que alteró la forma y el color de la piel del hijo por nacer. Dada la gran reputación de que gozaba Hipócrates, ninguno de los presentes osó insinuar siquiera que la inclinación de la dama por los caballeros de piel morena debió ir más lejos que la simple contemplación de un retrato. Los jurados fueron convencidos y la dama exculpada.

La creencia en las impresiones maternas se remonta a la India y la China antiguas, así como al folclore temprano de los pueblos africano y asiático, a los antiguos japoneses y a los esquimales. Su antigüedad parece ser la misma que la del género humano.

Mujer gato. Grabado alemán de 1679
Al parecer, los antiguos griegos y romanos creyeron firmemente en las impresiones maternas. Se dice del feo tirano Dioniso de Siracusa que cuando su reina estaba embarazada le ordenó que lo mirara lo menos posible, y que contemplara con fijeza un retrato del héroe Jasón, que fue colgado en la cámara de ella con la esperanza de que el hijo se asemejara al apuesto guerrero. Empédocles creía que los rasgos de los niños recién nacidos a menudo se parecían a las estatuas preferidas por sus madres, y las leyes de Licurgo exigían que las mujeres espartanas contemplaran las estatuas de héroes como Cástor y Pólux durante su embarazo, de suerte que las generaciones futuras pudieran ir ganando en fuerza y valor. En la república ideal de Platón todos los individuos deformes debían ser escondidos para evitar que las mujeres embarazadas imaginativas tuvieran hijos como ellos. El famoso Avicena contó la historia de una gallina que estaba echada sobre sus huevos cuando fue gravemente asustada por un halcón. El temor de la gallina penetró el cascarón de los huevos, siendo causa de que los pollitos nacieran con cabeza de halcón.

Uno de los ejemplos más famosos de impresión materna ocurrió en la Roma del siglo XIII. Durante el primer año del pontificado del papa Martín IV, una mujer perteneciente a la noble familia de Orsini dio a luz a un niño con la piel y las garras de un oso. Los hombres de conocimientos atribuyeron este nacimiento a la pintura de un oso que tuvo en su cámara. Cuando le explicaron al papa esta causa ordenó, con cierta irracionalidad, que todas las pinturas y estatuas de osos que hubiera en Roma fuesen destruidas. Algunos teólogos creían que el pontífice había dejado en libertad a aquella mujer con demasiada facilidad, y recomendaron que se preguntara a todos los cuidadores de osos de Roma si uno de sus animales se había escapado nueve meses antes, y que la mujer fuera torturada para sacarle la confesión de su afición poco común por los osos.

Niño rana, niño oso y niño pato, tres ejemplos de impresiones maternas.
 Ilustración de la obra Monstrorum historia (1642)
Durante el Renacimiento la teoría de la impresión materna fue debatida extensamente, y filósofos y médicos convinieron en que era posible. Martín Lutero escribió que debería considerarse como uno de los principios más ciertos de la medicina. Se creía que si la mujer embarazaba ansiaba algún objeto y simultáneamente tocaba alguna parte de su cuerpo, el niño tendría una marca de nacimiento en la parte correspondiente, una especie de “tatuaje físico” del objeto en cuestión.

Durante los primeros años del siglo XVII muchos científicos rechazaron las viejas ideas de que el nacimiento de niños monstruosos se debía a la cópula de la madre con un demonio o un animal. Sin duda era una bendición para las infortunadas madres de hijos contrahechos, que antes tuvieron que sufrir terribles interrogatorios e incluso torturas de los inquisidores que sospechaban que habían establecido alguna alianza con Satanás.

En 1608 se publicó el primer libro dedicado a las impresiones maternas, De viribus imaginationibus tractatus, escrito por Fieno. Uno de sus ejemplos describe a una mujer de Nápoles que se asusta mucho por algunos monstruos marinos y más tarde da a luz un hijo que tiene el cuerpo lleno de escamas como un pez. Se decía que este niño comía solamente pescado y también olía a pescado.

Otro caso sonado fue el de Madeleine d'Auvermont, noble dama francesa que en 1637 dio a luz un niño saludable mientras su marido llevaba cuatro años en el extranjero. Fue acusada de adulterio y su defensa fue que había pensado tanto en su esposo y había soñado tanto con él, que el hijo fue concebido por la fuerza de la imaginación. Después de consultar a expertos médicos y teólogos el veredicto fue que el hijo debía considerarse legítimo.

Durante el siglo XIX se formó un cuerpo cada vez mayor de argumentos científicos contra la vieja y persistente falacia. En 1860 ya estaba claro para fisiólogos y embriólogos que la idea carecía totalmente de fundamento. En el siglo XX aún hubo constancia de algunas madres que creían firmemente haber sufrido algún tipo de impresión materna, normalmente se trataba de mujeres con algún problema mental.


Fuente:
Gabinete de curiosidades médicas – Jan Bondeson

24 de enero de 2011

La Linterna de Lisícrates


La Linterna de Lisícrates , en Atenas, fue levantada en el 334 a.C. por el arquitecto homónimo, como homenaje al ganador de un prestigioso concurso teatral. El trípode se erige sobre una base arquitectónica que destaca por su riqueza decorativa y en la que podemos observar capiteles corintios, orden que normalmente se reserva para el interior de los templos. Su construcción se explica por la costumbre de sufragar la actuación de un coro en los certámenes de canto que se celebraban al compás de los Juegos Olímpicos. Al maestro del coro ganador se le concedía un trípode y su patrocinador levantaba un pequeño templo. La Linterna se levanta para festejar a un maestro de coro que mereció tal galardón en Olimpia. Pero al tiempo Lisícrates crea una planta igual desde todos los puntos del edificio que permite al espectador girar en su torno. Con esto prescinde de la frontalidad inherente al punto de vista favorable al hacer que la totalidad de los frentes posea un único punto de vista.

Bajo el techo hay un friso y un relieve que representa a Dionisos castigando a los piratas que le han atacado.



Fuentes:
- Arte e historia de Grecia y monte Atos – Casa Editrice Bonechi
- Historia y Genealogía

23 de enero de 2011

La colonización de África

En la segunda mitad del siglo XIX, exploradores y misioneros europeos recorrieron África con el fin de llevar la cultura europea al continente. A partir de 1870 Gran Bretaña y Francia se lanzaron a la conquista.

