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19 de diciembre de 2009

La piedra del sol

Hace un par de días se celebró el 219 aniversario del descubrimiento de la "piedra del sol". ¿Pero qué es la "piedra del sol"? También conocida como "calendario azteca", la piedra fue descubierta en la esquina sur-oriental de la actual catedral de México D.F –en el lugar del antiguo centro ceremonial de Tenochtitlan-. Fue tallada en torno a finales del siglo XV o comienzos del XVI por artesanos aztecas. En el momento de su hallazgo estaba recubierta por una rica policromía de colores vivos e impactantes, que lógicamente contribuían a resaltar y también a aliviar el carácter macizo y pesado de la piedra. No en vano, se trata de un gran monolito de forma discoidal, con un tamaño de 3,65 metros de diámetro y un peso de 24toneladas. Por desgracia, las autoridades de la época decidieron dejar la piedra a la intemperie, y ésta perdió su llamativa policromía. El enorme disco era el distintivo del Templo del Sol, en el santuario ceremonial de Tenochtitlan, y se encontraba guardado en su interior, pues sólo los altos jerarcas religiosos tenían acceso a la piedra, quedando su visión vedada al pueblo llano, algo habitual en el mundo precolombino. Durante la dominación española, y hacia mediados del siglo XVI, el obispo Alonso de Montúfar tuvo la ‘genial’ idea de ordenar su enterramiento, “por los grandes delitos que sobre ella se cometían de muertos”. En cualquier caso, la cuestión que más llama la atención del llamado Calendario azteca es su iconografía y posible significado. Uno de los mayores estudiosos de esta singular pieza de arte azteca fue el historiador alemán George Kubler, y a él debemos uno de los análisis más destacados en este sentido. De forma muy resumida, para Kubler la parte central del disco representaría el viejo mito de los Cinco Soles mexicanos –ya existente en época huasteca–, que adquirió en época azteca un gran desarrollo. El centro de la piedra sería por lo tanto el Quinto Sol o rostro del dios Tonatiuh (dios sol de los aztecas). Alrededor del mismo estarían plasmados los cuatro soles anteriores, extinguidos como consecuencia de la no celebración de sacrificios humanos. A continuación, se representan por medio de símbolos los distintos días y meses del calendario azteca, dispuestos en orlas concéntricas. Por último, en la orla exterior aparecen dos serpientes que muestran sus cabezas enfrentadas, símbolo del tiempo y el espacio. Según la estudiosa mexicana Rebeca Barrera la Piedra del Sol no sería un calendario, sino un símbolo del fin de una era, la del Quinto Sol, que se produciría con la llegada de Quetzalcóatl. Según la investigadora mexicana, la piedra sería por tanto una especie de profecía pétrea que vaticinaba el fin del mundo azteca, cosa que finalmente ocurrió con la llegada de los españoles, cuyo líder militar, Hernan Cortés, habría sido confundido por los aztecas con el dios Quetzalcóatl. (Fuente consultada: www.planetasapiens.com)

1 comentario:

  1. Por cierto, un amigo que estuvo en México me trajo una réplica del calendario azteca, lógicamente a tamaño reducido y con colores. Eso sí, pesa lo suyo. Lo que no sabía es su significado hasta que he leído esta entrada.
    Un saludo.

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