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11 de octubre de 2010

La imposible tarea de hacer mapas

Desde su origen, el hombre tuvo necesidad de conocer la Tierra y para ello tuvo que dibujarla.
De acuerdo con su época y religión, el ser humano ha concebido este planeta en forma de cubo, mesa, cono, cilindro, tambor, poliedro, espiral, como una isla flotando en un mar infinito, como una llanura rodeada por un muro y hasta sostenida por cuatro elefantes sobre una tortuga.

Los sumerios trazaban su territorio en tablillas de arcilla. Los esquimales marcaban en madera las bahías y litorales según iban viajando. Los aborígenes australianos fabricaban con varas de bambú la descripción de sus dominios.
Los mapas eran hechos por los viajeros, aunque no siempre fue así. Curiosamente, los mejores mapas de la antigüedad fueron trazados por los monjes, quienes aunque nunca salían de sus monasterios, se valían de las diferentes versiones sobre un mismo territorio.
El emperador Augusto guardaba sus mapas bajo una bóveda de su palacio, donde sólo tenían acceso algunos generales de su confianza.

Para trazar un mapa, es necesario tener un sistema de medidas y de escalas. Los romanos usaban el pie y también usaban la legua, aunque ésta variaba de ciudad en ciudad, por lo que reunir la información se convertía en un lío gigantesco.
Los griegos sufrían igual. Usaban la medida de un estadio de Atenas que medía 185 metros. Los ingleses, por su parte, usaban una yarda que fue definida tomando con un cordel la distancia que había desde la punta de la nariz de Enrique I hasta la punta de sus dedos, manteniendo extendido el brazo.

Resulta imprescindible que todo mapa lleve la fecha de su elaboración. Por ejemplo, uno de América del Norte de 1800 no registra la ciudad de Miami porque aún no existía, aunque sí aparece Nueva Orleans a sólo 16 km. río arriba. La ciudad no se ha movido, el problema estuvo en quién tomó las medidas.

En el Museo de Nuremberg, Alemania, existe un globo terráqueo construido por Martin Benhaim, quien lo hizo adivinando las dos terceras partes del mundo. El espacio faltante entre Europa y Asia lo rellenó de islas imaginarias. Si se hubiera esperado un año, habría podido situar el recientemente descubierto continente americano.

Globo terráqueo de Martin Benhaim

Fuente:
Los inventos que cambiaron el mundo – Julio Guzmán Ludovic

Más información sobre el tema:
- Selección de mapas históricos. http://www.ucm.es/info/antigua/cartografia.htm
- Historia de la la cartografía. http://mgar.net/var/cartogra.htm


6 comentarios:

  1. Anda, ahora resulta que la Tierra no es plana, porque dicen que es como una esfera. Vaya chasco.
    Jejeje. Un saludo.

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  2. Con mapas así no es de extrañar que muchos marinos anduvieran perdidos por los mares, que por cierto fue la mejor manera de encontrar nuevas tierras...
    En serio, que gran esfuerzo el de aquellos cartógrafos. Saludos.

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  3. Qué posesivo era Augusto, madame. Qué exagerado! Pero realmente debian de ser algo muy preciado, y no era para menos, dadas las dificultades que entrañaba elaborar algo parecido a un mapa. Y pensar que hoy los tenemos todos tan al alcance de la mano, y tan precisos!

    Buenas noches

    Bisous

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  4. Interesante entrada cartográfica. Vaya revolución y negociazo debió suponer para los cartógrafos el descubrimiento de América: más tierras a cartografiar, más interés cultural, más clientes, más negocio....

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  5. A mí me hace gracia la medida de la yarda, increíble precisión jajajaja.

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  6. Me gusto la nota, muy interesante.
    Una pregunta: Estaba sobre 4 elefantes sobre una tortuga gigante... No sera en 3 elefantes?
    El problema viene porque uno o mas elefantes podrian ser de distinto alto, en cambio si fuera en 3 estaria siempre bien apoyada nuestra querida tierra

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