El objetivo de Gran Bretaña era dominar la fachada oriental del continente africano, obteniendo en su empeño algunos de los mejores territorios, zonas ricas en productos minerales como oro o diamantes.

Francia, por su parte, dominó la zona norte (Marruecos, Túnez y Argelia) y extendió sus dominios hacia Sudán, donde acabó enfrentándose a los británicos.

A esto se sumó la acción del rey de Bélgica Leopoldo II, que inició la exploración de la zona del Congo. También Alemania se instaló en África central.


En 1885, el canciller alemán Bismarck convocó una Conferencia Internacional a la que asistieron 14 países europeos. En la Conferencia se elaboró un acta que estipulaba algunas condiciones para la expansión colonial en África: se garantizaba la libre circulación por los ríos Níger y Congo, y se establecían principios para ocupar los territorios africanos.

En años posteriores otros Estados europeos penetraron en África. A los franceses e ingleses se añadieron los intereses de los alemanes, establecidos en el África negra, y de los portugueses, que ocuparon Angola, Mozambique y Guinea-Bissau. Italia y España también pugnaron por conseguir pequeños territorios. El choque entre intereses se hizo inevitable, y pronto empezaron los enfrentamientos entre diferentes países.


Fuente:
Historia del mundo contemporáneo

22 de enero de 2011

Historia del microscopio

No se sabe a ciencia cierta cuando descubrió el hombre, por primera vez, que un objeto observado a través de un cristal de forma lenticular apareciera agrandado. Existen a este respecto testimonios antiquísimos, pero muy vagos. La historia del microscopio se inicio en el siglo XVI, con Benedetto Rucellai, quien escribe en uno de sus pequeños poemas las observaciones realizadas sobre abejas seccionadas con la ayuda de un espejo cóncavo.

El mundo microscópico permaneció oculto para el ser humano hasta la invención de un instrumento óptico realizado por Juan y Zacarías Jansen en 1590, lo que abrió las puertas a un mundo desconocido. Los hermanos Jansen descubrieron que al colocar dos lentes separados y mirar a través de ellos, los objetos observados aumentaban de tamaño. Sin embargo, las primeras publicaciones importantes en el campo de la microscopía aparecen en 1660 y 1665, cuando Marcello Malpighi prueba la teoría de William Harvey sobre la circulación sanguínea al observar al microscopio los capilares sanguíneos y Robert Hooke publica su obra Micrographia.

Mas tarde el holandés Anton van Leeuwenhoek inventó un antepasado del microscopio (foto de la izquierda), al realizar las primeras observaciones de microorganismos en el agua de lluvia, sarro de dientes, sangre, semen, excrementos, etc., describiendo unos pequeños animales de gran diversidad. Leeuwenhoek, sin ninguna preparación científica, puede considerarse el fundador de la bacteriología. Tallaba él mismo sus lupas sobre pequeñas esferas de cristal, cuyos diámetros no alcanzaban el milímetro. Con estas pequeñas distancias focales alcanzaba los 275 aumentos. Observó los glóbulos de la sangre, las bacterias y los protozoos; examinó por primera vez los glóbulos rojos y descubrió que el semen contiene espermatozoides. Durante su vida no reveló sus métodos secretos y a su muerte, en 1723, 26 de sus aparatos fueron cedidos a la Royal Society de Londres.

Durante el siglo XVIII continuó el progreso y se lograron objetivos acromáticos por asociación devidrios flint y crown, obtenidos en 1740 por H. M. Hall y mejorados por John Dollond. De esta época son los estudios efectuados por Isaac Newton y Leonhard Euler.

Durante el siglo XIX el microscopio tuvo diversos adelantos mecánicos que aumentaron su estabilidad y su facilidad de uso, aunque no se desarrollaron por el momento mejoras ópticas. Las mejoras más importantes de la óptica surgieron en 1877, cuando Ernst Abbe publicó su teoría del microscopio y, por encargo de Carl Zeiss, mejoró la microscopía de inmersión sustituyendo el agua por aceite de cedro, lo que permite obtener aumentos de 2000.

A principios de los años 1930 se había alcanzado el límite teórico para los microscopios ópticos, no consiguiendo éstos aumentos superiores a 500X o 1000X. Sin embargo, existía un deseo científico de observar los detalles de estructuras celulares (núcleo, mitocondria, etc.).

El microscopio electrónico de transmisión (TEM) fue el primer tipo de microscopio electrónico desarrollado. Utiliza un haz de electrones en lugar de luz para enfocar la muestra consiguiendo aumentos de 100.000X. Fue desarrollado por Max Knoll y Ernst Ruska en Alemania en 1931. Posteriormente, en 1942 se desarrolla el microscopio electrónico de barrido (SEM).

Fuentes:
http://www.abcpedia.com/cienciaytecnologia/microscopio.html
http://www.3djuegos.com/foros/tema/2094644/0/inventos-curiosos-y-su-historia/

21 de enero de 2011

La patata, invento del diablo

Mala prensa tenían entre los botánicos del siglo XVI las solanáceas, que abarcan una amplísima variedad de vegetales que van desde un tubérculo como la patata hasta una fruta como el tomate.

La llegada desde América de tales parientes lejanos de la belladona, que puede ser letal, inclinó a los europeos a rechazarlos.

En el caso de la patata se sumó la apariencia poco agradable de ese tubérculo que crecía bajo tierra.

A la condición demoníaca que se atribuyó a la patata se sumó la patraña de que eran transmisoras de toda clase de enfermedades. Hacia 1640 las patatas eran consideradas una comida maldita en buena parte de Europa. Los escoceses se negaron a comerlas porque no se las mencionaba en la Biblia.

Sólo en el siglo XVIII la gastronomía europea dio su aprobación a la patata.

En Francia el caso de la patata fue muy especial. Parmentier aprovechó la invitación de visitar Versalles para intentar convencer a Luis XVI de que la hambruna que asolaba al país podía superarse cultivando patatas. Obtuvo un beso de María Antonieta, quien prendió un ramillete de flores de esta planta, que portaba el buen boticario Parmentier, en su real pecho, pero la patata sólo se empezó a cultivar después de la Revolución.


Fuente:
Historias curiosas de la gastronomía - Lilian Goligorsky

20 de enero de 2011

Prohibidos los calzoncillos blancos

En el primer año de la II Guerra Mundial, los soldados británicos tuvieron que enfrentarse, además de a los alemanes, a la inexperiencia propia de los inicios de un conflicto de estas características. El diseño de los uniformes respondía a las necesidades del camuflaje, pero las autoridades militares olvidaron un pequeño detalle.

Mientras que la ropa militar era de color caqui, las prendas interiores y los pañuelos conservaban las características de la vestimenta civil, es decir que lucían un impoluto color blanco. Mientras permaneciesen en el cuartel no existía ningún problema, pero en el campo de batalla era muy diferente. Cuando un grupo de soldados británicos ocultos en un bosque decidían poner su ropa a secar, el color blanco de sus calzoncillos y camisetas lograba alertar de inmediato a un observador enemigo atento.

Después de sufrir algunas experiencias desagradables, los soldados pidieron que su ropa interior también fuera del mismo color que el uniforme, una petición que fue aceptada. Las autoridades pusieron un gran cuidado en proteger a sus tropas, por lo que se decidió también ¡que el papel higiénico fuera de color caqui! Se llegó incluso al extremo de confeccionar los paños para limpiar las gaitas de los regimientos escoceses en ese mismo color.

Aunque la mayoría de ejércitos adoptaron este tipo de medidas, hubo un Cuerpo que tenía el curioso privilegio de mantener el color blanco en sus prendas interiores. Se trataba de los marines norteamericanos.

Aunque se desconoce si algún observador japonés localizó algún grupo de marines por esta razón, la realidad es que un grupo de ellos salvó la vida en la isla de Guadalcanal en noviembre de 1942 gracias al color blanco de sus camisetas. Estando rodeados por tropas niponas, y sin posibilidad de llegar a la zona controlada por los norteamericanos, dibujaron un enorme HELP (socorro) en un claro de la jungla, formando las letras con sus camisetas extendidas.

Esta llamada de auxilio fue vista desde un avión que sobrevolaba la zona, lo que permitió enviar las tropas necesarias para rescatarlos. En este caso, sí que importó lucir la ropa interior luminosamente blanca.


Fuente:
Mundo Historia

19 de enero de 2011

Gerónimo, el apache

Corría el año 1829 cuando en el seno de los apaches bedonkohe y en un territorio situado ahora en el estado de Arizona vino al mundo un niño que recibió el nombre de Gojlaye. En aquella época los apaches bedonkohe -al igual que sus parientes apaches chokonen, chihenne y nedni- eran ya una población prácticamente sedentaria que se dedicaba a cultivos como las judías, el maíz y las cucurbitáceas. Eventualmente, realizaban incursiones de robo -apachu significa enemigo en lengua zuñi y de ahí deriva el nombre que les pusieron los españoles- pero, en términos generales, sus relaciones con los mexicanos eran pacíficas.

A los diecisiete años, Gojlaye entró en el consejo de guerra de su tribu siendo jefe el famoso caudillo apache Mangas Colorado. Nada más convertirse en guerrero, Gojlaye podía aspirar a contraer matrimonio y, efectivamente, tras abonar al padre de una tal Alope un elevado precio en caballos, pudo tomarla por esposa. De este matrimonio nacerían en los años siguientes tres hijos. En 1858, Gojlaye, junto a otros apaches, viajó a Sonora para comerciar con los tenderos locales. Durante su ausencia, los soldados mexicanos atacaron la tribu a la que pertenecía y asesinaron a hombres, mujeres y niños sin exceptuar a Alope y a sus tres hijos. De toda la tribu, sólo sobrevivieron ochenta guerreros y con ellos y la ayuda de otros grupos apaches, Gojlaye se desplazó a México para vengarse.

En la batalla de Kaskiyeh, los apaches ocasionaron una terrible derrota a los mexicanos dándose por satisfechos. La única excepción al respecto fue la de Gojlaye al que sus enemigos ya habían bautizado con el nombre de Gerónimo por haber sido en la festividad de este santo cuando había tenido lugar el cruento choque. En el verano de 1860, Gerónimo con veinticinco seguidores comenzó una serie de incursiones letales en el territorio de México. En apariencia, su actitud constituía un disparate vengativo que amenazaba la paz y la existencia de los apaches.

Sin embargo, en 1861 el ejército de Estados Unidos comenzó una guerra no provocada contra la misma tribu con la intención de acabar con ella y la venganza personal de Gerónimo se vio sumergida en la corriente más amplia de la supervivencia de su pueblo. Durante diez años, las tropas norteamericanas perpetraron atrocidades sin cuento contra las poblaciones apaches, asesinaron a sus caudillos en encuentros en los que, supuestamente, se iban a tratar los términos de la paz futura e impusieron como condición para aquella la reclusión de los apaches en reservas.

En 1871, el jefe apache Cochise aceptó la rendición y los apaches fueron encerrados en cuatro reservas situadas en Nuevo México y Arizona. La paz, ciertamente inhumana para los indígenas, duró poco ya que en 1877 las autoridades americanas dieron la orden de llevar a los apaches a la reserva de San Carlos. Para completar el proceso, se envió además un mensaje a Gerónimo, que nunca se había rendido, para que acudiera a parlamentar. El piel roja lo hizo pero traicionando las garantías que le habían ofrecido, los soldados lo atraparon, lo cargaron de cadenas y lo encerraron en una prisión militar durante cuatro meses. De allí salió sólo para ser trasladado a San Carlos.

Pero sus tribulaciones a manos del gobierno de Estados Unidos apenas estaban comenzando. En 1881, ante los rumores insistentes de que iba a ser ahorcado, Gerónimo huyó de la reserva con unos setenta guerreros en dirección a México. Seis meses después regresó sólo para intentar convencer a los demás apaches de que lo siguieran. Lo consiguió pero en la huída, mientras hacía frente a las tropas norteamericanas para permitir que las mujeres y los niños se pusieran a salvo, fuerzas mexicanas atacaron su retaguardia y mataron prácticamente a todos los apaches que no eran guerreros.

Gerónimo, y otros tres jefes, logró escapar e inmediatamente intentó unirse a otros reductos de resistencia pero poco podía hacer aparte de sobrevivir a un acoso constante de dos ejércitos. En 1882, la reserva de San Carlos pasó a estar a las órdenes del general Crook que tenía una visión distinta del conflicto. Se entrevistó con Gerónimo y reconoció las injusticias de que habían sido objeto los apaches. Tras recibir nuevamente garantías de que serían tratados con humanidad al igual que el conjunto de los apaches, en febrero de 1884, Gerónimo y los suyos regresaron pacíficamente a la reserva.

Durante un año, la situación permaneció estable pero entonces la población blanca de Arizona inició una campaña de desprestigio dirigida contra Gerónimo y no fueron pocos los que exigieron su ejecución e incluso formaron partidas encaminadas a llevar a cabo ese fin. En mayo de 1885, Gerónimo decidió escapar hacia México una vez más. Lo consiguió pero el general Crook decidió que aquella acción no podía quedar impune y se adentró en su persecución por territorio mexicano. El apache, apenas seguido por una veintena de guerreros, combatió devolviendo golpe tras golpe durante años pero, como siempre, la suya era una lucha desesperada.

Finalmente, se vio cercado gracias a la utilización de guías apaches por parte del ejército de Estados Unidos ahora mandado por el general Miles. Tras su capitulación tanto los apaches que le habían seguido como los que le habían perseguido al servicio de la caballería fueron desarmados y trasladados en carros a Holbrook, Arizona, desde donde se les llevó en tren militar hasta Florida. A su paso por San Antonio, Texas, Gerónimo estuvo a punto de ser ahorcado por sus “crímenes” -de hecho, el mismo presidente de Estados Unidos, Grover Cleveland, era partidario de su ejecución- pero sólo pasó cuarenta días en la cárcel.

El clima de Florida resultó de efectos inmediatamente devastadores para los apaches. En mayo de 1887, tras más de dos años sin ver a sus familias, volvieron a ser deportados como trabajadores forzados esta vez a Mount Vernon, Alabama. En 1894, se les trasladó nuevamente, ahora a Fort Sill, Oklahoma. Gerónimo suplicó al general Miles que le permitiera regresar a su tierra pero sólo recibió como respuesta las carcajadas del veterano militar. Una vez más la palabra del gobierno de Estados Unidos había demostrado ser tan doble como la lengua bífida de algunos reptiles. Ni siquiera el hecho de que en 1903 Gerónimo se uniera a la iglesia reformada sirvió para mejorar su suerte.

Bien es cierto que en 1904 la Oficina de Asuntos indios lo llevó a la Feria mundial de San Luis donde el antiguo caudillo ganó algo de dinero vendiendo sus autógrafos. Sin embargo, jamás volvería a ver las tierras en las que había crecido y a las que las autoridades americanas habían prometido reintegrarle. El 17 de febrero de 1909, Gerónimo murió en Fort Sill en calidad todavía de prisionero de guerra. Había sido el último gran caudillo novocentista de la resistencia indígena contra Estados Unidos.


Fuente:
Artículo de César Vidal para el suplemento Ideas de Libertad Digital

18 de enero de 2011

Castillo de Sanfiro


El castillo de Sanfiro se encuentra en la localidad de Peñas de San Pedro, en la provincia de Albacete, sobre la alargada peña que domina la población.

Fue construido en el siglo XII, y reformado en los siglos XV, XVIII y XIX.

La localidad de Peñas de San Pedro fue reconquistada hacia 1216-1217, para ser recuperada más tarde por los musulmanes, tras un asalto por sorpresa al castillo. La reconquista definitiva tuvo lugar hacia 1242.

Tras ser ocupada la fortaleza en 1836 por Cabrera en la I Guerra Carlista y tras perder después su interés militar fue derruida en el año 1859.


El castillo de Sanfiro fue antiguamente considerado como una fortaleza inexpugnable. Esta fortaleza estaba amurallada y poseía buenos aljibes y almacenes, la muralla se situaba de abajo a arriba por el único punto accesible a la peña.

Actualmente se encuentra en estado de ruina consolidada.


Fuente:
www.castillosnet.org

17 de enero de 2011

El Cisma de Occidente

El Cisma de Occidente (1378-1429) fue sin duda uno de los sucesos más lamentables de la historia del cristianismo, una crisis religiosa que salpicó a todos los países católicos que tuvieron que posicionarse sobre el problema.

Urbano VI
Se produce cuando a la muerte en el año 1378 de Gregorio XI -que había trasladado a Roma la sede papal desde Aviñón-, los cardenales romanos eligieron como sucesor al italiano Urbano VI. Un colegio de cardenales disidentes se opusieron al candidato romano y proclamaron a Clemente VII (el cardenal Roberto de Ginebra) que instaló su sede de nuevo en Aviñón, lo que originó la división en el seno de la Iglesia. Los dos papas electos se excomulgaron el uno al otro y el Cisma quedó abierto.

Clemente VII
La oscuridad del problema estaba en que la clave de la legitimidad de uno u otro papa dependía de algo tan difícil de comprobar como la validez de la elección de Urbano VI. Se trataba, en suma, de dilucidar si la presión popular había influido en el ánimo de los cardenales hasta el extremo de privarles de libertad y hacer inválida, en consecuencia, la primera elección. Y todo dependía de una circunstancia imposible de establecer con certeza, como era la influencia que había tenido el miedo en el voto del Sacro Colegio. La confusión creada por el Cisma hizo que la cristiandad se escindiera y los reinos se adhiriesen a una u otra “obediencia”. Sucedió así hasta con los propios santos, y mientras Santa Catalina de Siena se mantuvo al lado de Urbano VI, San Vicente Ferrer militó en la “obediencia” al papa Clemente.

Benedicto XIII
El sucesor de Urbano VI, fue Bonifacio IX, quien ocupó el cargo entre los años 1389 y 1404, y el de éste, Gregorio XII (1406-1415). El de Clemente VII, fue Pedro de Luna, que tomó el nombre de Benedicto XIII. Un grupo de cardenales romanos y otros aviñoneses resolvieron entonces celebrar un concilio para poner fin al Cisma. El concilio, reunido en Pisa en 1409, declaró depuestos a los dos pontífices reinantes y eligió un nuevo papa, Alejandro V. Pero esta elección, lejos de poner remedio, no hizo más que aportar un nuevo elemento de confusión: los papas de Roma y Aviñón rehusaron abdicar, con lo que la cristiandad quedó dividida no ya en dos, sino en tres obediencias. Se había llegado a una situación límite, y ante ella tomó cuerpo la idea de que tan sólo un concilio universal sería capaz de resolver la crisis de la Iglesia. Esta idea encontró un entusiasta valedor en el recién elegido emperador alemán Segismundo, que consiguió convocar el concilio ecuménico de Constanza.

Martín V
Segismundo y Juan XXIII (sucesor de Alejandro V) protagonizaron una contienda que terminó con la huida del papa, que una vez capturado terminó en prisión el 29 de mayo de 1415.
Gregorio XII renunció y se depuso a Benedicto XIII el 26 de julio de 1417 acusado de hereje, el último de los tres papas que continuaba en el mando.
El desenlace definitivo se produjo el 11 de noviembre de 1417, cuando fue elegido como único papa Odo Colonna, a partir de entonces Martín V, quien se mantuvo como jefe supremo de la Iglesia hasta 1431.


Fuentes:
- Apodos reales: historia y leyenda de los motes regios – Javier Leralta
- Artehistoria
- La Guía 2000
- Historia breve del cristianismo – José Orlandis Rovira

Post relacionado: El Papa Luna

15 de enero de 2011

El armamento vikingo

Por lo general, los guerreros vikingos no utilizaban armaduras que por un lado resultaban demasiado caras para el nórdico medio y, por otro, miembros de una cultura que ponía gran énfasis en el coraje en el combate no valoraba demasiado este tipo de protecciones. Sin embargo, los vikingos con recursos o más precavidos podían llevar algunas formas de armadura. La más común y cómoda estaba hecha de pieles superpuestas. Un buen conjunto de pesadas pieles y cuero endurecido podía detener flechas e incluso tajos de dagas y, a la vez, servir contra el frío del norte.
Por otro lado, los vikingos de mejor posición económica podían llevar una byrnie o cota de malla hecha de anillos metálicos entrelazados. Mientras los soldados europeos las usaban desde los pies hasta la cabeza, los nórdicos la usaban como una camisa de manga corta.

Contrariamente a lo que se cree y divulgó en el cine, los vikingos no llevaban yelmos con cuernos. En realidad, aquellos que podían permitirse alguna protección metálica para la cabeza llevaban simples cascos con protección para los ojos y una banda metálica como protector nasal.

Los que portaban espadas y hachas llevaban por lo general escudos redondos hechos a partir de tablones de madera unidos por un borde metálico circular que iba remachado. Algunas veces, la parte frontal del escudo iba cubierta con cuero pesado como protección adicional. Otras veces los pintaban de vivos colores o con símbolos guerreros, especialmente de su familia. Un escudo redondo exigía el uso completo de uno de los brazos del guerrero, pues era muy pesado y algo inmanejable pero proporcionaba gran protección y un hombre habilidoso con el escudo era muy difícil de alcanzar. Además era relativamente barato, lo que hacía muy populares a los escudos entre los invasores vikingos de recursos limitados.

Entre los piratas vikingos la espada y el hacha eran las armas preferidas. A diferencia de los europeos, no prestaban atención al combate a caballo, por lo que las armas más importantes eran las utilizadas en la pelea cuerpo a cuerpo.
La daga de veinte a cincuenta centímetros de largo era una herramienta de trabajo y también un arma muy utilizada. Por su parte, las espadas eran sencillas y prácticas, con una hoja de doble filo, un pequeño travesaño y una empuñadura para usar con una mano. No estaban demasiado afiladas, pues se usaban para golpear las armaduras más que para cortar. Los herreros vikingos las forjaban con un procedimiento de diseño entrelazado con repetidas mezclas de hierro y acero.
La espada vikinga era un arma ligera de una mano usada para dar cortes y pegar tajos, casi siempre combinándose con saltos y esquives rápidos.

Los vikingos, admiradores de la fuerza, eran muy propensos al uso del hacha que servía como una útil herramienta de trabajo y como una temible y eficaz arma en la batalla. Acompañando al escudo y manejada con una sola mano, estaba fabricada con hierro, a veces con una delgada franja de acero en el filo. Su mango de más de un metro de largo permitía ejercer una gran fuerza en los golpes y fue aumentando de tamaño, peso y efectividad a lo largo de la historia. El hacha de batalla escandinava tenía un saliente al final de la hoja que era muy útil en el combate naval y servía como gancho para clavarla y trepar a las naves enemigas. Este particular saliente dio origen a la llamada "hacha de abordaje".
Las hachas arrojadizas no eran muy frecuentes debido a su costo y a la dificultad que entrañaba manejarlas con efectividad. Eran muy peligrosas y espectaculares, pero requerían de una gran fuerza y habilidad para ser lanzadas correctamente.
Por el contrario, la lanza era un arma muy habitual entre los nórdicos y tenía un gran valor en el combate naval. Usadas para la caza y la pesca tanto como para la batalla, eran básicamente armas arrojadizas o para clavarse en distancias cortas.

Otra arma muy común entre los vikingos era el poderoso martillo, debido a que requería un escaso mantenimiento y se podía fabricar a bajo costo. Al igual que el hacha, el martillo de guerra tenía una única cabeza golpeadora colocada sobre un mango de sesenta a noventa centímetros de longitud. Los nórdicos lo apreciaban por su contundencia a la hora de pulverizar los huesos de los oponentes, por mucha armadura que llevaran encima.

Los vikingos utilizaban el típico arco de caza aunque era una habilidad de combate secundaria pues, al no establecer formaciones, eran raros los grupos organizados de arqueros. Su uso estaba más extendido en el combate naval para atacar a un velero que se aproximara.


Fuente:
Breve historia de los piratas - Silvia Miguens

14 de enero de 2011

La curiosa historia del sudoku

El sudoku es un juego representado por una cuadrícula de 9 x 9 casillas (habitualmente) en las que hay que colocar los números del 1 al 9, sin repetirlos por filas y columnas, y de forma que sumados en cualquier dirección dé siempre el mismo número.

Lejos de ser un juego actual, el sudoku tiene sus orígenes en los cuadrados mágicos, muy utilizados en civilizaciones antiguas como la china, egipcia o la árabe; un juego al que se le atribuían propiedades mágicas que eran además usadas en la Astrología y el Esoterismo.

El primero de aquellos cuadrados mágicos del que se tiene referencia procedía de China y data del año 2200 a.C. Su nombre era Lo Shu. Cuenta la leyenda que el emperador chino vio salir a una gran tortuga del río Amarillo. En su caparazón tenía pintados extraños símbolos que resultaron ser los números del 1 al 9 colocados en forma de cuadrado. Lo sorprendente resultó ser que al sumarlos, tanto horizontal como verticalmente, el resultado de la suma era siempre el mismo.

No obstante, el primero del que se tiene constancia oficialmente, aparece en un grabado de Durero, “Melancolía I”, aunque hay otro ejemplo curioso que pocos conocen en la Sagrada Familia de Barcelona. En ella, en la fachada de la Pasión, hay inmortalizado otro de esos cuadrados mágicos.

El sudoku, conocido así, con las bases del actual juego, nació en el año 1783, y fue Euler el que propuso el problema. Su evolución fue constante aunque estuvo perdido en el anonimato hasta que Wayne Gould inventó un programa informático capaz de fabricarlos automáticamente. Entusiasmado con la idea, se propuso comerciarlo, dirigiéndose al periódico The Times, quien publicó uno de ellos. Tras aquella primera edición en un periódico de tirada mundial, el éxito del sudoku quedó asegurado.


Fuente:
http://kassioblog.blogspot.com/2009/02/la-curiosa-historia-del-sudoku.html

13 de enero de 2011

Descubren la bodega más antigua del mundo


Un equipo de arquólogos ha descubierto en una cueva de Armenia la unidad completa de producción de vino más antigua del mundo. Los restos tienen 6.100 años y prueban que ya en la edad de cobre se realizaba el proceso de elaboración de vino. Hasta ahora, los vestigios más antiguos tenían 5.150 años y se encontraron a finales de los años 80 en la tumba del rey egipcio Escorpión I.

La cueva en la que se ha hallado esta bodega prehistórica está en una profunda garganta situada en la provincia armenia de Vayotz Dzor, fronteriza con Irán y Turquía. Se da la circunstancia, que en el mismo lugar, el pasado junio, se halló un mocasín en perfecto estado de conservación el zapato más antiguo conocido hasta ahora, de 5.500 años.

El responsable de las excavaciones y director adjunto del Instituto de Arqueología Cotsen de la Universidad de California, Gregory Areshian, se ha felicitado por el descubrimiento porque "por primera vez tenemos una imagen arqueológica completa del proceso de elaboración del vino". Los restos estaban rodeados de decenas de tumbas, hecho que hace pensar a los investigadores que el vino podría haber tenido un papel ceremonial.

Entre los restos hay pepitas de uva, restos de uva prensada y ramas de viña, además de un recipiente de arcilla utilizado aparentemente para la fermentación con capacidad para entre 52 y 54 litros. También se ha encontrado un barreño de arcilla de un metro por un metro y de 15 centímetros de profundidad que serviría para depositar el zumo de la uva. Los granos de uva hallados en el lugar son de la especie Vitus vinifera, variedad de viña que todavía se cultiva.


Fuente:
El Periódico

12 de enero de 2011

Paseando por la Historia cumple dos años


Hoy estamos de celebración, y es que este blog lleva ya dos años en marcha. 

Gracias a todos por estar ahí

Riña de gatos (Eduardo Mendoza)

Un inglés llamado Anthony Whitelands llega a bordo de un tren al Madrid convulso de la primavera de 1936.
Deberá autenticar un cuadro desconocido, perteneciente a un amigo de José Antonio Primo de Rivera, cuyo valor económico puede resultar determinante para favorecer un cambio político crucial en la Historia de España.
Turbulentos amores con mujeres de distintas clases sociales distraen al crítico de arte sin darle tiempo a calibrar cómo se van multiplicando sus perseguidores: policías, diplomáticos, políticos y espías, en una atmósfera de conspiración y algarada.


Excelente retrato de la España de 1936, poco antes de iniciarse la Guerra Civil, con el sutil toque de humor del que suele dotar Eduardo Mendoza a sus obras. Yo lo recomendaría a todo tipo de lectores, ya que no es una novela estrictamente histórica.

Web del autor

11 de enero de 2011

Arrancan las excavaciones en dos tumbas egipcias de la antigua Tebas

En 2011, el equipo dirigido por el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) José Manuel Galán vuelve a Egipto para proseguir los trabajos de excavación del Proyecto Djehuty en la necrópolis de Dra Abu el-Naga, en la orilla occidental de Luxor. Durante esta campaña en la antigua Tebas, que finalizará el 20 de febrero, los investigadores se centrarán en la restauración y consolidación de una cámara sepulcral pintada de 3.500 años de antigüedad descubierta por el equipo de egiptólogos en 2009.

Djehuty fue un escriba real, supervisor del Tesoro y de los trabajos de los artesanos de la reina Hatshepsut, una de las pocas mujeres egipcias que ejerció de faraona en torno al año 1470 a. C. Las pinturas que recubren totalmente el techo y las paredes de esta cámara, con dibujos y jeroglíficos del Libro de los Muertos, maravillaron a los egiptólogos por su valor estético y porque, en aquella época, a comienzos de la dinastía XVIII, no se decoraban las cámaras sepulcrales. En el centro del techo aparece representada la diosa del cielo, Nut, en una preciosa imagen. Asimismo, a la entrada de esta cámara, los arqueólogos hallaron varios pendientes de oro que probablemente pertenecieron a Djehuty o a alguno de sus familiares, ya que datan de comienzos de la dinastía XVIII.

La tumba de Hery

Además de la restauración de la cámara de Djehuty, se iniciarán las excavaciones de la cámara más interna de la vecina tumba de Hery, un miembro de la corte egipcia que vivió unos 50 años antes que el escriba real. La cámara está repleta de tierra casi hasta el techo y, según los científicos, es posible que oculte el acceso a un pozo funerario.

Tanto la tumba de Djehuty como la de Hery, excavadas en la ladera de la colina, tienen las paredes decoradas con inscripciones y escenas en relieve que informan sobre detalles de las vidas de sus propietarios, los cargos administrativos que desempeñaron, los integrantes de sus familias, sus costumbres sociales, creencias religiosas o rituales funerarios.

“La de Hery es una de las pocas tumbas de particulares de comienzos de la dinastía XVIII que conservan su decoración, lo que la convierte en un monumento de gran importancia para comprender mejor la sociedad, las creencias religiosas y el arte de la antigua Tebas”, destaca Galán, investigador del Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CSIC) y director del proyecto.

Fuente:
http://www.muyinteresante.es/arrancan-las-excavaciones-en-dos-tumbas-egipcias-de-la-antigua-tebas

10 de enero de 2011

Los campamentos militares romanos

En Roma el ejército de milicia siempre fue temporal por esencia y parece que, aun cuando las legiones seguían existiendo por algún tiempo, éstas eran renumeradas al principio de cada año consular. Los hombres se enrolaban, servían normalmente durante una campaña y volvían a la vida civil. Los romanos instituyeron el pago para sus soldados a partir del año 396 a.C., pero éste no cubría más que las necesidades vitales básicas sin constituir una fuente significativa de enriquecimiento. La posibilidad del botín podía atraer a algunos soldados, especialmente cuando se consideraba que el enemigo poseía grandes riquezas, ya que se suponía que el fruto del saqueo se distribuiría más o menos equitativamente entre los miembros del ejército. Con todo, la mayoría de los ciudadanos servían como soldados porque estaban fuertemente identificados con el Estado.

Durante su servicio militar, los ciudadanos romanos se sometían por voluntad propia a una disciplina muy estricta, perdiendo la mayoría de los derechos legales que los protegían en la vida civil. Los soldados podían ser azotados o ejecutados por orden de sus superiores. La cobardía implicaba la pena capital, al igual que otros crímenes, como el hecho de dormir en el puesto de guardia, el robo o la sodomía en el interior del campamento. Desde un punto de vista tanto legal como ideológico, existía una marcada distinción entre el status y el comportamiento adecuado de un romano en su casa y en la guerra. Para denotar ese cambio, el alistamiento en las legiones tenía lugar en el Campus Martius o Campo de Marte, es decir, fuera de la frontera oficial de la ciudad. Las legiones mismas sólo podían entrar en Roma el día del triunfo de un general, cuando él y sus tropas desfilaban por las calles para celebrar el triunfo sobre el enemigo.

Los campamentos temporales simbolizaban la existencia ordenada de los ciudadanos mientras éstos servían en las legiones. Polibio describe con cierto detalle el diseño y la construcción de los campamentos de marcha. Al final de cada día, el ejército romano seguía un plan uniforme y estandarizado que se manifestaba en el trazado de calles, líneas de tiendas de campaña y líneas de caballos rodeadas por un foso y un parapeto. Cada uno sabía dónde iba a dormir y qué labores le correspondían, pues los trabajos se distribuían de modo regular y sistemático.

El campamento de marcha ofrecía protección contra los ataques por sorpresa. Se establecían guardias de día y de noche a una distancia establecida de los parapetos para alertar de cualquier ataque y frenar al enemigo. Las tropas que ejercían este deber se comprometían con un juramento solemne a no abandonar su puesto. Normalmente, el parapeto y foso que rodeaban el campamento eran sólo suficientes para retrasar al enemigo y no para detenerlo, aunque en casos de permanencia durante algún tiempo en el mismo lugar las defensas podían ser reforzadas considerablemente.

Los romanos casi nunca decidieron luchar desde el interior de los muros de su campamento, sino avanzando para encontrarse con el enemigo en campo abierto, confiando en la resistencia y fuerza táctica de las legiones. Entre los parapetos y las líneas de tiendas del campamento existía una amplia área abierta conocida como intervallum, asegurándose de que las tiendas estuviesen fuera del alcance de los proyectiles lanzados desde el exterior. Con mayor importancia, ese mismo espacio permitía que la armada formase rápidamente y se preparase para disponerse en orden de batalla. Se formarían tres columnas, con una cuarta en ocasiones para la caballería. Cada columna se convertiría en una de las tres líneas, de modo que la unidad que formaría a la serecha encabezaría la columna y la de la izquierda estaría detrás. Cada una de las columnas saldría por una de las cuatro puertas del campamento hacia el lugar en que se iba a formar el orden de batalla.

El campamento temporal desempeñó un papel fundamental para permitir a los ejércitos romanos entrar en batalla de una manera organizada.


Fuente:
El ejército romano - Adrian Goldsworthy

9 de enero de 2011

Castillo de Gondar (Etiopía)


La verdad es que no he logrado encontrar demasiada información sobre la historia de este castillo, únicamente la referencia que hace Wikipedia sobre el "período de Gondar" en la historia de Etiopía.

El emperador Fasiladas el Grande (1632-67) trasladó a la ciudad de Gondar, al norte del lago Tana, la capitalidad del reino, por lo que se habla en la historia de Etiopía de un "período de Gondar", que duraría hasta el año 1769. Gondar es aún en la actualidad famosa por los castillos que en ella construyó Fasiladas.
El período de Gondar se caracteriza por el aislamiento internacional de Etiopía, motivado por los incidentes que desembocaron en la expulsión de los jesuitas.

Iyasu I "el Grande" (1682-1706) rompió con la política aislacionista de sus predecesores, recibiendo en 1698 al embajador francés Charles Jacques Poncet, representante de Luis XIV. Consolidó su autoridad sobre la Iglesia copta. Le sucedió su hijo y asesino Takla Haimanót, que sólo reinó dos años y murió a su vez asesinado.

Tras el asesinato de Takla Haimanót llegó un período de caos, en el que el ejército intervino frecuentemente, entronizando y deponiendo gobernantes a su antojo. Tras el reinado de Iyasu II, apodado "el Pequeño" (1730-1755).





Fuente:
Wikipedia

8 de enero de 2011

El auge de la abadía de Cluny

Aprovechando el declive de los poderes tradicionales, los monasterios se transformaron en el siglo XI en complejos centros de gran poder espiritual y temporal: con su caridad aseguraban la distribución de alimentos a muchos indigentes, y por su organización económica crearon grandes explotaciones rurales. Por otra parte, en cada monasterio hubo una escuela y talleres para la formación de oficios como las artesanías o los amanuenses dedicados a la copia de códices, que fueron decisivos en la labor de difusión de la cultura y de las artes. Este movimiento tuvo como punto de partida el año 910, fecha de la fundación del monasterio de Cluny, en la Borgoña.

Guillermo I el Piadoso, duque de Aquitania, donó la villa de Cluny al papado para que fundara en ella un monasterio con doce monjes bajo la guía del abad Bernón. Bernón estableció la observancia de la regla de San Benito de Nursia. La donación hecha por Guillermo I no es gratuita, pretende obtener la protección y la garantía de la Santa Sede dado que su poder era muy escaso.

En Cluny se restableció la regla benedictina en forma severa, y el modelo tuvo tal éxito que en pocos años el número de abadías fue de 1450, la mayor parte de ellas en Francia. Fue enorme su éxito entre las clases altas ya que los nobles participaban en la fundación de monasterios, y algunos de sus miembros nutrieron las filas de la Orden de Cluny.

Gracias a su poder esta orden llevó a cabo una innovación importante de la política eclesiástica al conseguir que sus monasterios quedaran exentos de la jurisdicción episcopal y que sólo dependieran de la Santa Sede. Con el tiempo acabaría traicionando el espíritu de la pobreza que impuso San Benito, pues si bien cada monje no tenía riqueza, el enriquecimiento colectivo fue enorme, y la comunidad monacal no estaba obligada a la renuncia. La consecuencia natural fue el desarrollo de un arte espléndido en sus iglesias y claustros: ellos fueron los grandes promotores del arte románico.

No fueron pocos los méritos de Cluny. Sus monjes organizaron las peregrinaciones tanto al sepulcro de Santiago como al monte Gargano o a Jerusalén. Llevaron a cabo una cristianización profunda en los países de la Europa occidental e incluso en la nórdica. Atendieron a la nobleza y al pueblo, pues levantaron la moral de la sociedad caballeresca al imponer el concepto de la “guerra santa” y también el culto a los santos guerreros y desde este momento la iconografía del caballero, en traje contemporáneo, entró en el arte, y el modelo por excelencia fue San Jorge. También se preocuparon del pueblo, que empezó a recibir una nueva iniciación religiosa, al mismo tiempo que los monjes celebraban el culto con frecuencia y le repartían los auxilios espirituales. Y sobre todo se ganaron la confianza al buscar a toda costa la paz por medio del establecimiento de la Tregua de Dios, para poner barreras al afán guerrero de los señores feudales.


Fuentes:
- www.monasteriosantacruz.com
- Mensaje simbólico del arte medieval: arquitectura, liturgia e iconografía – Santiago Sebastián

7 de enero de 2011

Los combates vikingos

Aunque sean conocidos por sus saqueos en tierra, los combates entre vikingos acostumbraban a tomar la forma de batallas navales. Cada contrincante desplegaba su flota en hilera, con los mejores barcos en el centro, de los que destacaba el del líder, que navegaba en el mayor navío de todos. Las dos hileras enemigas chocaban frontalmente, y como los barcos vikingos eran incapaces, al contrario de sus homónimos mediterráneos, de embestir con el espolón, la única táctica que usaban para derrotar al contrario era la del abordaje. Antes del mismo, las tripulaciones de los barcos se cubrían con grandes escudos para evitar los proyectiles enemigos, de los que destacaban piedras y flechas.

En tierra, los escandinavos eran más sofisticados. Al desembarcar en territorio enemigo, la primera cosa que hacían los guerreros vikingos era construir un pequeño fuerte. De este modo fortificaban el lugar de desembarco, que era dejado con una pequeña guarnición que podía defender los barcos y suministros en caso de ser atacados por los enemigos. Con esta base asegurada los guerreros se lanzaban a saquear los territorios circundantes, aunque en caso de presencia enemiga militar podían formar una línea de batalla para derrotar a los oponentes.

El despliegue normal en estas ocasiones era similar al de la falange griega, formada por cinco o seis hileras de guerreros protegidos por grandes escudos, si bien en lugar de lanzas estaban equipados con grandes espadas o hachas. Su táctica tampoco tenía excesivas florituras, pues consistía en cargas frontales para aterrorizar al enemigo, confiando en su ferocidad para ganar el enfrentamiento. No es de extrañar que los vikingos difícilmente vencieran a contrincantes dotados de caballería, debido a que la suya propia era virtualmente inexistente, y su muralla de escudos era, por lo tanto, muy vulnerable a flanqueos y envolvimientos enemigos.

En la Inglaterra del siglo IX no existían ejércitos capaces de enfrentarse a los temibles vikingos. Por ese motivo, hacia el 860, estos invasores procedentes de Escandinavia empezaron a establecerse en la isla conquistando buena parte del centro.

Por otra parte, aunque Inglaterra fue su principal objetivo, los vikingos también se lanzaron a conquistar otras zonas más lejanas, como Irlanda, el norte del continente Europeo y Rusia. Su espíritu aventurero se hace patente en estas expediciones, y su fama de excelentes guerreros les valió numerosos empleos como tropas mercenarias. Así, los sucesivos príncipes rusos usaban vikingos en sus campañas, y los cedían además a sus aliados.

Un caso especial es el de la guardia personal del emperador bizantino, la Guardia Varega. Debido a las intrigas de la corte de Constantinopla el emperador Basilio II contrató en el siglo IX a 6.000 vikingos, los llamados Portadores del Hacha, que pasaron a formar la élite del ejército durante los siguientes trescientos años.


Fuente:
Breve historia de la guerra antigua y medieval - F. Xavier Hernández Cardona / Xavier Rubio Campillo

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